Sonámbulo
Puede que, tal vez y sólo tal vez, Baekhyun tenga unas gigantescas y oscuras bolsas bajo sus ojos, todo debido a no dormir lo suficientemente bien durante varios días. El problema trasciende desde hace unas semanas, donde Chanyeol, repentinamente, comenzó a caminar dormido.
El castaño no tiene forma para explicar el repentino sonambulismo del gigante, pero está cansado. Demasiado en realidad. Lo único que quiere es dormir sus, adoradas, ocho horas, sin embargo, eso es imposible.
Cuando la noche cae, Baekhyun no pega el ojo durante varias horas, no hasta que supervisa que su esposo está completamente dormido. Entonces el más bajito se deja ir a brazos de Morfeo, pero cuando, según, apenas había cerrado sus ojos, la alarma se dejaba escuchar por toda la habitación.
Ocurre todo el tiempo, todos los días y, precisamente, ahora. Baekhyun se encuentra en su sillón favorito, leyendo un libro acerca de bebés, cuando su esposo comienza a ponerse de pie.
—Maldita sea, Chanyeol —murmuró, mientras iba en busca del caminante —. Chanyeol, regresa.-suspira.
El mayor cerraba puertas y ventanas con sus respectivos seguros, quitaba y empujaba objetos que, muy probablemente, le harían daño físico al gigante. Chanyeol deambula dentro de la modesta, pero acogedora casa durante largas horas, hasta que regresa a la cama con ayuda de su pequeño esposo.
Cuando la luz de un nuevo día se asomaba por la ventana, Chanyeol abría los ojos, frotándoselos para quitarse por completo el sueño. Su adormitada mirada se queda posada en el delgado cuerpo de su Baekhyun; tan pequeño y frágil.
—Bebé —tararea —. Es hora de despertar.
El castaño murmura algo bajo la almohada y Chanyeol ríe, entretenidamente. Mueve con delicadeza el cuerpo a su lado y recibe, en esta ocasión, un gruñido.
— ¡Park Chanyeol! —brama el mayor — ¡déjame en paz!
El gigante parpadea, sin comprender la actitud de Baekhyun. Regularmente, su pequeño esposo le dedicaría una sonrisa, pero en está ocasión era tan diferente que la sorpresa de Chanyeol fue bastante evidente.
— ¿Qué te sucede? —pregunta —. ¿Has dormido mal?
Baekhyun le dirige una mirada plagada de odio y reproche, antes de gruñirle por haberlo despertado tan temprano.
— ¿Cómo quieres que duerma bien, Park Chanyeol, sí lo único que he estado haciendo durante días es vigilarte?-pregunta ofendido.
— ¿De qué estás hablando, bebé? —cuestiona un confundido Chanyeol —. Mira, sea lo que sea que te haya hecho sentir de mal humor tan temprano, no te desquites conmigo.-se queja.
— ¿Qué no es tu culpa? —cuestiona incrédulamente —. Chanyeol eres un sonámbulo que no dejas dormir a tu embarazado y cansado esposo.
— ¿Qué? —los ojos de Chanyeol se abren desmesuradamente ante lo dicho por el castaño que lo mira con el ceño fruncido.
— ¡Que eres un puto sonámbulo, Chanyeol! —grita mientras arruga su nariz lindamente —. No he podido dormir por estar cuidándote, gigante.
—No, Baek —comienza a negar con la cabeza —. Lo que dijiste hace un rato.
El pequeño castaño lo mira incrédulo. Su esposo es demasiado tonto, se da cuenta todo el tiempo que Chanyeol dice o hace algo que, por si fuera poco, ya lo ha mencionado antes.
—Eres un sonámbulo.
— ¿Estás embarazado?
— ¡Oh!, eso también —ríe —. Seremos padres, Yeol.
El gigante camina hasta llegar y rodear la cadera del más bajito, besando su cabeza un sinfín de veces, conteniendo las lágrimas que deseaban salir, Incluso olvidaron que, de hecho, el tema principal de esa mañana es el repentino sonambulismo del futuro papá.