Capítulo II
Después de lo sucedido me refugie en las personas que son más queridas, todavía me siento algo deprimido pero no voy agobiar con mis problemas a ellos, solo disfrutare este momento y olvidare todo.
-Naruto, ¿cúal es el problema?-le pregunta una mujer rubia voluptuosa y de apariencia joven para su edad.
-¿a qué te refieres baachan?- la miro sorprendido por su repentina pregunta.
-Llegaste a casa tan de repente y sin avisar... además te ves un poco triste, ¿te paso algo?- no quiero que sepa lo sucedido me da vergüenza y no la voy a preocupar con mis molestias.
-No bachan, estoy muy bien... acaso no los puedo venir a visitar así de repente- contesto con una sonrisa para no mortificarla-
-Oh bien... qué te parece si hacemos algo decente de cenar... recuerda que Tsunade no se destaca por hacer buenas comidas- veo como le dan un golpe fuerte en su cabeza, me pregunto como han estado juntos tantos años-
-Jiraya, deja de decirle esas cosas a Naru- dice muy molesta
-Ya dejen de pelear tebayo, que les parece si lo hacemos todos juntos- digo emocionado. Así nos vamos todos a la cocina.
Mis padres adoptivos son una pareja mayor para tener un hijo doncel de 26 años de edad. En realidad me adoptaron desde que era un bebe, desconozco quienes fueron mis verdaderos padres, pero ellos me dieron mucho amor y afecto; yo no quiero que se preocupen por mí, así que soy independiente y trabajo para no darles problemas.
Después de una rica cena, me despido de ellos dirigiéndome a mi departamento, sigo reflexionado lo sucedido, en fin no importa, aunque Sasuke haya sido un maldito, también estuvo mal que me emocionara y lo siguiera a su departamento, él siempre está viajando y tiene un montón de compromisos, así que va a ser casi imposible que lo vuelva a ver, voy a pensar que todo lo que me sucedió fue un simple sueño y nada más.
El tiempo ha pasado, sigo trabajando y esforzándome mucho en la galería, aunque creo que lo hago más para olvidar.
-Hola, buenos días Ino- saludo muy desganado.
-Naru, que tienes... te ves horrible- me comenta mi compañera Ino quien me ha guiado en esta galería y siento mucho respeto por ella.
-Me desperté sintiéndome enfermo- suspiro fuertemente. Ino me muestra una risa burlona.
-No será que te fuiste de fiesta y no me invitaste... ha de ser una resaca enorme la que tienes, debes de contarme que tal estuvo- dice divertida.
-Claro que no, no tengo tiempo para estar de fiesta- contesto molesto por su actitud.
En ese momento suena la puesta de la oficina dejando ver a la persona que me ha causado daño, ese azabache elegante, sigue con su mirada fría y esos penetrantes ojos negros.
-Naruto... tenemos que hablar, ven a mi oficina inmediatamente- yo me sorprendí por lo que me pidió.
-Disculpe ¿no se suponía que estaría en el Norte de Suna?- le pregunto, con tal de no estar a solas con él.
-Regrese por negocios urgentes... venga conmigo de una vez-me da las espalda, tengo que seguirlo y mis pies se mueven por inercia, creo que ahora me estoy sintiendo aun peor.
Naruto se ve extraño, sus ojos tiene un brillo especial pero se ve triste, además esta algo palido.
-No te ves muy bien... te pasa algo- por que le pregunto cosas que ni me interesan.
-Estoy bien... no he almorzado nada desde la mañana solo eso- esto es molesto por qué le tengo que dar explicaciones de mi vida.
-Te has enojado... se que no te he buscado en dos meses-
Pero que le pasa a este tipo, me esta empezando a desesperar -Han sido 6 semanas tebayo, es comprensible que alguien de su nivel no socialice con los empleados- genial ahora sabe que llevo las cuentas del tiempo que no le he visto soy un tonto, me quiero olvidar de él y solo está jugando conmigo.
-Oh- hago una media sonrisa ante esa confesión- de todos modos se trata de un artista, Madara Uchiha, cuéntame lo que sabes de él-
-¿Madara Uchiha?- que está tramando- Es un pintor muy famoso que ha hecho grandes obras desde la temprana edad de 20 años, actualmente se dedica a crear espectaculares paisajes, pintando la naturaleza cálida en el sur de Suna, ademas de ser un pariente suyo muy lejano- contesto mostrando que en verdad se mi área de trabajo.
-No te estaba preguntando sobre su historia, cuéntame tu opinión personal- que le pasa es claro que esos datos yo los conozco-
-¿Qué?... amm, me gustan sus pinturas, ´pero nunca lo he visto en persona-
-NO ME MIENTAS, SE ACERCA DE TU RELACIÓN CON ÉL- grito enojado ante su hipocresía.
-De qué estás hablando, es una broma tebayo- me sorprendo por su reacción.
Veo que se mueve rápidamente hacia un cuadro cubierto con una sábana, la agarra bruscamente y jala de ella.
-Entonces como explicas esta pintura-
Esa pintura, quien esta ahí es casi idéntico a mí, rubio de ojos azules, el perfil de la cara, es increíble. En el retrato se ve unas enormes cortinas rojas atrás de él, recargado sobre un sillón y una fina y delgada sábana blanca cubriendo su cuerpo, pero lo que me sorprende es la mirada de amor que posee. Casi puedo decir que soy yo hace 6 o 7 años ya que se ve joven.
Continuará