-¡Hey! ¡Despierta!...- escuchaba levemente entre sueños.
-¿Queeee? ─fui mi respuesta, alargando la palabra, totalmente fastidiado por la abrupta interrupción de mi sueño.
-¡TOP! ¡Despierta! ¡Vamos!, los chicos ya están en el club…-me decía esa voz que estaba empezando a molestarme.
-¡No! ¡No quiero!...-le grité, para esconderme debajo de las sábanas, tapándome la cabeza. Pero esta persona, jalo tan fuerte el cobertor que termine cayéndome de la cama, de culo al piso.
-¡Levántate! …-me exigió. Yo me levante molesto y le di un empujón.
-¡Carajo Seungri! ¡Me ha dolido joder!...-le grité sobando mi adolorido trasero.
-Ya, discúlpame, pero es que ya es hora de que te alistes…estas durmiendo desde la tarde… no pensaras quedarte en casa un sábado por la noche… ¿o sí?...-me recriminó, como no dando cabida a la posibilidad de quedarme durmiendo de corrido un tranquilo Sábado por la noche.
-Seungri, no quiero ir, ya sabes que estoy agotado…los exámenes, el trabajo me tienen loco…-le dije con tono cansado Yendo hacia la cocina para sacar una cerveza. Le ofrecí una a mi amigo- ¿quieres?...- él sacudió la cabeza en señal de negación.
-Por eso mismo, hace mucho que no sales con nosotros. Taeyang y Daesung ya deben estar allí, y yo les prometí que te llevaría aunque sea a rastras…-me quito la lata de cerveza de la mano y la tiro a la basura. Yo di un soplido fastidiado. Aunque Seungri tenía razón, hace mucho que no salía a divertirme.
-Oh, está bien…pero déjame alistarme primero…- le dije resignado. Pude ver como dio un salto de emoción. Si, puede ser que me haya hecho extrañar por mis mejores amigos. Sonreí ante eso.
-¡genial!, además ya hemos planeado todo con los chicos. Beberemos un rato, conversaremos y por último iremos de cacería de chicas lindas…-me dijo con la cara llena de emoción.
-Sí, este…genial, pero te olvidas un pequeño detalle…-le dije mirándolo fijamente. Él me miro confundido. Yo puse los ojos en blanco.
-¿Qué detalle?...-me preguntó.
-Soy gay… ¿lo olvidas?, no salgo de “cacería” como ustedes…-le dije en un tono divertido. Seungri se había olvidado que yo no tenía sus mismos gustos.
-Oh, eso…bueno, pues de todas maneras vamos de cacería. Nosotros cazamos chicas lindas y tú… ¿chicos lindos?...-me preguntó dudando. Yo me reí ante su reacción. Asi lo decidí, me cambie rápido, para salir a divertirme con mis amigos del alma. Que para ser sincero, también los extrañaba.
Llegamos a un club cerca del centro. Recién se había inaugurado y como el tío de Taeyang era el dueño, tuvimos pases Vips que nos permitieron entrar sin hacer cola, ni nada.
-¡Hey bro! …-me saludo Tae, seguido de Daesung, los dos se emocionaron mucho al verme.
-Por fin saliste de tu cueva, Batman…ya era hora…-bromeó Dae, yo le sonreí dándole la razón.
Una vez adentro, todo transcurrió normal. Conversábamos y bebíamos unos tragos muy fuertes para mi gusto. Yo sólo pude beber uno y ya estaba somnoliento. Asi pasó la noche, al principio todo fue genial, pero sin darme cuenta de un momento a otro me encontraba solo. ¿Mis amigos? Pues como ellos dijeron, de cacería. Tampoco quería reclamarles nada, tenían derecho a divertirse y no tienen porque privarse de conquistar chicas por el simple hecho de que yo sea gay.
Decidí salir a tomar aire, ya que estaba algo sofocado por el ambiente que desde hace mucho no acostumbro. Camine entre la gente empujando a alguna que otra persona. La bulla y el calor eran asfixiantes. Así que sin mucho que pensar, me dirigí a la azotea de aquel club. Cuando llegue cerré la puerta detrás de mí para darme aire con la mano, pero cuando me giré. Me di cuenta que no estaba solo.
-Oh, lo…lo siento, no sabía que había alguien aquí…-le dije a esa persona que estaba volteada mirando el horizonte con los brazos apoyados en la baranda. Al parecer no me había oído llegar. Quise irme ya que aquella persona estaba tan concentrada en su vista que no quise molestarla.
Giré la perilla de la puerta por donde había entrado para salir cuando me hablo.
-No tienes porque irte…-me dijo aquella dulce voz. Era un muchacho, que al voltear a verme pude notar ahora si su rostro. No, no era simplemente un chico común, era el chico más hermoso que pude haber visto jamás. Me estaba sonriendo, y yo me quede atónito. Tenía el cabello rubio, los ojos pequeños, era delgado y estaba vestido de blanco. Parecía un ángel, era precioso. Yo instintivamente me pase la mano por los labios, temiendo derramar algo de saliva porque note que me había quedado con la boca abierta.
-H-hola… ¿no te molesto?...-le pregunte avergonzado, ya que parecía que aquel muchacho también quería paz igual que yo, y mi llegada pudo perturbarlo.
-No, claro no, salí a tomar aire, adentro hace mucho…calor-al decirme esas últimas palabras, se giro otra vez y volvió a enfocar su vista en el horizonte. Como buscando algo, quizá quería ver las estrellas. Pero parecía ido o mejor dicho, triste.
Camine a paso lento y me apoye junto a él en la baranda mirando también el horizonte. Poniendo atención a lo que él trataba de buscar. Me intrigaba, quería preguntarle qué cosa buscaba. Pero negué con la cabeza sabiendo que mi idea era descabellada.
-Me…me llamo Seung Hyun...-me presente tímido. Nunca era tímido con nadie, pero ese ángel sin alas era cosa distinta. Me intrigaba y me intimidaba de una manera, no sabía cómo decirlo, especial ¿tal vez?
-Hola, Seung Hyun, me llamo Ji Yong, pero mis amigos me dicen GD…-me sonrió mirándome fijamente. Yo estaba a punto de derretirme ahí mismo. Volví a sacudir mi cabeza para reaccionar.
-Bueno, mis amigos a mi me llaman TOP, puedes decirme asi si…quieres- le dije con timidez.
-Claro TOP, y tú me puedes decir GD…-su voz era preciosa, tanto como él. Yo lo miraba embelesado.
-GD ¿estas…estas contando estrellas?...-no aguante más, tenía que preguntárselo. Ya que parecía tan concentrado mirando hacia el cielo. Que no pude contener mi curiosidad. Me di un golpe mental. Me debí haber mordido la lengua ¡maldición!
Pero mi sorpresa fue que GD no se enojo, ni nada parecido. Su simple reacción fue reírse.
-jajajaja…No claro que no, jajaja ¿contar estrellas? ¿Crees que soy un niño?...-me dijo con un dedo acusador, pero riéndose con ganas. Yo también me reí con él. Su sonrisa era de lo más contagiosa.
-jaja…es que estas tan concentrado mirando el cielo, como si buscaras algo…-le dije lo que realmente estaba pensando. Pero al decirle esto, vi que su sonrisa desapareció de su rostro-…oh, lo siento… ¿dije algo malo?- me disculpé inmediatamente ¡mierda! ¡Claro que había dicho algo malo! Su carita, se entristeció y yo me maldije por eso.
-No, no has dicho nada malo es sólo que…tienes razón…-su voz sonó tan dolida, que me odie otra vez por ser el causante de aquella tristeza.
-Perdóname, no quería decir nada que te incomodara, aun si lo que dije fuese verdad…-le confesé con toda la sinceridad del mundo.
-No, ya te dije que no tienes porque disculparte. Estoy bien…-me dijo forzando una sonrisa.
-Está bien. Qué tal si charlamos un rato, claro si es que…quieres- le pedí esperanzado.
-Claro, supongo que tú también estabas aburrido allí dentro…-su sonrisa esta vez fue más sincera.
-En realidad sí. Vine con unos amigos, pero cada quien se fue con una chica y me dejaron solo…-le termine confesando. Él señalo las bancas que estaban pegadas a la pared, indicando que nos sentáramos allí. Asi que mientras caminábamos hasta las bancas íbamos conversando.
-¿Y tú? ¿Por qué no vas y te ligas a una chica como tus amigos?...-me pregunto curioso. Yo comencé a sudar. ¿Se asustará si le digo que soy gay? No quiero que piense que quiero ligar con él, aunque…fuera verdad.
-Bueno yo…sólo vine porque quería pasarla con mis amigos, pero no es mi interés terminar en una cama al día siguiente con una desconocida, como te aseguro, terminaran ellos…-le dije con total sinceridad.
-Oh, vaya…pensamos igual, para mi tener sexo sin amor…no tiene sentido- me miró fijamente, y no sé porque en ese instante supe que había encontrado a alguien especial, no sé si en términos románticos, o términos amicales, pero estaba completamente seguro que a Ji Yong lo recordaría siempre.
Pasamos horas charlando en aquella azotea. No hablamos de cosas personales, pero sí, de cómo nos sentíamos referente a todo. El amor, la familia, la amistad, la injusticia, el hambre, hasta de la política. Fue la charla más entretenida que haya tenido en mi vida. Pensábamos y estábamos de acuerdo en muchas cosas. Pero algunas veces también teníamos debates en los cuales terminaba ganando él ¿Por qué? Tal vez su sonrisa que me derretía por dentro, tenga algo que ver.
-Bueno, ahora si me vas a decir ¿qué es lo que estabas buscando?...-le pregunté como quien no quiere la cosa. Él me sonrió, y miró su reloj.
-¡OH NO!...ya van a ser las tres –me dijo levantándose de la banca asustado.
-¿Tienes algo que hacer? –le pregunté con dudas. Se veía realmente preocupado.
-Es que…ya son las dos y media de la mañana, y ya tengo que irme a casa –me dio la espalda apoyándose otra vez en el barandal de la azotea. El viento comenzó a correr e hizo que su cabello se levantara. Me acerque a él y vi que tenía los ojos cerrados. Pude ver en sus facciones, tristeza o nostalgia tal vez.
-¿Tus amigos están adentro?-le pregunté
-No, ellos ya se fueron, asi que tendré que irme solo a casa…-volvió a abrir los ojos. Me miró sonriendo con timidez –…tú…me podrías acompañar, es que…ya es tarde y no quiero ir solo. Mi casa está a tres cuadras de aquí asi que sólo tendríamos que caminar un poco, además que…quisiera seguir charlando contigo…-me confesó tímido. Vi que sus mejillas se sonrojaron. Y yo sonreí por fuera. Pero por dentro estaba saltando de alegría con bombos y platillos.
Lo que me dijo Ji Yong, terminó por convencerme de que yo le gustaba. Y por supuesto él también a mí.
-Claro que sí, a mi…también me gustaría seguir charlando contigo –le afirme tomando su mano. Él soltó un suspiro. Y me la aparto, su mano estaba muy fría.
-Muy bien, eh…por que no le avisas a tus amigos que vendrás conmigo, asi no se preocupan –caminó hacia la puerta sonriendo con timidez.
-Tienes razón, ahora mismo les mando un mensaje, ya que no quiero interrumpirlos… ¿tú me entiendes no?...-le guiñé un ojo. Ji Yong volvió a sonreírme y abrió la puerta para salir.
Cuando salimos del club. Yo llevaba puesto mi chaqueta de cuero, que me protegía del frio de aquella noche. Vi como mi lindo acompañante estaba frotándose los brazos para darse calor. Algo que llamo mi atención. Le sonreí, él me devolvió la sonrisa cuando me saque la chaqueta y se la puse encima.
-Oh…no es necesario…-me dijo apenado. Agachando la cabeza y mordiéndose el labio inferior. Se le veía tan adorable. Yo le volví a sonreír dándole confianza.
-No es nada, yo no tengo tanto frio…además tú estás menos desabrigado que yo, no me discutas…-le dije guiñándole un ojo. Él asintió parándose en frente de mí. Para regalarme una de sus más hermosas sonrisas.
-Gracias TOP…-me dijo para mirar de nuevo al cielo. Mientras caminábamos en silencio, no quería que se termine esa noche, no quería que se vaya. Cuando lo miré estaba como ido, como si su cabeza le diera vueltas a algo, que me moría por descubrir.
-GD…-le iba a preguntar en que estaba pensando, pero de nuevo me sorprendió con su espontaneidad.
-TOP… ¿alguna vez te has enamorado?...-me pregunto mirando al horizonte. Yo me quede estático con su pregunta.
-Bueno…creo que, el amor es un tema muy complejo…creo que no lo sé…-le respondí sincero. Él me sonrió, y tomo mi mano, para entrelazar mis dedos con los suyos. Sentí una descarga eléctrica en todo mi cuerpo. Pude notar como toda mi cara se puso roja, caliente. Pero Ji Yong no mostro ni pizca de vergüenza.
- A que le tienes miedo Seung Hyun… ¿Qué es a lo que más temes en este mundo?...-me pregunto mientras caminábamos de la mano. Ya no me sorprendían sus preguntas espontaneas.
-Creo que…a la muerte…como casi todos…-le dije, pude ver como su sonrisa desapareció de su rostro ¡mierda! No quería que se le fuera nunca. Su rostro era precioso con esa sonrisa impregnada –…y tú… ¿a qué le tienes miedo?…-le termine por preguntar. Y como si estuviera esperando a que le preguntara eso, suspiro.
-Sabes, antes al igual que tú…le tenía miedo a la muerte, hasta que al pasar los años cambie de parecer. Mi peor miedo es morir sin haberme enamorado alguna vez…ese es mi temor…bueno, era mi temor…-no entendía muy bien lo que trato de decir con eso, pero su sonrisa fue mucho más ancha como si el simple hecho que yo desconocía, me ponía feliz.
-Ese es un buen punto, pero… ¿por qué sonríes?-le pregunté curioso.
-No me hagas caso...oh…ahí está mi casa, mamá debe estar esperándome…-me cambio de tema.
-Oh, es muy bonita…tu casa –le comenté avergonzado -…bueno vamos –le terminé diciendo mientras nos paramos en la entrada de su casa.
-Gracias por acompañarme TOP…-me dijo tomando mis dos manos con dulzura. Su rostro se tornó triste.
-De nada…me encantó haberlo hecho… -le dije con cierta tristeza también. No quería dejarlo, quería verlo otra vez.
-A mí me encantó conocerte…uhm… bueno, creo que ya debemos despedirnos…
-Sí, pero…tú crees que… ¿podemos volver a vernos? –le pregunté avergonzado, pero con esperanzas.
-Seung Hyun, me tengo que ir…adiós –no me dijo nada más y se quedó en la puerta esperando a que me vaya, estaba sonriendo con nostalgia, como si no nos volviéramos a ver jamás. Yo me aleje poco a poco de aquella casa.
Toda la noche la pasé pensando en Ji Yong. En su rostro, en su sonrisa, en sus ojos. Por más cursi que sonara, creo que me había enamorado. Amor a primera vista. Sí, eso era, no podía encontrar otra explicación a este sentimiento que alberga mi cuerpo en este momento.
Al despertarme, después de lo poco que pude dormir. Me levante y me dirigí a su casa. Quería verlo, conversar con él, seguir charlando de todas esas pequeñas cosas de las que hablamos ayer. Necesitaba seguir en contacto con él. Sabía muy dentro de mí, que él sentía algo. No sé por qué pero lo presentía. Y con ese pensamiento alentador, llegué a la puerta de su casa, lo tenía que ver otra vez…