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¿Dos hermanos? y un secreto por ladylay

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Notas del capitulo:

Siento mucho mis amores, todo este tiempo por no haber publicado nada, pero estuve de viaje y ya he vuelto con nuevas ideas y con muchas energias.

!disfruten¡

Llame a mi mejor amigo, Eduard, hoy tenía que divertirme y olvidar mi gran fallo, el confesar mis sentimientos a mi hermano menor ¿en qué coño estuve pensando? Joder es que se me salió sin querer estaba tan frustrado, Sara esto, Sara lo otro, no se da cuenta de que le está haciendo daño.

-          Oye, tío ¿Dónde estás? ¿se oye mucho ruido? - ¿eeehhh? ¿no te oigo una mierda? Chris, espera.

-          Vah, venga – ya, mira estoy en la disco, en la de siempre, tío aquí hay muy buenas señoritas, vente y disfruta – eso hare, ahora vengo, espérame en la salida.

-          Que si…

El local parecía lleno, petado de gente, aparque el coche a unos cuantos metros del antro, busque con la vista a Eduard encontrándolo con dos monas chicas al lado suyo.

Pero no pensaba que una de ellas fuera mi ex, Sandra, camine despacio, un poco presumido cerrando mi vehículo con un solo “clik” de las llaves.

-          Hey hola, Christian ¿Cuánto tiempo? – muy bien San…Sandra ¿Qué hace por aquí?

-          Eehh?... con mi mejor amiga, mira ella es Lucy – ¡Holi! – es muy tímida, pero ya verás más tarde… ¿entramos?

Mi ex me cogió de la mano, dejando de lado a mi amigo como a su amiga, entramos dentro, como siempre otro lugar, esta es mi casa de diversión, música, alcohol, buenas vistas ¿Qué más se puede pedir?

Antes que nada, buscamos un buen sitio, al lado de la pared, Edu, se fue con esa tal Lucy a pedir unas “bebidas” mientras que a mí me dejaron solo con ella, lo admito estaba de cero a diez le daría un quince, estaba muy buena, pero no puedo dejar de olvidar lo que me hizo.

La música continua, al igual que los vasos, uno tras el otro, me senté ya que el alcohol comenzó a hacer efecto, al cabo de unos segundos Sandra me saco a la pista de baile con la excusa de “ven, es mi canción favorita” ¡si soy un tonto! Le hice caso y salimos a bailar, ella pegándose con ese vestido negro ajustado a mí, valíamos más pegados que la uña a la carne, ella acercaba su boca a mi cuello, podría oler su perfume, ese típico olor que se me hace muy común, me agarro por mi espalda, haciendo suaves movimientos con su cadera, me cogió de nuevo mi mano la cual condujo a su cadera.

Se acercó lentamente a mi cuello subiendo poco a poco rozando su nariz hasta llegar a mi oreja.

-          Quiero besarte… ¿puedo? – ni siquiera me dio tiempo de responder, sentí sus labios contra los míos, estaban un poco secos, me impregno de su pintalabios rojo chillón, pero el interior de su boca era húmeda y se sentía muy bien.

La ira, más la desesperación me consumía, quería olvidarme de lo que hice hoy y esto fue lo suficiente para no recordarlo al menos unos minutos, baje mis manos tocando sus caderas movidizas, ella metió sus manos entre mis cabellos rubios, entre la música, las luces parpadeantes, el buen ambiente y ella…

Nos separamos un poco, me volvió a llevar de la mano, hasta llegar a un gran sofá de piel negro, donde me empujo sentándose encima mía y continuamos con lo de antes.

……………………………………………..

Pov: Alex

-          ¡coño, coño y coño! ¿Dónde se habrá metido? Whhhhhaaa… es que no me lo puedo sacar de la cabeza señor Claus ¿está bien si yo también le digo la verdad? – “si señorito Alex” “no aguantes más esta presión” – gracias Señor Claus.

Estaba encerrado en mi cuarto, cubierto por mi sabana y con mi peluchito Señor Claus, me quemaba la cara ¿seguro que lo habrá dicho de verdad? ¿O es una mentira? Estaba tan confuso. De repente mi móvil sonó indicándome de que había tenido un mensaje.

“¿quieres ver algo asombros? Vente a la disco D.L.M y veras algo que no te lo esperabas”

-          ¿Qué raro? Eduard hablándome? ¿Qué será eso? – mi preocupación y nervios aumentaron considerablemente.

Me monte en mi coche, pero antes, arreglarme y ponerme galán en menos de diez minutos estaba montado y directo en ir a la discoteca indicada ¿Qué será eso?

Llegue, aparque y me fije la gran cantidad de gente apilada, observe a Eduard haciéndome gestos para atraer la atención, y así lo consiguió.

-          ¿Qué es eso? – tu solo entra y sigue adelante cuando veas un sofá negro quédate allí ¿vale? – eeemmm… ¿ok?

Entre e hice lo que dijo, esquive a toda esa multitud, hasta dar con el clavo, el corazón se me hizo añicos, me quede perplejo, vi cómo se morreaban, como se comían el uno al otro literalmente, la rabia surgió en mi interior, veía como se frotaban como animales, asco puro, me acerque solo un milímetro más, pero nunca pensé que me vería.

-          ¿Alex? – no tuve ni voz para responderle.

Estaba a punto de irme hasta que… un momento ¿Qué coño estoy haciendo? Joder yo vine aquí a decirle algo, no a llorar como un tonto, me acerque hasta el punto de estar frente a frente suya.

Al parecer la pija, se bajó de él muy bien, ¿gracias? En fin, aun con mi rabia, lo agarre de la muñeca, apretándolo, lo lleve pasando entre todas las personas, llegando a los lavabos de hombres, abrí la puerta con una mano, mientras que la otra me aseguraba de tenerla bien agarrada, entramos y lo empuje contra una puerta del lavabo, así entrando dentro de ella, de nuevo lo empuje tan fuerte que se estampo con la pared, cayendo en el váter, cerré la puerta.

Le quite aquel pestilente labial y de di un beso, baje un poco y cerré mis ojos, apoyándome con mi mano en la pared que rodeaba el aseo.

Me separe lentamente de él, dejando oír el típico chasquido de un beso, abrí poco a poco mis ojos, alejándome de él. Me di la vuelta a punto de abrir la puerta hasta que me la paro, cerrándola, estaba de pie, más bien apoyando su frente contra mi hombro, sus brazos largos me atraparon.

-          ¿Por qué me haces esto, Alex? – mi corazón empezó a latir como poseso, sentía su aliento en mi nuca, poniéndome la piel de gallina.

-          ¡responde! – dio un golpe a la puerta

Me acóralo entre sus brazos, poniendo su frente en mi frente, juntando la punta de mi nariz con la suya.

-          Alex, ¿Por qué me confundes tanto? ¿Qué soy para ti? Ya te vale… – sentí como sus brazos se sitiaron sobre mis hombros, su mirada penetrante me dejo hecho polvo, no sabía que él estaba tan confuso o no sé, es que ni siquiera pude pensar en ese estado.

-          ¿y tú qué? ¿Qué pasa con Sandra? ¿Por qué? – intente contener mis lágrimas, pero no pude.

Derrame unas cuantas lágrimas, vi su cara de asombroso, dejando de apretarme bruscamente contra la puerta, note su mano agarrando mi mentón.

-          Lo siento… te amo.

Sentí de nuevo su boca, caliente, con sabor a Jack Daniels, su mano bajo a mi cadera, intensificando el beso, note su lengua, cálida y placentera, rozando con la mía, húmeda y cálida. Mi mano toco su rostro, abrí los ojos observe su cara, mientras nos besábamos y los volví a cerrar. Me parece todo tan, “cuento de hadas”

Nos separamos a poco centímetros, me toco con la mano, mi cara.

-          Te amo, te amo mucho – Chris…yo también, te amo.

Sonreímos como dos tonto, me volvió a dar un beso corto - ¿no vamos? – me quede perplejo

-          No da igual, ya que estamos aquí quedémonos un poco ¿no? – sí, pero si te soy sincero esto me parece una locura lo que está pasando, dime que no es un sueño ¡por favor!

-          Eeh? No cre…

Nos volvimos a besar, pero con más rapidez el beso, en vez de roces, lamido, tocando como se debía la lengua, movimientos agiles, mi corazón pensaba que no iba a resistir mucho más, estaba tan contento que ya podría morir en paz.

-          Ahora sí, ya lo confirme no es un sueño ¿vamos? – me agarro de la mano saliendo del baño con migo.

Notas finales:

¿y que te ha parecido? 

dejame tu comentario... pliz un besote gigante


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