Tu juventud y mi experiencia
Resumen: Harry y Scorpius tienen una relación de casi un año, pero ya va siendo hora de que la gente se entere y los padres de Scorp den su bendición… si, claro...
Categoría: Harry Potter
Personaje: Harry Potter, Scorpius Malfoy
Géneros: Humor, Romance
Clasificación: NC-17
Advertencias: AU=Universos Alternos, Chan=Adulto/Menor, Lemon
Capitulo: 1/5
Completa: Sí
Disclaimers: Los personajes de este fic no me perteneces, los utilizo sólo por mera diversión.
Capítulo 1
La nieve se amontonaba a raudales y cada vez hacía más frió.
Había pasado casi un año, desde que ellos dos empezaron con su pequeño romance a escondidas, bueno, escondidas no, ya que los hijos del mayor estaban más que enterados y felices por su padre y su “papá” como llamaban en secreto a la pareja de Harry.
Estaban a 23 de Octubre y era el cumpleaños de Scorpius.
Gracias a Merlín y todos los grandes magos que habitaron hace años, Scorpius Malfoy cumplía 17 años y por ende, la mayoría de edad. Cosa que evitaba automáticamente que Harry fuera a parar a una fría celda de Azkaban, por abuso de menores.
Harry le estaba preparando una gran sorpresa y no era precisamente algo que todo el mundo pudiera presenciar. De hecho, había despachado a sus tres hijos, hace unas horas y sólo esperaba que su ángel llegara a las 7:00 de la tarde. Hora pactada para compartir una hermosa cena y el regalo que el mayor le tenía.
La casa estaba esplendida. Había aprovechado de que caía en día sábado, para poder pedir permiso en Hogwarts para faltar esos dos días y por ende sus hijos también lo hicieron. Scorpius por su lado, había pedido a su padre que lo sacara ese fin de semana para pasar su cumpleaños con ellos, cosa que sólo duró las horas de la mañana. Cumpliéndose la hora pactada para su cita, se despidió de sus padres, aduciendo una fiesta con sus amigos.
No había sido nada de fácil dejar la casa vacía, sin tener que decirles a sus hijos que es lo que haría con su “padrastro”, pero por fin se habían esfumado a la casa de Ted, no que le encantara la idea, pero en este año muchas cosas habían cambiado.
James ya no vivía con ellos, sino más bien con su novio, Teddy.
Lily estaba más grande y hermosa que el año pasado y por ende los “buitres” se arrojaban hacia ella como carne muerta.
Al, bueno Al era un caso aparte. Este año estaba más insoportable que nunca. Había tenido ciertos “avances” con Daniel, pero al terminar el año pasado, y por ende, el muchacho su estadía en Hogwarts, se deprimía con mucha facilidad, pero las cosas se arreglarían para su hijo, cosa que sólo Harry sabía, pero que ayudaría mucho en el humor de su hormonal vástago.
El timbre de la puerta sonó y Harry se apresuró a abrir.
-Hola, amor -le dijo Scorpius, mientras se colgaba de su cuello y besaba sus labios con desesperación.
Harry pasó sus brazos a través de la cintura del menor para que se pegara más a su cuerpo.
-Te eché de menos -le dijo estrechándolo más fuerte y caminando dentro de la casa ya que aun se encontraban en la puerta y no quería dar mayores espectáculos, no antes de los que causarían sus acciones de esta tarde.
Caminaron hasta el salón y Scorpius se quedó congelado en la entrada.
Las luces estaban apagadas y obviamente había un hechizo para oscurecer el ambiente. La chimenea estaba prendida y frente a ella había una mullida alfombra, en ella había dos platos con comida deliciosa y dos copas junto a un balde con hielo y una botella de champaña.
-¡Oh, amor! -le dijo abrazándolo nuevamente -Es hermoso -le dijo mirándolo a los ojos y sonriéndole, sólo como él sabía hacerlo.
-Hoy es un día especial y es normal que quiera celebrarte de la mejor manera -le dijo guiándolo a la alfombra y sirviendo las dos copas de la espumante bebida -. Feliz cumpleaños, Scorpius -le dijo mientras chocaban sus copas y bebieron el exquisito licor.
Comieron entre risas y conversaciones. Scorpius estaba sentado entre las piernas de Harry, mientras disfrutaban entre los dos de un delicado Mouse de chocolate. Harry tomó la cuchara y vio que sólo quedaba un poco de la oscura sustancia y de repente su corazón comenzó a desembocarse. Tomó todo el contenido en una sola cucharada lo llevó a los labios de su pareja que abrió los labios, pero antes de que llegara desvió el camino y se lo comió él. Scorpius arrugó el entrecejo e hizo un adorable puchero. Harry rió un poco y se inclinó para besar los labios del menor que lo recibió gustoso sintiendo en la boca del otro, el sabor del chocolate.
Harry estaba nervioso y se dijo a asimismo, es ahora o nunca.
Scorpius sintió como el mayor pasaba algo hacia su boca a través de su lengua y luego se separaba de él. Llevó la mano a su boca y con la respiración acelerada, sacó de entre sus labios un hermoso anillo de oro blanco. Era lizo y se fijó que adentro tenía una frase grabada “Tu juventud y mi experiencia”. Miró al mayor con curiosidad y fue el momento que eligió Harry para hablar, pero antes de eso lo abrazó fuertemente y le susurró al oído.
-¿Quieres casarte conmigo? -así sin más.
Scorpius estaba impactado. Nunca, ni en sus más locas fantasías, se imaginó así una petición de matrimonio.
-Yo… -se quedó con la boca abierta y mirando a su novio a los ojos. Sentía que las lagrimas se agolpaba en sus ojos y creyó que podría morir en ese mismo instante y aun así, hacerlo en paz -sí… ¡Sí, sí, sí, si me quiero casar contigo! -le dijo feliz, mientras repartía besos en su cara y labios.
Harry se paró de golpe y lo elevó en los brazos y lo comenzó a dar vueltas escuchando las risas de su prometido.
Lo bajó y le quitó el anillo, para ser él quien lo pusiera en su dedo anular de la mano izquierda y luego selló su acción con un beso en el dedo, que luego fue reemplazado por los tiernos labios de Scorp.
TBC...