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Sataw23 por BubbleTea_Baby

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Notas del capitulo:

JEJEJEJEJE SOLO LEAN BAI

YoungJae se despertó. La teletransportación de un cuerpo entero causaba un cansancio horrible, y él sabía que la mayoría de las veces los que se teletransportaban, dormían un largo rato antes de despertar. Y cuando Jae lo hizo, se encontraba recostado en el prado, Se levantó de golpe, rodeado de una soledad tan grande, perdido completamente; no tenía idea de dónde ir, y por un momento se sintió débil y expuesto. Levantó la vista hacia el cielo, y sus ojos se abrieron más que nunca.

 

—Dios mío… —Murmuró, con la voz temblorosa, usando el idioma coreano que de ahora en adelante usaría cada vez que hablara. Sus extremidades comenzaron a temblar, allí, justo arriba de él, pudo ver esas hermosas luces que por los hologramas podía ver pero mucho más borrosas. Estiró una de sus manos al cielo, deseando tocar aquellas luces desconocidas antes para él. Sintió cómo su corazón se aceleró de una forma indescriptible, tenía miedo de qué podía significar eso, pero lo ignoró en lo absoluto. Estaba tan feliz, tan emocionado de ver esas luces con sus propios ojos (aunque mecánicos, vale decir), que de pronto y sin querer comenzó a reír como si estuviera loco, tal como había visto hacer a ese chico mientras bailaba. La emoción era tal que reía a carcajadas, mientras con sus manos trataba de secar las lágrimas que salían sin cesar de sus ojos. Por fin su vida estaba tomando un rumbo emocionante, y había logrado cumplir una de sus más grandes metas en la vida apenas los primeros minutos que había pisado el vertedero. Ensimismado observando aquellas luces, se quedó unos largos minutos sin poder despegar la vista de ellas, luego, bajó la vista. A su alrededor habían árboles, vegetación y frutas, cosa que había aprendido leyendo esos libros antiguos a los que había podido aventurarse, las lágrimas no dejaban de abandonar sus ojos, mientras se acercaba corriendo a un árbol que poseía frutos que había visto comer a algunos Sataw23 en sus momentos de ocio en la vigilancia. Tomó la fruta, le quitó la cáscara y la comió. Sabía tan bien y era tan dulce que debió comerse unas tres, antes de comenzar a sentirse mal.

 

 —Qué es esto, maldita sea. —Se quejó, apretando su estómago, que le dolía demasiado, además, parecía como si convulsionara dentro de sí. Llevó uno de sus dedos a apretar el bendito botón de su pulsera que le insertaba medicamentos. Se sintió mejor inmediatamente. Creía que había estado a punto de morir, decidió nunca más comer ese estúpido fruto de color naranja. Divisó la ciudad, la sonrisa amplia no se borró al ver lo simple que era, le gustaba aquello, no era como en Sat, donde todo era tan moderado por la tecnología y todo era tan monótono y gris, hasta el mismo cielo que no daba paso a las luces que habían en el cielo. Luego de recorrer un par de calles sin rumbo fijo alguno, sin ver ningún signo de vida (ya que era bastante de noche), vio un edificio que se hacía llamar biblioteca, lo dedujo por el anuncio pobre, comparado con esos enormes y modernos que habían en Sat. Según sus conocimientos del idioma, aquel lugar era donde se podían leer algunos libros. Al darse cuenta de que estaba abierto, se adentró al lugar, era algo similar a la Gran Biblioteca, pero mucho más simple y rústica. Se sintió bastante cómodo en aquel lugar con poca gente, sólo vio a una Sataw23 sentada en un recibidor, mirando a la nada. Prefirió no interrumpirla, y se fue a recorrer las estanterías. Y como no tenía ganas de leer, iba tomando cada libro de historia, tecnología, cultura, o cosas básicas, y traspasando la información a su pulsera mediante un tipo de escáner que traspasaba la tapa y todas las páginas del libro, captando así su información completamente. Aprovechó que nadie había en el lugar que podría mirarle, además, su pulsera no tenía un límite de memoria. Libro por libro, leía tan solo el título y el resumen, y si trataba información interesante, guardaba la información de él sin problemas. Hasta libros de psicología fueron los elegidos, queriendo saber qué pensaban los Sataw23 sobre ellos mismos, o el entorno, en fin; su comportamiento frente a cualquier cosa.

 

—Vale, ya tengo todo. —Murmuró mientras caminaba de vuelta a la salida, sin nada en las manos, además de la pulsera, que tanteaba buscando el botón para pasar la información a su cerebro. Divisó un pequeño lugar de descanso, y rápidamente lo reconoció; era el pequeño parque donde el chico bailaba todos los días que lo había visto. Fue corriendo a una de las bancas, y se sentó allí, pensando en que antes en Sat había parques así, aunque sin plantas ni árboles; su padre se lo había contado, pues él nunca conoció parques en Sat. Cuando nació, ya no había ninguno. Al estar ya sentado en esa banca dura como una piedra, presionó por fin el botón. Procesó la información rápidamente, descubriendo lo crueles y un poco tontos que podían ser los Sataw23. Teorías de la creación, cómo se creó el mundo, guerras mundiales, crisis económicas, las células, palabras de Sataw23 que filosofaban y sólo hablaban y hablaban… YoungJae se sintió mareado. Comenzó a dolerle la cabeza, puso su pulsera en el modo automático de medicamentos, así no tendría que estar presionando botones como estúpido cada vez que se sintiera mal. El mareo fue desapareciendo, junto con el dolor y el malestar de su estómago, pero seguía confundido y algo sofocado. ¿Asesinos? ¿Ladrones? ¿Por qué cometían esas calamidades precisamente? No entendía en absoluto. Prefirió no pensar en ello, sacó las cosas malas de su mente. Al menos ahora reconocía lo que eran casas, algunos tipos de árboles, frutas, incluso los llamados restaurantes donde se iba a comer, gimnasios, escuelas, preparatorias, e incluso academias de baile y canto. Un poco cansado de pensar en todas esas cosas específicas para cada necesidad que podría presentársele, sus ojos se fueron cerrando ya cansados del día tan agitado, y terminó por dormirse en la banca de aquel parque.

 

 

 

—Anda, despierta. Habrá un evento aquí y todo esto estará ocupado, deberías ir a tu casa, amigo. —Alzaba la voz un chico que sacudía el cuerpo tranquilo de YoungJae. Se veía tan profundamente dormido que le daba un poco de pena despertarlo, pero era algo necesario. El chico iba con un grupo de amigos, se llamaba Kim HimChan. Poseía un círculo de amigos pequeño, un grupo de cuatro más, pero eran buenos amigos después de todo. Con ellos iba todos los días a aquel parque, pero justamente ese día habían faltado dos de ellos. YoungJae se quejó, removiéndose, refregó sus ojos con sus manos, se sentó en la banca y al despertar bien, abrió sus ojos por fin. Fijó estos en los chicos que se encontraban de pie frente a él, por un momento una ligera sensación de reconocimiento a ellos lo confundió, pero le restó importancia.

—Disculpa, anoche estaba tan cansado que me derrumbé, gracias por despertarme, ya me voy. —Jae estaba sorprendido de que la gente fuera tan natural al hablarle a los demás allí. En Sat, nadie hablaba con nadie. No era incómodo en absoluto ese trato, de hecho, se estaba sintiendo cómodo con la atención que, supuso, todos los Sataw23 prestaban a los demás, aún sin conocerlos.

—Hey, ¿no te quedarás en el evento? Acá vienen todos, ¿tus padres no vienen? —Preguntó a YoungJae el mismo chico, tenía cabello negro y dientes similares a los de un conejo, “el chico con dientes de conejo” pensó el de ojos grises como apodo; ¿un conejo? ¡Un conejo! Era uno de los animales que YoungJae había conocido gracias al traspaso de información a su cerebro. Se sentía orgulloso de que al menos, sabía lo básico, o eso supuso. De inmediato les simpatizó la actitud que ellos tomaron con él, no lo miraban extrañados, tan fácilmente, pero le daba nostalgia que preguntara sobre si sus padres venían. ¡Claro que no iban a venir! Eran de otro planeta.

—Soy nuevo aquí, no conozco a nadie, y no tengo padres. —Comentó YoungJae, levantándose y aferrando una de sus manos a la mochila que aún colgaba de sus hombros. Notaba cómo los chicos cambiaban sus miradas desde su mochila, a su ropa, y a sus ojos grises. A Jae le causó gracia que les impresionara algo que era tan común en Sat.

—¿Te has venido solo? ¿Y sobreviviste? —Exclamó otro, bastante alto, con el pelo teñido de color azul con algunos reflejos más claros. YoungJae nunca había visto a alguien con cabellos de colores, pero se veía realmente genial, al menos en él. El de ojos grises sólo emitió una pequeña risa nerviosa, pues no podía responder ni decirles de dónde era ni cómo había llegado, además, no quería mentirles; él no servía demasiado para eso.

—Pst, JunHong, silencio. —El chico que había despertado a YoungJae dio un leve golpe en el brazo del más alto, haciendo que éste riera un poco. Luego, se dirigió a Jae—; Perdón lo descortés. Me llamo HimChan, él es JongUp, y el pequeño este de cabello de pitufo es JunHong. —YoungJae dirigía una mirada a cada uno de ellos, sonrió amablemente y asintió, mientras los otros sacudían sus manos al ser nombrados.

—Me llamo YoungJae, es un gusto. —Murmuró el de ojos grises, inclinando ligeramente su cabeza hacia adelante, como había aprendido de un libro de modales.

—¡Bah! Con nosotros no seas formal, no im…  —HimChan se calló al recibir ésta vez él un leve golpe en el brazo, y se quejó un poco. JunHong le mostró la lengua, mientras JongUp los miraba a ambos de manera divertida.

—Vale, vale. Seguiré con la presentación correcta. JunHong tiene dieciséis años, YongGuk tiene veintiún años; él es otro de nuestros amigos, JongUp tiene diecisiete, DaeHyun tiene dieciocho, no vino pero seguro algún día lo conocerás, viene siempre a bailar aquí con nosotros —YoungJae sintió que su corazón se detuvo por unos segundos, acelerándose luego, pero lo ignoró por completo, mas estuvo algo nervioso puesto que si apretaba algo en su pulsera sería sospechoso, así que no hizo nada en absoluto—, y yo tengo veintiún años también. Pero somos todos unos niñatos inmaduros y tontos.

—¡Déjame adivinar! ¿Tienes dieciséis, verdad? ¿O sólo quince? —Alzó la voz JunHong, dirigiéndose a YoungJae con emoción. Quería que él tuviera su misma edad. El otro negó divertido en respuesta, viendo cómo la expresión de Jun cambiaba totalmente al escuchar una respuesta de su parte; “tengo dieciocho”.

—¡Pues, vaya! —HimChan casi gritó aquello, y de pronto toda la gente de alrededor los estaba mirando de manera extraña. YoungJae comenzó a reír, pensó que ellos eran divertidos, bastante expresivos y sociables. Excepto JongUp, que resultaba algo reservado, o al menos eso le parecía a simple vista.

—¿Por qué no te quedas con nosotros, Hyung? Seguro los demás chicos llegan más tarde, estaban ocupados aunque no sabemos si podrán, ¿te quedas? —JunHong hablaba incluso con emoción, lo que hacía que YoungJae se sintiera cómodo y confiado con ellos. Todos los miraron expectantes, incluso JongUp.

—Claro. —Murmuró Jae, viendo cómo todos comenzaban a hablar y hablar con la voz bastante alta, y tan rápido y mezcladas las palabras que el de ojos grises lo logró comprender nada de lo que decían.

—¡Cállense, estúpidos! —Gritó JongUp, superando todas esas voces mezcladas. YoungJae no pudo evitar comenzar a reír, aunque no tanto, le causó gracia ver cómo HimChan y JunHong lo miraban “ofendidos” luego de callarse—. YoungJae Hyung, vamos a mostrarte nuestros bailes, ¿tú bailas, o no? —JongUp usaba una voz agradable y amable al hablarle, así que Jae no dudó en asentir suavemente con la cabeza. El menor, sin más, comenzó a hacer sonidos con sus labios y boca, YoungJae no comprendía lo que hacía; beatbox. Pero al no tener conocimiento de ello, de todos modos le pareció un sonido bastante rítmico y genial. HimChan decía algunas frases usando una voz algo grave para darle un poco más de ritmo a aquellos sonidos, mientras tanto JongUp comenzaba a bailar hábilmente en medio de ellos. YoungJae abrió sus ojos, ese chico bailaba muy bien a su parecer, y para ambientar más aquel momento, chocaba ambas manos cada ratos, marcando el ritmo de la música hecha por ellos mismos. La sonrisa no desapareció del de ojos grises, mirando asombrado cómo el otro hasta giraba sosteniendo su cuerpo sólo con sus manos y apoyando los pies a ratos en el suelo.

—¡Genial! —Admitió YoungJae cuando acabaron con la “muestra de baile”, y aplaudió fuerte mientras los otros sonreían y le agradecían. De pronto, otro chico apareció de la nada, abriendo el círculo donde antes había estado JongUp, sacándolo de la “pista de baile”, y simuló un micrófono con una de sus manos. Cantó apenas un verso, con una letra totalmente ridícula, después dio un aplauso al aire antes de comenzar a reír. YoungJae quedó aún más confuso cuando JongUp, HimChan y JunHong se arrimaron a él y comenzaron a echarlo del lugar, riendo de la misma forma escandalosa que al que atrapaban y tironeaban.

—¡Ya, deténganse! —Dijo el nuevo ya cansado de tironeos, buscando equilibro mientras lo empujaban de un lugar a otro. Llevaba una mascarilla cubriéndole el rostro, un sombrero, y el flequillo casi le tapaba los ojos, por lo que Jae no pudo ver su rostro. Pero sus nervios habían crecido de una manera inmensa cuando escuchó su voz, porque, ¿no era esa la voz distorsionada del chico guapo que él miraba bailar y cantar y divertirse desde su oficina del laboratorio de Sat? Había quedado con una cara de confusión y miedo que pronto los otros, a excepción del nuevo se rieron un poco de su expresión.

—Él es DaeHyun, sabemos que es idiota pero no pongas esa cara de susto o se dará cuenta de que lo es. DaeHyun, él es YoungJae. —JunHong, quien había ido a un lado de YoungJae, había “susurrado” en el oído de éste, pero se había ocupado de usar una voz lo suficientemente alta como para que DaeHyun y los demás escucharan. Y la última frase la había dicho en voz alta. De eso nació una carcajada. YoungJae sacudió la cabeza en negación, quitó esa expresión de su rostro por otra más tranquila (aunque no lo estuviera por dentro), y sonrió un poco.

—¿De dónde ha sacado esos lentes de contacto? —Dijo DaeHyun con una voz molesta, que causó a YoungJae algo de desilusión. Porque, si era el chico que bailaba y que tanto había admirado, lo molesto que fue a primera instancia iba a ser un gran punto menos.

—Mis ojos son naturales... —La voz tímida de YoungJae sonó algo quebrada. Naturales, naturales… Él había nacido ciego. Sus ojos eran mecánicos, hechos por su padre para él, los ojos grises más hermosos producidos en Sat. DaeHyun se quitó la mascarilla y movió su flequillo a un lado, dejando ahora sus ojos, su nariz y sus labios al descubierto. YoungJae, pasmado, intentó no mostrar la sorpresa en sus ojos. Odió que en ese momento su corazón tomara un palpitar totalmente desbordado, sin razón aparente, ¿qué significaban precisamente esos aceleramientos de su corazón? Le tentaba presionar un botón de la maldita pulsera, pero no quería llamar la atención frente a un par de Sataw23.

—¿Naturales? Pues seguramente gastaste un montón de cloro en ellos. —DaeHyun soltó, con ironía. YoungJae tuvo impulsos de golpearlo, y de llorar. Porque él habría deseado tener unos ojos naturales, no unas estúpidas máquinas hechas por mano de otra persona…

—Nací ciego, estos son… Ojos implantados, yo qué sé… Mi padre… —La voz de YoungJae ahora tembló más. Pero se negó a largarse a llorar, por desilusión y a la vez, el que sus ojos pudieron ser reemplazados por algo falso al momento de nacer... Vio cómo DaeHyun abría grande sus ojos de la sorpresa y quizá, arrepentimiento, los demás le dedicaron miradas de amenaza. DaeHyun no podía creer lo estúpido que había sido al tratar así a alguien que siquiera conocía antes, y sin saberlo, a alguien que jamás había socializado con nadie antes, a alguien que lo admiraba incluso por lo feliz que se mostraba. Jae por primera vez sintió un vacío en él. Un vacío tan grande, un vacío que no podía ser reemplazado por ninguna estúpida máquina u órgano de reemplazo. Porque extrañaba Sat, extrañaba las personas que no hablaban con nadie, ahora entendía por qué no lo hacían. Las palabras lo dañaban… ¿O era sólo otra falla más de los Sataw23?

—DaeHyun, no seas idiota, deja de actuar así, siempre lo haces cuando encuentras a alguien guapo o guapa, así no ganas nada, ahora él… —Habló bajo JongUp cerca del moreno, pero éste lo interrumpió al ver cómo la expresión de YoungJae cambiaba. Él tenía una capacidad también innata de escuchar sonidos bastante bajos, y por ello logró escuchar las palabras que pronunciaba JongUp, no muy claras pero pudo entender bien lo que decía. El de ojos grises sintió que su corazón se aceleraba un poco más cada segundo, para él era normal que le llamaran guapo, pues en todos los televisores de hologramas en Sat, cuando los noticieros lo mostraban, recalcaban su belleza, sus ojos y su viveza. Pero por alguna razón se sintió diferente. Ni siquiera fue directamente de él el cómo se enteró de que DaeHyun lo hallaba guapo.

—Los veo otro día. Diviértanse. Me encontrarán durmiendo en la misma banca todas las mañanas, si les interesa… —Murmuró YoungJae desanimado, mirando cómo todos asentían, menos DaeHyun. Se dio media vuelta y se fue corriendo, hasta desaparecer al doblar una esquina. Mientras tanto, todos los chicos se mantenían en silencio, mirando aún al moreno con recelo.

—¡Vale, vale, era guapo, perdón! No quería hacerlo, saben que lo hago de forma inconsciente, no pensé que… —Le cortaron la frase unas risitas provenientes de HimChan, y seguido de eso, los ruidos de burla de todos los restantes.

—¡DaeHyun quiere follarse a YoungJae! —Dijo HimChan, entre los grititos con voz de chica que emitía JunHong, y la risa algo escandalosa de JongUp que se escuchaba en el fondo.

—Basta, sólo dije que era guapo. —Les cortó DaeHyun, frunciendo levemente el entrecejo, aunque muy dentro de él luchaba por contener una sonrisa. Sus amigos eran realmente tontos, pero así los quería, lo conocían muy bien y podía confiar en ellos siempre que quisiera—. Sólo por curiosidad, ¿por qué él dijo que lo encontrarían durmiendo en la misma banca todas las mañanas?

—YoungJae Hyung no tiene padres, es nuevo aquí y no tiene dónde vivir, hoy nos lo encontramos durmiendo en esa banca —la señaló, haciendo que todos dirigieran la vista a ella—, por suerte se le veía cómodo, a pesar de que traía una mochila llena de cosas. —Respondió JunHong a la consulta, preguntándose cómo es que YoungJae vestía tan bien y tenía esa pulsera tan “cool”, siendo que vagaba como si nada por la ciudad.

—Espera, es nuevo aquí… —Murmuró HimChan después de un rato en silencio, causando que todos lo miraran con la duda dibujada en sus rostros—. Si es nuevo, y se fue corriendo de aquí, ¿cómo se ubicará en la ciudad para volver a este parque? —Prosiguió el mayor un tanto alterado, pues poseía un extraño instinto de proteger a cada pequeño (o así lo eran para él) que se presentara en su grupo de amigos como si tuviera la responsabilidad, aunque no los conociera muy bien. En parte, su actitud siempre le servía para hacer amigos más rápido, pues era agradable la forma en que se preocupaba de todos, haciendo tarea fácil para los demás el confiarse de él.

—Tenemos que ir a buscarlo y quizá enseñarle la ciudad. Así aprovecho de disculparme por lo pesado que fui. —Siguió DaeHyun, consiguiendo la aprobación de todos, y así, partieron a buscarlo.

 

 

YoungJae se sentía perdido. Más que perdido, a decir verdad. Por suerte era de día, no había tanta gente en la calle por lo que era agradable andar por ahí. Su estómago rugió de hambre. Se sentó en el suelo de piernas cruzadas, dejando en medio de éstas su mochila, de la cual sacó un par de bocadillos con los que podría mantenerse, al menos por un tiempo. Se sentía tan cansado, que se echó a su boca una de sus píldoras de energía, la cual tragó junto con un poco de comida. Pensó justo en ese instante que no necesitaba las píldoras de oxígeno, puesto que por lo que sentía, no necesitaba respirar tan seguido en el vertedero como en Sat, y no se sentía ahogado ni a falta de aire en lo absoluto. De hecho, sus pulmones recibían más que de costumbre. A pesar de estar concentrado en la comida, no podía dejar de pensar en lo estúpido que había sido al pensar que todos allí lo tratarían bien. ¡Pero no era así en absoluto! Había Sataw23 muy malos, como había visto en el caso de DaeHyun. Lo peor, es que él se lo había imaginado en un estándar tan alto, que ahora su ánimo estaba bajo el suelo…

Notas finales:

Dejen review  con sus opiniones :c dkjsdlkfsa gracias por leer<3


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