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Amor Complicado por RozenDark

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Notas del fanfic:

Es mi primer fic de kuroko no basket, espero y sea de su agrado.

También quiero informarles que esta historia esta basada en un manga yaoi llamado "West End", solo para evitar cualquier confusión o queja.

Notas del capitulo:

Espero y la historia sea de su agrado.


Los personajes de kuroko no basket son propiedad de su respectivo autor.


Y sin más que decir les invito a leer ^3^/

"Escape"

 

~.°.~.ღ.~.°.~

 

El mundo es cruel, esa era la perfecta definición para ese planeta lleno de personas que solo piensan en obtener lo que quieren y creen necesario tener. Toda esa definición llego en el año tres mil, se supone que en el mundo existirían los tele transportadores y autos voladores, se supone que habrían cosas más allá de la imaginación humana, pero en su lugar solo había contaminación y destrucción, destrucción no solo del planeta, sino que también de la raza humana. Aquella contaminación comenzó a surtir un peligroso efecto en las personas de todo el planeta tierra, causando numerosas muertes, sobre todo en las mujeres, dando por hecho la extinción de la raza humana.

 Los mejores científicos se reunieron para dar alguna solución al problema y de alguna manera lo consiguieron. Reunieron a más de cincuenta hombres con las características y rasgos finos, en un intento por asemejarlos con las mujeres, hicieron experimentos genéticos de toda clase, hasta que por fin lograron su objetivo, crearon hombres con el don de engendrar vida en su interior, a estos hombres los denominaron como "donceles".

Los donceles fueron un éxito, con su ayuda la humanidad comenzó a resurgir, las mujeres volvieron a habitar este planeta y cuando los donceles no fueron necesarios, los mandaron a los bajos barrios a satisfacer a los hombres lujuriosos y pervertidos, destinados a ser vendidos al mejor postor y por si fuera poco, usar un collar y correa como si fueran animales, mientras que las mujeres eran tratadas como joyas que merecían ser protegidas de aquel oscuro mundo, así era como los hombres agradecían a los donceles. Y así continuo, hasta ahora, ni, aunque fuera el año tres mil cincuenta, las cosas no parecían mejorar para los donceles.

 

~~

 

En la habitación de un Viejo y deteriorado edificio, un joven y hermoso doncel, de cabellos cortos y de un precioso color azul celeste, era penetrado de una manera brutal y salvaje, por un hombre mucho más alto que él y de una musculatura algo exagerada.

Esa era la vida que los donceles llevaban en ese mundo y nada se podía hacer, solo ceder ante los perversos y lujuriosos hombres, solo así se podía sobrevivir. Algunos tomaban el camino más fácil, según ellos, y esa era sumergirse en el “maravilloso” mundo de la drogadicción, pero eso solo era escapar de la realidad de una manera momentánea, eso lo sabía perfectamente el doncel peli celeste, que aunque tuviera esa horrible y desdichada vida, trataba de no volverse adicto a esos "dulces", pero en ocasiones era inevitable, debido a que los mismos clientes de su amo lo obligaban a ingerir esas cosas que solo lo hacían perderse y le daban horribles dolores de cabeza.

 

~~

 

Después de varias horas, aquel repugnante hombre, término de saciar su “hambre”, ahora mismo estaba de pie frente al semiinconsciente doncel.

 

—Esta noche te luciste, solo espero que sigas con este ritmo cada que venga a visitarte, Kuroko —, hablo aquel hombre mientras terminaba de vestirse.

 

El doncel solo vio al hombre con una mirada llena de tristeza, así de sufrible era su vida y nada podía hacer para cambiarla. Vio como aquel hombre se fue y se levantó para cerrar con seguro su habitación, después corrió al baño para limpiar su debilitado cuerpo. Cuando termino de bañarse, salió y se miró al espejo, desde su blanca y delicada piel, la cual tenía uno que otro moretón, hasta sus cortos y sedosos cabellos color azul celeste, miró también sus azules ojos y luego rompió a llorar, cuanto odiaba su vida.

 

—Desearía que mi vida cambiará para bien —, susurró con dolor aquel anhelado deseo.

 

~~

 

Llego el día, otro día más viviendo para servir y complacer los oscuros y repugnantes deseos de los hombres adinerados. El peli celeste se levantó temprano, como cada día de su vida, se vistió con una simple camisa de tirantes de un color blanco y un pequeño short del mismo color, el cual no dejaba nada a la imaginación, lo más fácil de quitar o arrancar, esa era la vestimenta que debía usarse para la comodidad de los clientes. Después de vestirse, desayuno poco, claro está, no era conveniente comer a montón. Cuando termino de desayunar, se puso sus zapatos y salió a ayudar en la limpieza del edificio. Cuando salió de su habitación con rumbo al armario de limpieza, vio que la habitación de su amigo estaba abierta y en medio de esta, se encontraba el cuerpo desnudo e irreconocible de su amigo, esa escena, que, aunque no lo sorprendió, si lo asusto y solo pudo virar a ver hacia otro lado y seguir con lo suyo.

 

—Como lo siento amigo…al menos, sé que ya estás en un mejor lugar —, susurró con tristeza.

 

~~

 

—Así que Kei murió…pobre de él, pero al menos ya está en un mejor lugar —, susurró uno de los chicos que limpiaba junto con Kuroko.

— ¡Como lo siento Tetsuya-kun, él y tú eran buenos amigos! —, lamento otro chico.

—El peli celeste tiró toda el agua sucia al desagüe y al mismo tiempo escuchaba a sus compañeros y amigos —. Yo lamento su muerte, pero ya nada puede hacerse —, susurró con dolor y resignación.

 

Los donceles asintieron ante lo dicho y abrazaron a su amigo en señal de apoyo, sabían que Kuroko tenía la razón, ya nada se podía hacer.

 

~~

 

Un apuesto hombre de estatura alta y una formada musculatura, sin rayar a lo exagerado, acababa de llegar a la ciudad. Por lo que se podría apreciar, tenía piel ligeramente morena, el cabello corto y algo alborotado de un color rojo vino con tonalidades negras, ojos del mismo color rojo, los cuales miraban todo de una manera fría y calculadora. Sin duda alguna, era un hombre muy apuesto. Iba vestido con un pantalón de mezclilla gris, algo holgado y desgastado, unos zapatos tipo tenis de un color blanco, una camisa de mangas largas de color negro, y aun así, su musculatura se hacía presente ante la vista, y su cabeza era cubierta del fuerte sol por un blanco turbante.

 

— ¡Al fin llegue!... Ahora a comenzar a ganar dinero —, se dijo así mismo con entusiasmo, mientras se adentraba a los barrios bajos de la ciudad.

  

~~

 

Ya era de noche, los adinerados habían llegado por montón, ahora mismo Kuroko era obligado a estar con uno de esos repugnantes hombres, el cual ya tenía sus ásperas y frías manos bajo la ropa del peli celeste, quien no podía evitar retorcerse y gemir ante aquel asqueroso contacto.

 

—El hombre besaba y mordía de una manera lasciva, aquella fina y delicada piel, mientras tocaba todo lo que podía con sus infectadas y morbosas manos, las cuales tocaban todo lo que podían del pequeño y frágil cuerpo —. Kuroko, el día de hoy no estás muy cooperativo, tal vez necesites tu “dulce feliz” —, dijo con burla y una pizca de malicia para después morder aquel blanco collar que el doncel siempre traía puesto como marca de que tenía dueño.

                

Al escuchar esa amenaza, el peli celeste se quedó quieto y comenzó a gemir más fuerte, solo para tener a gusto a ese asqueroso ser, el cual detuvo sus movimientos cuando frente a ellos se puso un alto, apuesto e imponente hombre pelirrojo de mirada felina.

 

—Espera tu turno en otro lado —, ordenó el hombre mientras miraba con enojo al pelirrojo.

 

El pelirrojo frunció el ceño ante esa patética orden y con una habilidad y rapidez, sacó un filoso cuchillo de quien sabe dónde y corto el rostro de aquel hombre sin ningún tipo de miramiento. El hombre tiro lejos al doncel y se cubrió la parte dañada de su rostro, en una clara señal de dolor y temor.

 

—¡¡MALDITO!!...¡¡TE JURO QUE ME LAS PAGAS!! —, grito una amenaza llena de furia y dolor, para después huir del lugar.

 

El pelirrojo solo sonrió con una clara burla al ver el repentino escape de aquel hombre que hozo retarlo, pero al virar a ver al indefenso doncel, solo pudo suspirar con resignación, a decir verdad, ni el mismo, sabía la razón de su comportamiento anterior, pero eso sí, algo muy dentro de sí le dijo que tenía que salvar al peli celeste.

 

—Hola —, saludo con calma —. Mi nombre es Kagami Taiga —, se presentó en un intento por brindarle confianza al más bajo, pero no obtuvo respuesta alguna —. Sé que será repentina mi pregunta, pero ¿te gustaría venir conmigo?, te prometo que tu vida será más tranquila —, dijo con una tranquilizadora sonrisa, ni el mismo lo sabía, pero fue inevitable no decirle aquello al doncel.

 

Al escuchar esas palabras tan anheladas de oír, Kuroko abrió sus azules ojos a más no poder, eso era imposible para él o cualquier doncel, no podía creer que aquel apuesto pelirrojo lo haya ayudado y además, que lo quisiera sacar de aquel lugar para mejorar su vida, así que sin dar alguna respuesta se puso de pie y huyo como un verdadero cobarde.

 

~~

 

Llego a su habitación y cerró con seguro, su respiración era rápida y agitada. Era normal, al menos después de todo lo que corrió y más si lo hizo como un verdadero loco, pero era de entenderse, era imposible creer lo que había pasado minutos atrás. Iba a acostarse y olvidar lo ocurrido, pero el insistente sonido de la puerta lo saco de sus pensamientos, así que confiado en que era uno de sus amigos la abrió, encontrándose con el mismo hombre que minutos antes lo estaba manoseando.

 

— ¿En serio creíste que había terminado contigo? —, preguntó con molestia mientras empujaba al peli celeste con violencia hacia dentro del cuarto —. Seguro que tú planeaste lo que ocurrió, pero si creíste que con eso yo no obtendría lo que buscaba, te equivocaste, porque ahora voy a tener los servicios por los que pague, junto con un premio extra —, hablo con una mirada lasciva dirigida al indefenso y tembloroso doncel que estaba en el suelo.

 

El hombre fue acercándose lentamente al doncel, el cual solo temblaba y veía al hombre con temor, no por nada sabía que por el tipo de comportamiento, su cliente seguramente estaba perdido por los efectos de las drogas y el alcohol, eso lo aterraba al máximo, porque según lo que le contaron sus compañeros, muchos donceles, incluyendo a su amigo Kei, murieron a manos de hombres que estaban bajo los efectos de las drogas o el alcohol, en su caso, el hombre frente a él parecía estar bajo los efectos de ambas adicciones.

 

—No…por favor ya déjeme…le prometo que en otro momento le brindaré el servicio por el que pago —, intento razonar con el hombre, pero parecía que aquel sujeto no quería palabra ni queja alguna, así que con anhelo vio la puerta.

—El hombre vio las intenciones del doncel y con una rapidez lo agarro con fuerza y tal salvajismo de los cabellos y luego lo puso boca abajo en el suelo —. ¡¡YO TE QUIERO AHORA!! —, grito con molestia, exigiendo lo pago, y de manera rápida y brusca le bajo el diminuto short, junto con la ropa interior al asustado peli celeste.

— ¡No!... ¡se lo suplico por favor! —, rogó ya derramando lágrimas de impotencia y dolor.

 

Por más suplicas y ruegos por parte del doncel, el hombre no escuchaba o al menos lo ignoraba, a ese desagradable hombre solo le importaba obtener el servicio por el que pago, así sea por la fuerza, el no aceptaría un no por respuesta. Kuroko se retorcía con insistencia, en un desesperado intento por liberarse y huir, pero por más intentos que hacía no lograba soltarse del agarre que ejercía aquel hombre, y eso lo desespero aún más, sobre todo cuando sintió aquel palpitante y gran trozo de carne adentrarse en su interior, cerró los ojos aceptando lo que le deparaba el destino, pero lo único que sintió, fue como su agresor era separado de su persona y lanzado lejos de él. Viró a ver a su salvador y abrió sus ojos con una expresión llena de sorpresa, su salvador era el pelirrojo de antes y se veía molesto, además de tener la ropa algo rasgada y manchada de sangre, pero no pudo continuar inspeccionando detenidamente al varón, porque su atacante se había puesto de pie y no se veía nada contento.

 

— ¡Maldito! —, exclamó con furia —. A ti te quería ver…ahora pagarás por meterte en mi camino —, dicho esto, de entre sus ropas saco una pistola y apunto al pelirrojo —. ¡¡MUERE!! —, grito y disparo al pelirrojo, dándole en la cabeza.

 

El doncel contuvo el grito que iba a lanzar, sin duda aquel hombre era peligroso, viro a ver a su salvador sorprendiéndose aún más al ver que el misterioso pelirrojo ya no tenía herida alguna, además de tener la bala antes lanzada en sus manos llenas de sangre. El pelirrojo paso de largo al menor y se sitúo frente al lunático, sonreía de una manera macabra mientras sacaba a relucir su filosa cuchilla.

 

—Para que lo sepas, tú no eres nadie para derrotarme, yo soy conocido en los bajos mundos como el “tigre inmortal” y como verás, mi cuerpo se regenera de manera instantánea —, reveló con cierta malicia y no pudo evitar agrandar su sonrisa al ver la expresión de terror que puso su enemigo —. Hora de morir —, dicho esto, de una manera rápida corto la garganta del hombre, matándolo casi al instante. Viro a ver al doncel y suspiro con alivio mientras guardaba su cuchilla. — ¡Menos mal, llegue a tiempo! —, exclamó lleno de alivio para después acercarse al doncel y ponerle encima aquel turbante que tenía en su cabeza —. De ahora en adelante, yo seré tu amo —, dijo con una sonrisa de satisfacción.

—Esas palabras sorprendieron al doncel, de una manera cautelosa se puso su short y ropa interior —. ¿Qué quiere decir? —, preguntó sin creer lo que pasaba —. Yo ya tengo un amo y este collar es la prueba de ello —, dijo mientras mostraba aquel blanco collar que adornaba su cuello.

—El pelirrojo solo sonrió y de su bolsillo saco su cuchilla y corto el collar —. Pues ya no más, digamos que a tu amo le gusta participar en peleas callejeras y para su desgracia perdió contra mí, eso significaba que tenía que pagarme de alguna u otra forma y yo te pedí como el pago de su deuda —, explicó como si nada.

 

Ante esas palabras sintió que todo a su alrededor se movía, no se esperaba nada de lo acontecido, pero al parecer todo era verdad. Vio a su nuevo amo y por alguna razón sintió que su vida cambiaría para siempre.

 

— ¡Vámonos!, ¡te prometo que tu vida cambiará para mejorar! —, dijo el tigre mientras extendía su mano al doncel.

 

Kuroko asintió no muy seguro y tomo la mano de su ahora amo. Una nueva vida le esperaba y sentía que no debía desaprovechar esa valiosa oportunidad.

 

 

Continuará

Notas finales:

Espero y les haya gustado este primer capitulo y si pueden hacermelo saber con sus hermosos comentarios se los agradecere muchisimo ;)


Nos leemos pronto


Chau chau (*_-)/


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