Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Otoño por Miku_shinee

[Reviews - 203]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola ¿Buenas tardes? :D
Lamento tener que pasar tan rapido pero estoy sin luz en mi casa por lo que actualizo desde un cyber :O
Espero les guste este nuevo cap :P Tendra un poco mas de drama y suspenso que los que han leido hasta ahora asi que.... Disfrutenlo

 

-Actualizado-
Hola a todos ¡Muchisimas gracias por todos sus comentarios.
Hoy por fin tengo luz en mi casa asi que comenzare a responder sus mensajes en un ratito mas :D
Por accidente actualice el fic con el cap8, pense que no se habia subido asi que lo subi otra vez pero al ver ji error lo borre :O 
Nos vemos, mañana (Martes) para el cap9 :D <3 <3

Sus cuerpos estaban bañados por una pequeña capa de sudor, pequeñas gotas salabas que se deslizaban por el rostro de ambos chicos perdiéndose en sus cuellos, la respiración agitaba demostraba el esfuerzo físico que estaban realizando en ese momento mientras sus cuerpos se movían casi en sincronía haciendo de aquel encuentro algo aun mas intenso. Un jadeo fuerte salio de los labios de Sakurai cuando intento en vano hacerle frente a su compañero logrando que este le esquivara sin gran dificultad, encestando nuevamente de manera impecable.
Era imposible alcanzar su nivel, estaban hablando de quien fue el AS de la “Generacion de los milagros” pero, Sakurai se sentía satisfecho al ver la pequeña diferencia que había en el marcador “40: 33” aquellos pequeños enfrentamientos contra Aomine siempre le dejaban agotado, su cuerpo y mente daban todo para poder contrarrestar la ofensiva que tenia el moreno, y es que a pesar de ser solo un juego amistoso, el otro parecía darlo todo para ganar. Tomo una larga bocarada de aire, levantando su mano derecha pidiendo un poco de tiempo para recobrar el aliento perdido.

Aomine por su lado sonrio complacido.

Habia pasado cerca de una hora desde la reunión obligatoria a la que habían llamado Imayoshi y Kasamatsu para anunciar la suspensión de actividades para el dia siguiente, al emoción de los alumnos no se hizo esperar ya que la gran mayoría aprovecharía esa instancia para ir a la ciudad de Osaka para explorar, comprar y divertirse un par de horas antes de volver al campamento. Por supuesto, habría un castigo especial para todos aquellos involucrados en el incidente del gimacion principal; Una restricción de 2 horas, lo que les obligaba a volver antes al campamento para un entrenamiento especial. Aomine no había podido evitar reírse ante aquella condición, sabiendo que aquel dichiso entrenamiento seria una prueba infernal.

-          ¿Demaciado agotado? – Pregunto al castaño, observando como este limpiaba con la manga de su camiseta el sudor de su frente

 

-          No, puedo un poco mas – Hablo Sakurai con el ceño fruncido, pero su tono de voz delato su estado de cansancio con un susurro a penas entendible

 

-          Dejemoslo – Declaro Aomine, tirando sin mucho esfuerzo el balón hacia la canasta de pelotas que estaba a unos metros de su posición – Si Momoi o Imayoshi nos encuentras usando a estas horas el gimnacio nos ira mal – Un bostezo largo salio de sus labios, su cuerpo exigía descanso – No tengo ánimos de escuchar sus sermones

 

-          Entendido, Aomine-san – Contesto Sakurai, recogiendo su chaqueta desde una de las bancas al costado de la cancha

Caminaron de regreso a los dormitorios con todo el lugar completamente en silencio, solamente las farolas que estaban acomodadas entre cada pabellón alumbraban un poco la oscuridad de la noche. Aomine tenia razón, si alguien les encontraba fuera de los dormitorios a esas horas serian regañados y posiblemente también serian parte del entrenamiento especial que tendrían los nuevos miembros mañana, algo que realmente ninguno de los dos deseaba por lo que se mantenía en silencio con un paso rápido para llegar pronto a destino.
¿Por qué estaban fuera de los dormitorios? La respuesta era fácil, Aomine Daiki. El toque de queda para todos los estudiantes era a las 10 de la noche, hora en la que todos debían estar en sus dormitorios de forma obligatoria, pero Aomine estaba ansioso y la única forma de quemar energías esa jugando un poco de Basquetball, por esa razón no dudo al salir de la habitación, sorprendiéndose cuando el castaño apareció minutos después también en el gimnacio.

-          ¿Por qué viniste? –Cuestiono en un susurro Aomine, observando a unos pasos el dormitorio de Tohou

 

-          Y-yo…-Sakurai tartamudeo, apretando sus puños para calmar los nervios que le invadieron de golpe tras la pregunta del otro- No quería que se metiera en problemas – Confeso sin mirar al moreno

 

-          Aun asi te quedaste a jugar conmigo, por lo que ahora los dos estamos arriesgándonos a ser castigados – Rio Aomine bajo, divertido por la respuesta del castaño – Fallaste rotundamente en tu misión ¿Lo sabes, no?-Se burlo, observando de reojo un sonrojo instalado en las mejillas de su compañero

 

-          Es cruel Aomine-san –Se quejo el castaño, obteniendo ante su reclamo un risilla baja.

Los pasos de Sakurai se detuvieron de golpe al observar en la entrada de los dormitorios la figura de dos personas ¡Los iban a descubrir! En un rápido movimiento jalo del brazo a Aomine, detrás de un grueso árbol, un escondite perfecto para no ser descubiertos, pero ¿Quiénes eran las dos figuras frente a ellos?

-          ¿No son Imayoshi y….- Aomine agudizo su vista para observar con mas detalle la figura alta que estaba junto a su capitán-...Susano? – Los ojos del moreno se abrieron con sorpresa

 

-          Ellos…se están…besando – Comento Sakurai con nerviosismo, sintiendo su rojo arder ante la escena que protagonizaban sus superiores

¡¿Acaso aquellos dos habían olvidado que estaban en un lugar publico?!
Sakurai se volteo dándole la espalda a aquella escena, dejándole algo de intimidad a la pareja mientras intentaba calmar su propio corazón. Aomine en cambio, observaba la escena curioso, era verdad que aquel mismo dia había observado también el beso compartido entre Midorima y Takao pero el shock inicial no le dio tiempo de procesar correctamente la escena, contrario a ese momento donde podía ver con gran detalle el movimiento de ambos chicos ¿Acaso se le podría llamar a esa, voyerismo? ¡No! Aomine prefería simplemente calificarlo como, curiosidad.
Los ojos azules observaron nuevamente la escena que podía ser fácilmente etiquetaba para +18 ¿Acaso habían perdido la nocion de donde se encontraban? La manera en que las manos de ambos tocaban el cuerpo contrario era vergonzosa, sin mencionar el nulo espacio entre sus cuerpos junto a un beso que podría dejar sin aire hasta al mas expecto besador. Una imagen que podía causar el repudio de muchos, pero que en Aomine encendio otro tipo de sentimientos; La excitación, la curiosidad, el deseo.
Relamio sus labios, sintiendo el mismo deseo que le había invadido horas antes al estar tan cerca de Sakurai, y fue en ese instante que una nueva interrogante se instalo en su cabeza.

-          Aomine-san debemos irnos –Llamo el castaño sin mirarle a los ojos, demasiado avergonzado por la escena observada –P-podemos entrar por la parte posterior de los dormitorios-

 

-          ¿Te molesta esa escena? –Pregunto curioso. En un movimiento inpulsivo, aprisiono al castaño contra el árbol dejando sus cuerpos a una distancia corta – Ryo…-Susurro al oído del otro -…¿Te da asco?

 

-          No –Su respuesta salio firme, dando gracias a los dioses por no flaquear en ese instante – Yo, bueno…yo sabia de su relación –Confeso, tomando por sorpresa a Aomine – Pero, jamas los había observado…asi –Explico sonrojándose aun mas, desviando su mirada a sus pies

 

-          ¿Lo sabias? ¿Cómo? – Cuestiono el moreno sorprendido.

Un calor se instalo en su estomago al imaginar la relación cercana que había entre Imayoshi y Sakurai como para compartir aquella clase de secretos.

-          Lo explicare en el dormitorio, Aomine-san nos descubrirán si nos quedamos mas tiempo aquí – pidió Sakurai, un tono suplicante que rompió las barrera del moreno.

 

-          Bien, vamos –Ordeno, dejando libre el cuerpo del castaño – Aprovechemos que están distraídos para salir de aquí – Hablo burlon, maldiciéndose mentalmente por no tener consigo tu celular para tomar una foto de aquella interesante escena.

Salieron en silencio moviéndose de forma rápida para rodear el edificio de los dormitorios, llegando asi a la entrada posterior que había visto Sakurai aquella mañana al instalar sus cosas. Subir hasta su habitación no fue problema alguno, en ese momento agradecia el que Aomine hubiese cambiado habitación con Wakamatsu esa tarde antes de la cena, asi no tendrían problemas de ser interrogados a la mañana siguiente por su paradero.
Aomine se dejo caer de forma pesada sobre su cama, mientras Sakurai entraba directamente al baño para darse una ducha rápida y cambiar sus ropas para dormir, al día siguiente acompañaria a Momoi y Kise hasta Osaka, aprovechando el dia libre que tendrian para explorar la ciudad.

Aomine escucho el sonido de la ducha, darse un baño antes de dormir no era mala idea. Sus ojos se cerraron escuchando el sonido casi hipnótico del agua caer, un bostezo escapo de sus labios al tiempo que sus músculos se relajaban gradualmente; Estaba cayendo en los brazos de Morfeo, lo sabia, pero su cuerpo parecía haber entrado en huelga. Tenia que cambiar sus ropas y abrigarse un poco, estaban en Otoño pero eso no disminuia el hecho de que las noches eran heladas aun mas estando en medio de una montaña.
Sus sentidos le traicionaron, haciendo que cayera profundamente dormido escuchando a lo lejos la voz de alguien llamandole.

&

Se giro sobre su propio cuerpo, sintiendo el ruido proveniente del exterior de la habitación. Abrio sus ojos de forma perezosa aun embriagado por la magia de Morfeo, deseaba seguir durmiendo un poco mas, regresar a aquel increíble mundo donde todo se volvia realidad pero su cuerpo le exigia despertar. Trago salida de manera dura, frunciendo el ceño al sentir un leve ardor en su garganta al tiempo en que su estomago comenzaba una sinfonía de gruñidos que podrían ser escuchados en toda la habitación. Los momentos vividos antes de llegar a los dormitorios le asaltaron, era verdad, él se había quedado dormido ¿no es asi?
Miro su cama, específicamente las mantas que le habían cubierto durante la noche. Su cama estaba impecablemente tendida, además una vez que caia dormido era realmente un desafio despertarle, entonces ¿De donde habían salido esas mantas?

-          Ryo –Susurro, recordando a su compañero. Observo la cama contraria, bien tendida sin rastro alguno del castaño cerca de allí ¿Dónde habría ido? – Talvez este desayunando – Murmurro para si, pero fue entonces que sus ojos detallaron en una pequeña bandeja de comida que había una mesa cerca de la puerta

Se levanto interrogante, su estomago volvió a gruñir con mas fuerza al ver la deliciosa comida servida; Huevo frito, arroz, pulpitos de vienesa, un poco de pezcado y un salteado de verduras acompañado de un vaso grande de jugo. Sin pensarlo demasiado tomo uno de los pulpitos de vienesa, devorándolo al instante, notando también una pequeña hoja de papel bien doblada al lado del arroz.

Una nota.

-          Aomine-san, intente despertarlo varias veces para el desayuno pero no funciono – Una sonrisa divertida adorno los labios de Aomine al imaginarse al castaño tratando de despertarlo. Una proeza admirable realmente - Acompañare a Momoi-san y Kise-san a la ciudad de Osaka para comprar algunas cosas, quise despertarlo para que nos acompañara pero tampoco funciono (/ToT)/ Lo lamento, volveremos por la tarde. Ryo Sakurai – Termino de leer la breve nota para luego volver a doblarla y dejarla aun lado de la mesa.

Tomo la bandeja entre sus manos llevándola hasta la cama para comer mas cómodamente, mandaria un mensaje a Momoi preguntándoles discretamente para saber en cuanto mas llegarían al campamento, después de todo era su “deber” como pretendiente de Sakurai estar al lado de este ¿No? Torcio una mueca inconforme, mandando aquellos pensamientos a la basura ¡No pensaría en cosas complicadas ese dia! Lo mejor era relajarse y dejar todo aquel lio emocionar enterrado muy en el fondo de su mente.
Saco su celular desde el bolsillo de su pantalón, abriendo sus ojos sorprendido al observar la hora marcada en el reloj digital de este “4:23pm” ¿Tanto había dormido?

Comio todo con rapidez realmente hambriento aunque nadie podía reclamarle nada, se había saltado el desayuno y almuerzo, de no haber sido por el gesto del castaño al traerle algo de comida todo los alumnos dentro del campamento hubieran escuchado los reclamos de su estomago. Tomo el ultimo sorbo de su vaso de jugo, recordando sin quererlo realmente, las imágenes de Imayoshi y Susano en la entrada de los dormitorios la noche anterior

-          Demonios, eso fue traumante –Bufo sacudiendo su cabeza, queriendo alejar aquellas imágenes, pero había algo que le inquietaba desde la noche anterior, algo que había surgido como una gran incognita en su cabeza.

¿Por qué no le habia desagradado ver la escena entre dos hombres? Era verdad que tanto Imayoshi como Susano eran sus superiores, les tenia un grado de respeto y los consideraba buenos compañeros pero ¿No era diferente el verlos de aquella manera? El recuerdo del beso que compartieron ambos chicos, las caricias que se entregaban mutuamente, al anciedad que podía percibirse entre ellos era algo que casi de palpaba en el ambiente. Habia sido una escena incomoda para todo o al menos para la gran mayoría, pero en Aomine había despertado un sentimiento diferente, la curiosidad.
No era homosexual ¡Claro que no! Grito su mente, casi al mismo tiempo en que su estomago se endurecía contradiciéndose. Toda su vida se había sentido atraído por las chicas de cuerpo esbelto y pechos grandes, había tenido mas de alguna novia aunque nada duradero como para hacer nacer en el algo mas que el cariño y en muchas ocaciones nisiquiera eso. No podía imaginarse a el mismo en una escena como la protagonizada por sus superiores, pero siempre había alguien que rompia las reglas ¿No? Porque la idea de besar a otro hombre nunca estuvo en sus planes, entonces ¿Por qué al recordar el beso entre midorima y Takao había mirado de forma inconciente los labios de Sakurai? ¿Por qué ayer mientras observaba las caricias que entregaba Sasuno al cuerpo de Imayoshi, sintió el mismo deseo de pasear sus manos por la figura del castaño?

-          Maldicio…no –Gruño sintiendo como su corazón se aceleraba, dándole una respuesta muda pero sincera.

No, aquellos sentimientos no eran reales.

Se dejo caer de espaldas a la cama, observando el techo sin mucho interés. No debía confundirse, aquellos sentimientos que venían a él al estar cerca de Sakurai eran solo iluciones de su propia mente al tomar demasiado en serio su papel de “pretendiente”, era por aquello era simplemente un juego, porque si era sincero con el mismo ¿Si realmente tuviera interés en los hombres, porque poner su atención en Sakurai? Si miraba a su alrededor, habían muchos chicos que podrían atraer mas su atención. Sonrio satisfecho con aquel auto-convencimiento, repitiéndose a si mismo que todo aquello no eran sentimientos reales, que se trataba solo de una ilusion de otoño.

&

El salor salado de una hamburguesa deleito sus papilas gustativas al máximo haciendo que un pequeño jadeo de satisfacción escapara de sus labios, llamando la atención de sus acompañantes quienes rieron por su reacción. Se habían detenido a comer algo en una de las tantas tiendas de comida rápida que habían visto por aquel barrio del centro de Osaka, se habían encontrado con varios pequeños grupos de estudiantes de Kaijou  y Tohou, advirtiendo que mas de la mitad del campamento estaría en ese momento de compras en la ciudad. Tomo un sorbo de su batido de mango, escuchando las sugerencias de Momoi de cual seria su siguiente punto a visitar antes de tener que volver al Autobus que los dejaría al pie de la montaña.

Habian salido poco antes de la hora de almuerzo, como se trataba de una salida fuera del horario del campamento habían tenido que transportarse por sus propios medios aunque no había sido para nada difícil. El recinto deportivo estaba muy cerca de una parada de Autobus local que según investigo la propia Momoi, pasaba por esa zona cada 30 minutos dejándolos en el centro de la ciudad, un factor realmente bueno ya que asi no perderían tiempo y podrían aprovechar las horas de desacnso que tenían por aquel dia. Kise había sido el primero en decidir cual seria su primera parada, llevándolos hacia una gran tienda de anime ¿Quién habría pensado que el rubio prodigio era un Otaku encubierto? Habia comprado varios mangas, revistas y uno que otro accesorio para su celular, pero lo que sin duda atrajo la atención de Sakurai y Momoi fue un par de colgante de silicona en forma de Onigiris. La chica fue la primera en descifrar de que se trataba, sonriendo de manera complice a Sakurai “Colgantes de pareja” había dictado la chica en voz alta, causando un notrio sonrojo en su rubio amigo.
Habia sido una tarde divertida, llena de momentos agradables y charlas amenas. Pero su tiempo estaba acabando, tenían poco mas de una hora antes de volver al campamento antes de que los autobuses que iban hacia la montaña se vieran sobrecopados por la cantidad de estudiantes que esperarían hasta el ultimo momento para volver.

-          ¿Les parece si vamos a “Omura”? – Pregunto Momoi en voz alta, llamando la atención de Kise y Sakurai

 

-          ¿Qué hay allí, Momoicchi? –Cuestiono de regreso el rubio, conocía gran parte de la ciudad debido a que muchas veces en su trabajo como modelo había ido allí a secciones de fotografía - ¿Una joyería?

 

-          No Ki-chan, es una tienda de manualidades que se ha hecho muy famosa en el ultimo tiempo –Explico la chica emocionada, sacando desde su bolso la pagina de una revista donde se anunciaba la ultima sensación entre las adolecentes – Quiero regalarle algo a Tetsu-kun, pronto será su cumpleaños y quiero hacer algo especial por el.

Sakurai centro su mirada en la chica recordando la confecion que Aomine le había hecho el dia anterior; Kuroko estaba enamorado ya, de nada mas que del AS de Seirin, Kagami Taiga. Pero, fue el mismo moreno quien también le confeso que muchos sabían de aquel “secreto” incluida la pelirosa, entonces ¿Momoi aun guardaba esperanzas de ser correspondida? Una pequeña punzada atravesó el pecho del castaño ante su propia interrogante. No deseaba que la chica sufriera, pero no podía siquiera pensar en intervenir, después de todo el encontraba tierna la pareja que formaban la “Luz y sombra” de Seirin.

-          Momoicchi –Llamo Kise en un tono bajo, Sakurai observo en las ordes ambarinas un sentimiento de preocupación seguramente preocupado porque la chica pudiese salir lastimada- Kurokocchi…..-

 

-          Lose, no tienen que preocuparse de eso – Respondio con una gran sonrisa- Fui yo quien se dio cuenta primero que nadie, aunque sea difícil de creer…-La voz de la chica se percibía calmada, serena -…para mi nadie seria mejor que Kagamin para estar al lado de Tetsu-ken ¿No? –Ambos chicos asintieron al mismo tiempo- Ellos son realmente dependientes uno del otro –Rio bajo

Kise y Sakurai sonrieron, aliviados de saber que sus preocupaciones no tenían fundamentos.

-          ¿Vamos? Nos queda cerca de una hora para tomar el próximo autobús – Animo Kise, dando un ultimo sorbo a su bebida – Ademas, quiero entregarle mi regalo a Sempai~ -Canturreo feliz

Salieron del local en dirección hacia la ultima tienda escogida por Momoi.
No habían tenido que caminar demasiado para llegar a su destino dejando a los chicos con un pequeño sonrojo al ver que eran los únicos hombres dentro del lugar. Era gran tienda de apariencia empalagosa digna de una tienda de chica, habían vitrinas con múltiples accesorios para decoración de uñas, lanas e hilos ordenador en un gran estante al final del local, flores de cerámica y muñequitas de colección. Lo estaban confirmando personalmente, aquel lugar podía quitarle la masculinidad a cualquier hombre.
Momoi no tardo en perderse entre la gran cantidad de féminas presentes, dejando con un sentimiento de desolación tanto al castaño como al rubio; Muy similar al sentimiento de ver abandonador por su madre en la fila del supermercados.

¿Qué harian? Kise suspiro, jalando del brazo a Sakurai le indico esperar a su amiga en la sección, que a su parecer, estaba menos congestionada de hormonas adolecente.

-          Estoy cansado – Reclamo el rubio prodigio luego de ver por mas de 15 minutos como Momoi se movia de un lado a otro de la tienda llenando de productos una pequeña canastita – Las mujeres son compradoras compulsivas – Susurro siendo perfectamente escuchado por el castaño.

 

-          Kise-san tengo una pregunta – Llamo Sakurai logrando que la mirada ambarina se posara en su cuerpo. Kise sonrio divertido, comparando al castaño con un niño pequeño pidiendo permiso para hablar - ¿Por qué no quiso invitar a Kasamatsu-san?

 

-          ¿Eh? –La pregunta tomo por sorpresa al rubio, quien se sonrojo de golpe ante la mención de su capitan

 

-          D-digo, usted siempre esta con él – Exclamo rápido dándose cuenta del estado de pánico en el que había entrado Kise – Lo lamento, no quería…

 

-          Lo sabes, ¿verdad? –Cuestiono Kise en un susurro bajo sin disminuir el calor que asaltaba su rostro. Sakurai solo asintió, sin saber a ciencia cierta que mas decir - ¿Es muy evidente? –Pregunto nuevamente el rubio

 

-          Bueno, no mucho…- Respondio Sakurai nervioso ¿Cómo se supone que reaccione al establar una platica de temas amorosos con alguien que conocía tan poco? Pero por sobre todo eso, no quería incomodar a Kise, no deseaba por nada del mundo hacer algún comentario que pudiera herir al chico-…Kise-san brilla mas cuando esta al lado de kasamatsu-san, es por eso que yo lo note…y bueno, Aomine-san me lo confirmo – Confeso desviando la mirada hacia cualquier punto lejos del rubio prodigio

¡¿Realmente había dicho algo tan vergonzoso?! Su rostro comenzaba a calentarse lentamente mientras sus manos se movían sin calma, pero fue la risa cantarina que inundo sus oídos lo que llamo su atención. Kise reia de una manera tan autentica como la de un niño pequeño; Sincera

-          Gracias Ryocchi~ - Exclamo abrazando por los hombros al castaño – Nunca nadie me había dicho eso ¿Sabes? Estoy enamorado de Sempai desde que perdimos contra Tohou en las semifinales del InterHight, realmente creo que siempre me gusto…-Sakurai escuchaba atento, grabando cada palabra dicha-… pero fue en ese momento cuando me di cuenta de que no eran solo sentimientos de admiración. Eres una de las pocas personas a las que le he dicho esto, asi que, hasta que tome el valor para confesarme guarda mi secreto ¿si? –Pidio en un tono suave, dando un guiño complice al castaño.

Ambos sonrieron al mismo tiempo, soltando una risa que atrajo la atención de mas de alguna fémina presente.
Una conversación agradable se instalo entre ambos, intercambiando pequeños datos para conocerse un poco mejor y es que, a pesar de sus personalidades un tanto diferentes compartían un gusto similar en varios aspectos fuera de la cancha.

&

Se recargo contra un poste, dando un largo sorbo a la malteada de chocolate que tenia en sus manos. Su mirada negra estaba fija en la figura de un chico castaño dentro de la tienda frente a el, observando cada movimiento realizado, cada sonrisa, cada mueca de este, sintiendo dentro de su cuerpo crecer aun mas los deseos por tenerle.
Cubrio un poco su rostro al observar como el rubio se ponía de pie alejándose en busca de la chica, mientras el castaño les esperaba en la puerta de entrada de aquella tienda. Confirmo en el reloj de su teléfono la hora, seguramente tanto Momoi, Kise como Sakurai estarían preparándose para regresar al campamento

¡Era ahora, su ultima oportunidad para obtener aquello que tanto deseaba!

&

El teléfono de Kise sono, una alarma que daba el aviso para volver al campamento ¿Tan rápido había pasado el tiempo? Se miraron sorprendidos, tenían que tomar el próximo autobús de lo contrario tendrían que esperar al próximo el cual iria atestado de gente debido a la hora. Kise fue el encargado para traer a Momoi, una misión complicada si tomaba en cuenta de la actitud caprichosa que adoptaba la chica cuando alguien la presionaba. Sakurai por su lado se dirigio a la puerta de salida de la tienda encargado de cuidar los bolsos de las compras hechas durante el dia, tenían un poco mas de 10 minutos para llegar a la parada asignada de buses y volver al campamento sin problemas. Escucho a lo lejos los reclamos de Momoi, volviéndose en pocos segundos el centro de atención. Sonrio de lado, observando a lo lejos el puchero de la chica y la expresión nerviosa de Kise al tener la mirada de todas las féminas que les rodeaban sobre el de manera acusadora.

Una sonrisa siniestra se hizo presente en el lugar.

-          Estas muy solo, Ryo – Un escalofrio recorrio su espalda al reconocer aquella voz.

Intento girar su cuerpo pero le fue imposible, unos fuertes brazos le apresaron con fuerza mientras su boca era cubierta por una mano. Sus ojos se abrieron con miedo al sentir una lengua humeda recorrer su cuello, intento gritar por ayuda pero no había nadie cerca, todas las personas presentes tenían su atención puesta en la discusión entre Momoi y Kise.
Sintio una punzada atravesar su cuerpo por completo centrando aquel dolor en la base de su cuello ¿Qué había pasado? Su cuerpo se sentía pesado, cansado. Sintio los brazos que le apresaban desvanecerse dándole la oportunidad asi de girarse y comprobar la identidad de su atacante, retrocedio de manera instintiva al ver la sonrisa triunfante en los labios de Hiroki ¿En que momento había llegado el hasta su lado? Retrocedio algunos pasos nuevamente, queriendo pedir ayuda pero de un momento a otro todo se volvió oscuro, había caído inconsciente gracias al golpe en su cuello.

Hiroki sonrio, atrapando el cuerpo del castaño en el aire para cargarlo sin problemas entre sus brazos.

Habia estado siguiéndoles durante todo el dia, calculando el mejor momento para actuar pero siempre había algún detalle que se lo impedia. Por esa razón, cuando observo a Kise alejarse en busca de Momoi lo supo ¡Esa era su oportunidad! Solo tenia que salir de allí, llevar al castaño hacia el campamento y hacerlo suyo antes de que los demás volvieran. Tenia una habitación libre gracias a las copia de seguridad que había robado a uno de los guardias del campamento, nadie les molestaría allí, nadie podría escuchar al castaño gritar de placer cuando lo marcara como su propiedad.
Salio de la tienda, a paso rápido camino hasta la avenida principal deteniendo al primer Taxi que observo.

-          ¿Tu amigo esta bien? –Pregunto el hombre del vehiculo al observar al castaño inconciente – ¿Vas al hospital?

 

-          No, se quedo dormido viendo una película – Contesto de manera calmada, acomodando la cabeza del castaño contra su hombro – Porfavor lléveme a esta dirección –Pidio, entregando al hombre la dirección del campamento de entrenamiento – Le pagare un poco mas si vamos rápido – Declaro con una sonrisa falsa, el hombre asintió poniendo en marcha el vehículo.

Beso con cuidado la frente del durmiente, entrelazando también sus manos.
Deseaba tocarlo, deseaba desnudarlo y verle vulnerable bajo su cuerpo. Nadie lo impediría esta vez, no habría nadie que pudiera interferir. Lo había logrado, luego de tanto tiempo porfin aquel castaño seria suyo

&

Abrio sus ojos escuchando el sonido bajo de su teléfono resonar en algún lugar de la habitación. Se encogio de hombros, intentando nuevamente entrar al mundo de Morfeo pero, aquel sonido no se detenia ¿Qué habría pasado para llamarle con tanta insistencia? Se levanto de la cama de manera lenta, intentando encontrar el origen de aquel escandalo, encontrándolo luego de varios minutos en medio de las mantas que estaban aun costado de la cama, se dispuso a contestar y decirle a quien fuese que le hubiera despertado toda las palabras que pasaban en ese momento por su mente pero antes de poder presionar el botón de “Aceptar” la llamada se  corto dejando la habitación sumida nuevamente en el silencio. Fruncio el ceño dispuesto a arrojar el teléfono cuando observo la gran cantidad de llamadas perdidas tanto de Momoi como de Kise.

Un mal presentimiento se hizo presente. El teléfono volvió a sonar, marcando la llamada 21 de Kise.

-          ¿Qué suced….-

 

-          ¡Aominecchi! ¡Porque demonios no atiendes el maldito teléfono! – El moreno abrió los ojos sorprendido no solo por las palabras usadas por Kise, sino por su tono de voz alterado - ¡Aominecchi no esta por ningún lado! Momoicchi esta a punto de llamar a la policía – Exclamo el rubio desde el otro lado sonando aun mas desesperado que antes

Las palabras soltadas por su amigo lo confundieron, esperen ¿De quien estaba hablando el otro?

-          Kise idiota, deja de gritarme – Exclamo molesto por tanto grito, sentándose en la cama – Dime de una vez, con calma ¿Qué pasa? ¿Quién se perdió?- Escucho al rubio tomar una bocarada de aire, intentando calmarse a si mismo                                 

 

-          Ryocchi – La mención del castaño puso en alerta todo los sentidos de Aomine, levantándose de un salto de la cama – No esta, lo hemos buscado por todos lados y no esta, su teléfono esta apagado…Y….-

 

-          ¡¿Y, que con un demonios?! –Exclamo perdiendo la paciencia, sintiendo su corazón latir rápido. Algo no le gustaba de todo aquel asunto - ¡Kise responde por el amor a tu enano gruñon!

Aomine escucho un gran estruendo al otro lado del teléfono, como si alguien estuviese peleando por tomar el mando del aparato. Pudo identificar las maldiciones de Kise a lo lejos y el solloso de alguien muy cerca ¿Esa voz era de Momoi?

-          Lo tiene ¡Dai-chan, Hiroki se llevo a Sakurai! – Declaro la chica entre sollozos. El cuerpo de Aomine temblo por completo, apretando los puños para no dejar caer el teléfono

-          Satsuki calmate ¿Estas segura? –Cuestiono sin querer perder la poca calma que albergaba.

 

-          Moriyama-san los vio – Exclamo la chica alzando la voz, incapaz de controlarse ante la angustia que consumia todo sus nervios – El vio a Hiroki llevarse a Sakurai inconciente, tomaron un Taxi rumbo a las montañas por lo que creemos deben ir par….-

No pudo continuar escuchando una palabra mas, corto la llamada guardando su teléfono en el bolsillo de su pantalón.
Salio como alma que lleva el diablo hacia el pasillo de los dormitorios ¿Qué hacer? ¿Por donde comenzar a buscar? ¿Debia decirlo a los directivos? Gruño, mordiendo con demaciada fuerza su labio inferior causando que un pequeño hilo de sangre brotara de la herida, inundando su boca de un sabor metalico.
Escucho la voz de alguien por el pasillo, observando segundos después la figura de Imayoshi, Wakamatsu y kasamatsu, quienes bajaban desde el segundo piso de los dormitorios. La platica que mantenían aquellos tres se vio silenciada al ver la figura de Aomine, detuvieron de golpe al observar con mas cuidado la exprecion en las facciones del moreno, una mirada que afilada conjunto con un aura oscura que le daba un aire tétrico..

-          Necesito ayuda –Hablo con un tono serio y brutal, como si pasa silaba en aquella petición fuese una puñalada certera.

Los tres asintieron al mismo tiempo teniendo cuidado; En ese momento el chico frente a ellos era uno diferente al que hubieran conocido antes, era alguien que advertia peligro.

Aomine sintió su cuerpo temblar, su corazón latir con tanta fuerza que su pecho comenzaba a doler, con la adrenalina fluyendo por sus venas agudizando cada uno de sus sentidos con un solo propósito vigente en su mente “Encontrar a Sakurai”. No quería pensar en nada, no quería que su mente se detuviera un solo segundo a imaginar en lo que aquel desgraciado de Hiroki pudiese estarle haciendo al castaño ¡No! ¡No podía permitir aquello! Porque esta vez poco le importaba las consecuencias que este le trajera, iba a destrozar el rostro de aquel chico; Si encontraba aunque sea un solo dedo de Hiroki sobre Sakurai, estaba muerto.

 ..Continuacion

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Que tal? ¿Alguien quiere tirarme alguna manzana? -piedras nuuu- 

Lamento mucho no dar adelanto pero estoy en un cyber y el word no me habre para dejarles algo mas :(

 

¡Llego la luz a mi casa asi que aqui les dejo el adelanto:D

Cap9:

Aomine apretó los puños, golpeando con fuerza la pared cerca de el, logrando que una pequeña mancha de sangre quedara impresa en la zona de impacto, alertando a Kasamatsu quien estaba junto a él.

-          Debes calmarte – Pidio el capitan de Kaijou  poco seguro de que el moreno pudiese siquiera escuchar las palabras de alguien en su condición –Aomine –Llamo al no tener respuesta

-          Ese malnacido va a violarlo ¿Lo sabes, no? –El tono de voz de Aomine era bajo, tan ronco que simulaba el gruñir de una bestia – Para cuando le encontremos seguramente será tarde – Kasamatsu apretó los puños sabiendo perfectamente que aquello era verdad – Ire a buscarlos a los demás pabellones – Exclamo rápido antes de salir corriendo del lugar dejando a un pelinegro sorprendido y angustiado por toda la situación.

¿Dónde estaban? ¿Dónde?

 - Gracias por todos sus bellos comentarios -     


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).