El instinto femenino es algo poderoso, o eso era la que siempre había escuchado decir a sus compañeros de clase pero jamás pensó el experimentarlo de forma propia. Tan solo habían puesto un pie en el gimnasio y la mirada analítica de Momoi les había escaneado de pies a cabezas haciéndoles sentir un poco incomodos ¡¿Es que no podía ser un poco mas disimulada?! Pero cualquier reclamo que hubiera tenido Aomine con la chica murió, al ser jalado, por una fuerza desconocida para el por parte de la chica, hacia los vestidores del gimnasio.
Aomine miro de reojo a Sakurai, el chico aun tenia los ojos un tanto rojos por el llanto liberado minutos atrás ¿Debia decirle a Momoi lo ocurrido con Hiroki? El solo recuerdo del chico producía dentro de Aomine un deseo casi irrefrenable de romperle toda la cada, pero debía concentrarse, Momoi era una chica inteligente por lo que ella les podría ayudar a encontrar alguna solución definitiva.
- Bien…-La voz de Momoi llamo la atención de ambos chicos, quienes parecían estar perdidos en sus propios pensamientos-…Me dirán que paso ¿O no? –Cuestiono cruzándose de brazos de manera impaciente.
Sakurai abrió su boca pero, su garganta estaba seca y su mente en blanco.
- El maldito idiota estaba sobre Ryo…-Solto Aomine, como quien deja caer una piedra sobre un castillo de naipes-…¡Yo pensé eran exageraciones tuyas! –Reclamo a la chica, quien le miro con el ceño fruncido
- Demonios Dai-chan eres tan delicado con algunos temas –Declaro la chica con un evidente tono sarcástico, pero ciertamente el poco tacto de quien es su mejor amigo le sorprendía en demasía - ¿Sakurai están bien?
- Si, no fue nada grave –Susurro incomodo.
¿Por qué justo el? ¡¿Por qué debía ser Aomine quien lo descubriera en una situación tan deplorable?! Sakurai solamente quería ir a casa, encerrase en su habitación, acunarse bajo las mantas de su cama y no salir de allí en años.
Desde que comenzó a jugar basquetball había admirado a los miembros de la “Generacion de los milagros”, especialmente al AS de aquel grupo de prodigios y quien seria su compañero de equipo en Tohou. Se esforzaba por alcanzar un buen nivel para asi ser de ayuda a los demas, para no estorbar a nadie, pero el ser descubierto en una situación tan humillante como la vivida minutos atrás era una pesadilla ¡¿Cómo podría mirar a Aomine a los ojos?!
- No puede ser “nada grave” sakurai – Defendio Momoi en un tono firme, mirando el ligero titubeo en las expresiones del castaño – Puede ser difícil, pero prefiero escucharlo de tus labios antes de que Dai-chan pierda la paciencia y sea el quien me relate todo –Sakurai se estremeció ante aquellas palabras, porque estaba seguro de que eso pasaría mas temprano que tarde
- M-Me intento…violar – Hablo casi en un susurro, pero lo suficientemente alto como para que la chica le escuchara – En los depósitos, me sorprendio por la espalda y…..-
Momoi abrio sus ojos sorprendida, desviando su mirada hacia Aomine para confirmar lo dicho.
Sintio como algo ebullia desde su vientre, subiendo hasta su pecho, llenando todo de una mezcla entre la venganza y la compasión. Momoi sabia de las insinuaciones del otro chico, también como en cada entrenamiento rozaba de manera exagerada su cuerpo con el de Sakurai pero, hablar de un intento de violación era un nivel totalmente diferente.
- Espera ¡Hay que decírselo al entrenador! –Exclamo furiosa, dirigiendo sus pasos hacia las puertas de losvestidores – Le voy a …-pero sus palabras quedaron en el aire al sentir un fuerte apretón en su brazo, reteniéndola -¡¿Dai-chan que haces?!
- No digas nada, Satsuki – Pidio Aomine, liberándola de su agarre
- ¡¿Cómo que nada?! –Cuestiono ante aquella petición - ¡¿Lo viste, no es asi?! ¡¿No piensas hacer algo?!
- Claro que si –Aomine llevo una mano hasta su rostro, intentando no perder la paciencia, debía calmar a Momoi para que pudieran pensar bien las cosas- Piensalo Satsuki ¿Dejaras que todos vean a Ryo como un chico débil que se deja someter asi por otro? ¡Sabes lo que podría ocacionar eso!
Un pesado silencio envolvio el lugar, haciendo que la chica enfriara al instante sus pensamientos.
Aomine tenia razón, si exponían a Sakurai a una situación asi podría ser un arma de doble filo, pero entonces ¿que hacer? Momoi se recargo contra una de las paredes cercanas analizando todo los Pro-Contras de las ideas que empezaban a desfilar por su cabeza, fue allí cuando su mirada se quedo fija en un punto que hasta ese instante había pasado por alto.
- ¿Por qué están tomados de la mano? –Pregunto, señalando las manos unidas tanto de Aomine como de Sakurai.
Un sonrojo invadio las mejillas de Sakurai al recordar que aun mantenían el contacto de sus manos, pero al intentar desvanecer el agarre fue el propio Aomine quien dándole un pequeño apretón se lo impidió. Los ojos castaños le miraron interrogantes aunque no por ello disminuia el color de sus mejillas ¿Qué estaría planeando?
- Es parte de mi idea –Comento Aomine como si fuese lógico. Tanto Momoi como Sakurai le miraron expectante a que continuara – Yo seré el “pretendiente” de Ryo –Declaro con una sonrisa arrogante
Momoi dejo caer su mandíbula mientras sus ojos se abrían completos por la impresión - ¡¿Qué?! – Grito totalmente en estado de shock
- A-Aomi-ne-san….- balbuceo Ryo en similares condiciones a la chica ¿Acaso, estaba hablando en serio?
- ¡¿De donde sacaste esa idea, Dai-chan?! –Momoi llevo una mano hasta su frente intentando ordenar los hechos relatados - ¿Sabes siquiera lo que es ser un “pretendiente”? –Cuestiono, mirando de reojo a Sakurai quien volvia a sonrojarse tras la mención de aquella palabra
- Claro que se su significado, no soy un idiota Satsuki –Reclamo ofendido – Ademas, no creo que la idea sea mala…-Comento llamando la atención de los otros dos-…Piensalo, yo seria una especie de rival para ese idiota –
La mente de la chica hizo “clik” al entender una idea general de lo que estaba pasando por la mente de su amigo.
- Oh, entiendo cual es el punto –Declaro Momoi, analizando con cuidado los detalles, aunque había un punto bastante importante que no encajaba en todo aquello
- Yo aun no entiendo ¿Qué significa? –Pregunto curioso Sakurai, sacando a la chica de sus pensamientos
La sonrisa amplia de Momoi y un brillo desconocido en sus ojos provoco que el castaño sintiera un escalofrio en la espalda; Algo le decía que no se avecinaba nada bueno.
- Yo te lo explicare – Exclamo entusiasmada, dejando con la palabra en la boca a Aomine – Sera mejor que yo lo diga Dai-chan –Comento, mirando ahora a su amigo con una sonrisa divertida – Tu eres demasiado directo y para algo asi se necesita sutileza.
- Callate – Gruño el moreno sentándose en una de las bancas dispuestas en los vestidores – Mejor apresurate, si Imayoshi llega tendremos que esperar hasta después del entrenamiento para continuar hablando –
- Oh ~ Vaya Dai-chan ¡Cualquiera diría que estas impaciente! –Se burlo la chica ganándose una mirada molesta y un murmullo inentendible del otro.
La mirada de Momoi viejo entonces al otro chico allí presente, sintiendo como su pecho se llenaba de algo calido.
Sakurai era uno de los pocos miembros del club de basquetball con los que ella tenia un contacto frecuente fuera de las canchas, continuamente salían de compras, a tomar algún refresco o solamente a pasear. Lo consideraba un hermano pequeño, ya que sakurai despertaba en ella ese instinto maternal que toda mujer poseía, por esa razón cuando noto un cambio de animos en el castaño uso todo sus métodos de persuasión para sacarle la verdad enterándose asi del acosador que tenia. Fue ese día que entendió el sentimiento de “Mama gallina” que tenia Riko con los jugadores de Seirin, porque deseo protegerlo, al mismo tiempo en que deseaba romperle la nariz al sujeto que estuviera acosando al castaño.
- El plan de Dai-chan con respecto al “Pretendiente”…-Comenzo explicando, haciendo comillas en la ultima palabra-…No es para nada mala idea- Sonrio, dándole un poco de confianza al otro- Si Hiroki sabe que hay alguien mas interesado en ti talvez lo piense dos veces antes de acercarse a ti, especialmente si ese alguien es el gruños y problemático AS de Tohou –Declaro la chica con una risilla baja, sacándole una sonrisa a Sakurai – Veras, la idea es que Dai-chan te “coquetee” y tu puedas seguirle el juego, haciéndole ver a Hiroki que estas interesado en alguien mas ¿Entiendes?
- S-si lo entendí –Respondio el castaño sorprendido por la idea que había dado e moreno, pero tal como a Momo,i a Sakurai no le convencía un detalle importante del plan –Pero…-
- ¿Qué sucede?- Hablo esta vez Aomine haciendo que el cuerpo del castaño se estremeciera.
- B-bueno, agradezco mucho su ayuda ¡En verdad, muchas gracias!...pero….-Sakurai miro a Momoi intentando comunicarse con ella de manera telepática pero, aquello solo ocurria en las películas y animes. Suspiro esperando no molestar al moreno con su cuestionamiento-…Aomine-san es conocido en toda el instituto por su fama de ser fans de las chicas hermosas de pechos grandes –Un sonrojo marcado se asentuo en las mejillas del castaño, intentando por todo medio no dirigir su mirada hacia Momoi- El que de un momento a otro este pretendiendo a un chico será muy sospechoso ¿No?
El silencio envolvió todo el vestidor dejando escuchar el rechinar de las zapatillas en la cancha.
Momoi lanzo una carcajada sin contenerse en lo mas minimo ¡Ella había pensado exactamente lo mismo! Aomine por su lado chasqueo la lengua, lanzando una maldición al aire al darse cuenta de que las palabras soltadas por el castaño eran reales; Si comparaba a Sakurai con alguna de las chicas que siempre enmarcaban las revistas que leia, el chico era algo desaliñado y ni hablas de sus atributos físicos porque ¡Era un chico! ¡Un hombre! Demonios, maldijo mentalmente ¡¿Cómo alguien creería que sus gustos habían cambiado tan drásticamente de la noche a la mañana?!
- No importa lo que crean los demás, siempre y cuando ese idiota lo crea el plan será un éxito – Hablo Aomine con el ceño fruncido, mirando molesto a Momoi quien intentaba recuperar la compostura.
- Eso es verdad, nuestro objetivo es alejar a Hiroki –Apunto la chica mientras le sonreía de forma calmada al castaño- Todos tienen un gran respeto por Dai-chan, por supuesto quienes no lo respetan le tienen miedo asi que si es el quien te “pretende” nadie se meterá a decir algo – Sakurai asintió encontrando cierta lógica extraña a las palabras dichas –Pero…-Pauso un momento, dirigiendo su mirada a Aomine-…¿No te molestara que piensen que eres homosexual o algo asi?
- Vamos Satsuki –Sonrio Aomine con una mirada arrogante – Sakurai es un buen chico pero no habría forma que llegase a gustarme en ese sentido –Declaro moviendo su mano dándole poca importancia al tema.
Sonrio de lado ante las palabras dichas por Aomine, dando un pequeño asentimiento, sintiendo como por dentro algo se había movido de manera brusca y dolorosa. Momoi miro de reojo las expresiones del castaño, sintiéndose intrigada por la sombra que cubrió los ojos chocolate de Sakurai por un segundo mientras asentia con una sonrisa que ella etiqueto inmediatamente como falsa.
- Entonces esta dicho –Hablo la chica antes de que el silencio se hiciera presente – Despues que termine el entrenamiento comenzaremos con el plan; Dai-chan debes intentar ser lo mas atento posible con Sakurai aunque sin exagerar…solo se tu mismo-
- ¡¿Qué mierda de instrucciones son esas Satsuki?! –Exclamo el moreno molesto, Sakurai solo sonrio sin poder llegar a imaginarse al otro actuando de manera amable
- Solo, no lose…intenta estar siempre al lado de Sakurai – Declaro Momoi un poco insegura, Aomine la miro con una ceja alzara.
- ¿Algo como Kuroko y Kagami? –Pregunto el castaño, imaginándose a la “Luz y Sombra” de Seirin ante las palabras de la chica. Si había alguien que conociera que estaban siempre juntos era aquel par de chicos, no por nada tenían una sincronización perfecta tanto en la cancha como en la vida diaria.
- ¡Exacto! –Grito Aomine – No puede haber mejor referencia que ese par de tortolos – Rio la chica entusiasmada
- ¡¿Tortolos?! –Cuestionaron al mismo tiempo Aomine y Sakurai, sorprendidos por aquel adjetivo
- No piensen mal, solo estoy bromeando – Aclaro Momoi un tanto sonrojada – Ellos siempre se la pasan juntos, Kuroko ya casi vive en el departamento de kagami y hasta completan las frases el uno del otro son como…una pareja de casados –Rio la chica, divertida por sus propias palabras
- Estas loca – Hablo Aomine con seriedad, logrando que una risilla baja brotara de los labios del castaño ante la mirada ofendida de la chica.
La mirada chocolate viaja desde un punto a otro de manera permanente, divertido con la discusión sin sentidos que estos comienzan a tener acerca de la denominación “Fujoshi” que Aomine le da a la chica, algo que no parece ser muy buena ya que esta frunce notoriamente su ceño pero un marcado sonrojo se instala en sus mejillas. El siente una gran admiración por la amistad que hay entre aquellas dos personas frente a el, tan distintas y tan unidas porque, Sakurai podía estar seguro de que Aomine haría cualquier cosa por proteger a Momoi si esta necesitara ayuda, lo mismo que la chica por el moreno, ellos representaban la definición perfecta de “Amigos de infancia”
¿Estaba bien involucrarlos en sus problemas? No deseaba que nada malo les pasara, o que se vieran envuelto en malentendidos por intentar ayudarle. Suspiro con fuerza, si tan solo fuera mas firme, si tan solo no tuviera tanto miedo talvez podría ponerle un alto por si mismo a Hiroki pero, al tenerle en frente, sintiendo aquella mirada lujuriosa recorrer todo su cuerpo, se congelaba y su mente no era capaz de pensar en nada.
- Sakurai vamos, Imayoshi ya llego, esta llamando a todos – La voz de Momoi lo saco de sus pensamientos, dio una rápida mirada a su alrededor observando como Aomine se encontraba ya en la puerta de los vestidores esperando a que salieran -¿Pasa algo? ¿Te sientes mal? –Pregunto preocupada la chica
- No, es solo que estaba distraído – Mintio.
Al salir de los vestidores se encontraron con todo los miembros del club de basquetball dejando sus actividades para acercarse al escenario que había presente en el gimnacio, donde Imayoshi se encontraba de pie junto a ¿Kise y Kasamatsu? Aomine miro de reojo a Momoi confundido del porque la presencia del capitán y AS de Kahijo allí ¿Qué era lo que había planeado Imayoshi? La idea de un partido amistoso estaba descartada inmediatamente, si fuese algo como aquello solo les avisarían al final de una jornada rutinaria sin la necesidad de reunir a todo los miembros del club un dia sábado en la mañana.
- ¡Todos atentos! –Grito Imayoshi, acallando los murmullos que se hacían sentir en el lugar ante la presencia de los miembros de Kahijo – Ya que Tohou junto con varios otros institutos han alcanzado un alto nivel de rendimiento, el gobierno de japon nos ha seleccionado para participar de un campamento de entrenamiento de otoño, que se llevara a cabo dentro de 3 dias mas – Las palabras de Imayoshi causaron una gran conmocion en todo los presentes quienes se miraban con sorpresa y confucion – Los institutos fueron divididos por pares, donde serán llevados a los mas modernos campos de entrenamientos usados por los jugadores nacionales del país – Imayoshi pauso un segundo para aclarar su garganta – El instituto de Tohou y el instituto de Kahijo fueron elegidos para ir a Osaka, en las montañas de esa zona se encuentra el refugio de entrenamiento al que iremos por 15 dias –
- Imayoshi ¿La asistencia es de todo el equipo? –Pregunto Momoi alzando su mano para llamar la atención del capitán de Tohou, el aludido sonrio asintiendo
- Todo los miembros, tanto antiguos como nuevos deben asistir de forma obligatoria ya que durante los días que estemos entrenando seremos visitados por diferentes managers de universidades tanto nacionales como extranjeras, si por alguna razón alguien no puede asistir debe ser justificado en la dirección del instituto – La emoción de los presentes no se hizo esperar un solo segundo - ¡Aun no he terminado! –Exclamo, haciendo que todo el gimnacion se sumiera en el silencio, era conocido el mal carácter que tenia el capitán de Tohou por lo que ninguno deseaba hacerlo enfadar – Ya que el instituto de Kahijo será nuestro compañero se ha decidido que ambos clubes se reunirán en este gimnacio para esperar los buses que enviara el gobierno a recogernos…-Explico de manera calmada, mirando de reojo a Kasamatsu-…bueno, la fecha y horario se lo dejare al capitán de Kahijo ¿Estas de acuerdo Kasamatsu?
La mirada de Aomine viajo inmediatamente hacia donde estaba el aludido, alcanzando a observar un ligero movimiento de labios antes de avanzar hacia el frente del escenario donde se encontraba Imayoshi, quien se hizo a un lado para cederle el lugar. Los murmullos no se hicieron esperar, después de todo Kasamatsu era conocido por ser uno de los mejores capitanes y “bases” a nivel nacional, eso y su riguroso entrenamiento. Una mirada aburrida se poso en las ordes azules de Aomine, recordando a su vez la confesión hecha los Kise aquella mañana ¿Qué habría de interesante en aquel chico para llamar la atención de su rubio amigo?
Kasamatsu endureció la mirada, aclarando ligeramente su garganta para luego mirar al frente, un tanto molesto por los murmullos poco disimulados que llegaban hasta sus oídos.
- ¡Atencio! –Grito con fuerza, con un semblante duro y una mirada afilada.
Todos dentro del gimnacio se irguieron de forma automática, como un soldado al que se le llama la atención. Aomine sonrio de lado, divertido, incluso el se había movido de forma automática ante aquel grito, era realmente increíble el poder de autoridad que emanaba de kasamatsu siendo aun mayor que el del propio Imayoshi. Miro de reojo en dirección a Kise sintiendo ganas de soltar una carcajada al ver como el rubio miraba con total admiración a su capitán ¡Era como un cachorro mirando a su amo! Mordio su labio reprimiendo la risilla burlona que estuvo a punto de salir ante su propia comparación.
- Todos los miembros del club tendrán que confirmar su asistencia hasta mañana a las 6:30 de la tarde, quienes no puedan asistir deberán justificarse con la dirección de su instituto –La voz de kasamatsu se escuchaba firme sin dejar lugar a que alguien siquiera pensara en interrumpirle – El martes 23 de noviembre a las 7: 00 de la mañana todo los miembros del club deben estar presentes en este gimnacio donde se reunirán con los miembros del club de Kahijo –Explico, tragando saliva para poder continuar- A las 7:30 llegaran los buses que nos llevaran al refugio de entrenamiento ¡Quien no llegue a la hora y pierda el bus tendrá que costear su propio traslado hacia Osaka!- Los miembros nuevos del club dieron un pequeño salto ante la exclamación de kasamatsu, haciendo énfasis en aquella condición – Quienes no estén registrados en el refugio para el termino del dia martes, serán automáticamente expulsados del club de basquetball asi como tendrán una sanción diciplinario impuesta por el instituto ¡¿Entendido?!
- ¡Señor, si señor! –Respondieron todos a coro, con excepción de Aomine quien intentaba no reírse del poder absoluto que tenia kasamatsu con los miembros de Tohou. Cierto era que no quería imaginar como seria un entrenamiento con un capitán asi
- Bien, eso es todo –Hablo esta vez Imayoshi, con una sonrisa totalmente complacida – Al campamento pueden llevar todo lo que deseen, los únicos artículos prohibidos son el licor o los objetos cortopunzantes, por hoy daremos por terminado el entrenamiento para que vayan alistando todo lo necesario –Declaro – En la dirección del instituto estarán los números de contacto en el caso de que alguno de sus padres no crea la asistencia obligatoria ¡Bien, pueden irse!
No se hizo esperar para que los gritos de emoción llenaran el lugar, asi como las platicas de que cosas llevarían al campamento de entrenamiento y las posibilidades de ser elegido por los managers de universidades importantes. Aomine bostezo, realmente no estaba muy emocionado, el ya tenia varias solicitudes de becas universitarias por lo que no habría mucha diferencia entre ir o no, aunque el poder ver los refugios de entrenamiento que usaban los equipos profesionales era una oportunidad que no tendría todo los días. Talvez no seria tan malo ir, porque aunque quisiera o no la asistencia era obligatoria.
- Aominecchi – Grito Kise saltando desde el escenario y corriendo hacia donde se encontraba el moreno, junto a Sakurai y Momoi – Oh Momoicchi –Saludo también al ver a la chica, pero su sonrisa titubeo un momento al ver al castaño que estaba allí –Oh…hum….-
- Sakurai Ryo, un placer –Se presento el castaño sonriéndole amable al rubio, quien se sonrojo apenado al no poder recordarle.
- ¡Lo lamento! Nunca habíamos sido presentados oficialemnte –Se excuso rascando ligeramente su mejilla- Un gusto, Sakurai
- Bueno, si nos disculpan chicos…-Hablo esta vez Momoi, jalando del brazo al castaño -…Con Sakurai iremos de compras a la tienda deportiva de mi abuelo a ver los implementos que puedan ser útiles en el campamento- Declaro, arrastrando al aludido hacia las gradas que estaban cerca de la puerta del gimnacio para asi poder tomar sus cosas y dirigirse hacia el centro de la ciudad- ¡Nos vemos chicos!
- Un placer conocerlo, Kise-san –Se despidió rápidamente Sakurai agitando su mano.
Una sonrisa sincera apareció en los labios del castaño al encontrarse con la mirada de Aomine, una despedida muda que había sido observada por unas curiosas ordes ambarinas.
Kise no podía destacar mucho en los estudios por su inteligencia pero, era imposible no notar que algo escondía Aomine con relación hacia aquel chico nuevo, Sakurai.
- Antes que metas tu nariz en donde no debes…-La voz de Aomine llamo la atención de Kise al instante, sintiéndose descubierto InFragantti-…No pienses nada raro ¿Esta bien? –Kise asintió, haciendo un puchero ante la actitud cortante del moreno
- Pero algo pasa ¿No? –Pregunto entrecerrando los ojos- ¿Qué es?
- Mira a Sakurai –Pidio Aomine con una voz gruesa, apretando ligeramente mas los puños - ¿Vez al chico que esta sentado justo al lado de donde esta Satsuki ?
Kise entrecerró los ojos, siguiendo las indicaciones de Aomine pudo observar a uno de los nuevos miembros del club de basquetball; Cabello castaño oscuro un tanto rizado, de orden negras, alto pero de contextura gruesa. La mirada ambarina detallo con sumo cuidado la escena que se desarrollaba alrededor de aquel chico y Sakurai, teniendo en todo momento a Momoi en medio de ambos, pero había algo extraño a simple vista, aunque no lograba descifrar que era. Kise ladeo un poco la cabeza, y allí lo vio, un instante breve en el que Momoi se había volteado para recoger un papel que había caído de su bolso, las manos de aquel chico se dirigieron inmediatamente hacia las piernas de Sakurai dándole una caricia leve.
- Eso fue …. – Hablo Kise procesando lo observado. Momoi al mismo tiempo tomaba del brazo a Sakurai, llevándoselo lejos del gimnacio, ignorando completamente lo ocurrido segundos atrás-…Ellos, son…-Pero las palabras que había estado por soltar se atoraron en su garganta al ver la mirada asesina que se dibujaba en las ordes de Aomine
- Tengo que pedir tu ayuda, Kise –Siseo el moreno, desviando la mirada de Hiroki antes de que perdiera el control y cometiera una locura – Necesito que tu y kasamatsu me ayuden con un plan
- ¿Eh? – Comento el rubio confundido, pero dando un asentimiento de todas formas.
La mirada de Aomine destilaba furia al ver la sonrisa satisfecha que había dibujado Hiroki tras la salida de Sakurai ¡Era un verdadero enfermo! No solo había intentado violar al castaño esa misma mañana, sino que no perdia la oportunidad de tocarle. Cerro los ojos calmándose a si mismo. Un sentimiento de determinación se poso en su mirada, acompañados de una sonrisa arrogante que le daban un aire totalmente intimidante. Kise le observo de reojo, expectante de que era aquello que Aomine necesitaba, algo realmente importante pensaba para si el rubio.
- Necesito que divulgues el rumor de que me gusta Ryo, por lo que pienso convertirlo en mi novio – pidió de manera firme, sin borrar la sonrisa de su rostro.
- ¿Ryo? – Cuestiono confundido, recordando entonces al chico castaño que se había presentado frente a el; Sakurai Ryo – ESPERA…¡¿QUE?! –Exclamo atonito – Aominecchi ¿Te sientes bien? –Cuestiono algo perdido, pensando se trataría solo de una broma
Aomine lo había decidido en ese mismo instante, iba a proteger a Sakurai de aquel chico, de todo aquel que se acercara con alguna intención negativa. Porque el sentimiento que había invadido el pecho de Aomine aquella mañana luego de ver el rostro húmedo del castaño, no deseaba volver a sentirlo, porque la mirada chocolate que había presenciado esa mañana se había grabado a fuego en su mente, porque no deseaba verlo en aquella condición nuevamente; El protegería a Sakurai, aunque no tuviera claro el porque.
...Continuara