Froto sus manos con fuerza, creando una pequeña sensación de calidez en sus palmas que ayudaba a contrarrestar en algo el frio de aquella mañana. Miro a su alrededor observando las pocas personas que a esas horas ya se encontraban en camino a sus trabajos, un panorama totalmente diferente a la aglomeración que vivía toda las mañanas al tomar el tren hacia el instituto. Dirigio su mirada hacia el gran reloj situado en medio de la estación, donde las manecillas anunciaban las 6:33 am, miro a su alrededor buscando con su mirada chocolate la figura alta del AS de Tohou ¿Habria pasado algo? Fue la pregunta que irremediablemente atravesó su mente al ver como su compañero aun no hacia acto de presencia, el hecho de que esté se hubiera quedado dormido era una gran posibilidad. Suspiro, sacando el teléfono desde el bolsillo de su chaqueta
- Aomine-san –Susurro, leyendo uno de los pocos contactos que tenia agendados en ese nuevo chip
Sakurai sonrio un poco, recordando días atrás, cuando el moreno le entrego aquel nuevo chip ayudándolo con el “Acoso telefónico” que vivía desde hacia varias semanas. Guardo su teléfono, esperaría un poco mas.
En aquellos dos días en que había estado compartiendo mas con Aomine, el otro nunca llego con un retraso de mas de cinco minutos cada mañana, algo totalmente sorprendente si tenia en cuanta la impuntualidad de la que tenia bastante fama. Su relación había cambiado en varios sentidos; Tenian un poco mas de confianza el uno en el otro, por supuesto no era algo realmente notorio a los ojos de todos pero Sakurai si lo podía percibir, un claro ejemplo era el que Aomine había comenzado a contarle relatos de sus años en Teiko, como fue la “Generacion de los milagros” antes de que el ego de todos los separara. Él lo sabia gracias a Momoi, que todo lo relacionado a sus años en Teiko era un tema delicado para el moreno, por ello, el que Aomine comenzara a contarle pequeñas anécdotas le había sentir feliz, en confianza con el otro. Sus conversaciones no eran tan triviales como solian serlo antes, tanto en las mañanas, como a la hora de almorzar o de regreso a casa ambos solian tener pequeños debates de algo que les hubiera llamado la atención como alguna película de estreno, alguna canción de moda, algún campeonato de basquetball profesional, o a veces simplemente por que tipo de café era el mejor; Americano o capuchino.
- Oi Ryo – Su nombre dicho por aquella gruesa voz le regreso de golpe a la realidad, girando su rostro para ver la mirada penetrante que había sobre su cuerpo - ¿Listo?
- Si –Respondio, tomando el bolso que había aun lado de donde se encontraba de pie – Buenos días, Aomine-san –Saludo correctamente, asegurando a su vez la mochila que cargaba en su espalda
- Buenos días –Devolvió el saludo el moreno, un gesto de cortesía al que todavía no podía acostumbrarse totalmente, aunque se tratara solo de un simple saludo – Los demás ya están en el instituto –Comento emprendiendo camino hacia el interior de la estación
- ¿Si? –Cuestiono Sakurai, curioso - ¿Kise-san?
- Si –Suspiro Aomine fastidiado, arrugando visiblemente el entreceño –El idiota estaba euforico porque pasaría a buscar a kasamatsu a su casa – Explico sacando su teléfono
- ¿Eh? – Exclamo Sakurai un tanto curioso y confundido.
El imaginarse al hiperactivo rubio de la “Generacion de los milagros” nervioso era algo nuevo para el y su limitada imaginacion. Aomine busco entre los mensajes de su telefono, sonriendo al releer el texto que lo había despertado esa mañana ¡Se había reído tanto al imaginar la cada de emoción del rubio! Sonrio pasando el teléfono al castaño quien le miro curioso.
- Aominecchi~ Sempai me envio un mensaje pidiéndome que pasara por el esta mañana ¡Puedes creerlo! Estaba tan emocionado que me desperté casi dos horas antes ¡Estoy tan nervioso y feliz! No quiero fallarle a Sempai – Leyo en voz baja sakurai, pestañeando un par de veces para procesar el contenido al tiempo que una voz digitalizada anunciaba el arribo del próximo tren
Subieron en silencio, quedando cerca de las puertas de acceso para no tener problemas al bajar en la estación correspondiente. La mente de Sakurai repasaba nuevamente las palabras leidas momentos antes.
No quería hacerse alguna idea equivocada, no quería malinterpretar el mensaje que había enviado kise pero ¡Era imposible! ¿No? Un sonrojo tenue se instalo en sus mejillas al volver a leer el mensaje, miro de reojo a la persona a su lado encontrándose con una sonrisa divetida en los labios ajenos; Aquel gesto lo confirmaba, no era solo su imaginación
- ¿A kise-san le gusta el capitán de Kaijou ? –Pregunto en voz baja, un susurro que se perdia en el ruido de las conversaciones ajenas, pero que había sido perfectamente escuchabo por Aomine
- Es demasiado evidente ¿No crees? –Sonrio burlon, observando de reojo como el sonrojo en las mejillas del castaño se asentuaba mas – Bueno, yo me entere la semana pasada la verdad –Confeso rascándose distraídamente la nuca
- ¿Lo sospechaba? – Pregunto Sakurai curioso
- El mismo Kise me lo dijo – Respondio el moreno de manera sincera, sabia que el castaño era alguien discreto por lo que supuso sabría guardar aquel secreto – La verdad es algo nuevo verlo asi de ancioso, supongo que realmente Kasamatsu es importante para él
Sin poder evitarlo ambos comenzaron a recordar los pequeños momentos de los que habían sido testigos teniendo como protagonistas a ambos jugadores de Kaijou ; Sakurai recordaba perfectamente como, tras la derrota de Kaijou contra Tohou fue Kasamatsu quien ayudo a Kise a levantarse, brindándole su apoyo y compañía. Claro que no solo habia sido en aquella ocacion, fue también tras la derrota de Kaijou contra Seirin en las finales de la Copa de invierno del año pasado, que el capitán del equipo había vuelto a repetir la misma acción. Kasamatsu siempre estaba allí para Kise cuando el rubio parecía estar a punto de quebrarse. Por su lado, Aomine tenia un poco mas de contacto con ambos, ya que Kise siempre asistia a los juegos de la “Generacion de los milagros” acompañado de aquel pelinegro, aunque nunca le presto mucha atención a ese hecho, Kasamatsu era un excelente jugador lo que hacia todo aun mas interesante en los juegos.
- Son una linda pareja ¿No cree? –Pregunto al aire Sakurai con una sonrisa que Aomine no había observado antes, una que no supo interpretar – Realmente se ven bien juntos si lo piensa bien –El castaño rio para si mismo de forma baja
Aomine asintió ante sus palabras. No negaría que ambos jugadores de Kaijou eran atractivos; Kise tenia un trabajo de modelo que iba en ascenso, siempre robando la mirada de las chicas en donde sea que estuviese. Por su lado Kasamatsu tenia un atractivo clásico, facciones marcadas, cuerpo trabajado pero era el carácter fuerte y varonil del chico lo que mas resaltaba en su persona, haciendo que mas de alguna chica se volteara a verle.
- Pero son algo dispares –Comento a Sakurai haciendo una mueca extraña con sus labios – Sus personalidades son diferentes, incluso la apariencia de ambos lo es – Apunto el moreno haciendo que una sonrisa aun mas grande se posara en los labios del castaño
¿Ahora que había dicho para causar tal diversión a sakurai?
- Aomine-san nunca a escuchado el dicho…”Los opuestos se atraen” –
Abrio la boca pero ninguna palabra ingeniosa logro salir de sus labios, escuchando la risilla divertida de su compañero llegar hasta sus oídos. Sakurai tenia razón, la ciencia también lo respaldaba ¿no? A la mente de Aomine llego el recuerdo de una clase de secundaria, donde su profesora de ciencia usaba dos imanes para explicar algunas leyes físicas, donde escucho por primera vez aquel dicho “Los opuestos se atraen”. Suspiro dando el tema por terminado.
- Es la próxima parada – Anuncio Aomine observando por la ventanilla la estación próxima.
Sakurai asintió devolviéndole al otro el teléfono que aun mantenía consigo, aseguraron sus bolsos, revisando a su alrededor no olvidar nada. Fue en ese momento que la mirada de Aomine se percato de la presencia de varios miembros de Tohou y Kaijou en el mismo tren, entre ellos, unos ojos negros que parecían arder en llamas; Hiroki les había estado observando todo aquel tiempo.
Aomine se acerco al cuerpo de Sakurai de forma inconsciente, queriendo protegerlo de aquella mirada iracunda que poseía el otro chico. Tomo su bolso y el del castaño con una sola mano, ganándose una mueca interrogante por parte de su compañero
- “Desde hoy comienza el plan, confía en mi” – Susurro al oído de Sakurai quien se sonrojo un poco ante la sensación del aliento calido de Aomine rozando su oreja. Asintio con firmeza, intercambiando una sonrisa antes de bajar del tren.
Aomine miro de reojo a Hiroki, como este permanecia varios metros mas atrás, hablando con otros chicos del club de basquetball. Escuchaba como Sakurai le comentaba sobre un articulo que había leído de las instalaciones del campamento donde estarían entrenando en una revista deportiva, giro su rostro para observar la exprecion emocionada del castaño , sonrio divertido, comparando la actitud del castaño con la de un niño que asiste por primera vez a un parque de diversiones.
- ¿Esta de acuerdo, Aomine-san? –Interrogo Sakurai, a lo que Aomine solo asintió sin saber a ciencia cierta que era lo que había comentado antes el otro.
Por un segundo se perdió en aquellas ordes chocolates, en el brillo de emoción que transmitían, y fue conciente esta vez el que su cuerpo se acercara un poco mas a Sakurai deseando eliminar la distancia que había entre ambos.
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El ginmacio estaba repleto de jugadores que hacían uso de sus mejores habilidades para impresionar a sus oponentes, en un partido que Momoi había calificado como “Amistoso” pero ¿Podia esperarse realmente una competencia tranquila teniendo en cuenta la testosterona de aquellos chicos?
Sakurai se encontraba sentado en una de las bancas al costado de la cancha de Basquetball, mirando con interés el partido que se desarrollaba frente a ellos, a su lado Momoi anotaba nuevos datos para sus estadísticas sin perder la oportunidad de ver el talento de los nuevos miembros que tenia Kaijou , podía servirle en futuros partidos. Un bostezo aburrido llamo la atención del castaño, mirando de reojo la mueca adormecida de Aomine.
- Satsuki si no me vas a dejar jugar, al menos deja que duerma un rato – Hablo Aomine siguiendo los
movimientos de los jugadores que luchaban por anotar algún punto – Esto es aburrido
Los ojos de la chica no se despegaron en ningún segundo del partido, sin dejar que su mano escribiera cada uno de los datos que lograba captar, prestándole nula atención a los reclamos de su amigo, acción que por supuesto molesto al moreno.
- Momoi-san – Llamo sakurai nervioso. El estar justo en medio no era algo bueno si comenzaban a discutir como siempre lo hacían
- Dai-chan ¡No! –Corto de inmediato la chica, dirigiendo su mirada reprochadora hacia el AS de Tohou – El entrenador fue claro al decir que no podrias jugar hasta iniciado oficialmente el entrenamiento – Explico escuchando un murmullo inentendible proveniente del moreno – Ademas Ki-chan también esta en la banca y no lo escucho quejarse – Declaro, apuntando hacia el chico rubio sentado al lado opuesto de la cancha
Sakurai dirigio su mirada hacia el aludido para segundos después mirar de reojo a Aomine, compartiendo ambos una sonrisa complice, acto que llamo la atención de Momoi pero que prefirió guardar sus cuestionamientos agradecida del sece de reclamos de Aomine.
El silbato dio por terminado el encuentro entre los nuevos miembros de Tohou y Kaijou .
El partido había estado bastante reñido, dejando el marcados con la victoria para Tohou, con tan solo dos puntos de diferencia. Aomine chasqueo la lengua. Estaba conforme del talento y perseverancia de los nuevos miembros, especialmente al ver el buen nivel que tenían los jugadores oponentes pero, aquella satisfacción se veía empañada al ver la sonrisa arrogante de Hiroki. El chico había sido uno de los mejores anotadores del encuentro, pero había algo que le irritaba en su forma de jugar, algo que el conocía muy bien; Era un jugador individual
La misma sonrisa arrogante y mirada de superioridad que tenia en aquel instante Hiroki, son las mismas que enmarcaron el rostro de Aomine por tanto tiempo. Porque aquel estilo de juego gritaba en cada movimiento “Mirenme, soy el mejor”. No negaría el talento del chico, tampoco las posibilidades de un buen futuro si entrenaba arduamente pero, si no podía entender la necesidad del “juego en equipo” todo aquel talento no serviría de nada, y lo sabia bien, Aomine lo había experimentado de la peor forma.
- Aomine-san –Llamo Sakurai al ver la mirada perdida del otro – El entrenador llamo a todos, los buses llegaron – Explico de pie frente al otro.
Parpadeo de forma rápida, saliendo de golpe de sus pensamientos. Observo al castaño con sus bolsos en mano para ir en encuentro con los demás, porque el gimnacio estaba casi completamente vacio ¿En que momento se sumergio tanto en sus pensamientos para no darse cuenta de que todos se marchaban? Solto un bufido irritado, poniéndose de pie estiro su mano hacia sakurai, quien fruncio los labios sin saber que hacer
- Tu bolso – Explico Aomine a la muda interrogación del otro – Rapido o seremos los últimos…-Comento mirando con una sonrisa de lado el gesto inconforme del castaño-…o acaso eso quieres … –Susurro de manera juguetona, bajando un poco su rostro -… que piensen que nos quedamos de ultimo apropósito ¿eh, Ryo? –
Un sonrojo furioso se extendió por todo el rostro de Sakurai, logrando incluso que sus orejas se colorearan haciéndole sentir como un gran calor recorria todo su cuerpo. Tartamudeo, sin saber bien que decir, optando al final por rendirse antes de que el moreno decidiera decir algo aun mas vergonsoso.
- Buen chico –Rio Aomine, completamente satisfecho por la reacción del castaño. Esta vez no podría negarlo; Sakurai había lucido realmente adorable con aquella expresión.
Salieron del ginmacio en un silencio comodo para ellos.
En las puertas de la universidad la mayoría de los miembros de ambos clubes se encontraban ya ordenados para subir a cada bus correspondiente. Se trataba de dos maquinas de gran tamaño, buses de transporte especial que generalmente se usaba en los encuentros oficiales de Japon contra algún país extranjero; Tenian un tamaño mucho mas grande que un bus normal, completamente negro con vidrios polarizados y el logo de una flor de cerezo a un costado, sin letras o números. Un vehiculo imponente sin duda
Aomine vio al frente de todos a Kasamatsu e Imayoshi, escuchando con claridad la voz del capitán de Kaijou , desde la gran distancia que los separaba, organizando a cada equipo dando la información del tiempo de viaje y paradas que harian en algunos puntos para que nadie sufriera el estrés del largo viaje. La formación seria en parejas, dejando a libertad a ambos equipos para poder ir juntos ya que varios de los nuevos miembros eran amigos de secundaria.
- ¡Aominecchi! –Grito Kise prácticamente tacleando al aludido con un fuerte abrazo ¿Dejavu?
- ¡Kise idiota ¿Qué pretendes?! – Gruño el moreno intentando apartarse del rubio quien parecía estar aplicándole alguna llave de lucha para que no liberarlo – Arg~ ¡Kise, suéltame! –Exclamo perdiendo rápidamente la paciencia, teniendo a varios espectadores de la singular situación.
- Sempai se ira sentado con Imayoshi – Reclamo el rubio con un puchero, he inmediatamente después sintió como todo los esfuerzos que hacia Aomine para separarlo desaparecían - ¿Aominecchi?
- ¿Estas haciendo este escandalo solo porque el enano ese no se ira sentado contigo? –Pregunto el moreno con un tono de voz ronco causando que todos a su alrededor retrocedieran un paso. Kise asintió, sin sentir el peligro inminente - ¿¡Y que quieres que haga yo?!
- Eres Cruel, Aominecchi – Apunto el rubio haciendo una mueca que el moreno conocía bien, después de todo kise solia usarla mucho cuando estaban en Teiko: Sollosos de cachorro
Aomine pudo escuchar claramente los murmullos que comenzaban a levantarse debido a la escena que protagonizaba con el rubio, miro de reojo a Sakurai quien tenia una expresión que mezclaba la inocencia y la sorpresa. Cerro los ojos, pidiendo a cualquier Dios que lo estuviese escuchando un poco de paciencia.
- Kise –Llamo haciendo que el aludido levantara un poco su mirada momento en que aprovecho para estampar en la cara contrario su mano, empujando a su rubio amigo lejos de su persona – Sientate con alguien mas
- Pero… - Protesto Kise desviando su mirada en ese momento hacia el castaño que se encontraba junto a Aomine. Sonrio triunfante- ¡Sakurai tu te sentaras conmigo! –Dicto, moviéndose con agilidad propia de él se aferro al brazo del aludido
- ¿E-eh? – Sakurai abrió los ojos sorprendido, boqueando sin poder hallar alguna palabra inteligente
- ¿¡Que?! Oh no –
Se había vuelto un completo espectáculo para quienes los rodeaban ¿En que otro momento se puede ver a dos miembros de la prestigiosa “Generacion de los milagros” pelearse como niños por quien se sentara con quien? Momoi sintió como un tic nervioso se instalaba en su ceja izquierda, se había acercado para averiguar que estaba llamando tanto la atención de los estudiantes pero no esperaba encontrarse con aquello; Aomine jalando del uniforme a Kise, intentando alejarlo de Sakurai, mientras el rubio se aferraba al pobre castaño como si su vida dependiera de ello, aunque tenia algo de lógico, el rostro de Aomine en ese momento daba miedo.
- ¿¡Que demonios pasa aquí?! – El grito de Kasamatsu se sintió como una onda expansiva, congelando todo a su paso – Kise suelta a Sakurai – Siseo de forma baja, un tono poderoso y letal que se compararía con el mismo Lucifer.
- Sempai~ - Kise sonrio ampliamente, simulando a un golden retriever cuando ve la llegada de su amo.
- ¿Qué diablos haces? ¡Y por dios, no crei que tu le siguieras el juego Aomine! – Alego Kasamatsu masajeándose el tabique de su nariz. Aomine chasqueo la lengua, aprovechando la distracción del rubio para empujarlo varios metros lejos de Sakurai – Basta de tonterías, todos en parejas suban a los buses – Ordeno, dando una mirada severa a todos los que estaban a su alrededor
Nadie dijo nada, ninguno tuvo el valor suficiente como para siquiera pensar en objetar. Imayoshi mostro una sonrisa radiante, haciendo que mas de alguno sintiera un escalofrio recorriendo su columna vertebral, estaba comprobado, la sonrisa del capitán de Tohou era la del mismo diablo.
- Kise, deja de jugar – La voz de kasamatsu se escucho esta vez mas calmada, pero sin perder la intensidad de su mirada azul metalico – Vamos o hare que te sientes junto a Hayakawa – Amenazo apuntando al chico rubio
- ¿Eh? – Kise parpadeo un par de veces procesando las palabras del pelinegro - ¿Sempai no se sentara con Imayoshi? – Cuestiono confundido
- ¿De donde sacaste eso? – Kasamatsu fruncio ligeramente el ceño sin saber de donde habría sacado el rubio aquella conclusión – Imayoshi se ira junto a Susa Yoshinori – Respondio apuntando en dirección hacia donde estaban ambos mencionados.
En efecto. Imayoshi se encontraba a los pies de las puertas de uno de los buses hablando tranquilamente con quien era el alero de Tohou, con una sonrisa plasmada en sus labios.
- P-pero ¡El dijo que se irían juntos! ¡Me engaño! –Grito Kise con fuerza llegando a ser perfectamente escuchado por el capitán de Tohou.
Aomine, Sakurai y Momoi lo entendieron en ese segundo al ver un brillo peculiar en la mirada negra de su capitán; Imayoshi lo sabia, nadie ponía en cuestionamiento las cualidades deductivas del pelinegro pero ¿¡Tan obvio era Kise?! Aunque su lo pensaban con cuidado, los celos que dejaba salir el rubio en algunas ocasiones eran bastante notorios.
Los labios de Aomine cosquillearon, divertido al observar como su rubio amigo era arrastrado por su capitán hacia uno de los buses.
- Creo que el único que ignora lo que pasa es Kasamatsu – Murmurro Momoi caminando junto a los otros dos hacia uno de los buses, eran los últimos en subir
Dispusieron de los bolsos mas grandes al personal del bus, subiendo solo con una mochila pequeña. El interior era realmente algo diferente a lo habrían observado en algún otro transporte; Los asientos eran mullidos de color negro, casi como si se tratase de pequeños sillones individuales, sobre cada asiento se podía ver un par de audífonos beats de color rojo junto a una mini pantalla LCD desplegable, el pasillo era ancho lo suficiente para permitir libremente la movilidad de dos personas sin problemas. Sakurai solo pudo encontrar una palabra que se adecuara a todo aquello, lujo.
Momoi los empujo ligeramente haciendo que tomaran lugar en uno de los primeros asientos del bus, mientras ella se sentaba justo al lado donde Wakamatsu ya estaba acomodado.
Aomine dejo el paso a Sakurai, sabiendo de antemano que al castaño le gustaba mucho admirar el paisaje mientras viajaban, tomo su bolso y el del castaño guardándolo en los compartimientos correspondientes sobre sus asientos. Miro de reojo a su alrededor encontrando a su objetivo, Hiroki estaba cuatro asientos mirándole de manera amenazante ¿Acaso aquel chico creía que podía intimidarle? Aomine sonrio burlonamente, causando que la mirada del contrario se volviera aun mas oscura.
Tomo asiento observando la pequeña croquera y lápiz que tenia el castaño en sus manos, Sakurai le sonrio de manera amable indicándole con un gesto que se abrochara el cinturón de seguridad, Aomine dejo escapar una risilla baja, acatando la indicación. Saco su MP3 conectando los audífonos elegio la canción perfecta para iniciar aquel viaje GRANRODEO -Punky Funky Love, sonrio ante su elección dispuesto a darle “Play” cuando la voz de Sakurai llamo su atención.
- Sera divertido ¿No cree, Aomine-san? – Comento Sakurai cuando se pusieron en marcha siguiendo de cerca al otro bus.
- Sin duda será interesante -
...CONTINUARA