Pov Christian.
El pánico y el terror se apoderaban de mí, no sabía el porqué. Pero estaba muy seguro de que si no saliera de ese baño las cosas que verían no serían muy buenas para mí.
Con el cepillo aun en la boca y con todas mis ganas, abrí la puerta instantáneamente.
Allí estaban tan acaramelados, más que un chuletón con patatas fritas, salsa y una Coca-Cola (mmm... joder y esa comparación, será que tendré hambre, pensaba Christian)
- ¡Maldita sea Chris! Ya terminaste ¿y los peces? ¡SALIERON TOD…-Alex ¡por fin! se separó de esa mosquita muerta y fue interrumpido por ella.
- Disculpen, tengo que contestar al móvil- “la princesita” salió con su extravagante minifalda que porciento, al moverse se puede ver toda su anatomía por tan corta que es su falta de mierda.
- No te preocupes, cari…- Alex la siguió con los ojos hasta perderla de vista y de nuevo ¡por fin! Llego ese momento el que solo me lo dedico a mí, lástima que fuese gritos…
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Las cosas se arreglaron, puesto que Alex recupero a sus ocho peces o mierda eran diez, buah da igual ya saldrán.
Convencí a mi peluchito de que si podría acompáñalo a la fiesta de Ken, otro amigo suyo del insti.
Su Sarita se largó pronto después de que nosotros discutiéramos por esos estúpidos peces y por lo tanto se marchó un poco fastidiada al no poder terminar sus estúpidos roces (que se joda).
Las horas pasaron volando (más bien corriendo) era de noche, sobre las diez menos cuarto y me había vestido a lo “formal”
(Corbata, chaleco, camisa de maga larga blanca, pantalones tipo “jean oscuro” y unos zapatos tipo “formal –casual” y un calor que no veas.)
- Peluchito ven a ver cómo me queda esta ropa- termine rápido de atarme los cordones de mis brillantes zapatos de cuero negro.
Alexander había acatado la orden sin rechistar y se dirigió a mi cuarto mientras se acomodaba la camisa.
- ¿Pero qué?... ¿porque cojones llevas eso puesto? – Alex vestía de una manera diferente a la mía ( llevaba un polo azul marino, unos pantalones acortado por la pantorrilla además de apretados color café, unas vans y como accesorios un Colgate y reloj)
- En primer lugar ¿de qué se trata esa fiesta? ¿entierro? ¿despedida de soltero? ¿ESTRIPTIS? ¿cumpleaños? ¡si es cumpleaños yo no tengo regalo! – Alex me miraba fijamente, dios como adoro esos ojos literalmente me vuelven “crazy” (¿Qué? se creían que yo no sé inglés, mi inglish es very gud)
- ¿Enserio un entierro? Jajjahha- las carcajadas inundaron la casa y me llevaron a mí también a llenarlas de risa. – no, ni mucho menos a un estriptis “eres un peligro allí” – me dio la sensación de que estaba refiriéndose a mí.
- ¿entonces qué es? – mi duda seguía en pie.
- Pues una fiesta normal y corriente, al parecer era antes en su piscina pero lo cambio a esta dirección que me dio Sarah – decía enseñando el papel escrito – Loran Streedt, al parecer dijo que era un local con bastantes luces y con un cartel gigante, decía el pelirojo.
- ¿entonces no es un estriptis?- mi hermano me dio una colleja, no bastante fuerte.
- Noooo, ¡venga cámbiate! ¡que llegaremos tarde! – salió de mi cuarto y yo me dirigí al armario en busca de mi nueva ropa.
Unos cuantos minutos más tarde, ya me había puesto una ropa más adecuada para esta situación.
- ¿Cerraste la puesta? – dije virándome hacia ella.
- Si, tanqui. – me enseño las llaves rodando en su índice – todo está apagado y la puerta cerrada. No hay ningún problema.
El dilema empieza ¿por quién conduce? Varios intentos de “piedra, papel y tijera”
Era una batalla en la cual solo uno de nosotros será el vencedor y por desgracia era mi peluchito (pensando: porque mierda las tres veces he sacado piedra, ¡joder ahora pensara que soy tonto!) un ruido me saco de mis casillas.
- Chis, ¡CHISTIAN, COÑO! – hee qu…¿qué pasa?, dije saliendo del trance.
- Mmm…pues que hemos llegado, mira- decía señalando el gran cartel luminosos que ponía “Loran Streedt”
Nos quedamos observando por unos instantes el bar además de los coches a ver si alguno de sus amigos había llegado antes.
- ¡nada! No ha llegado nadie, ni siquiera la sanguijuela – lo mire y le sonreí cariñosamente.
Nos quitamos los cinturones de seguridad y bajamos del coches a continuación yo inspeccionaba el sitio mientras que peluchito se encargaba de asegura que su coche este bien cerrado.
Una vez listos entramos en el recinto, realmente estaba lleno, solamente me pareció raro no ver a ninguna mujer vagar por el local.
Música de club sonaba en todo este antro, me parecía ver solo a hombres y sin ofender a ¿travestis? Si, travestis tíos que se visten, maquillan y se creen mujeres aunque no tengo nada en contra de ellos.
- ¿peluchito seguro que es el sitio? – le pregunte un poco desconfiado mientras que cada vez más nos adentrábamos en el bar.
- Lo cierto es que no lo sé… ¿deberíamos largarnos? Me da mala pin… - una vez muy grave nos interrumpió la conversación.
- ¿pero que tenemos aquí? ¿dos hombretones muy bonitos? – este tío nos había giñado el ojo y después de ello llamo a “sus amigos”
- Heyy Gina, Paula, Lore, Saby,Lucy ¡venid todas! ¡HAY CARNE NUEVA!
- ¿CARNE NUEVA? – Dijimos al unísono yo y mi hermano.
Casi todos más bien casi todas nos habían acorralado en una esquina.
- Shh…Alex ¿creo que es un bar de gays? – se lo dije al más bajo tono que puede llegar mi voz.
- Nooooo ¿enserio? ¡no me había dado cuenta! – de repente un rubiales nos empujó a los dos en el sofá rojo de cuero.
No puede ser, seré violado por estos tíos (me decía a mí mismo) yo no qui…
Algo me saco de mis casillas nuevamente, sentí la mano de alguien coger mi mano (ahh es la de mi hermanito) su mano es tan suave y caliente.
- Chicos lo siento que hoz lo diga pero, este chico ya tiene novio- Alex me cogió con firmeza la mano y nos pusimos en pie.
- ¿Quién es? – dije a lo torpe.
Su mano apretó muy fuerte a la mía – ahh tonto, ¡CARIÑO ERES TU! – mi hermano había puesto una sonrisa fingida y lo peor es que me estaba rompiendo mi mano a cada poco tiempo que pasaba.
- Por favor, chicos nosotros ya nos vamos – todos los presentes abrieron un paso hacia la puerta, para que pudiéramos pasar y por poco lo conseguíamos a no ser por ese estúpido pelo polla.
- ¡no hoz creo! Si, sois novios daros un beso y hoz dejaremos ir.