Todo había sucedido tal como Momoi se los había comentado horas atrás, causando que los nervios invadieran a un gran número de los nuevos alumnos de ambos equipos ¿Cómo jugarían un partido de exhibición con un puñado de niños que apenas podían dar bote al balón? Imayoshi veía el panorama realmente desfavorable tanto para Kaijou como para Tohou, y es que desde el anuncio de la llegada de los manager de cinco distintos universidades todo se había salido de sus manos. Observo como Aomine junto a Sakurai hacían acto de presencia en el gimnacio sin tomar realmente importancia al estado de pánico que se respiraba en el lugar, sonrio de lado al ver como el castaño había recuperado completamente su actitud entusiaste luego de lo ocurrido con Hiroki.
La atención de todos los presentes se volteo sobre uno de los nuevos alumnos de Tohou que había salido corriendo rumbo a los vestidores, con el rostro palido y sus manos cubriendo con gran esfuerzo su boca ¿¡Acaso podía ponerse peor!? La mirada negra se enfoco en Kasamatsu, el capitan de Kaijou parecía estar dando una charla motivacional a un pequeño grupo de alumnos que parecían estar un poco mas calmado que los demás. Sonrio, ante la idea que cruzo su mente.
- ¡Yukio! – Grito Imayoshi llamando la atención del aludido quien no tardo en dirigir sus pasos hacia donde se encontraba.
Aomine había soltado una sonora carcajada sonora cuando el rostro de Kise se desfiguro en una mueca molesta, girando su rostro tan rápido que parecio simplemente doloroso; Los celos eran sentimientos que nunca se podían controlar.
Se acercaron hacia donde se encontraban Imayoshi junto a Kasamatsu reunidos, al parecer discutiendo sobre las opciones que tenían a la mano para centrar nuevamente a todos los alumnos y es que al capitan de Tohou solo se le ocurria una manera posible; Un partido con todo los titulares de ambos equipos.
- Si hacemos eso, solo podríamos jugar máximo 5 minutos – Comento pensativo Kasamatsu- No podemos agotar todas nuestras fuerzas, especialmente porque tanto Kise como Aomine ya tuvieron un enfrentamiento esta mañana
- ¡Yo tengo energías Sempai~! Puedo hacerlo – Exclamo Kise tomando por sorpresa a ambos capitanes
- Kise idiota no grites- Regaño Kasamatsu alzando su puño en señal de amenaza, Kise sonrio ampliamente sin tomar mucha importancia a las palabras del otro – ¿Ustedes que dicen? –Cuestiono dirigiendo su mirada hacia los dos presentes
Aomine sonrio con arrogancia dando un asentimiento con la cabeza, después de todo ¿Qué mejor manera de prepararse para una evaluación que con un partido de calentamiento? Imayoshi y Kasamatsu se encargaron de reunir a todos los jugadores titulares de ambos equipos explicándoles de manera breve el plan a llevar a cabo. Kise y Aomine tomaron posición en el centro de la cancha haciendo algunos estiramientos para desentumecer su musculos, una sonrisa divertida adorno el rostro de ambos prodigios, como la apacible calma antes de una tormenta.
Todos los jugadores tomaron lugar dentro de la cancha siendo el jugador de Kaijou, Shinya Nakamura , el arbitro encargado de aquel improvisado encuentro. El silbato resonó con fuerza dando inicio al partido, llamando a su vez la atención de todos los alumnos presentes quienes se reunieron alrededor de la cancha curiosos y expectantes.
El reloj del tablero comenzó su cuenta regresiva, con el sonido de las zapatillas rechinando en la duela y el bote del balón marcando el inico del partido.
El ambiente dentro del gimnacion cambio con el pasar de unos minutos escuchándose los gritos de euforia hacer eco en el lugar, los alumnos que presenciaban cada jugada, cada pase perfectamente ejecutado y la sincronía que había entre los jugadores de cada equipo iba mermando la sensación de nervios que se había instalado en los alumnos que presenciaban el juego.
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La exprecion de Momoi al entrar al gimnacion solo podía describirse con una palabra; Sorpresa
Habia sido la encargada para guiar a los managers visitantes hacia el gimnacion principal donde se encontrarían todos los miembros de Tohou y Kaijou respectivamente. Sabia gracias a un mensaje de Wakamatsu que el ambiente de nerviosismo entre los nuevos alumnos estaba sobrepasando incuso a imayoshi pero, entonces ¿Qué era aquel panorama frente a ella? Sonrio nerviosa, haciéndole una señal rápida el entrenador de Tohou para ausentarse y averiguar que estaba pasando.
Una muralla de personas rodeaba la cancha del gimnacion, gritos de animo, exclamaciones de anciedad y bufidos de decepcion inundaban todo el lugar. Observo una de las gradas acomodada en uno de los constados de la cancha dirigiéndose rápidamente hacia ella, subiéndose hasta el ultimo peldaño para tener una buena vista de lo que sucedia.
Sonrio ampliamente, una sonrisa sincera al ver la lucha que se llegaba a cabo entre Tohou y Kaijoi; El marcador dictaba “30 -29” dando la ventaja por ese momento a Kaijoi. Wakamatsu tenia el balón pero estaba siendo completamente contrarrestado por Hayakawa quien ponía todo su esfuerzo en bloquear cualquier pase del rubio, la mirada de Wakamatsu observo a todo sus compañeros intercambiando una mirada rápida con Imayoshi para ejecutar un cambio de ritmo en el partido. Los gritos de euforia resonaron con fuerza llegando a hacer vibrar los vidrios del lugar. Wakamatsu había dando un pase a Imayoshi, a tal velocidad que Hayakawa no había llegado a reaccionar, un movimiento limpio e increíble que había sido interceptado por Kasamatsu quien de inmediato lo entrego a Kise. La euforia dio paso a la incertidumbre y anciedad al ver el choque de poderes que se producia entre el AS de Kaijou y el AS de Tohou.
¿Ese escena no era algo familiar? ¿Dejavu?
Momoi abrió sus ojos sorprendida al ver como se volvia a repetir el mismo patrón de ataque con el que Kaijou había ganado el partido de practica aquella mañana.
Kise logro una finta perfecta logrando que Aomine saltara para asi pasar el balón hacia Kasamatsu que se encontraba a sus espalda. La sonrisa victoriosa de Kise se esfumo al notar como el balón era interceptado antes de llegar a su destino, provocando una exclamación de sorpresa en todo el publico espectador enfocando su atención en aquel que había bloqueado la jugada del rubio prodigio, Sakurai. Aomine se encargo de marcar a Kise mientras una batalla one a one se producía entre el capitan de Kaijoi y el escolta de Tohou.
- Vaya, realmente son buenas dublas –La voz a su lado provoco que Momoi diera un pequeño salto, mirando con los labios entreabiertos a la chica rubia a su lado – Una buena defensa, esto no lo había visto desde la WinterCup
- Se supone tienes que quedarte con los demás managers…-
Los reclamo de Momoi callaron al ver como al lado de la rubia chica no solo estaban los entrenadores de ambos equipos sino también los managers restantes. Suspiro mirando de reojo la sonrisa complacida de la fémina a su lado, pero debía darle la razón en ese instancia, el juego tanto de Kise como de Aomine había mejorado mucho desde el ultimo torneo especialmente su trabajo en equipo y porque no decirlo también, su sincronización con un compañero en especifico.
Wakamatu miro el reloj del tablero, dando aviso con su mano del ultimo minuto del partido.
Sakurai sentía el sudor bajando lentamente por su nuca, sus ordes chocolate no perdían detalle de los movimientos de su oponente, cada uno con su concentración al máximo ¿Qué decía hacer? ¿Intentar pasar el balón? O ¿Tirar una canasta de 3 puntos desde esa posición? Mordio su labio sintiendo la presión que ejercía kasamatsu sobre él, no por nada aquel pelinegro era el capitan del equipo contrario. Se movio rápido intentando poder pasar el otro pero le era imposible, fue entonces que su mirada se encontró con la de Aomine, un solo instante en que parecieron intercambiar mil palabras y estrategias. Sakurai sonrio dando un pequeño suspiro antes de retroceder un paso, tomando posición para lanzar el balón.
- Estas loco, no entrara si tiras desde aquí –Exclamo el pelinegro saltando para bloquear el tiro del castaño.
Sakurai tiro el balón hacia la canasta, lo suficientemente alto como para que Kasamatsu no pudiese bloquearlo. Los ojos de todo los presentes observaron la trayectoria del balón, demasiado inclinada como para llegar al aro. Kise fruncio el ceño al detectar una pequeña sonrisa pintada en los labios del castaño ¿Qué podía significar aquella pequeña mueca? La boca del rubio prodigio se abrió dirigiendo su mirada hacia Aomine, los ojos ambarinos se abrieron al ver en los labios de su amigo una sonrisa similar a la de Sakurai.
- Maldicion –Gruño Kise cuando en un segundo de distracción Aomine había conseguido pasarle con gran velocidad, acción que detono los gritos de emoción en todo el gimnacion.
Menos de 5 segundos, el partido se definia en el próximo movimiento.
Aomine salto, interceptando el balón en el aire dribleando sin mayor problema a la defensa de kaijou. Kise se movio rápido, haciendo uso de toda las fuerzas que tenien sus piernas para alcanzar al moreno, saltando con fuerza frente a el para bloquear su tiro pero la sonrisa arrogante que decoraba los labios de Aomine solo podía advertir una cosa, era una trampa. Kise observo como una figura emergia detrás del moreno ¿Era una broma? Pensó para si el rubio prodigio al ver como el balón pasaba a manos de Sakurai, quien lanzo el balón en una fracción de segundos a penas dándole tiempo para reaccionar e intentar bloquearle. El balón siguió una trayectoria impecable, entrando de manera limpia al aro, marcando asi los últimos tres puntos del partido
El silbato dado por Wakamatsu marco el final del juego.
Kise y Aomine chocaron sus palmas en señal de buen juego, con los gritos de todo los alumnos resonantes en el gimnacion. No importaba mucho quien había ganado, había sido la tención y las jugadas realizadas en los últimos momentos lo que había inyectado en todos una buena dosis de adrenalina y ansiedad por llegar a aquel nivel de juego.
- Wow eso no me lo esperaba –Exclamo Momoi sintiendo como alguien le abrazaba por los hombros - ¿Tu que crees, sakurai puede obtener alguna buena beca?
- Claro que si, aunque …-Comento la chica rubia sonriendo de lado-…yo querría a la dubla- Rio bajo, haciendo sonreir a Momoi con aquel comenatrio – Son como….-
- Kagamin y Tensu-kun –interrumpio Momoi con una amplia sonrisa – Realmente es bueno verte, Alex –
Ambas chicas rieron observando a lo lejos como Kasamatsu e Imayoshi comenzaban a organizar grupos de nuevos alumnos para disputar nuevos partidos de practica, ajenos totalmente a la presencia de los managers y entrenadores.
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Se dejo caer de forma pesado sobre su cama escuchando el rechinar de la madera ante su peso, bostezo sin cubrir su boca, sintiendo como pequeñas lagrimas se deslizaban por la comisura de sus ojos ¡Estaba agotado! Habían estado toda la tarde entre partidos, entrevistas, y ejercicios de resistencia. Habia tenido que responder a cada solicitud que llegaba hasta el, porque todo los managers o representantes no habían perdido oportunidad para acecharles a Kise y a él intentando persuadirles para escoger una facultad por sobre las demás, aquello era a lo que Imayoshi llamaba “La caceria del pez mas gordo”. Dejo escapar sus bufido al observar el gran numero de carpetas que había estado obligado a resivir de cada uno de los managers con los que había hablado ese dia. Aun quedaban dos años para su graduaccion, no veía la urgencia en tener que elegir ya mismo una facultad a la que asistir porque sinceramente ninguna llamaba demasiado su atención. El quería seguir su camino por el Basquetball profesional, esa era su única certeza ¿Por qué necesitaba pensar aun en algo tan complicado como la universidad a la que asistiria?
Su mirada se paseo por la habitación deteniéndose en la figura de Sakurai sentada sobre la cama contraria, el castaño se veía sumamente concentrado leyendo cada uno de las carpetas entregadas por los managers que habían hablado con el ese dia. Se levantó de manera perezosa, siendo necesarios solo un par de pasos para llegar a la cama del castaño, sentándose al frente de este tomo una de las carpetas que estaban mas cerca.
- Univercidad de Kioto –Susurro para si mismo, observando el logo impreso – Es una buena universidad –
- Lo es…-Afirmo Sakurai dejando de lado un momento su lectura para dirigir su mirada a la carpeta que estaba entre las manos del moreno -…Pero es demasiado cara, además de que esta lejos de casa, el arriendo de un departamento y los costos de vida son elevados por lo que no creo sea una opción para mi –Explico el castaño
- Realmente piensas en todo ¿no?-Aomine solto una risa fuerte, sorprendido de todo los análisis que podía realizar el otro. Sakurai se sonrojo de manera sutil ante aquellas palabras – ¿Y esta? – Cuestiono tomando otra de las carpetas mas cercanas, alzando una ceja al intentar leer el titulo de la universidad – ¿Luxemburgo?
- Es una universidad en Europa – Comento el castaño tomando entre sus manos la carpeta que sustenia el moreno- Es una beca que cubre el 70% cualquier carrera que escoja ligada al deporte, con un departamento compartido con otros jugadores que acepten la beca – Aomine asintió, recordando vagamente haber escuchado el mismo discurso durante la tarde – Es realmente una buena oportunidad, además de que la Liga Europea esta clasificada como una de las mejores a nivel mundial pero…-
- Es otro país ¿no? –
Un silencio se instalo entre ambos, pesado.
Sakurai se sentía atrapado por completo. Por un lado estaba su oportunidad de ser parte de una Univercidad extranjera, poder conocer el viejo continente aquellos bellos paisajes que solo había visto en libros o revistas era algo que cualquier persona desearía, aquella oportunidad era algo que no sucedía todo los días, ser parte de la Liga Europea era un sueño que tuvo desde que comenzó a jugar Basquetball. Solo había un gran obstáculo en ese momento, su propio corazón. La idea de separarse de sus padre era difícil pero estaba acostumbrado a la ausencia de ambos, no seria complicado el distanciamiento e incluso podría servirle para independizarse, pero entonces la imagen de Aomine llegaba a su mente y sus pensamientos flaqueaban ¿Podria ser tan fácil el dejar a la persona que amaba atrás?
- ¿Y si vienes conmigo a la Univercidad de Nagoya? – Hablo Aomine tomando completamente con la guarda baja el castaño
- ¿Eh? – Exclamo sin poder procesar aun las palabras del otro ¿Habia sido un juego de su mente?
- ¿Recuerdas a la maestra de Kagami? – Cuestiono Aomine, recibiendo un asentimiento por parte del otro- Al parecer ella esta reuniendo a los mejores exponentes de Japon, por supuesto toda la “Generacion de los milagros” esta incluida – Sakurai asintió nuevamente, aun sin lograr entender en donde encajaba él en esa historia- Ella también tuvo que haber hablado contigo ¿no? Tienes su propuesta –Comento Aomine alzando una carpeta azul oscuro- Nagoya esta dentro del ranking de las cinco primeras universidades de Japon por lo que sus carreras deben ser buenas, además luego de allí podríamos tener un pase directo a un equipo principal de Estados Unidos-
- Pero…-
- Los demás chicos ya han sido invitados es cosa de cada uno el elegir aceptarlo o no –Continuo hablando Aomine- Alex dio la oferta no solo a los miembros de la “Generacion de los milagros” sino también a la persona con la que mayor sincronía tiene cada uno – Sakurai levanto su mirada, curioso al escuchar esas palabras
- ¿Sincronia? –Cuestiono con el entreceño un tanto fruncido.
Aomine sonrio de lado, disfrutando de aquella exprecion confundida en el otro
- Si, ya sabes…como Tetsu y Kagami – Intento explicar pero la mueca de confusión en el rostro del castaño no desaparecía. Suspiro, desviando la mirada – Alex esta reclutando a las parejas de cada equipo – Dicto, sintiendo como un pequeño calor se concentraba en sus mejillas al usar aquel termino que Momoi había empleado antes para referirse a la “Luz y sombra” de Seirin
Sakurai sintió como su cabeza junto a su corazón se habían puesto de acuerdo para dejar de funcionar al mismo tiempo, dejando su mente totalmente en blanco, repitiendo una y otra vez la ultima frase dicha por Aomine.
- Pareja –Susurro sintiéndose sofocado, la sola idea era demaciada para imaginarla ¿Cómo se supone que controlara sus emociones con el morena tan cerca suyo? - ¿Usted esta de acuerdo, Aomine-san? –Pregunto bajando la mirada encontrando fascinante el color de la carpeta en sus manos
- Ryo…-Llamo Aomine, acercándose mas al cuerpo del otro - … Eres la única persona que podría ser mi compañero – El aliente del moreno acaricio la mejillas rojas de Sakurai, sobresaltándolo - ¿Te molesta? –Cuestiono entrecerrando los ojos- Ya no tenemos que seguir con el plan del “pretendiente”, eso acabo cuando Hiroki fue expulsado – Sakurai levanto la mirada, respirando de manera agitada sintiendo que el aire a su alrededor se calentaba asiéndose pesado –Dime Ryo ¿Quiénes que me aleje? ¿Te incomoda el que me acerque tanto?
Lo había hecho, había roto sus propios limites y poco le importaba.
La cercanía entre ambos cuerpos era pequeña, realmente escasos centímetros les separaban. Aomine había inclinado su cuerpo quedando frente a frente al rostro del castaño sintiendo la respiración ajena cosquillear en sus labios, habiendo que sus sentidos se perdieran en la fantasía de tocar aquella piel tan blanca y tersa, en perderse en la calides de aquel cuerpo y embriagarse de sus labios. Lo deseaba, no lo negaría, aquella distancia y la idea de perderlo habían hecho que toda las barreras impuestas se fueran a lo mas profundo de su cerebro ¿Realmente permitiría que Sakurai se alejara? No, aquella idea estaba completamente descartada. Fue era razón, la solo idea de que el castaño se uniera a alguna universidad en el extranjero lo que gatillo toda sus alarmas y mando al mismo infierno su cordura.
Alzo su mano aguardando una respuesta, con su mirada prendida de aquellas ordes chocolate que tanto sentimientos y contradicciones le causaban. Dio una suave caricia a la mejilla derecha, sonriendo al notar el leve temblor que remecio el cuerpo contrario ante su tacto, bajo su mano delineando con sus dedor la quijada deteniéndose en la base del cuello.
- Ryo –Llamo acercándose un poco mas, entrecerrando sus ojos a punto de mandar todo el poco autocontrol que tenia a la basura - ¿Deseas que me detenga? –Cuestiono al tiempo que su mano libre se aferraba a la cintura del castaño.
- N-n….-
Una melodía se escucho en la habitación, un tono suave que fue creciendo con rapidez.
El sonido del teléfono interrumpio la respuesta haciendo que ambos desviaran su mirada hacia un costado de la cama observando a solo unos centímetros como la pantalla del celular de Sakurai brillar con intensidad ¿Una llamada a esas horas? La mirada de ambos se encontró por un segundo, cayendo en cuenta de la posición en la que estaban, haciendo que un furioso sonrojo se instalara en las mejillas de ambos. Aomine se alejo, sentándose correctamente en la cama mientras el castaño alcanzaba el teléfono, observando con sorpresa el nombre en el identificados.
- ¿Mama? – Llamo Sakurai un tanto inseguro, su pecho se estremeció al escuchar aquella voz suave y cariñosa de su progenitora
- Ire por unas bebidas a la cafetería–Susurro Aomine levantándose de la cama, sonriendo revolvió los cabellos del castaño – Volvere en un rato mas – Comento dirigiendo sus pasos hacia la salida de la habitación.
Observo de reojo la imagen de Sakurai sobre la cama, con las mejillas sonrojadas, la mirada cristalina pero feliz, y una sonrisa que mezclaba perfectamente la inocencia junto a la alegría de escuchar la voz de aquella persona tan importante.
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Habia salido de la habitación cerrando la puerta tras de si pero no se había movido ni siquiera un paso, se quedo de pie en el pasillo recargando su cuerpo contra la pared cercana, solto un suspiro molesto revolviendo sus cabellos con frustración.
¿Una interrupción divina? O ¿El karma haciendo acto de presencia?
Tomo una bocarada de aire mascullando maldiciones a todo los santos que conocía. Lo aceptaba, había sido su idea contactar a los padres de Sakurai y comentarles la situación que veía en el castaño cuando se mencionaba a su familia, claro que todo lo había ejecutado bajo el anonimato y con ayuda de Momoi pero no deseaba que Sakurai se enterara de su intervención puesto que era un tema delicado para el chico. Pero al ver aquella sonrisa llena de alegría, aquellos ojos brillantes de emociona al escuchar la voz de su madre le habían hecho sentir satisfecho ¿No había sido ese el principal motivo por el cual se contacto con los padres de Sakurai?
- Tan cerca –Susurro saliendo del edificio de los dormitorios, siendo abrazado por la briza gélida de la noche.
El cielo se encontraba ya completamente oscuro, adornado de aquellas pequeñas luces tintineantes en el firmamento. Era una noche despejada, sin ninguna nube que opacara la pieza de arte que era el contemplar las estrellas con una luna brillante y apacible. Cerro los ojos, recordando la imagen que Sakurai le había regalado momentos atrás.
Habian estado tan cerca, aun podía percibir en la punta de sus dedos el calor de la piel contraria y sentir el aliento ajeno cosquillear sus labios, pero había estado bien detenerse en ese punto ¿verdad? Porque aunque hubiera deseado con todo su ser apoderarse en ese instante de los labios contrarios, no podía permitirse dañar al castaño.
- Primero la confecion…luego la acción –Comento al aire el moreno, abriendo sus ojos para retomar su camino hacia la cafetería.
Sus pasos se detuvieron al ver cerca de una de las maquinas de café la figura de Kise junto a Kasamatsu. Podia apreciar incluso desde la distancia que les separaba un fuerte sonrojo en las mejillas del capitan de Kaijou mientras Kise con un sonrojo un poco mas sutil bloqueaba el paso del pelinegro ¿Una escena clásica de algún manga shoujo? Una sonrisa se plasmo en los labios de Aomine, cualquiera que pudiera verle en ese momento lo confundiría con algún demonio.
Si el había sido interrumpido ¿Por qué no dejar que otros experimentaran aquella misma frustración?
- ¡Kise, Kasamatsu! ¿Qué hacen? –Exclamo con fuerza sobresaltando a los aludidos – Oh~ Deberian hacer esas cosas en su habitación ¿no? – Comento burlon llegando hasta donde estaban los otros dos
- ¡No pienses nada raro! –Reclamo Kasamatsu sabiendo perfectamente que el sonrojo en sus mejillas le quitaba todo poder de autoridad a sus palabras
Pero ¿Cómo se suponía debía explicar la cercanía que había entre él y kise? ¿Cómo justificar aquella comprometedora situación? Especialmente cuando el rubio le había acorralado de aquella manera tan provocativa y salvaje, tomándolo completamente desprevenido, destilando una sensualidad que….
¡Alto Alli! ¡¿Por qué demonios estaba pensando aquello?!
- ¡Me largo! – Declaro firme, sintiendo que si se quedaba solo un segundo mas perdería por completo la poca compostura que le quedaba. Aprovecho el momento de confucion en el rubio para escabullirse del lugar sin ser retenido.
Una sonrisa siniestra se ensancho en los labios de Aomine al ver como el pelinegro se alejaba lanzando maldiciones a quien se cruzara por su mente.
- Aominecchi ~–Llamo Kise sintiendo como el alma escapaba de su cuerpo – Dejare viudo a Ryocchi antes de tiempo –Afirmo lanzando un golpe al rostro del moreno.
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Abrazo con fuerza la almohada de su cama hundiendo su rostro en ella, con una sonrisa en sus labios y una tranquilidad que no había experimentado desde había mucho tiempo luego de una platica con su familia. La llamada de su madre le había sorprendido de forma grata, había podido comentarle las actividades realizadas por el blub de Basquetball asi como las becas Universitarias que había recibido ese mismo dia, el poder escuchar la voz calida de su madre llena de orgullo hacia que su pecho se llenara de calor. Habian hablado por varios minutos, poniéndose al dia aunque por supuesto había omitido toda mención del incidente ocurrido con Hiroki, sabia que si mencionaba algo sus padres dejarían su viaje y regresarían a Japon para poner en su lugar a quien le habría hecho algún daño, por esa razón prefería dejar todo como estaba disfrutando solo de aquella platica amena.
Rodo sobre la cama, quedando frente a las carpetas que tenia sobre su mesita de noche.
- Aomine-san –Susurro recordando la posición comprometedora en la que ambos se habían visto envueltos, y era allí cuando una interrogante asaltaba su mente ¿Aomine realmente habría querido…?- Besarme
Hundió su cabeza nuevamente en la almohada, ahogando un pequeño grito
¿Qué debía pensar? Aomine le había tomado desprevenido acercándose de una manera tan hipnotica, dándole una suave caricia, embriagando y seduciendo sus sentidos dejando asi todas sus defensas en cero, pero su mayor interrogante era saber ¿Por qué? ¿Por qué Aomine se había acercado tanto? ¿Por qué había percibido en el moreno la misma ansiedad que sentía él al tenerlo tan cerca? Mordio su labio, girando hacia un costado de su cama mientras su mente cedia, dejando que una pequeña ilusión se enterrara en su corazón.
...CONTINUARA