Hasta que él duerma
Por Katsumi Kurosawa
Capítulo 11
Virgen María
Lloras. No puedes detenerte.
Corta... sientes como tu corazón se desangra tan dolorosamente que provoca que tus lágrimas gruesas no se detengan de ningún modo…
Es horrible ¿no es así? Que la primer y única persona que has amado de esa manera en tu vida, no te ame… no como desesperadamente le amas ¿No es sádico? Que sepas que eres tú el único culpable de la tragedia… que tu eres el culpable de tus propias lágrimas, es amargo ¿No? Él se ha enamorado de nuevo, él tiene un hijo suyo…
¿No es eso horrible? Él se ha enamorado de tu propio primo y han tenido un hijo… ¡Pero con qué objeto! ¡Son demasiado jóvenes! Una de esas responsabilidades es de pensarse... en qué estaban pensando…
Lo peor es que fue a unos meses de irte… o al menos eso calculas… que él cayó en sus redes de donjuán y te lo arrebató así como así. Seguramente él sabía que no tendría a SeungRi amenos que lo atara… con SeungJi…
Pero sabes que ese no es tu Ji… pero ya no era tu Ji, ¿no es así?
Ha amanecido y las olas rozan tus pies a lo que continuas hincado… incluso sientes en la lengua el sabor salino del aire… las conjeturas de tu cabeza se deshacen aun tratando de buscar lo real.
Notas que eso quiere decir que te estás calmando… aunque sigues pensando…
¿Por qué? ¿Por qué habías sido tan estúpido al hacer eso? ¿Por qué… si él ya sabía qué fue lo que pasó? ¿Por qué no te perdonaba…? Por qué te decía que no te amaba…
Pero claro… ¿Cómo pretendes que te perdone si aunque él sabe la razón, lo abandonaste durante cuatro años? No le llamaste ni una vez… no volviste a decirle las palabras de amor no… no nada, él no te perdona porque sufrió mucho más que tú en tanto tiempo y llegas así nada más vuelves a su vida como si nada hubiera pasado… como sí… las cosas pudieran a volver a ser las mismas.
Abriste los ojos mientras continuabas con las manos en los cabellos puesto que una idea maquiavélica cruzo por tu mente:
¿Por qué Jiyong respondió al beso?
Te levantas sintiendo el brillo de una esperanza correr en tus venas pero sólo optas por volver a la cabaña sin ningún propósito más que hacerte el desentendido.
Ya delante de la cabaña te quedas viendo al mar. ¿Y tus ojos? ¿Acaso te olvidaste de que están hinchados? No quieres que nadie vea que has llorado hasta el amanecer…
Te quitas la camisa y las sandalias. Corres al mar con toda tu fuerza y te arrojas sintiendo tan de golpe el agua cálida.
Te sumerges en su totalidad… dirás que te la pasaste nadando y que fuiste tan idiota que abriste los ojos bajo el agua y se te irritaron
Luego te pones de pie con los ojos bien cerrados ya que casi entró agua en ellos ¿Qué más podías hacer para disimular?
Sales del mar sacudiéndote como cachorro y te sientas en el pórtico. Las aguas danzan pacíficas ante tus ojos.
Tienes que regresar a la cabaña. Debes ir a Seúl por Taehyun que se quedó visitando a su familia, tomar el yet de la familia iba a ser muy fácil…
Tu familia es adinerada. Bastante.
En realidad es papá quien posee el dinero ya que es CEO de una compañía muy importante.
Tu padre te pidió perdón y te quitó hacía dos años a los guardaespaldas… fue un largo pleito con tu madre, el dinero de los guarda espaldas era el de papá así que cuando pudo, los quitó.
No regresaste en los dos años restantes… Necesitabas terminar la carrera en arte dramático, estudiando del modo más intenso que jamás lo habías hecho, lograste adelantar el plan de estudios y a tus 21 años, regresaste a Corea con el nuevo proyecto de una película que te lanzará a la fama. La compañía de papá te está ayudando pero es tu talento el que te ha puesto en la cima.
Ya tienes todo qué ofrecerle a Jiyong…
Monetariamente hablando… por que no consideras para nada que seas un príncipe para él. No eres lo que él quería. No completamente.
Te faltan dos o tres factores. ¿Por qué seguías pensando en aquel sueño adolescente de la madre de Jiyong? Estabas seguro que Ji quería cumplir el sueño de su madre…
Pero aunque tienes toda la disposición de hacer feliz a Ji, hay un factor que esperabas pero te hace imposible dedicarte a él: Ji está molesto, eso que ni qué.
Sin embargo… ¿Por qué respondió al beso…?
—Tío, llorabas — la vocecita te saca de tus pensamientos y logras ver al pequeño SeungJi a tu lado acusándote con sus ojitos negros.
—No, lo que pasa es que yo… me metí al mar… la sal me entró a los ojos —te rascas la cabeza nervioso como si fueras expuesto por el diminuto ser de cabellos de oro.
—Tío Seunghyun… mientes —hace un puchero a lo que le acaricias la cabeza y una idea cruza la mente del niño—Oye… A omma le asustaron los monstruos otra vez…
Aquel comentario sonó como si pidiera tu ayuda.
Tú lo observas detenidamente. Era un niño extremadamente lindo el que te miraba con sus hermosas gemas que tenía por ojos.
— ¿Qué puedo hacer yo? Tu omma… no aceptaría mi ayuda —susurras conciente de que el niño no entiende tus palabras.
—Pero puedes ayudarme a espantar a los monstruos… cuando despierten los demás les pediré ayuda también.
—A omma no le gustará eso SeungJi… mejor lo mantengamos en secreto… tú y yo… —el niño sonríe agradecido. También está de acuerdo con que Ji se enojará si todos sabían que le tenía miedo a los monstruos.
Sin embargo tu atención se desvió al cuello del pequeño el cual portaba una cadena que se te hizo conocida. Te acercas a tocarlo y de su camiseta sacas un collar del que pende una medalla de la virgen María.
Te quedas algo imbécil de pronto. Es tu collar, es tu dije, eso es obvio… pero qué hace el niño con el collar…
—Es de mi papá —susurra el rubio al ver tu interés en él.
—Esto… esto no es de SeungRi —le tratas de explicar al niño como si no supieras que te pertenece, como si la conclusión perfecta no llegara a tu mente… como que aun piensas que SeungJi no es tu hijo.
—No. Omma dice que mi verdadero padre es el dueño del collar—dice con una gracia infinita mientras sonríe de una manera tierna…
En un adulto aquella sonrisa se vería boba… eso sólo puede decir que esa sonrisa es tuya.
— ¿SeungRi no es tu verdadero padre? –le preguntas mientras las lágrimas se han juntado en tus ojos y tratas de parecer tranquilo.
—Omma dice que un papá es el que me cuida… el que siempre esta conmigo, en cualquier situación —musita con un tono muy curioso, como si fuese el jovencito más maduro del planeta, eso te recordaba a Ji—, por eso… a todos los amigos de Omma los llamo papá… ellos me lo han enseñado, ya que según mamá… mi verdadero papá va a volver un día… Se fue porque tenía cosas importantes qué hacer… ¡Yo lo espero con mucha emoción!
Lo abrazas fuerte. El niño no lo comprende pero responde el abrazo.
Es tuyo… es tuyo y él no quería decírtelo pero era obvio, él es orgulloso y terco… amabas sus defectos también…
Y los sigues amando…
Pero ahora… el pequeño…
—SeungJi… ¿Quieres guardar un secreto? —le susurras y el pequeño te ve feliz de ser parte de la vida del nuevo extraño.
—Claro —musita con sus enormes ojos y su inocente carita.
—Tu papá ha vuelto —susurras a su oído.
El niño se queda sorprendido con la boquita entreabierta, luego la sonrisa de felicidad se hace presente estremeciendo tu corazón. El niño vibra de felicidad, lo sientes porque tú también vibras.
Lo abrazas.
El niño no dice nada…
—Papá está aquí SeungJi… Estoy aquí…
Continuará….