A la mañana siguiente, Ulquiorra aun recordaba el sueño con un extraño éxtasis… Nunca había soñado nada igual, otras veces ya había soñado con Ichigo pero nunca se había sentido tan real, cada poro de su cuerpo sentía en ese momento, todo parecía tan real.
-Qué extraño…-dijo en voz baja y para sí mismo, Ulquiorra.
-¿Qué tal dormiste? Yo dormí bastante bien, a pesar que creí que no lograría conciliar el sueño contigo desnudo a mi lado. Ja jaajaja…
Ulquiorra mira a un costado suyo y descubre a Ichigo riendo nerviosamente, <<Ríe como si aún temiera que lo toque; ohh Ichigo, eres tan inocente a veces>>.
-Sí, lo sé. Fui un idiota al pensar que me dejarías la cama, y como tal tuve que aceptar mi error y dormir en el sofá. Pero me estaba jodiendo de frio y se estaba tan incómodo ahí, que no me pude resistir y como ya estabas en el quinto sueño me decidí a entrar en la cama y aceptar el calor que el roce con tu cuerpo me brindaría…aahhh…pues…, y espero que no te haya molestado…jajaja.
-Ohh…no, para nada, es más, creo que deberíamos repetirlo todas las noches, para mantenernos a una buena temperatura, no?
-….ahhh…Sí, claro.
En el catillo del Rey Shirosaki.
-Voy a salir, tenme preparado el almuerzo.
Y se fue, así nada más. El Rey nunca se levantaba tan temprano, lo cual daba la extraña sensación de que estaba ocultando algo. <<Shiro siempre me dice a donde va cuando sale del castillo, incluso cuando va a alguna parte dentro del castillo, siempre avisa>>.
<<Ahora que lo pienso, ayer después del paseo por el pueblo, llego un poco más silencioso e introvertido que de costumbre>>. Zangetsu no podía creer que Shirosaki estuviera enfermo, siempre fue muy fuerte de salud; tampoco era posible que hubiese encontrado en nuevo espécimen entre los turistas que llegaban con motivo de la festividad, ya que algo así le afecte y menos que se note el efecto que provocan en el ciertas personas abrasables. <<A menos que mis infructuosos planes para el reencuentro del hermano perdido de Shirosaki, hayan dado resultados aparentemente visibles >>.
Tomo su abrigo, sombrero y bastón y salió a la fría mañana invernal que le asechaba.
<<Cuanto tiempo espere este momento… cuantas cartas envié al Vaticano con la esperanza de que no fueran en vano>>.
Caminaba presuroso por la nieve, cuando alcanzo a oír a lo lejos la voz de Shirosaki al hablar con un aldeano. Al doblar la esquina, paro en seco, ahí estaba Shiro, al parecer disfrazado de una especie de loco de circo gitano, llevaba una peluca de enredado cabello de mujer negro azabache, muy largo, casi le llegaba a la cintura, también llevaba unos extraños lentes rojos de forma circular, pero lo que más resultaba impactante en su blanco rostro, era un pomposo y robusto bigote que le cubría gran parte de su delgada cara.
-Ohhhh…¡rayos! Ese es el peor disfraz que he visto.- Zangetsu había alcanzado a reaccionar, y antes de que Shiro se percatara de su presencia, volteo y se escondió tras un grueso pino-….¡y que ropa tan chillona lleva, si quería pasar desapercibido en el pueblo le bastaba con unos lentes y una capucha! ¡Pero ese pelo! , ¡y ese enorme bigote!, oohhh…. ¡Y para que hablar de la ropa, si ni se distingue si es hombre o mujer con esos vestidos! Bueno, mejor así. Más fácil me será seguirle la pista.
Zangetsu le siguió la pista al Rey, por medio pueblo. Shirosaki hablo con muchas personas y recorrió muchos hostales hasta llegar a una vieja construcción de adobe, que titulaba en madera un grabado: “La posada de Doña Clarisse”.
En la posada de Doña Clarisse…
-¿Ulquiorra? ¿Puedo preguntarte algo?- El día comenzaba, Ichigo y Ulquiorra empezaban a levantarse…, bueno, Ulquiorra al menos, pues Ichigo aun disfrutaba de la cama.
-Sí, dime
-Anoche…
-¿Si?- Ulquiorra estaba terminando de vestirse.
-Aun no entiendo, anoche…después de tomar un baño….mmmmm, aun no entiendo porque te quitaste la toalla frente a mí.
-Ahhh…no le veo nada de malo, además me iba a acostar, es algo común.- <<Tengo que salir de aquí, esto se pone embarazoso. Ulquiorra estaba comenzando a mudar de color.
-Ehhhh…si, supongo. Pero ¿era necesario dormir desnudo?
<<Bien, hasta aquí llegué, no puedo más…le confesare todo>> Ulquiorra se volteo para mirar de frente a Ichigo.
-Ahhh…
-Me pareció muy extraño, tu nunca haces esa clase de bromas, me sorprendiste un poco, nunca pensé que vería a mi compañero en tal desnudez…bla, bla, bla, bla…bla, bla…..bla, bla, bla….
<<Cuanto tiempo no espere este vergonzoso momento, y ahora que llega se me olvida como hablar! Me bloquee, no me salen las palabras…>> Ulquiorra embebido en sus pensamientos de como declarar su amor a Ichigo, no escuchaba ni una palabra de lo que su encamado amigo decía.
-¡Ulquiorra! , Siempre te pasa lo mismo, como que te vas a otra habitación por un momento ¡y no escuchas una palabra de lo que te digo¡ Dime una cosa Ulquiorra, ¿es que de verdad soy tan charlatán, aburro de tal manera que nisiquiera una sola parte de tu ser me preste atención?
-¡No, no, Ichigo! No es así. Solo que yo…yo…ehhh, yo estaba pensando..
-¿Ulquiorra?
-¿Si?
-¿Por qué tu cara tiene ese color?
-….- << ¡¿Qué hago?!>> -Hay algo que debes saber de mí, hay algo que debo confesarte, créeme que he tratado de evitar estos sentimientos, pero ya no aguanto más, esta fue la gota que rebalso el vaso…
-…Ulquiorra…
-Ichigo, yo….
-¡Servicio a la habitación!- De repente se abre la puerta, golpeando de lleno a Ulquiorra, empujándolo a él y a sus nobles sentimientos a un lado. Entra un extraño ser con una sucia maraña de cabellos de cola de caballo por bigote en el rostro, también llevaba más de eso en forma de una larga melena que le caía suelta por la espalda.
Un poco más recuperado del golpe (tanto dela puerta, como de la impresión que le causaba el recién llegado), Ulquiorra enfrenta la incómoda situación en la que había sido puesto,<<Que suerte que este idiota llegara, no sé si estaba del todo preparado para afrontar la expresión de Ichigo después de oír lo que tenía que decirle>>.
-¿Qué eres…?
-Servicio a la habitación. Vine a traerles el desayuno señores.
-Pero, porque llevas un vestido?...eres eunuco?
-…ehhhh…Si, señor. - el Servicio a la habitación se dirige directo a Ichigo y le sirve le desayuno en la cama.- Su desayuno señor.
-ahhh… muchas gracias. –Dijo un sorprendido Ichigo, al tiempo que trataba de cubrirse la desnudez con las mantas de la cama.
-Que tenga un muy buen día señor –el Servicio a la habitación se queda ahí parado, como esperando a que poco más Ichigo se tomara el desayuno y se vistiera.
-Ejemmm…Señor, puede retirarse por favor? -dijo un nervioso Ichigo; y ya que el recién llegado no se movía, comenzó a echarle miradas desesperadas a Ulquiorra, demandando su silencio. Ichigo toma una de las tostadas y comienza a comerla.
-¿Señor? ¿Necesita algo más? -Ulquiorrase había acercado al desconocido, << Tiene la piel igual de blanca que yo, solo que tiene las cejas blancas, y sus ojos…>>
-Señor ¿nos puede dejar a solas por favor? –Ichigo había dejado la tostada a un lado, se había levantado de la cama, despojado de las prendas y su rostro mudado a un hermoso color rosado. –Ya no requerimos de sus servicios.
-¡Ohhh…! sí señor, disculpe….
-Ichigo… ¡Cúbrete! –Ulquiorra toma una de las mantas que tenía cerca y se la lanza a Ichigo. <<No puedo creer que sea tan descuidado, ¡está desnudo!>>. Y dirigiéndose al Servicio a la habitación -¡Señor hasta cuando lo esperamos! ¿Qué hay que echarle a patadas para que nos dé un poco de privacidad?
-¡Mis disculpas, mi señor! Me retiro. –sale rápidamente de escena el descortés Servicio a la habitación.
Silencio incómodo.
Ulquiorra va a cerrar la problemática puerta.
-Que pueblerino tan desubicado -dijo un menos sonrojado Ichigo, saltando de la cama, para luego sentarse en ella.- ¿Sera porque era eunuco?…Tu que dices Ulquiorra?
-Digo que era un maldito pervertido. ¿Viste cómo se quedó mirando luego que te desnudaste? Creo que debes tener más cuidado, no puedes andar por la vida así como así; desnudándote frente a cualquier persona.
-Sabes que no fue mi intención…aparte, ¿qué tanto reprocha el Señor desnudo? -dijo Ichigo en tono burlón e irónico.
-Ahhh…Pero yo no me desnude precisamente, frente a un completo desconocido.
-A propósito. ¿Qué era eso tan importante que ibas a decirme hace un rato?
-Ahhhh…eso… Mmmm, nada, nada importante Ichigo.
-mmmmm…