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Otoño por Miku_shinee

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Notas del capitulo:

Hola~ ¡Muy buenos días/tardes/noches! :D
Como lo prometo aca esta el ultimo capitulo de mi fic, es mas extendido que todo los demás capítulos ya que cierra todo los puntos que aun quedaban por mencionar y claro…la confecion y cuchicuchi~ de ambos –Rueda-
¡Advertencia! Hace muchísimo que no escribia lemon ni nada por el estilo asi que no se como habrá quedado realmente¿?
Espero les guste y ¡Lean las notas finales! Hare algunos anuncios que talvez les interesen :D

¡A leer!~

 

Abrio los ojos enfocando su mirada en la ventana de la habitación, las cortinas abiertas le permitían observar el bello cielo despejado. Sonrio perdiéndose en aquella imponente imagen que le ofrecia la noche con un manto oscuro cubierto de millones de estrellas, una escena que no se vería jamas desde las grandes ciudades de Japon, aquel panorama que le entregaba quietud y le permitia perderse sin necesidad de pensar en nada.
Bostezo, sentándose de la cama aun somnoliento ¿En que momento se había quedado dormido?
Habia estado tan sumergido en sus pensamientos que no recordaba el momento en el que morfeo le condujo a aquel mundo utópico, un leve tinte rosado adorno sus mejillas al recordar un fragmente del sueño que minutos atrás había protagonizado junto con su recién redescubierto amor, Aomine Daiki.

-          Esto no será fácil – Murmurro nervioso, dejo caer su cuerpo nuevamente a la cama hundiendo su rostro en la almohada.

Su mente era invadida por todos aquellos pequeños momentos que había vivido con el moreno hasta ese dia, destacando principalmente aquellos en los que el espacio personal se había visto gravemente dañado; La cercanía de Aomine, su aura dominante, sus ojos fieros y su actitud rebelde pero al mismo tiempo protectora con sus mas cercanos eran una de las tantas cosas que le fascinaban del otro. Porque si, Sakurai tenia una pequeña lista de todos aquellos imperceptibles detalles que consideraba de interesantes y es que, a pesar de la actitud tosca que podía tener el moreno nadie podía negar también su grandes capacidades dentro y fuera de la cancha.

¿En que momento sus sentimientos de admiración habían mutado?

Suspiro, hundiendo aun mas su rostro en la almohada. No debía preguntarse en que momento se enamoro del otro, ya no había vuelta atrás ahora que descubriera sus propios sentimientos porque, a pesar de todo era agradable aquel calor que se producia en su pecho al pensar en Aomine, si lo ponía en palabras mas simples le gustaba estar enamorado del moreno aunque no tenia ninguna esperanza de ser correspondidos. Y era alli cuando se planteaba la pregunta mas importante ¿Qué hacer ahora?

Los suaves golpes a la puerta de la habitación le asustaron, llegando a sentarse en un segundo sobre la cama.

-          Sakurai ¿Estas despierto? – El castaño parpadeo sorprendido al identificar la voz de Imayoshi –¿Sakurai?

 

-          ¡Enseguida abro! –Exclamo saliendo de su sorpresa inicial, levantándose rápido para abrir la puerta a su capitan – Buenas noches– Saludo al encontrarse con la característica sonrisa del pelinegro

 

-          Lamento molestarte a estas horas, pero hay un tema importante que debo hablar contigo – El cambio en el tono de voz empleado por el pelinegro alerto al castaño quien dio un paso hacia atrás para dejar pasar al mayor – Se trata de Hiroki….-Comenzo hablando Imayoshi, caminando hasta sentarse en la orilla de la cama donde antes estaba el castaño-…Vine ahora, sabiendo que Aomine esta fuera para hablar de esto contigo-

 

-          ¿De que se trata, sempai? –Cuestiono Sakurai nervioso.

El tono de voz denotaba la seriedad del asunto y la expresión del pelinegro le daba a entender que no se trataba de algo fácil de decir. Cerro la puerta de la habitación, apretando ligeramente sus puños preparándose para lo que estuviera por escuchar.

-          Al parecer los padres de Hiroki pedirán el traslado de su hijo para un instituto en Corea del sur ya que por trabajo ellos estarán allí una larga temporada – Las palabras de Imayoshi fueron como una caricia suave y refrescante. Sonrio aliviado de saber que no tendria que volver a encontrarse con aquel chico nuevamente al regreso del campamento – Realmente no creo que haya sido algo fácil, los padres de Hiroki iban a demandar al instituto cuando su hijo fue expulsado del campamento...ya sabes, Hiroki es un buen jugador y sus padres le tienen bastante fe – Sakurai asintió sin decir una palabra – Pero cuando se les presento las pruebas sobre lo ocurrido cambiaron de opción rápidamente, notificando la salida de su hijo de Tohou – Imayoshi rio divertido

El había sido uno de los que presento su declaración por video junto con todo el material de Momoi había recopilado de ese dia, desde la salida de Sakurai del instituto hasta la llegada de Hiroki cargando a un inconsciente castaño. Sabia incluso que la chica había conseguido algunas grabaciones de las cámaras de seguridad fuera de la tienda donde Hiroki secuestro a Sakurai ¿Cómo las había obtenido? Ese era un secreto que estaba seguro la cica se llevaría a la tumba.

-          Pero ¿Eso que tiene que ver conmigo, semapi? –Cuestiono el castaño sin entender muy bien a que venia toda aquella platica

 

-          Bueno, cuando Hiroki se entero de la decisión de sus padres creo un escandalo enorme y confeso cual era la fijación obsesiva que había desarrollado por ti, algo que el llamaba “Amor” – Sakurai abrió los ojos sorprendido al escuchar aquello

 

-          Y-yo….-Tartamudeó el castaño sin saber que decir ante aquello.

 

-          - ¿ Quieres escucharlo? – Cuestiono Imayoshi con un tono de voz calmo, y una sonrisa que rara vez podía ver en el pelinegro; Una mueca sincera

 

-          Si – Respondio firme, una confianza que no sabia de donde había surgido.

Se sento en la cama contraria, quedando asi frente a frente al pelinegro para escucharle atento.
No podía decir que no se sentía nervioso, pero también parte de si mismo experimentaba la curiosidad de saber que había orillado a Hiroki a actuar asi, que era aquello a lo que ese chico había llamado “Amor”. Porque una parte dentro de su corazón quería escuchar la historia y ponerle asi un punto final para siempre.

&

Habia estado por casi dos horas hablando con su rubio amigo, escuchando los reclamos de este por el poco tiempo que podía estar junto a su “Sempai” a causa de la visita de los managers y reuniones con directivos que tenían cada dia, claro que toda esa situación habia sido una especie de castigo para el moreno por haber interrumpido lo que Kise denominaba “Su jugada perfecta” ¿Quién podría adivinar que en el momento en que los interrumpio, el rubio había estado a punto de confesarle sus sentimientos al pelinegro? Por esa razón no podía quejarse, porque en cierta manera entendía los sentimientos de frustración de su amigo.
Un bostezo largo escapo de sus labios, alzo la mano llevándola hasta la pequeña zona rojira que había quedado en brazo tras el golpe que el había propinado Kise.

¿Confesar sus sentimientos?  Aquella pregunta llego a su mente al recordar la escena que había presenciado entre su rubio amigo y el captan de Kaijou.

Debia de admitirlo, sentir algo de envidia por la actitud de Kise; El rubio había tomado el suficiente valor como para arrinconar a Kasamatsu,r crear un ambiente tan intimo para para que ambos estuvieran completamente absortos de todo el mundo y allí, decir aquellas palabras que tanto ansiaba, una declaración de sus sentimientos. Si cambiaba los papeles imaginándose a si mismo junto a Sakurai en una situación similar ¿Podria ser capaz de transmitir sus sentimientos de buena manera? ¿Qué pasaría si el castaño creía que todo era una broma? ¿Qué haría si era rechazado? Pero, tenia una pequeña esperanza; Porque el ambiente que había creado aquella tarde junto a Sakurai había sido intimo, solo para ellos dos, porque aquella conexión que pareció rodearles al estar tan cerca y especialmente, que el castaño no rechazara sus caricias le animaban a seguir adelante.

Una risilla conocida se escucho en el aire.

Sus pensamientos quedaron interrumpidos al observar a lo lejos la figura de Momoi junto a Wakamatsu, ambos chicos estaban sentados en una banca cercana a los dormitorios de Tohou, compartiendo una platica cargada de risas. El ceño de Aomine se fruncio notoriamente, susurrando un par de maldiciones al aire al ver las manos entrelazadas y la cercanía que tenia su mejor amiga con su rubio compañero de equipo ¡¿Por qué Momoi no podía enamorarse de otra persona?¡ ¿¡Porque tenia que ser justamente del chico con el que siempre discutia?! Porque ¡Oh si! El sabia perfectamente el tipo de relación que tenían aquellos dos, los había descubierto semanas atrás cuando de camino a los entrenamientos diarios de Tohou los había observado abrazados, intercambiando un beso tan dulce que tuvo la sensación de algo empalagoso instalarse en su estomago cada vez que les veía. Claro que no había dicho nada, esperaba escucharlo de los labios de su propia amiga y por supuesto disfrutar de los tantos momentos en que podía interrumpirlos haciéndoles sentir incomodos; Como en ese momento, por ejemplo.

-          Satsuki –Llamo estando aun varios pasos lejos de ambos.

Sonrio ampliamente al ver el sonrojo que se instalaba en ambos, como sus manos se separaban como si estuvieran tocando acero caliente, y repentinamente el espacio entre ambos era lo suficiente para que una persona se sentara entre ellos. Si, amaba el poder causarles aquellos momentos de pánico y nerviosismo.

-           ¿Qué haces aun afuera? Pense estarías comadreando con Alex – Comento mirando de reojo como Wakamatsu susurraba en par de cosas que no pudo entender

 

-          Dai-chan~ - Exclamo la peligrosa inflando sus mejillas – Kasa-chan estaba poniendo al tanto a Alex de todo lo sucedido con Sakurai, ello es no solo un managers sino también una buena amiga además ahora que Hiroki revelo toda las razones de ….-

 

-          Momoi – Freno Wakamatsu, dándose cuenta de como la exprecion de Aomine había cambiado radicalmente ante la mención de Hiroki- Dios~ -Suspiro al ver como la chica se cubria la boca, sorprendida consigo misma por su descuido.

Aomine fruncio el ceño, notoriamente molesto por aquellos “secretitos” que parecían tenerse aquellos dos. Momoi era su mejor amiga, nadie podia conocerle mejor que aquella revoltosa chica por ellos el que estuviese enamorada solo había que su lado sobreprotector saliese aun mas a flote, y por supuesto si también le sumaba el factor de quien era su enamorado el resultado no era nada agradable.

-          ¿Qué tiene que ver el imbécil de Hiroki en todo esto? – Cuestiono con recelo, sintiendo su garganta quemarle con solo mencionar aquel nombre

 

-          Bueno…-Murmurro con aire la chica mirando de reojo a Wakamatsu quien solo suspiro en señal de rendición

 

-          ¿Y bien? – Exclamo perdiendo rápidamente su paciencia

 

-          Veras, los padres de Hiroki pidieron el traslado de su hijo a un instituto en Corea del sur alegando motivos de trabajo –Explico Momoi con una voz calmada, acompañada de una expresión que Aomine conocía muy bien; Nervios – Como podras imaginar a Hiroki no le gusto nada la idea por lo que armo un gran escandalo en la dirección, incluso algunos profesores tuvieron que intervenir para que no hiciera aun mas destrozos –Aomine escuchaba atento, sin entender que tenia que ver todo aquello con el castaño- Durante lo que ocurrio, Hiroki relato a todo los presentes como había nacido su “amor” por Sakurai y lo que lo llevo a ….-

 

-          ¿Amor? Ese malnacido estuvo a punto de violarlo – Aomine gruño con furia, Momoi asintió dándole la razón a su amigo mientras Wakamatsu solo se mantenía escuchando todo con interés

 

-          Bueno ¿Quieres saber o no?-Reclamo Momoi, dándole una suave advertencia al moreno de no volver a interrumpirle

Aomine asintió dando un leve gruñido en señal de inconformidad, wakamatsu por su lado sonrio divertido al conocer aquella faceta tan docil del AS de Tohou.

-          Sakurai asistió a una escuela media en Shibuya donde se tenia uno de los planes de entrenamientos deportivos mas rigurosos, al parecer Hiroki habría asistido a la misma escuela y a pesar de ser de años diferentes ambos jugaron en muchas ocaciones como compañeros…-Aomine escuchaba atento, intentando imaginarse al Sakurai de aquellos años-…La actitud de Sakurai no era muy diferente a la actual, pero sus habilidades en el Basquetball sobresalien mucho por lo que llamo la atención de Hiroki pero, lo que gatillo su obsesión ocurrio la ultima semana antes de las vacaciones de verano cuando Sakurai le ayudo y le animo a seguir practicando hasta volverse mas fuerte- Aomine gruño apretando con fuerza los puños antes aquellas palabras- Luego de aquellas palabras ambos habían salido con otros amigos para celebrar el termino de los examanes, en una oportunidad cuando Sakurai se quedo dormido, y aprovechando el momento Hiroki lo beso y…toco su cuerpo…-La voz de Momoi bajo antes aquella utima frase, sintiéndose molesta con el solo pensamientos-…Hiroki asegura que solo fue un beso y un par de toqueteos en la sala de karaoke en la que estaban todos. Según comento habían tomado licor por lo que varios compañeros estaban fuera de sus sentidos, Sakurai no habría tomado pero habría caído dormido por cansancio y viendo todo e escenario a su favor…bueno, dio lugar a todo sus deseos. Luego de aquello, el lunes siguiente nadie volvió a saber de Sakurai-

 

-          ¿Eh? ¿Cómo es eso…?-

 

-          Sakurai fue reclutado por Tohou al dia siguiente, sus padres firmaron el traslado inmediato ya que la beca que se le ofrecio cubría ampliamente todo los gastos, de esa manera todo se efectuó en cosa de horas…-Respondio Wakamatsu sabiendo perfectamente cual era la interrogante que molestaba al moreno-…Ademas en aquella misma fecha, la abuela paterna de Sakurai murió, por lo que estuvo ausente de toda las clases hasta el termino de clases y ya en el siguiente ciclo escolar Sakurai era un alumno de Tohou

Sentia en ese preciso instante podía ir hasta Tokyo para romperle todo los huesos a ese idiota de Hiroki, el acoso no había iniciado en Tohou sino en la escuela media de Sakurai. Hiroki había llevado su obsesión por el castaño a tal grado de seguirle cada paso, inscribiéndose en el mismo instituto, en el mismo club y poniendo en marcha su retorcido plan para ¿Enamorar al castaño? No, aquello no podía ser llamado amor era simplemente fijación enferma. Porque, el intentar poseer el cuerpo de Sakurai a la fuerza, secuestrarlo, atarlo y marcarlo contra su voluntad no podía ser considerado un acto de amor.
Sintio su estomago revolverse al imaginarse aquella escena en la sala de karaoke.

-          El no sabe nada de lo ocurrido aquel dia en el Karaoke–Hablo Momoi sacando de sus pensamientos al moreno- …Solo nosotros tres – Comento, haciendo referencia a los presentes- ….sabemos de esta situación, claro también Kasamatsu e Imayoshi-Aomine solo asintió aun asimilando la noticia- Otra cosa mas, Hiroki volvió saber de Sakurai durante las transmisiones de la Winter Cup donde lo vio jugar, por esa razón cambio sus papeleo pidiendo asistir a Tohou – Termino diciendo mirando en espera de la reacción de su amigo

 

-          Gracias –Exclamo Aomine dirigiendo sus pasos hacia los dormitorios, sintiendo la necesidad de ver al castaño con urgencia

Momoi sonrio complacida esperando haber dado a su amigo un pequeño impulso con todo lo mencionado, después de todo, lo conocía bien por lo que sabia que los sentimientos de Aomine eran reales y fuertes.
Recargo su cabeza contra el hombro del chico rubio a su lado, sintiendo aquellos fuertes brazos rodearla por la cintura, con la respiración ajena haciéndole cosquillas en la nuca. El amor era algo increíble y colosal, no podía dimensionarlo pero estaba segura de que muy pronto no seria la única en saberse correspondida y disfrutar de ello.

Observo la figura de Aomine alejarse rápidamente entrando a uno de los dormitorios, desvio su mirada hacia los arboles que mecían sus hojas al compás de la brisa suave de la noche, recordándole el dia en que todo había iniciado; Una fría mañana de sábado, en un perfecto inicio de Otoño.

&

Dejo escapar un largo suspiro forzando una sonrisa en su rostro para no preocupar a la persona frente a el. Habia sido su decisión el escuchar la verdad, tenia ahora que saber sobrellevar el peso de las emociones que le embargaban en ese momento luego de haber terminado de escuchar todo el relato contado en voz de Imayoshi.

El mayor le había relatado todos los detalles que Hiroki había confesado, le había sorprendido de sobremanera saber de aquel beso robado durante aquella salida de karaoke pero, no podía decir que recordaba mucho de aquel suceso, decir que siquiera recordaba algún detalle de aquel dia seria una completa mentira; Sus recuerdos estaban dispersos.
Vagas imagenes de sus años en la escuela media venían a el como luces intermitentes ¿Habia conocido a Hiroki años antes? Habian sido incluso compañeros, pero todo los recuerdos que tenia de sus años en Shibuya no eran agradables ¿Habia sido esa la razón por la que inconscientemente borro todos esos recuerdos? Suspiro nuevamente, levantando la mirada para encontrarse con las ordes preocupadas de su capitan.

-          Gracias por contarme todo, Sempai – Hablo luego de varios minutos en completo silencio.

 

-          ¿Seguro estas bien? – Cuestiono Imayoshi, cuestionándose internamente si había sido buena idea el contarle al castaño todo los detalles que Hiroki había revelado – Sera mejor descanses, mañana solo tendremos entrenamiento por la tarde asi que puedes dormir hasta tarde – Comento levantándose de la cama, caminando asta quedar frente al otro – Eres fuerte Sakurai, podras superar esto – Comento con un tono de voz que sorprendió al castaño pero que al mismo tiempo le hizo sentir agradecido; Una voz comprensiva

 

-          Gracias – Respondio sonriendo como solia hacerlo siempre, de manera radiante y autentica

 

-          Nos vemos mañana – Declaro Imayoshi revolviendo los cabellos castaños apra luego caminar rumbo a la salida de la habitación –Dueme bien sak….-

La puerta de la habitación se abrió de golpe interrumpiendo las palabras del pelinegro.
Sakurai se levanto de golpe de la cama, mirando con algo de miedo a la figura que se encontraba en el marco de la puerta, con una respiración agitada y un aura intensa rodeándole. El castaño parpadeo aun sorprendido por la repentina aparición, sonriendo amable al ver de quien se trataba, con un sonrojo casi instantáneo posarse en sus mejillas

-          A-Aomine-san – Saludo con una sonrisa ¿Qué habría ocurrido para que el moreno llegase tan agitado a la habitación?

 

-          Oh Aomine que gusto –Hablo Imayoshi acercándose al aludido – Creo Momoi ya te comento todo ¿no? – Cuestiono en un susurro bajo, solo para que ellos pudiesen escuchar. Aomine gruño en contestación, logrando que una sonrisa indescifrable apareciera en los labios del mayor- Bien ¡Nos vemos Sakurai, Aomine! Duerman bien – Se despidió, pasando por el lado de Aomine dio tres suaves palmaditas antes de salir de la habitación

Sakurai se quedo observando la figura de Imayoshi desaparecer  por  la puerta entreabierta de la habitacion, sintió un escalofrio recorrer su espalda ¡¿Acaso había observado una sonrisa siniestra en los labios de su capitan?! Eso no era señal de algo muy bueno, estaba seguro.

-          ¿Estas bien? – Sakurai fijo su mirada chocolate en la figura de Aomine, sonrio de lado entendiendo a que se debía la preocupación del moreno

 

-          Tambien lo sabe ¿No, Aomine.san? – Cuestiono el castaño sin perder de vista al contrario.

Aomine no dijo nada.

¿Qué se supone estaba haciendo? ¡El no era alguien inseguro! Era Aomine Daiki, AS de la “Generacion de los milagros”, actual estrella del equipo de Tohou, uno de los jugadores mas cotizados para equipos profesionales ¿Por qué se encontraba tan nervioso? Apreto con fuerza los puños, frunciendo ligeramente los labios llamando asi la atención del castaño quien le miro interrogante a la espera de alguna respuesta que parecía no llegar.
Sus sentimientos por Sakurai eran fuertes, le hacían actuar de manera diferente solo estando con ese chico, sus pensamientos eran de la misma manera mucho mas concientes de todo lo que les rodeaba a ambos, como si algún sensor místico se activara cuando su mirada se fijaba en el cuerpo contrario. Sakurai le había sentir una cantidad de emociones a la vez que le tomo varios días asimilar correctamente y es que jamas habia estado enamorado. Y también, en la parte mas profunda de su conciencia sabia cual era la respuesta a su pregunta anterior ¿Por qué actuaba inseguro? Por miedo a lastimar al castaño, por reabrir aquella herida que el otro con bastante esfuerzo estaba dejando atrás.

Camino hasta quedar frente al castaño, fascinado con aquellos ojos chocolates que le miraban intrigados con aquel brillo que Aomine tanto gustaba ver. Entonces una idea cruzo su mente, haciéndole sonreir  ¿Por qué no ser el quien borrara todo mal recuerdo? ¿Por qué no convertirse el en la cura para e corazón de Sakurai?

-          Aomine-san –Llamo el castaño perdiéndose en aquellos ojos azules profundo, sintiendo el calor del cuerpo del moreno como una especie de iman que le atraía mas y mas cerca - ¿Esta bien?

 

-          Ryo –Llamo Aomine con una voz ronca, el aludido temblo visiblemente sintiendo como una corriente placentera recorria su cuerpo completamente.

Aquel tono en el moreno se escuchaba seductor e hipnótico, Sakurai se abofeteo mentalmente para no perderse en sus propias divagaciones pero ¿Podian culparle acaso? En cada ocasión era mas difícil intentar disimular sus reacciones ante las actitudes del moreno, ante la cercanía que cada vez se hacia mas estrecha.
Las ordes castañas se abrieron levemente al sentir la caricia suave proporcionada por Aomine, un tacto sutil pero que parecía quemarle la piel. Y allí lo vio, un brillo en los ojos contrarios que no había visto nunca antes y que le hacia sentir totalmente ajeno a todo a su alrededor, atrapándolos a ambos en una burbuja donde podía escuchar el palpitar de su propio corazón parecía una melodía. Su cuerpo no reaccionaba, sus pensamientos solo estaban enfocados al chico frente a el, a todos aquellos sentimientos que parecían brotar en ese momento listos para ser expresados en palabras.

-          No dejare que ese imbécil de Hiroki o algún otro vuelva a acercarse a ti, Ryo – La voz de Aomine irrumpió en el lugar, un tono de voz que el castaño había reconocido del antiguo Aomine.

 

-          Eso…-Tartamudeo sintiendo como sus manos temblaban, como su cerebro encendia una alarma roja ante los pensamientos que se agolpaban en su mente-…Eso ¿Qué significa, Aomine-san?

Las palabras dichas por el moreno ¿Cómo debía interpretarlas?

-          Dime Daiki, llamame asi desde ahora en adelante…-Aomine se acerco aun mas, asiendo casi nulo el espacio entre ambos-…¿Puedes hacer eso Ryo?- Susurro despacio, con sus narices chocando, con sus sentimientos  a flor de piel y su cordura haciendo las maletas

Si se acercaba solo un milímetro mas perdería la cabeza, pero antes que sus instintos y deseos tomaran control de su cuerpo había algo que debía aclarar.

-          Y-yo…-La voz de Sakurai interrumpio las palabras que Aomine había estado a punto de soltar, llamando asi toda la atención de este-…¿Qué es lo que piensa de mi? ¿Acaso, esto es un jueg…?

 

-          No lo digas –Freno Aomine alzando un poco la voz notándose molesto, el castaño le miro sorprendido; Aomine nunca le había gritado antes

 

-          P-perdon – Murmurro intentando ampliar la distancia entre ambos pero las manos contrarias no se lo permitieron.

Aomine le había tomado por la cintura, apegando sus cuerpo sin dejar algún espacio entre ellos, sus rostros aun mas cercas que antes con la respiración de ambos chocando entre si, sintiendo como la temperatura alrededor de ellos iba en aumento.

-          No es un juego si eso piensas, si eso te he hecho creer, lo lamento…-Aomine llevo una mano hasta la barbilla de Sakurai, subiendo hasta acariciar las mejillas sonrojadas-…Deja que te ayude a olvidar lo que sucedió con hiroki, no quiero ni permitiré que alguien intente lastimarte. Déjame a mi ser parte de tu vida Ryo…no como un compañero, ni como un amigo- Las ordes chocolate se abrieron sintiendo como su corazón se detenia, anhelantes de escuchar aquellas palabras

 

-          Aomi…-

 

-          Me gustas Ryo-Declaro Aomine con seriedad, interrumpiendo cualquier palabras del castaño. Su miraba busco los contrarios, observando en ellos un brillo de felicidad único- Realmente estoy perdiendo la cabeza por ti.

Su corazón latia rápido, su respiración era errática, sus mejillas estaban completamente rojas, su cuerpo temblaba, y todo sus pensamientos lógicos habían abandonado hacia mucho su cabeza pero no le importaba en lo absoluto.
Sonrio de manera amable alzando su mano hasta tocar la contraria que se mantenía en su mejilla, sintiendo como su rostro ardia en fuego ante las palabras que cosquelleaban sus labios en busca de libertad.

-          T-t-tambien…-Exclamo sonriendo avergonzado-…¡T-tambien me gusta D-Daiki-san! – Declaro con firmesa, escucho una risilla sueva alertándolo encontrándose con una sonrisa en los labios de Aomine que nunca había observado antes.

Su corazón latio rápido, sintiendo como una emociones efervescente nadia desde su estomago y subia hasta su pecho inundándolo todo a su paso, haciéndole sentir como un niño pequeño en navidad ¿Aquello era la emocion de ser correspondido?  Tomo a Sakurai por la cintura, un abrazo posecivo mientras ambos compartían una risilla que se perdia en el aire. Acerco su rostro al contrario sin poder aguantar un minuto mas sus deseos por probar aquella boca, sin sentir la textura de aquellos labios que por días le habían sacado mas de sus suspiro cargado de anciedad.
Sus alientos chocaron advirtiéndoles de la escasa distancia que les separaba, Aomine observo complacido como Sakurai cerraba sus ojos dándole asi el permiso mudo de poder continuar. Relamio sus labios, con un indeterminado numero de emociones bailando en su estomago  ¿Quién podría pensar que se sentiría nervioso?

No lo soporto mas, necesitaba sentir el calor de aquellos labios contra los suyos.

Aomine apego completamente su cuerpo al contrario, sintiendo como la temperatura a su alrededor se disparaba al tomar posesión de aquellos labios en un beso lento y calmado permitiéndoles a ambos degustar el sabor de la boca ajena, de tomar con calma todo los sentimientos que brotaban sin control desde sus pechos. Sakurai se sentia como su estuviese cayendo desde algún lugar alto o talvez podría compararse también a su cuerpo suspendido sobre agua en total calma, dejándose meser por el ritmo de aquel beso.
Todas aquellas sensaciones que imvadian sus cuerpos causaban que la respiración se hiciera cada vez mas lenta y pesada, haciendo crecer también dentro de ellos el deseo de un contacto aun mas directo. Aomine se aferro con fuerza a la cintura del castaño guiándole lentamente hacia la cama a sus espaldas, sentía como si se estuviera perdiendo a si mismo, los labios de Sakurai eran suaves, con un calor embriagante y un sabor único y totalmente adictivo.

Necesitaba sentirlo mas.

-          Debes ser conciente de que no dejare que nadie se acerque a ti con dobles intenciones ¿No? – Susurro Aomine al romper el beso cuand el aire se hizo escaso. Rozo suavemente sus labios con los del castaño tras cada palabra, sintiendo la urgencia de volver a tomar posesión de ellos - ¿Quieres parar? – Pregunto separando un poco sus rostros.

La imagen de Sakurai completamente sonrojado, agitado por el reciente beso y  sus labios hinchados no hizo mas que acrecentar el deseo que sentía Aomine por volver a sentirle ¿Era posible enloquecer con tan solo un beso?

-          Y-Yo…-Sakurai escondio su rostro en el pecho ajeno sintiendo como la exitacion del beso se extendia por todo su cuerpo -Lo sucedido con hiroki, todo lo ocurrido tuvo un punto final cuando Imayoshi-sempai me explico lo sucedido – Comento sintiendo la necesidad de expresar aquello en palabras para asi de una vez por todas olvidarlo- Q-Quiero…que Aomine-san sea  parte de mi vida…siempre – Susurro levantando la mirada completamente sonrojado, sintiéndose descubierto al expresar en voz alta aquel intimo pensamiento.

Aomine sonrio complacido. No dejaría que nadie tocara a Sakurai porque desde ese momento aquel lindo castaño era totalmente suyo, y por supuesto pensaba dejarlo claro de toda las maneras y términos posibles.

-          Desde hoy eres mio ¿Aceptas eso, Ryo? – Exclamo Aomine bajando hasta el cuello del contrario dando pequeños besos en aquella zona, sintiendo como el cuerpo entre sus brazos temblaba- Esta es la ultima oportunidad de detenerme – Advirtio susurrando aquella advertencia con una voz ronca.

 

-          N-no tengo i-intensiones de hacer tal co-cosa- Declaro entre tartamudeos Sakurai con una mirada cargada de firme, una intencidad que se veía opacada por el sonrojo de su rostro

Aomine solto una risilla suave desordenando de paso los cabellos del chico entre sus brazos, estaba totalmente sorprendido con aquella respuesta por parte del castaño. Ciertamente aquel chico nunca dejaba de fascinarle de una u otra manera. Lo abrazo nuevamente por la cintura, sintiendo las manos de Sakurai posarse en su pecho mientras sus rostros volvían a hacer nula la distancia entre ellos, uniéndose una vez mas en un beso mas intenso que el primero. Se dejaron llevar por la situación, por sus sentimientos, por el deseo y pasión que sentían aflorar por cada poro de su piel; Todos esos sentimientos guardados explotaban ahora como un volcán en erupción, remeciendo todo a su paso.

Dos pares de ojos observaban la escena protagonizada dentro de la habitación.

Ninguno fue conciente del suave sonido de la madera de la puerta crujir al ser cerrada fue totalmente ajena a los sentidos de ambos sintiendo como el ambiente se volvia a cada segundo mas sofocante, con la imagen de Aomine devorando los labios de Sakurai, con el castaño respondiendo de manera torpe pero anciosa, y las caricias que comenzaban a hacerse presentes.

&

Sentia su rostro completamente sonrojado, era imposible poder disimular su estado y tampoco ayudaba la presencia del rubio prodigio tan cerca de él. Suspiro largamente mientras dirigía sus pasos hacia las escaleras, necesitaba un poco de aire fresco.
Habia tenido la intención de invitar a Sakurai y Aomine a una salida mañana en la mañana a la ciudad de Osaka aprovechando la suspensión de entrenamientos por una parte del dia, la idea había sido sugerida por Kise para distraer al castaño luego de escuchar de labios de Kasamatsu los detalles de la declaración hecha por Hiroki. Pero no estaba en sus planes el presenciar aquella escena tan intima entre los jugadores de Tohou ¡¿Cómo se supone debían reaccionar?!

-          Aominecchi no pierde el tiempo ¿No sempai~? –Cuestiono Kise luego de varios minutos en silencio. No podía decir que no lo sabia, el mismo Sakurai le había confesado sus sentimientos por Aomine pero encontrarlos en una situación asi era algo para lo que no estaba preparado – Realmente los envidio – Susurro al viento

 

-          ¿Envidia? –Cuestiono Kasamatsu alcanzando a escuchar las palabras del rubio. Kise sonrio, mirando de reojo al pelinegro a su lado

 

-          ¿No seria hermoso ser correspondido por la persona que amas? –Cuestiono de regreso el rubio con sus ordes ambarinas fijas en los azules contrarios.

Kasamatsu sintió como su corazón latia mas rápido, acelerado.

-          P-por supuesto que debe sentirse bien, Idiota – Exclamo en respuesta, murmurando algo inentendible acelero su paso dejando atrás al rubio.

Kise sonrio ampliamente con un pequeño sonrojo en sus mejillas al haber sido espectador del rostro sonrojado del pelinegro. Detuvo sus pasos, observando al cielo un segundo deseo poder tener la confianza y el valor de poder algún dia declarar sus sentimientos a aquella persona tan amaba.

-          ¡Oi idiota, apresúrate o me voy sin ti! – Reclamo Kasamatsu a unos metros de distancia, con su ceño notoriamente fruncido pero aun portando un suave rojiso en su rostro.

Kise sonrio ampliamente al escuchar aquellas palabras, corrió hacia donde estaba el pelinegro esperándolo, girando su rostro un poco observo los dormitorios a sus espalda, deseándole felicidades a sus dos amigos por haber encontrado aquello por lo que el aun debía luchar; El amor.

&

Estaban recostados sobre una de las camas, con el crujir de la madera como la única tonada de aquella habitación.
Sentia como si estuviera hundiéndose en un mar de aguas calientes, cada musculo  de su cuerpo se encontraba sufriendo diversos espasmos mientras mordia con fuerza sus labios para acallar los suspiros que amenazaban con escapar. Las manos de Aomine se deslizaban con maestria por los costados de Sakurai, delineando aquel pequeño cuerpo que se le antojaba a cada segundo mas perfecto, mientras la lucha entre sus bocas terminaba de manera agitada dándole una nueva victoria al moreno; Estaban totalmente perdidos en las sensaciones que el contrarios les producia.

Aomine se separo un poco contemplando asi aquella deliciosa imagen que le ofrecia el castaño, llevando su libido al máximo. Sonrio de lado dando un beso fugas a los rojos labios del otro, guio sus labios hacia aquel cuello blanco que pedia a gritos ser devorado también. Sakurai jadeo con fuerza abriendo sus ojos sorprendido por aquel sonido vergonzoso que había dejado salir de sus labios pero que había encendido aun mas la excitación del moreno quien aventuro sus manos bajo la polera que usaba el castaño, tocando sus abdomen subiendo de manera lenta y tortuso hasta los pezones de Sakurai sintiéndose orgulloso al encontrarlos erguidos.

-          La ropa comienza a estorbar – Declaro Aomine dejando su trabajo en el cuello del castaño para erguirse un momento, quitándose con agilidad su propio camiseta

 

-          A-Aomine-san –Llamo Sakurai experimentando una nueva gama de emociones que mezclaban el nerviosismo con la anciedad. Aomine acaricio las mejillas sonrojadas del castaño besándolo de manera lenta, un beso diferente a los anteriores que habían compartido minutos atrás-

 

-          Daiki – Susurro el moreno mientras relamia sus labios dedicándole una sonrisa coqueta al contrario – Somos novios ahora, debes llamarme por mi nombre de pila…Ryo~-Murmurro en un tono cantarin repartiendo besos desde la mandibula bajando por su cuello.

Sakurai no respondio, era incapaz de poder dejar salir alguna palabra sin que algún jadeo se escapara de sus labios. Las caricias de Aomine le estaban volviendo loco, eran completamente diferentes a las sensaciones que había sentido cuando Hiroki lo toco ¡No había punto de comparación! ¿Era aquello a lo que se refería su abuela con entregarse a la persona que amaba? Sonrio sincero, armándose de valor alzo sus manos para tocar aquel pecho tan bien trabajado sintiendo como si una corriente eléctrica pasara por sus manos al tocar aquella piel que ardia al igual que la suya.

-          Ahh~ - Aomine dejo escapar un gruñido cargado de placer al sentir aquellas pequeñas manos moverse por su pecho dejando un rastro de fuego a su paso – Levanta los brazos – Hablo en un tono firme, casi como una orden.

La ropa de ambos quedo olvidada aun costado de la cama, siendo parte ahora de la decoración de la habitación.
Fue imposible para Sakurai no observar el cuerpo semidesnudo de Aomine, fascinado completamente con su complexión con aquella aura caliente que nublaba sus sentidos. Se acerco nervioso pero al mismo tiempo sintiendo la necesidad de dejarse llevar, de disfrutar aquel momento junto a las sensaciones que nacian de nada beso y caricia.
Sakurai fue quien tomo la iniciativa, empujando suavemente el cuerpo del moreno para que este quedara semi recostado sobre la cama para asi cambiar de posiciones y ser el quien quedara arriba, permitiendole asi pasear sus manos por todo aquel cuerpo. Dejo a sus labios saborear aquella piel, imitando las mismas acciones que Aomine había hecho antes en su cuello, un gruñido contenido salio de los labios del otro, mientras movia sus caderas creando una friccion deliciosa entre ambos miembros ya erectos.

-          D-Daiki ah…-Gimio Sakurai cubriendo su boca al instante. Aomine rio satisfecho repitiendo la misma acción, tomando las manos del castaño para escuchar una vez mas aquella delirante música- Ahh…N-no…-Intento frenar sintiendo como cada musculo de su cuerpo perdia fuerza ante el placer que aquel roce le causaba

 

-          Se siente..ah…muy buen ¿no? – Exclamo Aomine, sentándose correctamente llevo sus manos hacia las caderas de Sakurai sincronizando sus movimientos para crear asi la simulación a una embestida.

Los gemidos del castaño comenzaron a salir libres de su boca, incapaz de contenerse mordio sus labios en un intento vano de acallarlos creando una imagen sensual a los ojos de Aomine.

-          ¿Quieres provocarme aun mas, Ryo? – Gruño el moreno alzando una mano para tomar la barbilla del castaño, acercando sus rostros – Eres realmente exquisito – Susurro contra los labios contrarios deteniendo el movimiento entre sus cuerpos. Beso la punta de la nariz de Sakurai, sintiendo como los brazos de este le rodeaban por el cuello

Se besaron nuevamente con calma degustando aquel sabor embriagante, con sus lengua como las protagonistas de un vals que lentamente iba subiendo de intensidad convirtiéndose en un tango apasionado.
Aomine llevo una de sus manos hacia la espalda del castaño, bajando de manera lenta arrancando varios ajdeos en su camino llegando hacia la costura del bóxer negro que aun vestia Sakura, aquella prenda que demarcaba un limite para dar un paso mas de aquella entrega.

-          ¿Me dejaras hacerte el amor? – Pregunto Aomine rompiendo el beso pero sin alejarse mucho, sintiendo la respiración contrario acariciar sus labios húmedos.

El rostro de Sakurai se coloreo completamente avergonzado ante aquella pregunta pero aun mas, por el significado en ella. Aquellas palabras se repetían en su mente como una mantra, era una frase poderosa y, al mismo tiempo exitante pero que desvanecía cualquier tipo de duda sobre lo que estaban por hacer, porque aquello no era algo sin importancia, no era solo sexo o el calor del momento, era una entrega mutua de los sentimientos que tenian por el otro, su nombre lo decía perfectamente; “Hacer el amor”.
Se aferro al cuerpo del moreno, enterrando su rostro en la curvatura de su cuello dejando allí un suave beso.

-          Hazlo…-Susurro levantando su mirada, acariciando la mejilla de Aomine le sonrio con sinceridad, confiando en que el otro no haría nada para dañarle- Hazme tuyo, Daiki~ -Susurro sobre los labios ajenos, comenzando asi un nuevo beso.

No perdió un solo segundo, tomo con cuidado el cuerpo de Sakurai para recostarlo sobre la cama deseando tener una cámara para inmortalizar aquella imagen frente a sus ojos, talvez en un futuro lo haría.
Tomo el limite de los bóxer de Sakurai, deslizándolo con agilidad para hacerlos desaparecer. Una punzada atravesó todo su cuerpo centrándose específicamente en su miembro, sintiendo como este pedia con urgencia algo de atención y es que la imagen de un castaño desnudo, sonrojado y excitado era algo que no podía controlar, no cuando sus hormonas se disparaban como si fuese alguna colegiala. Relamio sus labios, posicionándose nuavemnte sobre el otro para rozar sus cuerpos, creando aquella delirante fricción entre sus miembros mientras sus bocas se devoraban unas a otras.
El decir que no quería penetrarlo en ese mismo instante era una completa mentira, la blasfemia mas grande que pudiese decir en su vida pero no quería hacerle daño a Sakurai. Debia prepararlo apropiadamente, hacer que alcanzara el mayor placer posible para que cuando lo penetrara no sintiera demasiado dolor, porque ¡oh si! El Aomine Daiki había estado aprendiendo sobre todo lo que conllevaba una relación entre hombres y claro, eso también incluía el sexo.

-          Date vuelta – Susurro Aomine mordiendo ligeramente el labio inferior de Sakurai.

Obedecio con algo de duda, girándose para darle la espalda al moreno sintiendo como aquellos fuertras brazos le rodeaban, como el cuerpo contrario se apegaba a el de manera perfecta. Jadeo con fuerza al sentir el miembro del otro presionar en su trasero, aun con la tela del bóxer cubriéndole podía palparse húmedo, caliente y duro, totalmente excitado. Aomine le susurro una indicación, pidiéndole recargar su peco hacia el frente dejando asi su trasero mas expuesto. Era una posición vergonsosa pero todo pensamiento de duda quedo en el olvido al sentir como el caplor del cuerpo del otro se alejaba ¿Qué pretendía hacer? Se cuestiono Sakurai, girando un poco su rostro para presenciar como el moreno se desprendía de sus bóxer, dejando al descubierto su miembro erecto.
Era grande. Sin duda Aomine no solo estaba dotado de buenas habilidades en los deportes sino que también poseía muy buenos atributos en su anatomía. Sakurai se estremecio, observando como el moreno bombeaba su miembro dejando escapar algunos sonidos excitantes que causaron que el propio miembro del castaño punzara en busca de un poco de atención; Deseaba mas que nunca ser tocado por Aomine, poder enloquecer con aquella fiebre que envolvía sus cuerpos.

Aomine tomo posición justo detrás del cuerpo de Sakurai, observando aquella pequeña entrada rosada que le parecía tenderle una invitación a poseerle. Bajo su  rostro hacia aquella zona tan sensible, comenzando a preparar al castaño de la manera que había pensado seria la mejor para elevar al máximo el éxtasis del castaño.
Sakurai solto un gemido ronco, hundiendo su rostro entre la almohada mientras sus manos  se aferraba a las sabanas de la cama con su cuerpo temblando de manera visible ante los espasmos de placer que le invadían gracias al moreno.
El placer estaba nublando completamente sus pensamientos, el sentir la lengua de Aomine en su entrada era una experiencia única, salvaje e inigualable. Sus ojos se abrieron sorprendidos al sentir una pequeña punzada de placer en aquella zona donde el moreno trabajaba, se sentía como su si cuerpo estuviese siendo bañado en placer, como el calor en cada célula de su cuerpo se disparara; Habia alcanzado un delirio de placer único.

-          Daiki…ahh~ P-por favor –Pidio entre gemidos moviendo sus caderas en señal de anciedad – Hazme tuyo…ah~ no…no aguanto mas –Exclamo aferrándose mas a las sabadas, con su miembro erecto dejando salir grandes cantidades de liquiso pre-seminal.

 

-          Ryo, eres hermoso – Comento Aomine inclinándose hacia el cuerpo del aludido, depositando en la espalda del castaño un camino de besos.

Giro el cuerpo de Sakurai, dejándolo tendido boca arriba. Una imagen arrebatadora era aquella que se entregaba frente a el, abrió con cuidado las piernas del castaño posicionándose entre ellas guio a su miembro hacia aquella pequeña entrada, estremeciéndose al sentir al calor que emanaba de aquella zona. Se inclino rozando sus labios con los otros, comenzando un beso calmado que no tardo demasiado en subir de intensidad, estaban al limite de aquella espera; Deseaban sentirse.

-          A-ahh~ - Un quejido agudo escapo de los labios de Sakurai al sentir como el miembro caliente de Aomine se abría paso en su entrada. Grande, caliente y duro, le hacia sentir una extraña mezcla entre el placer y el dolor, era una sensación increible- Ah~…Aom…Daiki~ -Gimio con fuerza, abrazando con sus piernas el cuerpo contrario.

 

-          Demonios…eres tan estrecho, Ryo –Reclamo Aomine perdiéndose en el calor de aquellas paredes, el lo exquisito que se sentía su miembro ser aprisionado de esa manera. Gruño al enterrarse completamente en el cuerpo del castaño, comenzando con movimientos lentos y suaves – Eres delirante…diablos~ - Gruño irguiéndose para observar con mas detalle la condición de Sakurai.

La imagen de su miembro siendo subsionado por la entrada del castaño era simplemente y a falta de una mejor palabra para definir aquel sentimiento; Lascivo.
Las embestidas comenzaron lentas, con el cuerpo de ambos aun acostumbrándose a todo el placer que parecía solo crecer con cada minuto. Una como estar en un sauna, como si todo a su alrededor estuviera hirviendo y solo en el cuerpo contrario encontraran el dulce néctar para saciar su sed.

-          Ahh~ -Gimio Sakurai moviendo sus caderas, pidiendo un poco mas de contacto – D-Daiki~- Llamo agitado, llevando su mano hasta su miembro erecto comenzando a bombearlo a un ritmo acelerado -¡Mas! ¡Mas!

 

-          Como ordenes – Respondio encantado a las peticiones del castaño, tomando sus caderas para marcar un ritmo mas frenético y duro. El sonido de la cama crujiendo gracias a las embestidas eran una sinfonía a los oídos de ambos con los gemidos tomando lugar como el coro acompañante- Ahh~ Eres mio, recuérdalo –

Aomine abrazo al cuerpo de Sakurai, cambiando de posiciones para dejar al otro sentado sobre el cuerpo contrario, dándole una vista privilegiada al moreno. Se aferro a las caderas del castaño, continuando con aquel vaivén de movimientos que le quitaban la cordura a pedasos, la imagen de Sakurai auto penetrándose era mejor que cualquier fantasía, escuchar aquellos gemidos como los cantos de una sirena sedaban sus sentidos haciéndole perder el control.
Sakurai apoyo sus manos en los hombros del moreno, cabalgando sobre aquel miembro sintiendo como se hundia en cada embestida mas profundo, su cuerpo ya no lo soportaba mas estaba a punto de alcanzar el climax.

-          D-Daiki –Advirtio sintiendo como su estomago se endurecía, con una punzada de placer nacer desde su entrada hasta llegar a su miembro-Ya~ Ahhh….no aguanto – Exclamo abrazándose al cuello de Aomine, buscando con desesperación los labios contrarios.

 

-          Ryo…- Jadeo ronco el moreno al sentir como la entrada de Sakurai se hacia mas estrecha apretando su miembro de una manera deliciosa y delirante- Ah~…Me correré –Advirtio abrazándose al cuerpo del castaño, uniendo sus labios en un beso urgente.

Aomine gruño con placer sintiendo como las paredes de la entrada de Sakurai se contraían recibiendo las ultimas embestidas antes de llegar al climax completo. El beso que compartieron ahogo los gritos de placer que rasgaron sus gargantas al llegar a la liberación; Sakurai en el abdomen de ambos, y Aomine en el interior del castaño cumpliendo con su palabra, lo había marcado como suyo.
La respiración de ambos era agitada, sin moverse se quedaron allí abrazados por varios minutos sintiendo aun el orgasmo cosquillear en sus cuerpos.

-          Perfecto - Susurro Aomine besando las mejillas rojas del castaño.

Habia sido lo mas increíble en su vida, pero ¿Por qué sentía que había algo que faltaba?
Se separaron un poco mirándose frente a frente. Las ordes de Aomine brillaron al observar aquel gesto sincero y cargado de alegría en el castaño aquella sonrisa de la que se había enamorado tantas veces, entonces lo comprendió, aquello que faltaba para poder sentirse tranquilo

-          Te amo Ryo – Declaro abrazando de manera poseciba el cuerpo del contrario.

 

-          Yo…- Sakurai sonrio, sintiendo como su pecho se llenaba de un sentimiento calida ¿Podia ser mas feliz en aquel instante?-…Te amo Aom…Daiki- Corrigio con una sonrisa nerviosa al ver la mirada de advertencia que le había dado el moreno.

Se acomodaron en la cama, limpiando un poco sus cuerpos para descanzar antes que el amanecer les descubriera aun despiertos. No había actividades a la mañana siguiente por lo que podían permitirse dormir unas horas mas, descansar luego de tan intensa actividad.
Aomine tomo las mantas de la cama, cubriendo el cuerpo de ambos para no ser victimas de las frias mañanas en la montaña, se apegaron al cuerpo contrario sintiendo el calor ajeno se acunaba hacia el mundo de Morfeo. Sakurai cerro los ojos dejándose vencer los el sueño, sintiendo las manos del moreno acaricias su espalda. Aomine por su lado se quedo allí observando la expresión serena del castaño al dormir, sintiendo como sus corazones latian a una misma sincronía, cerro los ojos dejando que una sonrisa se grabara en sus labios; Se sentía como un idiota enamorado.

&

Sus ojos brillaron con emocion sintiendo como una mano veloz cubria sus labios ante el gritillo de euforia que había escapado de su garganta el presenciar aquella imagen frente a ellos; Una escena realmente tierna con un trasfondo bastante salvaje por lo que podía deducir debido a la ropa esparcida en toda la habitación.
Habian entrado a la habitación emocionados al escuchar de que toda las actividades de aquel dia se habían suspendido por completo, por lo que querían aprovechar el dia en la ciudad de Osaka. Aquella había sido la escusa que pensaba usar Momoi en caso de algún cuestionamiento por parte de su mejor amigo pero, al estar en la habitación fueron necesario los rapidos movimientos de Kise para que un grito agudo no escapara de su boca arruinando la tierna escena frente a ellos, y es que ¿En que otro momento podía tener la oportunidad de ver a su pareja favorita dormir tan juntos? ¡Nunca! La respuesta era bastante clara, después de todo Aomine siempre había sido bastante posesivo con todo lo que consideraba como “Suyo”; Aomine mantenía abrazado a Sakurai, ambos durmiendo frente a frente con el castaño usando un brazo del moreno como almohada. La expresiones de ambos eran totalmente tranquilas, y Momoi podía jurar ver una diminuto sonrisa en los labios de su mejor amigo.
Saco su telefono queriendo inmortalizar aquella escena, miro de reojo a su rubio amigo sonriendo divertida al ver como Kise se le había adelantado ya, tomando diversas fotos de todos los angulos posibles. Esas fotografías valdrían oro mas tarde estaban seguros.

El sonido de un teléfono sono con fuerza en la habitación, alertando a ambos chicos quienes se miraron con pánico mientras el volumen de aquella canción aumentaba cada vez mas. Kise nervioso tanteo sus bolsilos descubriendo que era el celular de su trabajo como modelo el que producía todo aquel escandalo, maldijo internamente el tener dos teléfonos.

Si Aomine despertaba estaban muertos.

-          Ki-chan apágalo –Exclamo Momoi en susurros, observando como el rubio luchaba contrar sus propios pantalones para sacar el teléfono de sus bolsillos – Dios~ -Suspiro escuchando como la llamada se cortaba devolviéndole el silencio a la habitación

 

-          Estuvo cerc….- Las palabras de Kise se cortaron al encontrarse con unos ojos chocolates somnolientos, una expresión que cambio radicalmente a una de sorpresa total –B-Buenos días Ryocchi – Saludo nervioso, observando como el cuerpo al lado del castaño comenzaba a moverse tambien

Aomine abrió los ojos perezosamente al sentir como el calor del cuerpo de Sakurai se alejaba. Se sento en la cama, extrañado al observar como el castaño se mantenía estatico con una expresión avergonzada en su rostro, pero toda duda que comenzaba a presentarse en su cabeza obtuvo respuesta inmediata al ver las dos figuras que se encontraban de pie cerca de la puerta de la habitación.

¡¿Qué demonios estaban haciendo allí Kise y Momoi?!

-          Buenos días Dai-chan~ - Saludo Momoi con una gran sonrisa, tomando una nueva fotografía de las divertidas expresiones de ambos chicos

El rostro de Aomine paso de un segundo a otro de la sorpresa a la furia, frunciendo su ceño al extremo de casi juntar sus cejas dándole un aire imponente y aterrador.
Kise tomo del brazo a Momoi, retrocediendo lentamente antes de que Aomine perdiera la poca paciencia que le quedaba, aunque estaba seguro de que nada le salvaría de la venganza del moreno mas tarde. Observo como su el moreno tomaba las mantas de la cama alzándolas para cubrir completamente la desnudes del castaño, quien parecía no salir aun de su estado de sorpresa inicial.

-          Largo – Siseo Aomine con un tono ronco, observando como una milésima de segundo después Kise desaparecía de la habitación con Momoi a rastras.

El sonido de la puerta cerrarse trajo de regreso a Sakurai, girando su rostro hacia el moreno con un sonrojo quemándole el rostro buscando alguna respuesta de que lo que había ocurrido segundos atras pero la sonrisa que le dedicaba el otro solo acelero aun mas su corazón.
Aomine se acerco al rostro contrario, atraído por el recuerdo del sabor de aquellos labios adictivo, deseoso de poder sentir nuevamente aquel calor embriagante que le envolvía al estar cerca de aquel chico que era oficialmente, su pareja.
Sonrieron al mismo tiempo compartiendo un beso tranquilo, intercambiando un par de caricias suaves mientras sus cuerpos se acercaban lentamente atraídos por los recuerdo de la noche anterior, sintiendo como sus corazones latian acelerados, frenéticos por todas aquellas sensaciones y sentimientos que explotaban en sus pechos al rozar los labios del otro. Sakurai corto el beso, abrazandose al pecho del moreno dejando escapar una risillas cantarina al sentir las manos de Aomine recorrer su espalda susurrándole al oído palabras de amor, mientras el recuerdo de los momentos íntimos de su entrega llegaban a el haciéndole sentir avergonzado pero al mismo tiempo lleno de jubilo.

-          Ire a preparar el baño – Murmurro Aomine dejando un beso sutil en la frente del castaño para salir de la cama rumbo al baño de la habitación – Creo que esos dos nos emboscaran con preguntas cuando estemos con ellos mas tarde –Rio bajo siendo secundado por su pareja.

 

-          Tambien creo eso –Sonrio Sakurai abrazandose a la almohada de la cama, extrañando el calor del cuerpo de Aomine – Pero…-Comento, llamando la atención del moreno -…si son ellos no me molesta- Exclamo buscando la mirada azul en busca de su opinión

 

-          A mi tampoco, realmente no me importa si todos lo saben – Declaro firme tomando del suelo sus boxers cubriendo su desnudez – No me importaría que todos supieran que tienes dueño, Ryo~ - Se inclino sobre la cama con una sonrisa coqueta, dejando sus rostros a escasos centímetros – Eres mio –Susurro relamiendo sus labios, sonriendo complacido al ver como el castaño asentia

 

-          E-El baño…-Comento Sakurai, nervioso al sentir como la anciedad junto a la excitación comenzaban a inundar su cuerpo una vez mas. Si sus labios volvían a encontrarse dudaba seriamente que pudieran salir de aquella habitación durante el resto de la mañana

La risa de Aomine inundo todo el lugar, separándose del castaño revolvió sus cabellos.

-          Vendre por ti cuando todo este listo – Dicto el moreno teniendo el mismo pensamiento que el castaño, aunque realmente la idea de volver a repetir la noche de amor que había vivido no le molestaba en lo absoluto.

Las ordes chocolate observaron como la figura del moreno se perdia dentro de baños, escuchando luego el sonido del agua caer. Fue inevitable la sonrisa que adorno sus labios, abrazándose mas a la almohada entre sus brazos, sintiendo como el aroma de Aomine impregnada en ella.
Decir que se sentir feliz era poco, era como estar viviendo un sueño, aquella utopia que pocas personas lograban encontrar, aquel amor que desde ese dia tenia un nombre. Cerro los ojos recordando aquella mañana de sábado cuando había sido obligados a asistir a un entrenamiento obligatorio, el dia en que todo había iniciado y que gatillaría el descubrimiento de aquellos sentimientos tan fuertes.
Miro por la ventana, observando el paisaje del exterior gracias a la cortina mal cerrada, las hojas amarillas y rojizas de los arboles se mecían suaves por la brisa de aquella mañana; La historia de ambos comenzaba ese dia, en aquella bella mañana de Otoño.

~Fin~

Notas finales:

¿Qué tal quedo el ultimo capitulo?
Agradesco infinitamente a todas las personas que siempre leyeron cada cap y dejaban sus lindos comentarios.
Debo decir que este fic era al inicio un twoshot pero que se extendió bastante, pero me gusto mucho como quedo, es uno de los pocos que son seriales y que he finalizado y publicado.

Con respecto a algunas ideas que me han llegado y también por los comentarios que he recibido escribiré un oneshot o twoshot de AoSaku en la Univercidad, por supuesto con varias parejitas de la Kiseki incluidas jujujuju.
Quiero participar del cumpleaños de Aomine que es el 31/08, y tambien escribir algo para el cumple del Honguito pero esos seran sorpresa. Lo que si puedo adelantarles es que ya estoy escribiendo un serial de AoSaku y Kikasa como los principales aunque la trama es AU será bastante interesante¿? Pero solo lo publicare cuando tenga mas de la mitad avanzado –Queda bastante tiempo entonces jajaja-

Agradecimientos especiales a quienes siempre comentaros:
Akai Usami  - Majo - Hanakae13 – felly – Kyokorencchi - Arslan_Daryun - Baek ama a Yeol - luky_luze – Nanodayo – MimiChibiDiethel - Sora Uchiha - Mariapaula

Gracias por leer  ¡Nos estamos leyendo!


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