Desperto un poco aturdido, sintiendo un pequeño malestar en su cuello que seguramente se debía a la posición en la que se había quedado dormido, parpadeo un par de veces para asi observar con mas detalle su alrededor. El bus estaba completamente vacio, en silencio y por sobre todo sin movimiento ¿Habrían llegado ya a su destino? Intento ponerse de pie, frenando sus movimientos al sentir un peso extra en su hombro, dirigio su mirada hacia su lado derecho encontrándose con la cabellera castaña de Sakurai reposando en su hombro. Alli lo recordó, de forma vaga, había estado hablando con su compañero acerca de sus hobbies a parte del Basquetball, Aomine no estaba seguro pero en algún punto de esa conversación el castaño había caído dormido y pocos minutos mas tardes, el mismo moreno le imito.
Escucho la voz de Wakamatsu en el exterior del bus, diviso por las ventanas que tenían sus cortinas abiertas el letrero de una estación de servicio “Magic burguer”, aquella debía ser una de las paradas que realizarían en el viaje antes de llegar a Osaka. Ladeo su cabeza, observando la expresión tranquila de su compañero al dormir, realmente la presencia de Sakurai, su compañía le eran algo agradable. Sacudio su cabeza, debía dejar de divagar lo mejor seria bajar, estirar un poco sus piernas porque aunque el bus fuese un lujo completo, no podrían estar todo el viaje sentados sin hacer algo mas.
- Ryo, Oi despierta – Llamo moviendo de manera suave el cuerpo del otro chico, sin deseos de despertarle de manera abrupta – Despierta …-Llamo un poco mas fuertes, observando como los parpados del otro comenzaban a abrirse de forma perezosa
- ¿Dónde…? – Aomine sonrio divertido, al ver el estado de somnolencia que tenia el castaño - ¿Aomine-san?
- Vamos “Bella durmiente” hay que ir a estirar las piernas antes de continuar el viaje – Declaro poniéndose de pie, estirando su cuerpo para quitar el entumecimiento de sus musculos. Sakurai se sonrojo ante el aposo usado por Aomine, lo que provoco una sonrisa burlona en el rostro de este – Vamos
- Si – Respondio dejando de lado la croquera y lápiz que mantenía en su regazo.
Bajaron, entrando directamente a la estación de servicio. Llevaban cerca de 3 horas de vieje por lo que sus estómagos pedían un aperitivo antes del almuerzo en un par de horas mas, Sakurai dio una rápida mirada al local, divisando algunos rostros conocidos de los miembros de Tohou.
- ¿Quieres Kabocha korokke o Hiroyuzu ganmodoki? – Pregunto Aomine observando las alternativas que encajaran con el gusto de ambos.
- Hiroyuzu ganmodoki, por favor –Pidio Sakurai con una sonrisa amable, no lo reconocería, jamas podría decírselo de frente pero que el moreno recordara uno de sus aperitivos favoritos le llenaba de emoción.
Compraron algunas bebidas y golosinas aparte, algo dulce siempre era agradable después de comer.
Caminaron por el local, observando por uno de los ventanales la zona al aire libre que estaba en la parte de atrás donde la mirada de Aomine identifico la cabellera inconfundible de Momoi. Salieron del local, caminando hacia donde estaba la chica acompañada de alguien que ninguno de los dos alcanzaba a distinguir por la distancia.
Sakurai entrecerró los ojos, observando a varios metros a su izquierda dos tipos diferentes de uniformes deportivos, pero sus dudas quedaron resueltas al ver quien era la persona que se encontraba platicando con Momoi; Kuroko tetsuya
- ¿Tetsu? – Llamo Aomine sorprendido al ver allí a su antiguo compañero y “sombra” - ¿Qué haces aquí?
- Aominecchi yo también estoy aquí - La mirada de Aomine y Sakurai se dirigio inmediatamente hacia la cabellera rubia que estaba sentado en el suelo, a los pies de donde estaba Momoi, con un notorio puchero de inconformidad.
- Deja de protestar Kise – Se defendió el moreno haciendo caso omiso de los reclamos de su rubio amigo, y es que era realmente una sorpresa encontrarse con el peliceleste allí - ¿Seirin también ira a Osaka?
- No –Respondio Kuroko tomando un sorbo del batido que tenia consigo –Vamos a Kioto, nuestro instituto esta aliado con Rakuzan –Explico con calma, sin mostrar demasiado interés
- Al parecer fue una gran coincidencia que Seirin y Shutoku también hicieran una parada aquí –Comento al aire Kise.
La mirada de Sakurai y Aomine se cruzo un segundo, con la misma interrogante en sus ordes ¿Shutoku? Entonces lo vieron, cerca de los juegos infantiles con los que contaba el local se encontraban descansando los miembros del club de Basquetball de shutoku junto con algunos cuantos de Seirin.
Una pequeña reunión de la “Generacion de los milagros”, aquel fue el pensamiento que atravesó la mente de Sakurai al ver como Midorima Shintarou también hacia acto de aparición, comenzando a intercambiar algunos comentarios acerca de cual seria su punto de entrenamiento. Se quedo unos pasos atrás, sintiéndose fuera de lugar ¿Qué podía hacer el entre un grupo de prodigios? Si era sincero la respuesta estaba clara, nada. Escucho los reclamos de Kise ante algún comentario soltado por Kuroko que había hecho reia a Momoi, pero no estaba prestando real atención.
La mirada chocolate viajo por todo el paisaje a su alrededor donde los miembros de Seirin recibían instrucciones de su entrenadora, los miembros de Shutoku en cambio estaban acomodados en las bancas cerca de la zona de juegos infantiles, los miembros de Kaijou y Tohou al contrario se debatían en un pequeño juego de “Minifutbolito” donde los alumnos de Kahojo parecían llevar ventaja. Era un ambiente tranquilo a pesar de tener presentes a cuatro de los seis equipos con los que siempre se disputaba una gran rivalidad.
Mordio el interior de su mejilla derecha, sintiendo un desagradable cosquilleo instalarse en su estomago al ver la sonrisa divertida y animada de Aomine al estar junto a aquellos prodigios ¿Tanta era la diferencia que había entre la “Generacion de los milagros”? Era innegable el hecho de que aquellos chicos conocían mucho mejor al moreno que cualquier miembro de Tohou, si lo ponía en términos simples era como compara el cielo y la tierra. Apreto los puños, incomodo al sentir como un remolino de sentimientos burbujeantes agitaban su pecho ¿Porque se sentía asi? ¿Por qué tenia tantas ganas de que la mirada azul de Aomine se fijara en él? Eso no estaba bien, era un pensamiento egoísta, lo sabia pero no podía controlarlo. Un calor se pinto en sus mejillas, al ponerle nombre a todas aquellas sensaciones; Celos
No, era algo imposible ¡El no estaba celoso!
Se giro, dándole la espalda a la improvisara reunión de prodigios, queriendo evitar a toda costa que alguno de ello se percatara de su sonrojo e hiciera alguna pregunta que en esos momento le era imposible responder.
Los acordes de una guitarra llamaron su atención, miro hacia un rincón del local, una esquina olvidada donde tres vistosas cabelleras se encontraban disfrutando de su pequeño descanso. Sakurai se acerco curioso de saber que hacia un grupo tan inusual reunido, porque ¿En que otro dia podría observar a kasamatsu, Kagami, y Takao compartiendo tan tranquilamente? Sin duda era algo nuevo, aquellos tres eran muy diferentes entre si, sus personalidades principalmente.
- Sakurai – Saludo Kasamatsu al ver al castaño acercarse a ellos, interrumpiendo los acordes de guitarra de Kagami
- No quería molestar – Hablo el aludido, apenado por haber interrumpido la interpretación del pelirrojo
- No te preocupes Saku-chan –Animo Takao sonriéndole de manera divertida – Tai-chan solo estaba afinando mi guitarra –Explico el pelinegro sin darle mucha importancia al asunto.
Sakurai asintió.
Takao sonrio ampliamente mientras con un gesto de manos le indicaba al castaño que se acercara junto a el. No podía decir que se sentía incomodo, pero era algo extraño ¿Qué hacia en medio de aquellos tres? No sabia, pero no le molestaba para nada. Se quedo allí, escuchando los comentarios de Kasamatsu hacia Takao mientras Kagami terminaba de afinar las ultimas cuerdas de la guitarra, era una atmosfera diferente, cargada de un sentimiento calido que no sabía decifrar; Kagami dejo de lado la guitarra, sacando de su mochila un pequeño bento lleno de onigiris, repartiéndolos a cada uno de los presentes. Sakurai sonrio nervioso, dando gracias por la comida, dio un primer mordisco sintiendo como un sabor dulce impregnaba su paladar ¡Eran onigiris rellenos! Takao y Kagami sonrieron complacidos al ver la mueca de satisfacción del castaño.
- Son amigos – No había sido una pregunta, sino una afirmación por parte de Sakurai luego de varios minutos observándolos.
Takao solto una carcajada llamando la atención de todos a su alrededor, incluidos los cuatro prodigios a unos metros.
- ¿Es tan extraño? –Cuestiono Kasamatsu en un tono que reflejaba clara divercion – No eres la primera persona en decirlo – Hablo, tomando un segundo Onigiri
- N-no es…tan extraño – Respondio un tanto apenado por haber soltado asi como asi sus pensamientos ¿Y si había molestado a Kagami o Takao con su comentario?
- ¿Tan? – Rio bajo Takao, en un movimiento rápido abrazo a Sakurai por los hombros – No nos molesta, si eso estas pensando – Declaro el pelinegro – Pero si, aunque sea un poco extraño los tres somos buenos amigos, si lo pusiera en otros términos somos como una mini familia
La boca de Sakurai se abrió ligeramente formando una perfecta “O” con sus labios ante el termino usado por Takao, “Familia” . Fruncio su ceño solo un poco intentando encontrar algún sentido a aquel sustantivo/abjetivo ¿Cómo debía interpretarlo? La risa mal contenida de Kagami y Takao lo llamaron de regreso a la realidad, mientras kasamatsu mantenía una sonrisa pequeña.
- ¿Quieres escuchar la historia? – Pregunto Takao animado, con sus ordes negras brillando con intensidad esperando la respuesta del castaño
- Si, por supuesto –Contesto Sakurai realmente curioso de saber como esas tres personas habían iniciado su amistad
- Los tres coincidimos un dia comprando zapatillas, fue muy incomodo la verdad….- Comenzo a relatar Kagami con la total atención de Sakurai en sus palabras-…Ya sabes, solo nos habíamos visto en las canchas siendo rivales por lo que fue tenso – Sakurai asintió, entendiendo perfectamente aquel sentimiento – De a poco comenzamos a intercambiar comentarios sobre las zapatillas que habían en el local, y al final terminamos comiendo sushi en una tienda cercana siendo casi de noche – Kagami sonrio ampliamente, divertido al recordar aquellos sucesos – Porque luego de comprar las zapatillas, habíamos ido a jugar a un Arcade conocido, luego a jugar un poco de Basquetball y al final comimos algo…fue divertido, para no conocernos nada en ese entonces.
- ¡Es verdad! –Exclamo Takao alzando su brazo libre al aire – Decimos que somos una pequeña “Familia” por nuestras personalidades–Explico haciendo comillas con sus dedos – Tai-chan es como una “Mama gallina” ya sabes, quien nos cuida como si fueramos sus hermanos pequeños ¡Ademas cocina delicioso! – Kagami se cruzo de brazos, avergonzado por el termino usado por Takao para describirle, pero no dijo nada- Yuki-chan es el “Hermano tsudere”, nos protege y se preocupa pero quiere aparentar lo contrario – Sakurai observo un fuerte sonrojo aparecer en las mejillas del capitán de Kaijou , lanzando varios reclamos a Takao por su apodo – Y bueno, al final estoy yo, el “Hermano pequeño”, soy quien los mete en problemas, los avergüenza pero me aman porque los hago reir
Esta vez fue Sakurai quien solto una risilla baja, realmente divertido con toda aquella explicación.
- Nos llevamos bien, a pesar de que no tenemos mucho tiempo para reunirnos por nuestros horarios –Hablo kasamatsu, comiendo su quinto onigiri, Kagami y Takao asintieron ante aquellas palabras
Sakurai escuchaba atento las breves anécdotas que Takao narraba, riendo, compartiendo entre ellos momentos cargados de buenos recuerdos. Kagami saco de su mochila una botella grande de bebida junto con algunos vasos para servirles a todos, en ese momento Sakurai entendio el porque del apodo de “Mama gallina” que Takao le había dado al pelirrojo. El ambiente era agradable, por lo que Sakurai olvido por completo el hecho de que solo tenían unos minutos para comer y luego seguir con su viaje, ignorando por completo la mirada molesta que había sobre su cuerpo.
- Oi Ryo –Llamo Aomine con voz fuerte y dura, el aludido dio un pequeño respingo en su lugar, sorprendido por el repentino llamado de su compañero – Vamos de regreso al bus, comeremos alla – Declaro alzando un poco la bolsa de comida que aun tenia en sus manos
- ¿¡Eh?! – Protesto Takao – Quedare un poco mas saku-chan ¡Es divertido estar contigo! – Exclamo animado, dando su mejor sonrisa para persuadir al castaño
Aomine sintió como su labio se movia involuntariamente en un tic nervioso al escuchar, a su parecer, las descaradas palabras de Takao, porque el pelinegro no debía tratar tan amistosamente a Sakurai si solo se habían visto contadas veces, eso y el hecho de que aun mantuviera el abrazo sobre los hombros con el castaño. Era oficial, Takao no era de su total agrado.
- Vamos Takao dejalos…- Interrumpe Kasamatsu antes de que el pelinegro vuelva a reclamar-Sakurai debe comer apropiadamente, solo quedan unos minutos antes de continuar nuestro viaje- Takao refunfuña algunas palabras de las que solo el viento fue testigo, desvaneciendo el abrazo que mantenía con Sakurai
¿En que momento Sakurai se acerco a aquellos chicos? No estaba seguro.
Se había envuelto tanto en la conversación que mantenía con sus excompañeros que había pasado por alto la presencia del castaño junto a el, por esa razón no supo cuando este había entablado a platicar con Kasamatsu, Takao y Kagami, pero ¿Por qué se sintió tan molesto de un segundo a otro? Habia estado conviviendo de buena manera con sus antiguos amigos, había reido de los comentarios de Kise, y recordado viejos momentos vividos en Teiko, pero todo ese buen humor se apago de repente al ver como la cabellera castaña de Sakurai no estaba a su lado. Un calor azoto su pecho, haciendo que su ceño se frunciera al ver la expresión risueña del castaño, una expresión que estaba dirigida a los tres chicos que estaban junto a el.
El castaño se puso de pie, tomando el ultimo sorbo de su bebida dio las gracias a Kagami por la comida.
- Nos vemos Kagami-san, Takao-san, Kasamatsu-san…-Se despidió Sakurai haciendo una pequeña reverencia para después mostrar una sonrisa agradecida. Habia hecho buenos recuerdos en aquellos cortos minutos, había sido muy agradable – Nos vemos – Se despidió también de Kuroko, Midorima y kise.
Escucharon el llamado de Momoi unos cuantos pasos mas adelante, Aomine alzo la mano en un gesto de despedida para todo los presentes dirigiéndose hacia donde estaba la chica esperándolos, Sakurai les siguió también pero ¿No había algo extraño en el ambiente que rodeaba a los prodigios? Las ordes chocolates dieron una rápida mirada a las expresiones de los tres miembros de la “Generacion de los milagros” que dejaban atrás; Midorima tenia su ceño fruncido sin siquiera molestarse en esconder su malestar, Kuroko quien siempre tenia una cara inexpresiva mostraba un gesto parcialmente irritado, todo lo contrario a Kise, el rubio tenia una mirada afilada muy similar a la fiereza de la que es característico cuando una “La copia perfecta”
¿Habia pasado algo mientras el compartia con los compañeros de estos?
- Te aconsejo no acercarte mucho a ellos…-Hablo Aomine, Sakurai dio un respingo asustado de la repentina intervención del moreno. Lo miro confundido luego de procesar sus palabras -…Los idiotas que tengo como amigos están hirviendo en celos por la unión amistosa que han concretado ellos-
- ¿Ellos? – Murmurro el castaño aun sin entender bien a que se referia el moreno, a quien apuntaba aquella advertencia.
- Si, los otros tres idiotas con los que hablabas – Aclaro Aomine, apuntando por sobre su hombro en dirección a donde había estado sentado momentos antes el castaño.
Sakurai asintió por inercia, pero su mente aun repasaba las palabras de dichas por su compañero.
- Ellos son… - Sakurai detuvo sus pasos de golpe, abriendo sus ojos y boca en un gesto de total sorpresa siendo consiente de la verdad implícita en aquella advertencia -…Kagami, Takao y Kasamatsu…ellos…-Era incapaz de decirlo, de expresar sus deducciones en voz alta.
Aomine freno sus pasos también volteándose para contemplar divertido el rostro sonrojado y perturbado que tenia el castaño en esos momentos, digiriendo la noticia dada ¿Acaso podía esperar otra reacción? Porque aunque el no lo demostrara se sentía igual de inquieto con la revelación que le habían dado sus ex compañeros de la “Generecion de los milagros”. Estaba experimentando una nueva clase de emociones dentro suyo, una mezcla que se revolvía en su pecho; Se sentía feliz por la confianza que habían tenido sus amigos y excompañeros al revelarle algo tan delicado como la confirmación de estar enamorados, pero la alegría que sintió dio paso a la sorpresa al saber la identidad de las personas que cautivaron a sus amigos, y al final estaba el sentimiento del enojo, no con sus ex compañeros ¡No! Era con el mismo, porque su mente le mostraba una y mil situaciones donde se podía leer claramente los sentimientos románticos que tenían los prodigios ¡¿Acaso era tan distraído?!
No podía decir que no lo había pensado un par de veces antes pero, tener la confirmación era algo diferente.
Aomine revolvió los cabellos castaños, para reanudar su paso observando a varios metros mas adelante a Momoi esperándoles. Al final, la chica había tenido razón al usar termino de “Pareja” días atrás, dio un suspiro largo analizando la situación; El hecho de que Kise mostrara evidentes celos con respecto a lo unido que estaba Kasamatsu con Takao y Kagami era algo obvio, después de todo, había sido el mismo rubio le había revelado sus sentimientos por la capitán de Kaijou pero ¿Kuroko y Midorima también? Y todo había sido gracias al comentario soltado por Momoi, una observación inocente pero que había logrado que la atención de todos se enfocara en el pequeño grupo unos metros mas lejos, allí Aomine lo vio claramente, la palabra “Celos” macada en grande en el rostro de sus tres amigos. Kuroko tenia los labios fruncidos, mientras su mirada reflejaba notorio descontento, Kise tenia una mirada que Aomine solo había visto en la cancha de Basquetball, cuando el rubio se enfrentaba a alguien poderoso y, por ultimo Midorima, un rostro sereno pero una mirada asesina que advertia precaución total, como si estuviera a punto de saltar sobre Sakurai para alejarlo de su pelinegro compañero. Esa fue la alarma que se encendio en el cerebro de Aomine, haciéndole reaccionar antes de que alguno de aquellos tres prodigios perdiera la aparente calma que tenían. Lo mejor era alejarse de aquella situación.
- Aomine-san ¿Esta bien? –Pregunto Sakurai al ver como el moreno suspiraba por tercera vez en esos minutos.
- ¿Me consideras un idiota, Ryo? – El castaño abrió sus ojos sorprendido, sin saber que tipo de pensamientos estaban cruzando la mente del moreno para hacer tal pregunta – No pongas esa cara
- P-perdon – Aomine sonrio de lado subiendo al bus, con los pasos del castaño siguiéndole – Pero, ¿A que viene esa pregunta, Aomine-san?
Un nuevo suspiro escapo de los labios del aludido, esta vez de un modo molesto.
- Los tres idiotas que tengo como amigos, están enamorado de otros tres idiotas mas…-Exclamo Aomine, dando el paso a Sakurai para que este tomara asiento primero. Afortunadamente solo habían otros tres estudiantes mas por lo que podrían hablar sin problemas -… ellos eran realmente evidentes y, yo nisiquiera lo sospechaba ¡Hasta Satsuki lo sabia! – Termino diciendo llevo una mano hasta su rostro frustrado
Sakurai le miro de reojo, asintiendo.
- Aomine-san es algo distraído, pero la idea de que un hombre guste de otro es algo… poco común, creo que por eso nunca sospecho nada – Las palabras del castaño llamaron la atención del moreno – Ademas ¿Solo hasta hace poco ustedes tomaron un contacto mas frecuente, no?
Una carcajada resonó en todo el bus, llamando la atención de las pocas personas que habían dentro de este, Sakurai se encogio en su asiento sintiéndose avergonzado. Aomine sonrio ampliamente, posando una mano sobre los cabellos del otro los revolvió ligeramente, agradecido de aquellas palabras
- Realmente eres bueno subiendo el animo, Ryo – Declaro – No se puede hacer nada – Comento encogiéndose de hombros, abriendo la bolsa donde estaba su comida- Si Kuroko, Kise y Midorima están realmente enamorados solo me queda apoyarlos
- Para eso son los amigos ¿Verdad? -
Una tercera voz se unio a la conversación, haciendo que la cabeza de ambos chicos girara de forma dolorosamente rápida para ver a su nuevo interlocutor. Momoi rio ante aquella reacción, satisfecha por haber tomado desprevenido a ambos jugadores. Sakurai sonrio mientras tomaba uno de los Hiroyuzu ganmodoki que habían comprado antes, escuchando la discusión infantil que entablaban Aomine y Momoi; El primero molesto y avergonzado por haber sido escuchado por la chica, mientras la está parecía disfrutar del ligero rubor en las mejillas de su mejor amigo.
Observo por la ventana al escuchar un silbato, el tiempo de recreación había terminado, debían seguir su viaje. La mirada chocolate viajo por todo el perimetro de la estación de servicio: Observando la cabellera de Kagami y kuroko en una de las bancas cercanas a los buses de su instituto, ambos chicos parecían disfrutar de una conversacion tranquila. Continuo observando el lugar, sin poder encontrar a los otros dos chicos que tenia en mente ¿Acaso Midorima y Takao habían subido también a su bus?
- Partiremos en 5 minutos, coman antes de que el bus se ponga en marcha – La advertencia de Momoi atrajo la atención de Sakurai, quien asintió dando un ultimo bocado a su comida – Nos veremos después, la segunda parada será en la ciudad de Osaka antes de subir a las montañas donde esta el campamento de entrenamiento –
Aomine se sorprendio por la capacidad que tenia su amiga para soltar todas aquellas palabras sin necesidad de tomar aire. Momoi explico rápidamente antes de bajar del bus, ayudando a Imayoshi y al entrenador a comprobar que todos los alumnos tanto de Tohou como de Kaijou estuvieran presentes. Intercambiaron una mirada rápida, para luego continuar comiendo cada uno sumergido en sus propios pensamientos creando un silencio comodo.
Sakurai desvio su mirada hacia la ventana nuevamente, encontrándose con la sonrisa amplia de Kise, el rubio movio sus brazos de manera eufórica en señal de saludo, Sakurai por su lado levanto la mano tímidamente. Realmente no se conocían bien, las oportunidades en que Sakurai y Kise pudieron intercambiar palabras estaban contadas con los dedos de una sola mano, pero durante lo poco que había compartido con aquel prodigio Sakurai podía decir que era alguien realmente agradable y sincero con quienes le rodeaban.
Fue cuando kasamatsu arrastro a Kise hacia el interior del otro bus que la mirada chocolate se encontró con una escena que lo dejo totalmente en blanco; Se levanto ligeramente de su asiento, acercándose mas a la ventana para intentar comprobar que sus ojos no lo engañaba, tartamudeo y sintió su mente vaciarse de todo pensamiento coherente ¡Dios santo!
- ¿Ryo? – Llamo Aomine confundido por el actuar de su compañero.
Movido por la curiocidad, se acerco a la ventada apegando su pecho a la espalda del castaño para saber que era lo que había causado tal impacto en el otro, y allí, a unos 500 metros mas adelante, mal ocultos detrás de unas plantas estaban Midorima y Takao, besándose.
- No pierde el tiempo – Comento Aomine bajo, un susurro que erizo la piel del castaño. Estaban demasiado cerca
El corazón de Sakurai latio rápido, ruidoso, y por un segundo tuvo miedo de que Aomine pudiese incluso escucharlo, pero se sentía bien, su diferencia de contexturas era bastante por lo que su cuerpo apegado al del otro le hacia sentirse protegido ¿¡Porque estaba pensando todo aquello?! Su cuerpo se encogio en su asiento, sin poder desviar la mirada de la escena que protagonizaban Midorima y Takao “Se ven perfectos” pensó, siendo testigo de aquel beso lento que compartían los dos jugadores.
- Demosles privacidad ¿No? – Rio Aomine, girando su mirada hacia el otro
¡Gran error!
La postura de ambos era comprometedora, si alguien les veía asi seria difícil poder explicarlo pero ¿Por qué ninguno se movia? ¿Por qué no poner mas distancia a ese minimo espacio que les separaba? Sus rostros estaban realmente cerca, sus miradas estaban prendidas de las ordes contrarias, con sus mentes repitiendo la escena del beso observado segundos atrás. Aomine sintió la necesidad de hacer aun mas corta la distancia entre ambos, acercando su rostro solo un poco mas haciendo que el aliento de ambos chocara como una muralla invisible que les separara ¿Qué era aquella sensación hormigueando en todo su cuerpo? El corazón de ambos latia acelerado a un ritmo desigual y preocupante.
- Ryo – Susurro Aomine al sentir como su cordura se perdia al observar aquellas ordes chocolate, sintiéndose necesitado de sentir el calor de los labios del otro contra los suyos – Quiero…-
El sonido del silbato cayo sobre ellos como un balde de agua fría. Se separaron al instante, confundidos por lo que había sucedido o por lo que había estado a punto de pasar.
- Queda solo uno– Hablo Aomine para romper el silencio instalado entre ambos, mostrándole el ultimo de los Hiroyuzu ganmodoki que habían estado comiendo.
Entrego la comida al castaño sintiendo un cosquilleo originarse en sus manos cuando su piel y la del otro se rozaron sutilmente. Se acomodo en su asiento, pretendiendo estar concentrado en elegir una canción en su MP3 miraba de reojo como el castaño tomaba el pan entre sus manos partiéndolo para luego entregarle una de las mitades con una sonrisa mediana. Aomine sonrio de lado, revolviendo los cabellos del castaño comenzando una platica sin mucha importancia de cualquier tema que se les viniera a la mente para no dejar que el silencio hiciera acto de presencia en ese instante.
No querían detenerse a pensar, no ahora.
Debian dejar aquel incidente atrás, había sido algo fortuito, sin importancia pero si en verdad era asi ¿Por qué ninguno de los dos podía olvidarlo? No, no podían dejar que aquel sin fin de preguntas asaltaran sus mentes en ese momento, pero aun asi, en contra de sus propios deseos, inconscientemente ambos se preguntaron que habría ocurrido si el silbato no hubiera sonado en ese momento.
Sus manos cosquilleaban, al igual que lo hacia un sentimiento desconocido en el pecho de ambos.
Aomine sonrio de lado, al observar como el sonrojo en el rostro de Sakurai no se desvanecia. Una emoción inundaba su pecho, calida y ruidosa; Deseaba sentir el cuerpo de Sakurai nuevamente, tenerlo tan cerca como en ese momento.
...CONTINUARA