Cuando Tao lo largo del apartamento de Lu Han, Se Hun ya estaba destruido por dentro, es decir ya literalmente no tenía fuerzas para estar de pie, estaba débil, no quería seguir viviendo, no así, y si por él fuera mandaría todo a la mierda para no seguir con vida , porque el simple hecho de pensar en un futuro de estar sin Lu han , nunca lo había pensado antes, pero lo aterraba, pero su peor pensamiento se estaba volviendo realidad porque al parecer el chino había tomado la decisión de alejarse de él, y aunque le ardía por dentro y del mounstro que era él comprendía, pero joder no quería irse, habían pasado días y Lu Han no volvía, no volvía.
¿Cómo había llegado a eso? Maldita sea, Ni siquiera amaba a Lu Han, ¿Por qué ese maldito sentimiento de posesividad?
¿Por qué tuvo que golpear a la criatura y matar a su hijo?
Eso era lo peor, y Tao se había encargado de restregarle en la maldita cara que aquel bebé era jodidamente suyo y de nadie más ahora la conciencia lo estaba carcomiendo vivo y eso dolía mucho ahora que ya estaba hecho.
Y joder lo estaba asimilando, Lu Han y Kris jamás se “encamaron juntos” y ahora que estaba pensando razonablemente las cosas estaban jodidas sin marcha atrás.
Se Hun solo tenía una cosa en mente, si no había podido tener ese bebé con Lu Han, no iba a tener un bebé con nadie más.
“Hijo, m.mi hijo”
“Eras mi hijo y… te asesiné”
No quería resignarse de volver a verlo, no podía, la verdad Se Hun aunque suene idiota, no sabía por qué se sentía así, él nunca había amado a nadie, no conocía escrúpulos, nunca había respetado a otra persona que no fuera su padre, y Lu Han básicamente solo era un juego, como un muñeco de trapo que usaría hasta cansarse.
Se Hun estaba sentado en el suelo apoyado en la pared, pues permaneció así desde que Tao se fue y solo estaba pensando en silencio, la garganta dolía y seguía ahogándose en dolor, pero no habían más lágrimas, la carta estaba en sus manos aun y la leía y releía auto torturándose.
¿Cuánto tiempo había pasado en ese apartamento?
Al parecer eran días según su cálculo pues no había salido para nada y su celular estaba destrozado, y además solo había estado ingiriendo licor.
Su ropa estaba sucia y su aspecto era peor, su aliento era prácticamente a puro tufo, a causa de las botellas de alcohol ingeridas, no había probado bocado pero eso era lo de menos.
Luego se puso a “reflexionar” si había violado a Lu Han, obviamente el otro estaba demasiado asustado, asqueado, repudiándolo con su alma por lo del bebé y odiándolo, cosa de la cual no lo culpaba y jamás volvería a ese apartamento, además si estaba allí sentado y no movía un maldito dedo de ese modo jamás podría encontrar a Lu Han, tal vez si sacaba una buena tajada de su dinero , o mejor dicho de su padre, podía mover algunas fichas (dinero) y hacer que gente especializada le traiga de vuelta a Lu Han, o al menos averiguar sobre él o su paradero, algo, lo que sea, una pista para volver a verlo, porque a medida que pasaban los minutos, el hecho de que Se Hun vuelva a ver a Lu Han, se estaba volviendo como un sueño, un espejismo.
Tal vez era demasiado tarde y aun él sabía que era la persona más cruel del maldito mundo ¿Qué podía hacer? Había crecido con esa coraza de maldad y frialdad, esa personalidad gélida, desde que cuando era niño, pasó lo que pasó.
Y justo ahora era tan patético el hecho de que alguien como él, se ponga a recriminarse por matar una criatura inocente SU HIJO, porque era de él y él le había dado vida y también se la había quitado, y carajo que el remordimiento era lo peor porque ahora mismo en su mente se le pasaron variedad de imágenes de como tal vez su hijo iba a ser, estaba seguro que hubiera sido tan hermoso como Lu Han, con esos ojos rasgados color mostaza, sus pómulos tan suaves, su naricita pequeña, sus labios rojos y también de seguro, estaba más que seguro que su bebé tendría cosquillas en los piececitos, así como Lu Han, que heredaría esa sonrisa tan preciosa y esa actitud jocosa y cándida.
Todo eso era parte de un espejismo doloroso.
Con el alma hundida y los ojos irritados y cristalizados, una vez más, se puso de pie apoyándose en las paredes y cogió sus llaves, salió del apartamento, testigo de aquellos momentos que iban a ser inolvidables por el resto de su vida.
Él era un mounstro y lo sabía ¿Pero los mounstros tenían ese sentimiento de culpabilidad?
***
Se Hun llegó a su enorme casa, y dio varios suspiros antes de introducir las llaves y girarlas para abrir la puerta.
Al instante visualizo a Irene que parecía estar en la sala junto a sus padres sentados en los sofás personales con tazas de café en la pequeña mesita del centro y ellos parecían realmente preocupados, su padre con los brazos cruzados y esa seria expresión que él había heredado.
Irene volteó y lo reconoció.
-Se Hun! ¿Dónde has estado todos estos días? Tanto tus padres como yo, hemos estado muy preocupados por ti ¿Por qué no me contestabas el teléfono? ¿Por qué lo tenías apagado? Mira nada más como vienes, tienes los ojos hinchados e irritados ¿Qué te hicieron? Te ves mal, necesit-
Se Hun ignoró a su familia y subió a su habitación sin más, estaba demacrado y solo necesitaba empezar su búsqueda o algo, sabía que tanto Irene como sus padres estaban asustados por haberlo visto en ese estado, no enojado ni con esos típicos ceños fruncidos, seguramente la cara roja y es que Se Hun nunca había llorado desde aquella vez en su infancia.
Cuando llegó a su habitación ingresó y quiso cambiar su atuendo cuando su puerta fue abierta de manera abrupta y su padre ingreso luciendo muy molesto.
-¿¿Dónde diablos te has metidos todos estos días?? Has tenido muchas entrevistas retrasadas maldita sea, tú, eres un inútil, tan inepto, carajo ¿¿Sabes que tu futuro y el nuestro está en juego?? Y claro al jovencito se le ocurre solo largarse de parranda sin importarle sus malditas res..
-¡! Maldita sea ¡! ¡! Escucha ¡! Solo pospondré un día más todo, solo te pido un día , un día mas y me pondré a corriente de todo, pero ahora solo quiero estar solo.- Hasta sentir una bofetada malditamente fuerte en la mejilla, no fue que Se Hun se dio cuenta que estaba hablando demasiado fuerte, pero no le sorprendió pues estaba acostumbrado.
Su padre salió de la habitación demasiado furioso justo cuando Irene ingresaba asustada, se acercó a él y le abrazó.
-¿Qué fue lo que paso? ¿Se Hun? ¿Estás bien? Dime porque estas así, entiende a tu padre, ha estado preocupado por ti, todos lo hemos estado, incluso hemos-
-Lárgate- Se Hun dijo secamente, y por el modo en el que ella lo veía, parecía estar sorprendida después de todo el rubio nunca había usado ese tono con ella.