Jonghyun le había enviado mensajes diciendo que estaba demasiado ocupado empacando sus cosas, por lo tanto no tenía tiempo para recogerlo de la escuela.
Kibum pensó que tal vez podría ser un poco útil en lugar de un dolor en el culo (ya que su novio lo recogía casi todos los días) e ir a ayudarlo.
Y aquí estaba. En frente de esa enorme mansión.
No pasó mucho tiempo para que alguien le abriera la puerta y hacer su camino a la habitación de Jonghyun como si fuera el dueño de la casa.
Él ha estado allí muchas veces como para ser tímidos.
Llamó dos veces a la puerta blanca que conducía a la habitación de Jonghyun, esperando pacientemente que el otro le abriera.
Nunca se sabe lo que podría estar haciendo a puerta cerrada, y Kibum no era el tipo que le gustaba violar la privacidad de alguien.
Kibum vio el giro del pomo de la puerta, una sonrisa apareció en sus labios color rosa.
Un chico de pelo castaño apareció en la puerta, a quien le gustaba llamar su amor.
Su cabello estaba despeinado, como si acabara de salir de la cama y su atuendo no era el mejor.
Una simple camiseta negra y unos pantalones holgados.
Kibum entró, sus ojos triplicando en tamaño al ver como un tornado había pasado en su habitación.
Había una maleta grande encima de la cama, el armario de par en par y la ropa tirada por todas partes.
Incluso sus notas y papeles de la universidad estaban dispersas en el suelo y sobre su escritorio, su portátil descansaba en la cama al lado del equipaje.
Jonghyun ni siquiera lo saludo o le ofreció una sonrisa o un gracias, sólo fue a su armario para sacar algo más de ropa.
"Jonghyun, tu habitación es un desastre", confirmó Kibum, como si el otro no lo supiera.
"Lo supuse" murmuró Jonghyun mientras lanzaba algunas camisas en su maleta. Kibum intentó convencerse de que se trataba del estrés quien tenía a su novio así.
El más joven de inmediato comenzó a recoger los papeles arrugados del suelo para tirarlos al basurero.
Estaba muy tranquila la habitación. Sí, Kibum estaba acostumbrado a ello. Pero aún así...
Miró a su alrededor por un segundo, mirando el desorden en la habitación con asco antes de tomar grandes pasos hacia el mayor de pie en frente del armario enorme.
Kibum lo jaló por el brazo, señalando los papeles en su escritorio antes de recoger toda la ropa dispersa y poniéndola cuidadosamente en los estantes de su armario.
"Voy a empacar tu ropa, ve a arreglar el resto", dijo con severidad, sin dejar lugar a discusión.
No le importaba si su novio no aprobaba su propuesta.
Jonghyun dudó un segundo antes de darse la vuelta, cruzando su habitación para recoger todas sus notas y libros.
Kibum dobló sus pantalones cortos y camisetas, poniéndolas en la maleta junto con todas sus otras cosas.
Guardó el portátil negro en la bolsa del ordenador y se dirigió directamente al baño para recoger todo los artículos de higiene que el otro iba a necesitar.
"No te olvides el cargador y el iPod", Le recordó Kibum a Jonghyun, quien le dio un sencillo movimiento de cabeza.
Le tomó el tiempo suficiente para terminar todo, cerrando el cierre de la maleta un par de horas más tarde.
Jonghyun - finalmente - le regalo una cansada sonrisa, haciendo saltar el corazón de Kibum.
Kibum tenía esos momentos donde esperaba todo el día para que su novio le sonriera o besara, y este era uno de ellos. A veces terminaba diciendo "mierda 'y lo besaba inmediatamente cuando ponía sus ojos en él, pero otras veces esperaba que el otro propusiera un beso o un abrazo. Era una especie de prueba. Quería saber si Jonghyun sería cariñoso con él si este se comportaba distante. Él quería saber si podían cambiar de roles. Siempre comenzaba con ambos siendo incómodos y distantes, esperando pacientemente que el otro iniciara el afecto. Y por supuesto, esto hacia a Kibum uno de los chicos más felices de todo el universo, cuando Jonghyun estaba dispuesto a él.
Estos últimos días fueron perfectos, en opinión de Kibum.
Su amante todavía no decía mucho, pero al menos lo besaba o abrazaba en silencio. Pero ahora, con todo el estrés y el caos, Jonghyun parecía haber caído de nuevo en su pequeña y aislada cueva. Le había enviado mensajes la noche anterior, pero él sólo le respondía cortante o a veces no respondía en absoluto.
Durante la hora del almuerzo había recibido un mensaje, afirmando que no iría a recogerlo ese día porque tenía otras cosas que hacer.
El corazón de Kibum se hundió un poco, pero sólo un poco.
Su novio al menos podría haberle preguntado cómo estuvo su día en la escuela o le hubiera pedido disculpas por no responder sus mensajes la noche anterior.
Bueno, él estaba sonriendo ahora, irradiaba el agotamiento y el cansancio, pero no le hacía menos hermoso.
Después de haber derribado la maleta fuera de la cama de Jonghyun y llevarla abajo al pasillo donde el equipaje de Sodam también estaba, se dirigieron a la sala. (Kibum tuvo que reprimir una sonrisa al ver los músculos de Jonghyun tensarse por la carga de su pesada maleta)
Kibum podía oír a alguien poner los platos en la mesa de la cocina, Sodam se dejó caer en el sofá con los ojos fijos en la pantalla plana frente de ella.
Las comisuras de los labios de Sodam se curvaron ligeramente hacia arriba al ver a su hermano, de inmediato se levantó del sofá para hacer lugar.
Jonghyun se dejó caer a su lado con un suspiro, dejando parado a Kibum. El joven no tenía otra opción más que seguir las acciones de los demás, haciendo su camino hacia el sofá, cayendo al lado de su novio. La puerta de la cocina se abrió un momento después, dejando al descubierto a la señora Kim en su delantal y sosteniendo un montón de horquillas en la mano. Ella le sonrió a Kibum.
"¿Cenaras con nosotros, cariño?" El joven se levantó rápidamente para inclinarse, sacudiendo la cabeza con una sonrisa diciendo que su madre ya estaba cocinando la cena para él en casa.
La Sra. Kim asintió, desapareciendo una vez más en la cocina para terminar con lo que estaba haciendo. La mano de Jonghyun se deslizó lentamente hacia su regazo para entrelazar sus meñiques. Una sonrisa creció en sus labios, el gesto logro que su corazón brincara de felicidad y alegría.
Se quedaron así durante treinta minutos o más, viendo televisión con sus meñiques juntos solo hasta que el celular de Kibum vibró en su bolsillo.
Abrió el dispositivo rosa, yendo a su bandeja de entrada antes de dejar escapar un pequeño suspiro.
"Me tengo que ir," exhaló, levantándose del sofá para bajarse la camisa que se le había subido un poco.
"Adiós Kibum," Sodam dijo sonriendo, con los ojos fijos en la pantalla.
"Adiós noona"
Jonghyun siguió a su amante a la puerta principal, con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón.
Hubo un silencio incómodo (uno que fue causado debido a que Kibum se negó en ser el, el que de un beso, a la espera que Jonghyun se inclinara hacia adelante y comenzara la acción.)
El mayor se quedó allí por un momento, con la mochila de Kibum en su hombro, sus ojos marrones en busca del otro. La mano de Jonghyun se acercó a sus desordenados cabellos castaños. Kibum no había recibido ninguna muestra de cariño todo el tiempo que estuvo en su casa.
Los ojos de Jonghyun gritaban pura confusión, y al menor le gustaba pensar que vio un poco de vacilación.
A la mierda.
Este era uno de esos momentos en los que tuvo que ceder. Una vez más.
Kibum dejó escapar un suave suspiro, estirando el cuello hacia adelante para picotear a su amante en los labios antes de alejarse en dirección a su casa. Pendejo estúpido.