‘’No te preocupes. Estoy bien’’ esa frase dicha por su pareja lo estaba volviendo loco, sabía perfectamente que nada estaba bien. Todo comenzó el día en el que Takahiro y Misaki fueron a comer, el se encontraba trabajando en ese momento, cuando recibió una llamada del menor. Cuando contesto, no escucho ninguna voz, simplemente la suave respiración de su amado y los ruidos de la ciudad, luego se colgó la llamada.
Cuando le pregunto el por qué de la extraña llamada, detectó en esos ojos verdes algo que nunca había visto; en sus cuatro años viviendo juntos, había aprendido todas las emociones de Takahashi, las cuales se reflejaban en sus grandes ojos.
Va a desaparecer esa mirada –pensó- estaba muy equivocado, todo había empeorado
—Misaki ¿Estás bien? —
Era la pregunta la cual se había convertido cotidiana con el pasar de las semanas. Sentía una gran inquietud, tal vez lo que en verdad quería su pareja era terminar con la relación. Su inseguridad se volvió mayor al notar algo en la intimidad, observaba a Misaki y este parecía que rompería en llanto ¿Acaso estaba haciendo algo mal?
Intento concentrarse de nuevo en su trabajo, estaba en la mitad de la novela y tenía que hacer un capítulo de ella. Suspiro estresado y puso sus dedos en las teclas, empezó a escribir lo que había pensado para esa escena.
— ¡Estoy en casa! — Observó el escrito en la pantalla, doscientas treinta y nueve palabras, salió de su estudio
—Bienvenido— Bufo con molestia al ver el cambio de semblante de Misaki al escuchar su voz, se había dado cuenta desde hace unos días de este hecho. Forzaba una sonrisa tranquila y actuaba demasiado cuidadoso, como si en cualquier momento se fuera a terminar todo
— ¿Cómo va la novela? — Pregunto el menor mientras que cortaba algunos vegetales
—Bien— Mintió, lo único que provocaría decir la verdad es el enojo de su amado— ¿Cómo te fue en el trabajo?
Un suspiro cansando salió de los labios de Misaki— Me fue perfecto— Akihiko levantó una ceja ¿Ahora cambiaba el ‘’Bien’’ por ‘’Perfecto? Una gran molestia apareció en el, simplemente ya no soportaba el ambiente, sin dar ninguna explicación alguna se dirigió a su estudio, mientras que escuchaba como lo llamaban
— ¿Ahora a este que le pasa? — Pregunto irritado, no era como si él no estuviera actuando extraño también, hacia todo lo posible para que su casero no se diera cuenta de su fuerte preocupación. Todo empezó ese día
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El y su hermano habían ido a comer a un café que se encontraba en el centro de Tokio, se habían puesto al día con la vida del otro, en ese momento se encontraban bromeando sobre cosas del pasado. Takahiro se quedo callado mientras que miraba algo a espaldas de Misaki
— ¿Hermano?
—En verdad no sé cómo se ponen a dar esas escenas en un lugar público— Comento sin hacer caso al llamado de su hermano menor
— ¿De qué hablas?
—Una pareja gay se estaba besando aquí— Misaki abrió los ojos con sorpresa
— ¿Una pareja? — Cuestiono
—Una pareja gay— Corrigió— La verdad no sé cómo pueden estar con alguien de su mismo sexo— Exclamo con cierto reproche
El menor sintió sus ojos irritados ¿Su hermano no aceptaba la homosexualidad? Nunca lo había escuchado decir un comentario al respecto. De cierta manera sintió como si ese comentario fuera hacia su persona
— ¿Misaki? — Llamo la atención de su hermano, este asintió— Cómo te iba diciendo…
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Derramo una lágrima al recordar ese suceso, secándola al instante. Cuando por fin su relación se encontraba segura, cuando se había decidido a contarle su relación a su hermano, pasaba esto. Seria sincero, se sentía devastado por la repulsión que tuvo Takahiro, si así era con unos desconocidos ¿Cómo sería con su hermano menor y su mejor amigo? No quería ni imaginarlo. Escucho a Akihiko hablar con alguien desde arriba, supuso que estaba al teléfono.
— ¿Cómo te fue con Misaki la otra vez? — Su pregunta tenía una doble intención; saber la verdad sobre el comportamiento del universitario
—Me fue bien, bueno…— Suspiro— Casi bien— Sintió como las piezas encajaban, bingo, ahí estaba el problema
— ¿De que hablas? — Intento no sonar desesperado por la respuesta
— ¿Te acuerdas de tu amigo de la infancia?
— ¿Hiroki? — Espera, ¿Qué tenía que ver su amigo con esto?
—Sí, lo vi besarse con otro hombre ¿Puedes creerlo? — Akihiko suspiró con pesadez, ahí se encontraba la respuesta a todos sus problemas, Takahiro siempre había tenido la mente un poco cerrada. Apostaba el hecho de que hizo una crítica muy fuerte al respecto. Ah, ese idiota y su boca
Después de hablar unos minutos más con su antiguo amor, se despidió y sintió como todo el estrés de las semanas pasadas desaparecía. Una punzada llego a su pecho, Misaki debió de sentirse muy afectado por el comentario de su hermano mayor. En verdad quería golpear al idiota de Takahiro pero, primero era su pareja.
Salió rápidamente de su estudio. Bajo su mirada hacia la cocina pero no encontró a nadie, extrañado camino por todo el pasillo, dirigiéndose a la habitación del menor. Cuando, en la puerta del baño, miro a su inquilino mirarse en el espejo con sus manos recargadas en el lavamanos. Por fin reconoció esa mirada, era una mirada de decepción demasiado fuerte
— ¿Misaki? — No recibió respuesta alguna, el nombrado parecía un muñeco por lo inmóvil que se encontraba, ningún parpadeo, simplemente su vista fija al reflejo del espejo. El de ojos violetas sintió como las lágrimas amenazaban con salir
—Misaki ¿Estás bien? — Esta vez fue diferente, no recibió la respuesta que se había aprendido de memoria, tampoco la sonrisa falsa. Los labios del de cabellos cafés empezaron a temblar, unas lágrimas salieron sin permiso de sus ojos verdes, haciendo que las cejas se fruncieran con tristeza. Un sollozo salió como respuesta, Takahashi negó con la cabeza, mientras que se tapaba la boca intentando no sacar más sonidos
Akihiko sintió un gran dolor al ver la reacción de su amante, se acerco rápidamente y lo abrazo con fuerza. Toda la confusión y el temor a perderlo estaban siendo reparados con esa simple muestra de afecto
—Takahiro me conto todo— Como respuesta, dos brazos lo envolvieron con desesperación. Misaki saco un lastimero sonido, todo sus sentimientos estaban revoloteando de una forma muy confusa, simplemente no podía dejar de llorar
—Tranquilo, yo estoy aquí— Lo sabía, pero las lagrimas salían sin permiso, no había llorado de esa forma desde la muerte de sus padres. Se separo del fuerte agarre
—N-n-no pue…do y-yo…
Abrió sus ojos al sentir como unos labios se posaron en su frente, el tacto se sentía muy cuidadoso, como si estuviese hecho de cristal. Ah, ahí se encontraba ese sentimiento que nunca desaparecía de los labios de su amante, nunca había podido descifrar el por qué lo tranquilizaba esas muestras de afecto, simplemente sucedía
Lo único que escucharon los dos hombres los siguientes minutos fueron sus corazones latir con gran tranquilidad. Como si nunca hubieran vivido esas semanas de dolor
Recuerdo que al estar tomados de la mano, sentí como nuestros corazones latían al mismo tiempo. Tal vez sea algo imposible pero, yo así lo sentía
Takahashi Misaki, veintidós años de edad, sintió una vez más como esas frías manos de su casero, se volvían totalmente cálidas.