En un principio mi irá se desbordo gracias a un bote rubio con patas, pero al ver aquella impresiónate casa y saber que es mía, además de que esta súper cerca del mar… ¡Es un sueño hecho realidad¡
Pero volviendo a la normalidad… Es una mierda pinchada en un palo, porque ¡porque! siempre tiene que estar involucrado mi tonto hermano.
Nuestros padres nos llevaron en su coche, otra vez gracias rubio tonto y nos dieron las llaves que por desgracia a cada uno.
Salimos del coche, despidiéndonos de ellos, aparte me daba un poco de tristeza dejar el nido e independizarme y por ello prometí para estar en contacto de vez en cuando llamarlos o alguna visita, además de no matar al clon rubio que estaba detrás de mío.
Nos dimos la vuelta y nos encaminamos hacia la nueva casa y su nueva puerta.
(Alex en sus pensamientos- ¡hostias! ¿Esta no era la casa antigua donde vivíamos antes?
¡Nahh, no puede ser! )
- ¡Me pido primer! – Christian rompió el grato silencio, mientras que yo veía alejarse el coche de mis padres.
- Chris, ¿de verdad eres tu? – por un momento mis ojos coincidieron con los suyos, eran más hermosos de lo que había recordado !Vale¡ eran bonitos y muy atrayentes de un verde profundo, me intimidaba y a la hora de decir la verdad el muy capullo estaba “bien” ¿Cómo lo digo? Pues, tiene coche, es alto, tiene buen cuerpo (por lo que veo)
- Ahhhgg ¡mierda en que estoy pensado!... ¡UPS! – ¿en serio que dije eso en voz alta? ¡DIOS! Seguro que es este calor el que me afecta la sesera y mucho por lo que veo…
- ¡Peluchito! ¿no reconoces a tu queridísimo hermano? – Christian me miro otra vez con esos ojos. Una fuerte oleada de calor provoco que se echara el pelo hacia atrás con sus dedos finos y largos.
- ¡COMO ME VUELVAS A LLAMAR… PELUCHITO!- Alce mucho la voz para poder intimidarle.
- ¡Uhy! Ya se abrió la puerta – Christian al mismo tiempo que le iba sermoneando abrió la puerta y de un brinco salió corriendo, la verdad es que hace tiempo que no lo veía tan ¿feliz?
- Heeey! Tú, Bicho…- entre en la casa era despampanante, mueble, sillas, electrodoméstico, todo acomodado… ¡un momento! ¡juro haber vivido o al menos estado en esta casa!
Christian se paro en seco y se dio la vuelta hacia mí.
- Chris no sé, pero me suena mucho esta casa ¿hemos vivido aquí? O ¿algo por el estilo?
- ¡VALLA, PELUCHITO! ¿LO RECUERDAS?- sus ojos se clavaron directamente en los míos al igual que la última vez.
- ¡entonces! ¿ES LA CASA QUE VIVIAMOS CUANDO ERAMOS PEQUEÑOS? –decía muy entusiasmado
- ¡CLARO! Alex, sabes…- de un momento a otro la situación cambio a un ambiente peligroso, lo digo por la cara y esa sonrisa malévola de la que sobre salía esos dientes blancos.
Se acerco sin temor alguno, no sé por qué pero tenía un calor, ¡JODIDO VERANO! Sin embargo, mi corazón latía alocadamente, desproporcionados latidos ¡esto es ridículo!
- Pe- Lu-Chi-To- alcáncense a oír, mientras lo veo salir por la puerta de la cocina a toda mecha.
¿Por qué cojones estoy tan alterado? – me preguntaba a si mismo y sin saber la respuesta.
Seguí el rumbo de mi hermano para ver donde se hallaba.
¡Lo encontré ¡ justo en el momento más preciso¡ Cuando se quitó la camiseta, por suerte solo pude observar su esbelta espalda, pero como es tan astuto se giro y un ataque al corazón me provoco verle esa impresione tableta que tenia en su abdomen.
Jajah… me rio tu su cara, mi cuerpo es mejor que el suyo – decía acercándose a mí con unas de sus risitas comunes.
- yo la tengo más tonificada – de nuevo mi bocaza salió, no podía permitirle el lujo de sobrepasarse con su estúpido cuerpo.
- ¿el que tienes más tonificada? –ni siquiera me había percatado de que mi hermano estaba a unos cuantos centímetros de mi.
- Hee? … ¿de qué hablas?... ¿por cierto tu que te crees?- me aparte un poco de aquella tensión.
- Voy a probar la piscina- dicho esto de un salto se metió dentro.
Observe esa “piscina” ¡Valla gilipollas!ese es un estanque de peces… ¿de verdad es tan tonto? ¡Joder! Al teñirse el pelo, seguro que esas dos neuronas estallaron por completo.
No dije nada, lo mire atentamente con una risa acompañada de unas cuantas lágrimas.
- ¿Por qué te rie…- Christian puso una cara terrible, asustando y asqueado
- Alex… ¡algo me toco el pie!- estaba con los ojos llorosos.
No podía soportarlo más, me iba a morir de risa.
- ¡Gilipollas! ¡ESO ES UN ESTANQUE DE PECES! ¡sal de allí!- mis ojos grises observaban con cautela cada movimiento de Christian.
- ¡NO!...!NO!...!NO JO…JODAS! – su cara se transformó en un simple cadáver de lo pálido que estaba.