Esa noche Ichigo había entrado presuroso por la puerta de su habitación, Ulquiorra sorprendido por la falta de educación de Ichigo, al no haber tocado antes de entrar, se levanta sobresaltado de la cama y pide explicaciones al recién llegado.
-Lo siento Ulquiorra, pero como sé que te duermes temprano… -Trato de excusarse el recién llegado- necesito tu ayuda urgente!
Luego de eso Ulquiorra se vería envuelto en una muy confusa situación de la que había escapado de la embarcación furtivamente junto a Ichigo y a dos personas encapuchadas que éste traía consigo, los cuatro subieron a un pequeño botecito que los esperaba con dos remos incluidos; el navío de Ukitake era la gran cosa para ese pequeñín, pero tenían la ventaja de que Ukitake de noche solo se dejaba llevar por las corrientes marinas, y en ese momento no había olas para navegar. Ya casi amanecía y muy pronto llegarían al puerto italiano de Pescara. Ichigo tenía pensado llegar antes que los barcos de Ukitake a Italia, escabullirse por ahí y embarcarse en otro navío que los llevara directo a Venecia si era posible, para luego partir por tierra hacia Francia, enemigo jurado del Vaticano.
-¿Se puede saber que estáis haciendo? –pregunto Ulquiorra, una vez confundido el bote que comandaban entre la espesa niebla que cubría el suave oleaje del amanecer. Los encapuchados serían los encargados de remar.- ¿…y quienes son estas personas?
-Shhhhhh….Ulquiorra baja la voz!!! Que nos ves que nos pueden oír?!
-Exijo una explicación, o de lo contrario me veré obligado a abandonarte apenas toquemos tierra.
-Este no es el momento para bromas Ulquiorra!
-¡Sabes bien que yo no bromeo!
-Ahhh…-Ichigo lanza un prolongado suspiro- Esta bien, te lo explicare: estas personas son Zangetsu y Shirosaki.
-¡¿Qué?!
-…déjame terminar! Shirosaki es mi hermano gemelo y necesito que me ayudes a salvarlo de la horca, a él y a Zangetsu, ambos inocentes de los planes de Ukitake. Ulquiorra tú no te imaginas de la cantidad de cosas que las que me he tenido que enterar esta noche! ¿Podrías creerme que él siempre manipuló mi vida a su antojo?... y lo peor de todo es que solo era para beneficio propio. Debes ayudarme amigo, ayúdame a sacarles de Italia y llevarles a Francia donde estarán a salvo!
-Pero que acaso te habéis vuelto loco..
-Al menos ayudadme hasta haber tocado puerto en Venecia
-¿Y como piensas atravesar los Alpes? En cualquier parte del mundo reconocerían a un tipo albino y a otro de cabello naranjo.
-Eso ya lo tengo resuelto –dijo Ichigo sacando de una bolsa una maraña de pelo café- usare el disfraz que tú me regalaste, ¿lo recuerdas?- dijo poniéndose un extraño mostacho y una peluca oscura, levantando el dedo pulgar, con una convincente sonrisa de conquistador y guiñando un ojo- …al puro estilo italiano.
-JA… JAJA…..JAJAJAJAJJJAJA!- la estrepitosa risa de Shirosaki despertó a un medio dormido Zangetsu, que iba a su lado.
-¿Y este otro que tiene que ver?- pregunto Ulquiorra.
-Él es Zangetsu, l mayordomo de la familia Kurosaki- contesto Ichigo.
-Dirás el Mayordomo del Destronado Rey transilvano, Shirosaki …
-¡Ya basta! –Zangetsu se despertaba- Ichigo, ¿Era necesario traer a este hombre con nosotros? Él solo trabara enemistad con Shirosaki.
-Ulquiorra es mi amigo, y un excelente negociador; no sabes cuánto favorece un rostro extraño a veces…
-…eso significa…-Shirosaki tenía los ojos abiertos de par en par, como si hubiera hecho un gran descubrimiento- eso significa que no son novios?
-Ulquiorra…?- dijo Ichigo dirigiéndose a su amigo- ¿Tu sabes porque todo el mundo dice que somos novios?
<<¿Porque será que Ichigo siempre me pone en aprietos con sus constantes interrogatorios amorosos?>>
-La gente dice cosas Kurosaki, nada más… De seguro fue Grimmjow quien difundió la noticia
-¿La noticia?- interrumpió Ichigo- Ulquiorra, le que nos hayamos besado y dormido juntos, el que yo haya aceptado tus sentimientos amorosos no significa que seamos novios. Es más, algo básico para ser novios es que cada una de las partes sepa que lo son, y yo no tenía idea…Y algo aúnmásbásico es que me hubieras pedido que fuera tu novio, cosa que en ningún momento oí que hicieras.
El silencio que reinó en el ambiente se mantuvo tenso hasta la llegada al muelle. Ulquiorra miraba a Ichigo, y éste de vez en cuando volteaba apenas la cabeza para mirar a sus tripulantes de reojo.
<<”-Ichigo, ese color sonrojado en el rostro… te sienta muy bien”>> le había dicho Ulquiorra al tocar puerto. Lo cual había provocado en Ichigo un nuevo ataque de sonrojo en la cara, se le encendía el rostro de solo pensarlo <<menos mal que aún no hay suficiente luz solar>>.
Antes de descender del bote, todos se cubren con capuchas y bufandas de modo de pasar inadvertidos (o más bien solo de que no se le vieran las caras, pues con esos atuendos a cualquiera le llamaba la atención); no atraería ningún problema caminar por el puerto a esas horas de la mañana, pues todo estaba en penumbras y cubierto de una densa neblina, pero más valía prevenir.
-Ichigo, debemos hablar - mucho más serio que de costumbre Ulquiorra pide a Ichigo que le acompañe a un lado del camino para charlar.
-¡Ulquiorra este no es el momento! –Exclama Ichigo en un tono muy bajito- podremos hablar de “eso” después…
-No habrá un después sino un ahora ¿Qué es lo que planeas hacer?
-…creo haber dejado en claro mis intenciones en cuanto escapábamos del navío…
-No se trata de eso, este plan es tan descabellado como el destronado Rey al que buscas salvar. Ir a Venecia sería una locura, es una ruta muy arriesgada el seguir en líneas italianas, debemos salir de inmediato de los límites fronterizos de Italia o nos darán alcance.
Ichigo no había pensado en eso, <<Ahora que lo pienso no sécómo se me ocurrió que subiríamos los Alpes con el actual estado físico de Shirosaki y el viejo Zangetsu>>.
-Está bien, admito que tienes razón…
-Propongo que esperen escondidos tras ese bosquecillo de allí, junto a la playa –dijo Ulquiorra apuntando a unos arbustos cerca de una modesta cabaña, en la playa.- Mientras voy y hago negociaciones con algún marino mercante que este pronto a dejar puerto…
-No séqué haría sin ti… –Dijo un muy emocionado Ichigo, con unas irrefrenables ganas de abrazar a su amigo.
-…todo esto y solo pido una cosa a cambio. Ichigo, ¿Quieres ser mi novio?
Despertó con abundante cuchicheo a su alrededor, todos sus compañeros prisioneros habían despertado antes que él, y parecían tener hambre pues estaban haciendo un gran alboroto allá cerca de los centinelas.
-¿Qué sucede?- preguntó a su blancucho compañero de celda, Ishida.
-Según me enteré, el Rey Shirosaki y Zangetsu han huido y no hay rastro de ellos en sus celdas…
-¡¿…Que?! –Grimmjow gritó tan fuerte que todo el alboroto se calmó, el lugar quedó completamente en silencio por un buen rato, luego volvió a comenzar pero con más berrinche.
De pronto, uno de los centinelas dispara el arma de servicio contra un preso que se aferraba ferozmente a la puerta de su celda, por suerte para el prisionero la bala no le da a él, sino que a la cerradura de su celda, quedando esta inhabilitada.
-¡¡¡Motín!!! –Salen a empujones los cinco ocupantes de la celda afortunada, gritando y arañando mientras se enfrentaban a los guardias.- ¡Motín! ¡Motín!...
<<Apuesto mi alma al diablo, que ese maldito de Ulquiorra tuvo algo que ver en esto, esos dos jamás hubieran podido salir solos de esto… de seguro fue ese desgraciado de cabello en puntas!>>, a Grimmjow no le cabía en la cabeza pensar en otra cosa que no fuera en el maldito de Ulquiorra, y para que hablar si se había percatado del alboroto que sucedía a su alrededor; no fue sino hasta que Ishida le toca el brazo y le dice desesperado:
-Grim… Grimmjow! Es nuestro turno, vamos!
<< ¡¿Nuestro turno, que se ha creído este eunuco…?! >>Saliendo de su ensimismamiento Grimmjow se percata de la situación y sale corriendo, empujando en su huida a él desaliñado ex ama de llaves a un lado del camino. Roba la espada de uno de los centinelas muertos y sube presuroso la escalera que conducía al exterior.
En cubierta todo había sido una carnicería, los amotinados llevaban la delantera, pues tomaron por sorpresa al resto de la dormilona tripulación. Grimmjow solo tuvo que eliminar a unos cuantos soldados en el camino para darse paso a proa y lanzarse al agua. Tenía que nadar por su vida, el barco casi llegaba a puerto, pero másvalía prevenir, no se sabíacuándo saldrían más soldados de cualquier parte del navío.
Nadó y nadó, hasta que puerto La Pantera tocó. Pero no era puerto al que había varado el gatito, sino una especie de playa cercana a éste. Mientras se levantaba notó que todo estaba aún en penumbras y escuchando voces cerca, va en su busca creyendo sean sus compañeros amotinados y corre sigiloso hacia ellos, pero en vez de eso solo encuentra unos cuantos mal habidos arbustos <<ooohhh… que bien, ahora escucho voces!>>.De un momento a otro una fina figura se alza entre las hojas y con burla dice:
-Ichigo, ¿Tu sabes porque los gatos no saben nadar?
-¡Shirosaki! ¡Déjate de tonterías y escóndete! -dice otra voz conocida desde bajo los arbustos.
-¡Exacto! Porque su hermoso peinado felino queda arruinado, quedan tan empapados que su orgullo queda por los suelos, su autoestima queda sedienta de tal manera que hacen que parezca un trapo sucio y mojado, de esos con los que limpias los pisos de un palacio…
<<Este desgraciado eunuco, si no fuera porque algo me dice que tiene mi boleto de salvación, ya le hubiera propinado un buen golpe en su “perfecta y respingada nariz real”. >>
Alguien sale de entre los arbustos y empuja el albino hacia abajo, escondiéndose ambos. Efectivamente era el chico del cabello chillón en puntas y según parece había otra persona escondida con ellos allí también.
-Su Majestad, permitidme renovar mis servicios hacia vuestra regia persona y servirle como siempre he hecho bajo su voluntad –Grimmjow se dignó a controlar sus impulsos y rebajarse a tamaña delicadeza con el maldito de Shirosaki.
-Acepto vuestros servicios Pantera, ahora ven y únete en este fabuloso festín orgásmico que estamos realizando Ichigo, Zangetsu y yo, Mientras esperamos al feo de Ulquiorra. –Dijo Shirosaki con una sonrisa juguetona en el rostro.
-¡Shirosaki, basta de bromas!...y Grimmjow no se nos puede unir. A menos que Ulquiorra afirme que podemos llevar a alguien más… -dijo Ichigo levantándose de entre los arbustos.
-No –Ulquiorra llega encapuchado caminando presuroso hacia ellos.
-¡¿Pero por qué no?! –Exclama Su Majestad, levantándose- Grimmjow es un asesino excelente, nos serviría de gran ayuda…
-…Sin mencionas que es un cocinero exquisito- dijo Zangetsu saliendo de entre los arbustos- Todos en el palacio hemos probado su mano.
Ulquiorra mira de frente a Grimmjow. Esos grandes ojos verdes lo escrutaban como desnudando sus más profundos pensamientos, desglosándolos uno a uno; Grimmjowdesvía la mirada<< que mierda es lo que miras maldito eunuco?!>> Muda de color, por suerte para él, el lugar estaba aún en penumbras y nadie pudo notar el, hasta para él, sorpresivo cambio en la tonalidad de su rostro.
-Puedes venir con nosotros. Pero no he olvidado el pasado. Te estaré vigilando –le dijo determinante Ulquiorra, y dirigiéndose al grupito en general:- nos vamos.