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Otoño por Miku_shinee

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Notas del capitulo:

Buenos dias a todos~
¿Como han estado? Primero que nada quiero agradecer a todas las personitas que siguen mi fic, especialmente aquellas que se toman un momento para comentar, decir que me animan es poco.
Deje de escribir por mucho tiempo y regrese con este fic luego de ams de tres años...ver que les gusta la trama y que comparten sus opiniones realmente me alegra el dia :D

Sin mucho mas que decir, les dejo este cap :D 
¡Disfrutenlo!

Escucho a lo lejos los gritos de su madre acompañados de el tintineo irritante de unas campanas, se envolvió en las mantas de su cama, lanzando un bostezo al aire sin intención alguna de abrir sus ojos. El frio de aquella mañana era considerable, el dia anterior había llovido de manera tempestuosa por lo que la temperatura en la ciudad debía ser muy baja ¿Por qué debía salir de su cama tibia? Ya lo había decidido, se quedaría en cama esa mañana, siempre podía mandarle un mensaje a Momoi pidiéndole lo cubriera con los profesores, después de todo no era ninguna sorpresa que faltara ¿O si?

Escucho la voz de su madre despidiéndose de el desde el primer piso de la casa, deseándole un buen dia. Sonrio un poco, susurrando también un “Ve con cuidado, madre” que la mujer jamas podría escuchar. Tenia una relación muy buena con su madre, aunque se llevaba bien con su padre era su progenitora quien le ayudaba en todo desde que tenia memoria. El recuerdo de los ojos orgullosos de ambos cuando les comunico su asistencia al campamento de entrenamiento, fue algo gratificante, un sentimiento tan calido que le había hecho sonreir como nunca, compartiendo en aquella cena familiar viejos recuerdos de los primeros partidos a los que asistió siendo solo un “novato” mas. No podía decir que todo siempre estaba bien, durante su época en teiko cuando perdió el amor por el basquetball se volvió alguien diferente no solo en la cancha sino también con su familia y amigos, porque aunque sus amigos sufrieron por sus actos egoístas y narcisistas, su familia sufrio también al ver como su único hijo se destruia y alejaba a todos de su lado, aquella época oscura que hoy formaba parte del pasado.
“Los mejores” Aomine lo sabia bien, tanto su padre como su madre le habían recibido con los brazos abiertos cuando perdió aquel partido contra Seirin; Su madre con su comida favorita y unas cuantas cervezas para pasar el “trago amargo”, mientras su padre le había abrazado con fuerza dándole luego una palmada en el centro de su espalda, invitándole a cenar juntos. Porque mas tarde aquella noche Aomine se enteraría por un mensaje de Momoi, que sus padres habían asistido al partido, que lo habían visto jugar, lo habían visto perder y aun asi, lo habían esperado hasta su regreso a casa para comer juntos.

Sonrio de forma sincera, ante los recuerdos que llegaban a su mente, una mueca que las mantas cubrían completamente. Se encogio en la cama, dispuesto a volver al país de los sueños cuando escucho el timbre de su celular inundar la habitación, aquel tono advertia un nuevo mensaje.

-          ¿Dónde esta..?- mascullo, tanteando el suelo alrededor de su cama.

Tomo el teléfono, abriendo apenas los ojos para leer el contenido del mensaje, ni si había molestado en ver de quien se trataba ya que la única persona que podía enviarle un mensaje a esas horas del dia era Momoi.

-          Lo esperare en la entrada este de la estación Asakusa de la Linea Ginza….-Aomine abrió ambos ojos, leyendo con mas atención el resto del mensaje-…tuve que adelantarme para acompañar a mi madre en algunas cosas, estare esperándolo aquí, Aomine-san-

¿Aomine-san? Penso, soltando el teléfono para enterrar su cabeza en la almohada ¿Quién seria? Eran realmente pocos quienes le llamaban de aquella manera tan formal. Abrio sus ojos de golpe, tomando el teléfono nuevamente, leyendo rápidamente el remitente del mensaje.

Demonios.

Sintio como si su cuerpo hubiera sido empapado por una cubeta de agua fría, esa fue la sensación que recorrio su cuerpo al saltar de la cama en busca de su uniforme y posteriormente correr al baño para preparase ¡Lo había olvidado completamente! Tenia menos de 10 minutos para llegar al lugar indicado por Sakurai, tendría que correr a todo lo que dieran sus piernas si deseaba llegar a tiempo.

Se detuvo de golpe, completamente desnudo bajo el chorro de agua tibia que empapaba su cuerpo

¿Por qué estaba tan ancioso? No era propio de el, el era alguien calmado aunque con un carácter explosivo, eso no lo negaba. Recordo el rostro de Sakurai cerca del suyo, aquellos momentos que compartieron cuando lo había acompañado hasta su casa. Realmente Aomine podía decir que era la primera vez que conocía algo mas concreto de alguno de sus compañeros de basquetball, aunque tenia una relación de “respeto” ahora con gran parte de los miembros del club, rara vez intercambiaba alguna palabra con alguno de ellos fuera de las canchas. No eran amigos, eso estaba claro, aunque podían llegar a catalogarse como “Buenos compañeros” después de todo, Sakurai era con el único con el que jamas había tenido alguna discusión o conflicto. Pero ¿Debia mostrarse tan entuciasmado? Todo el mundo conocía lo impuntual, despistado y muchas veces irresponsable que era con algunos temas, especialmente con aquellos que implicaban levantarse temprano para asistir a clases, entonces ¿Por qué estaba tan acelerado? ¿Por qué no enviar un mensaje a Sakurai pidiéndole juntarse en la entrada del instituto? ¡No! Se dijo a si mismo, cerrando de golpe en agua de la ducha, saliendo de esta para secarse correctamente.

-          Ese idiota seguramente le saltara  encima si lo ve solo –Murmurro Aomine, comenzando a vestirse mientras su mente le mostraba varios escenarios que podrían estar ocurriendo entre Sakurai y Hiroki mientras el no estuviera –Maldito idiota –Gruño en voz alta, saliendo ya completamente arreglado.

Tomo su mochila asegurándose de tener todo lo necesario salio de la casa, comprobó que tanto las ventanas como la puerta estuviera correctamente cerrada antes de emprender su camino hacia la estacion. Sonrio mientras mordia una manzana que había tomado de la cocina antes de salir, un desayuno ligero.

-          Bien, esto será como un entrenamiento matutino –Se dijo a si mismo. Sacando su teléfono tecleo rápidamente un mensaje para el castaño – Bien-  Suspiro guardando el celular, acomodándose la mochila para comenzar la carrera.

Tenia 4 minutos para llegar a la estación, habían cerca de 25 calles de distancia; Un reto interesante, pensó para si el moreno emprendiendo su carrera.

&

Anoto con suma precisión los detalles que deba su profesor, sin dejar de lado algún termino que pudiese ser usado en algún examen. Solto un breve suspiro desviando su mirada hacia el reloj de la sala de clase, donde las manesillas del reloj marcaban tan solo siete minutos para el termino de jornada dejándoles libres para ir a almorzar.
Aquella mañana había sido extrañamente mas ligera que otras, no es que fuese un alumno flojo, al contrario le gustaba mucho el tomar apuntes durante las clases, pero las mañanas de cada lunes eran especialmente agotadoras aunque ese dia podía aplicarse como una excepción. Se permitio un minuto mirar por la ventana a su lado, observando el cielo despejado y las calles aun húmedas por la lluvia del dia anterior, recargo su barbilla contra la palma de su mano dibujando una pequeña sonrisa divertida al escuchar detrás de asiento unos ligeros ronquidos.

Su rostro se giro solo un poco, permitiéndole observar de forma disimulada la cabellera azulada que descanzaba sobre la mesa a sus espalda, con ambos brazos simulando una almohada y el rostro totalmente cubierto; Aomine Daiki volvia a dormirse en clases, aunque aquello no era realmente ninguna novedad ¿Por qué el profesor no decía nada? Aomine era uno de los tres mejores estudiantes de la clase, a pesar de no asistir ni siquiera la mitad del semestre, apareciendo solo para los exámenes finales de cada materia. Su excelencia en deporte y sus impecables calificaciones, lo habían uno de los alumnos modelo para el instituto y por ellos un “Intocable”, claro, siempre y cuando mantuviera aquel alto nivel.

¿Podria Aomine ser un prodigio mas alla del deporte?

Sakurai no lo dudaba, en muchas ocaciones el moreno le había corregido algunos apuntes que había tomado mientras el otro supuestamente dormia. Siempre quiso saberlo, el poder preguntarle por sus habilidades fuera del basquetball pero ¿Cómo hacerlo? Aunque eran compañeros, siempre había alguna especie de muralla separándolo del resto.

-          La diferencia de un prodigio y alguien ordinario –Susurro para si el castaño mientras volvia su atención al frente, divagando.

No era solo Aomine. Sakurai había podido sentir aquella misma murralla o brecha al conocer al resto de la “Generacion de los milagros” aunque no de la misma intensidad; Si podía llegar a etiquetarlos podía decir que la brecha de separación entre Murasakibara, Midorima y sus respectivos equipos era un poco mas débil que la de Aomine, por su lado Kise poseía una brecha aun mas pequeña como si fuese solo un pequeño muro, pero era Akashi quien se posicionaba sobre todos, la brecha que había entre aquel chico y su equipo era enorme, el solo compararla con los demás miembros de la “Generacion de los milagros” era algo irreal. Y al final estaba Kagami, el miembro no reconocido de la genracion de prodigios, con el pelirojo todo era diferente ya que no había brecha alguna, no había un punto divisorio entre el y sus compañeros eran un equipo unido, consolidado: Un equipo que Sakurai admiraba desde antes de su derrota contra ellos en el anterior torneo.

-          Ryo – Dio un pequeño salto de la imprecion an escuchar aquella voz gruesa tan cerca, percibiendo el cosquilleo de un aliento ajeno rozar el lóbulo de su oreja

 

-          A-aomine-san –Llamo al girar su rostro encontrándose con la mirada interrogante del moreno - ¿Qué sucede? –Pregunto mirando a su alrededor, dándose cuenta de que las clases ya habían terminado

 

-          Hora de almorzar, vamos – Sakurai asintió aun un poco perdido, era la primera vez que perdia tan profundamente en sus pensamientos.

Salieron del salón rumbo a los jardines cerca del gimnacio donde sabia estaría Momoi, ambos habían estado de acuerdo en comer con la chica en lugar de ir a la cafetería del instituto ya que a esa hora puntual, era un verdadero campo de batalla. Aomine lanzaba comentarios al azar, sin tocar realmente algún tema interesante, una platica tranquila con un silencios a ratos bastante comodo.

-          ¡Dai-chan! ¡Sakurai! –Ambos detuvieron sus pasos al escuchar aquel timbre de voz, reconociendo enseguida a su dueña – Que bueno que los encontré

 

-          ¿Qué pasa, Satsuki? – Pregunto Aomine alzando una ceja al ver la agitación de la chica, se notaba que había estado corriendo un buen rato

 

-          Oh, no es nada importante – Sonrio la chica de manera despreocupada, logrando que una pequeña venita apareciera en la frente del moreno – Hoy no podre almorzar con ustedes –Aviso rápidamente, juntando ambas manos frente a ella en un gesto de disculpa

 

-          ¡¿Eh?! ¿Y eso, porque? –Interrogo Aomine sin disimular para nada su inconformidad con la noticia

 

-          Wakamatsu me pidió ayuda con algunas cosas para el campamento de entrenamiento…-Comento diciendo con un casi imperceptible sonrojo, un detalle que paso por alto ante los ojos del moreno pero no ante el castaño-…Le había prometido ayudar el sábado antes de irme con sakurai, la verdad con todo lo que paso ese dia lo olvide ¡Lo siento! –Se disculpo nuevamente, mirando expectante a los dos chicos frente a ella

Aomine chasqueo la lengua, no era culpa de Momoi haberlo olvidado conocía lo ordenada y programada que era la chica con todo sus compromisos pero llegaba a justificar su confucion, después de todo la sucesión de hechos era bastante complicada. Asintio con algún de desgano, de igual formo lo hizo Sakurai compañado de una sonrisa amable.

-          Los compensare –Comento feliz abrazandose a Sakurai, quien se sonrojo un poco ante el contacto repentino de la chica - ¡Casi lo olvido! –Exclamo con una sonrisa divertida mirando en dirección a Aomine – El capitán del club de atletismo esta bastante interesado a que te unas a su equipo –Informo conteniendo una risilla, tanto Aomine como Sakurai se miraron interrogantes

 

-          ¿Has estado durmiendo bien? ¡¿A que demonios viene eso?! –Exclamo Aomine con fuerza llamando la atención de todos los estudiantes que estaban alrededor

Momoi uso todo su autocontrol para sacar su teléfono, buscando aquel video que había grabado ella misma aquella mañana de camino al instituto. Tomo aire, mostrando una sonrisa torcida, con la comisura de sus labios bailando a punto de explotar.

-          ¿E-esto…es…? – Sakurai miro con cuidado el video que se reproducia de manera repetitiva, mostrando lo que podía identificar como un “relámpago negro” - ¿Qué es?

 

-          ¡ES AOMINE!- Grito Momoi sin poder contenerse mas tiempo, Sakurai abrió sus ojos sorprendido tomando el teléfono entre sus manos para ver con mas atención el video

 

-          ¡Satsuki cállate! –Gruño el moreno con un notorio sonrojo en las mejillas.

 

-          Dios mio~ No solo te vi yo, varios mas te vieron entre ellos el capitán del equipo de atletismo –Explico la chica aun riéndose, llevando una mano a su estomago el cual comenzaba a dolerle - ¿A cuanto corrias? Eras mas rápido que Usain Bolt –Agrego la chica

 

-          Sat-su-ki –Llamo Aomine con un tono de advertencia. La aludida tomo una gran bocarada de aire haciendo una cuenta regresiva para luego recobrar la compostura sin dejar de lado una sonrisa divertida – ¿No tenias que ir a ayudar al idiota de Wakamatsu? –Le recordó un tanto molesto

 

-          Si, los dejo chicos – Los ojos de Momoi brillaron, soltándose del brazo de Sakurai se despidió con un gesto de manos para salir corriendo rumbo a los gimnacios

La mente de Sakurai aun procesaba la insformacion entregada por Momoi de manera lenta ¿Qué habría hecho correr a Aomine de auqella manera? Si lo pensaba bien, el moreno no le gustaba mucho mostrar sus habilidades deportivas en otras áreas a parte del basquetball, solo cuando eran competencias entre clubes del mismo instituto era Aomine junto con Wakamatsu quienes sacaban los primeros lugares pero, ver aquel video le había dejado sorprendido no solo por la situación sino también por la gran velocidad que podía alcanzar el moreno si se lo proponía “…mas rápido que Usain Bolt” recordó las palabras de Momoi, y no pudo estar mas deacuerdo.

-          ¿Azotea o biblioteca? –Pregunto Aomine, logrando que Sakurai lo mirado totalmente perplejo –Para almorzar

 

-          ¿Ah? ¿Biblioteca? –Respondio un tanto inseguro, pero al otro no le importo mucho, comenzando a caminar rumbo al destino elegido por el castaño

 

-          ¿Tus padres saben del campamento de entrenamiento?  - Pregunto Aomine para cambiar de temas, esperando que el otro no hiciera alguna pregunta

 

-          Si, les deje un mensaje –Contesto el castaño de manera calmada divisando a lo lejos el edificio de la biblioteca ¿Estaria permitido comer allí? Se pregunto internamente algo dudoso

Aomine mantuvo la mirada fija en Sakurai un par de segundos intentando entender la respuesta del castaño ¿Un mensaje? ¿Por qué tendría que dejarles un mensaje si los ve a diario? La boca del moreno se torcio en una mueca que mesclaba la confucion y la molestia, no le agradaba quedarse con la duda pero tampoco estaba bien inmiscuirse en asuntos privados “Talvez solo trabajan mucho” pensó Aomine restándole importancia.

A lo lejos, unas ordes negras observaban a ambos chicos con recelo.

Los pelos de su nuca se erizaron de manera intensa, al mismo tiempo en que su instinto le advertia de alguien a sus alrededores que le miraba de forma amenazante. Su mirada se paseo por todo su alrededor con bastante disimuo encontrando pronto la fuente de su incomodidad; Hiroki les observaba desde algunos metros, justo al lado derecho de donde estaba Sakurai, pero el castaño parecía totalmente ajeno a la presencia de su acosador personal.
¿Por qué no dar inicio con su plan en ese mismo momento? Una sonrisa de medio lado se instalo en sus labios, acelerando un poco el paso para quedar justo al lado de Sakurai quien le miro interrogante.

-          ¿Pasa algo Aomin…?

 

-          Ryo –Llamo el moreno usando una voz ronca que erizo por completo cada vello del cuerpo del castaño al tiempo que una mirada juguetona lo observaba de manera penetrante – Ya lo he dicho ¿no? –Susurro de manera casi confidencial acercándose de manera peligrosa aal rostro contario – Dime Daiki –Una de las manos de Aomine se poso en la cintura del otro, sorprendiéndose a si mismo de la delgada complexión de Sakurai

 

-          Y-yo…-La mente de Sakurai estaba hecho un desastre ¿Qué significaba aquel cambio de actitud? Fue entonces que parte de su cerebro dejo de lado la sorpresa inicial para darse cuenta de lo que ocurria realemnte - ¿H-hiroki? –Susurro al viento siendo perfectamente escuchado por el moreno

 

-          Correcto – Respondio Aomine desviando sus labios hasta la oído del castaño, haciendo aun mas escasa su distancia – Sigueme el juego, Ryo – Susurro de manera coqueta, dando una sonrisa victoriosa al sentir el estremecimiento del cuerpo contrario.

Aquello no era parte de su plan, no lo era, pero fue inevitable el querer provocar mas sensaciones en aquel pequeño cuerpo. Aomine lo sospechaba desde el primer momento; Sakurai no tenia experiencia alguna tratando con coqueteos, el chico era demasiado inocente como para imaginarlo en plan amoroso con alguien. Era por eso que Aomine disfrutaba de las reacciones algo torpes del castaño, encontraba cierto deleite en ello, acciones que hacían estremecer su propio cuerpo de manera inconciente.
Se separo solo un poco, mirando de reojo como Hiroki les observaba con la boca abierta aunque claro no era solo el chico, varios alumnos que estaban cerca de ellos les miraban de diversas formas; Sorprendidos, emocionados, molestos y claro nunca faltaban los raros, como denominaba Aomine a las chicas que se hacían llamar asi mismas “Fujoshis”

-          Vamos a almorzar – Hablo Aomine sin desvanecer el agarre de su mano en la cintura del otro, lo menor era dejar las cosas allí por el momento, su plan había resultado mejor de lo que esperaba

 

-          Si, A-aomi…- Las palabras de Sakurai se atoraron en su garganta al sentir el ligero apretón en su cintura acompañado de una mirada coqueta por parte del moreno- Digo…Si, Daiki-san –Se corrigio a si mismo sonrojándose aun mas de lo que ya estaba

Caminaron rumbo a la biblioteca bajo la mirada atenta de todo los presentes, con el murmullos de sus voces haciendo eco en todo el lugar; Para el final del dia serian el tema de todo el instituto sin duda alguna.

La biblioteca tal como lo esperaba Aomine estaba completamente vacia, a escepcion claro esta de la persona encargada de cuidar el lugar.  Hicieron un gesto de revelencia ante la mujer para luego dirigirse hasta el final del lugar donde se encontraba la sección de revistas economía extranjera, una de las secciones mas olvidadas de todo el amplio edificio; El lugar perfecto para almorzar tranquilamente.
Aomine sonrio satisfecho al ver como el sonrojo de las mejillas de Sakurai no se desvanecia, y por supuesto también estaba el pequeño temblor de su cuerpo, como si fuera un cordero en manos de algún lobo. Solto una risilla baja ante sus propios pensamientos pero ¿Cómo evitarlo? El chico era realmente torpe, lo que causaba que se viera un tanto adorable ante los ojos del moreno

Esperen ¡¿Qué?!

Aomine detuvo sus pasos de golpe consternado ante aquel termino usado de forma inconciente ¿Adorable? ¿Cuándo había sido la ultima vez que había usado aquel termino en alguien? No lo recordaba realmente, no al menos dirigido a algún hombre. Sacudio su cabeza despejando sus ideas, sintiendo como el cuerpo de Sakurai se alejaba del suyo, como aquel calor suave que había estado por esos minutos a su costado derecho era ahora reemplazado por el vacio.

-          Aomine-san traje dos bentos ¿Quiere? –

No hubo necesidad de una respuesta, la sonrisa amplia que surco el rostro del aludido fue mas que suficiente.
Comieron en calma, intercambiando comentarios tanto de basquetball o algún otro deporte que habían practicado antes, asi como de cosas triviales como la receta para hacer aquellos onigiris que Aomine devoraba uno tras otro. La comida de Sakurai era realmente deliciosa, aunque tuviera forma un tanto infantiles para el gusto del moreno.
Quedaban solo dos días para el campamento de entrenamiento, era allí donde su plan  se pondría completamente en marcha con la ayuda de Kise, solo quedaba esperar. Se recostó boca arriba, pasando ambos brazos por detrás de su cabeza, contemplando el techo de la biblioteca mientras escuchaba  a Sakurai tararear alguna canción que no pudo reconocer.

-          Aomine-san ¿Quiene algo de te? –Pregunto el castaño sin recibir respuesta alguna, giro su rostro encontrándose con el cuerpo del aludido tendido a su lado. Dormido

Una sonrisa nerviosa bailo en los labios del castaño, guardando una de las tasas que había preparado.

Llevo una mano hasta su pecho soltando un suspiro que había estado conteniendo por varios minutos, el palpitar de su corazón era fuerte, acelerado, como si hubiera estado corriendo por todo el instituto. Sabia que era parte del plan de Aomine, después de todo, el mismo moreno asi lo explico pero ¿Cómo controlar sus nervios con la cercanía del otro? Era algo totalmente imposible, no solo por el hecho de que se trataba de una invacion a su espacio personal, sino que era justamente  porque se trataba de Aomine ¿Aquello no estaba bien, verdad? El no debía reaccionar asi, su corazón no debería latir tan ancioso, su cuerpo no tendría que estremecerse tanto ni querer acercarse mas, el no debía pensar en nada extraño. Aomine le estaba ayudando. Sakurai no podía dejar de estar agradecido por ello, ambos estaban formando un lazo mas cercano donde podrían llegar a ser buenos compañeros talvez, hasta amigos, entonces ¿Por qué se sentía tan inconforme al pensar en aquello ultimo?

 

...Continuara

Notas finales:

¿Que tal? ¿Quejas? :D

Por temas de tiempo, puede que actualice el siguiente cap mañana -si tengo mi meta de comentarios cumplida- sino, tendria que actualizar el miercoles (Tengo mushisimo trabajo esta semana) :(

Un beso gigante a todas las personitas que leer.

Un adelanto del cap5:

-          Kise –Llamo haciendo que el aludido levantara un poco su mirada momento en que aprovecho para estampar en la cara contrario su mano, empujando a su rubio amigo lejos de su persona – Sientate con alguien mas

 -          Pero… - Protesto Kise desviando su mirada en ese momento hacia el castaño que se encontraba junto a Aomine. Sonrio triunfante- ¡Sakurai tu te sentaras conmigo! –Dicto, moviéndose con agilidad propia de él se aferro al brazo del aludido

-          ¿E-eh? – Sakurai abrió los ojos sorprendido, boqueando sin poder hallar alguna palabra inteligente

-          ¿¡Que?! Oh no – 


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