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Recuerdos por Ayami Uchiha

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Notas del capitulo:

Yo: Hola gente bonita!! Me encuentro feliz porque este es el capítulo más largo que he escrito

Sasuke: si bueno, tampoco es como si llevaras mucho tiempo escribiendo

Yo: odias verme feliz verdad?

Sasuke: es divertido molestarte

Yo: ¬¬* hare de cuenta que no escuche eso. Muy bien, la mayoría de este capítulo surgió a las tres de la mañana porque no podía dormir (a veces me dan periodos de insomnio)

Sasuke: ya te pareces al mapache

Yo: ¡deja de molestar! Como sea, tengo una sorpresita, así que lean para ver de qué se trata

Ya habían pasado un par de días desde que habían celebrado su aniversario en el que se comprometieron, le hubiera gustado estar más a tiempo a solas con su futuro esposo, cada vez que pensaba en eso no podía evitar mostrar una hermosa sonrisa y ver el anillo que ahora decora su dedo anular, pero por cuestiones de trabajo, más de parte de Sasuke, habían tenido que desistir de esa idea.

En estos momentos se encontraba en el hospital, había decidido darle una sorpresa a su moreno y decidió darse una vuelta para invitarlo a almorzar juntos. Llego hasta donde se encontraba su consultorio, pero este se encontraba cerrado con llave por lo que supuso que él no se encontraba por lo que decidió esperarlo afuera. Mientras esperaba escucho como algunas enfermeras que estaban pasando volteaban a ver hacia el consultorio del azabache y comentaban varias cosas, principalmente sobre lo atractivo que era el doctor Uchiha. Ante esto solo pudo sonreír ya que estaba consciente de lo atractivo que era su prometido y del efecto que causaba entre mujeres y donceles, pero contrario a lo que cualquiera pensaría, él no se enojaba o se sentía amenazado, ya que, si bien era cierto que el moreno muchas veces no era la persona más demostrativas con sus sentimientos, no tenía duda que el menor de los Uchiha realmente lo amaba y que sería incapaz de engañarle.

- ¿Qué haces aquí? - escucho como le hablaban con un tono claramente molesto. Volteo encontrándose con una enfermera a la que reconoció inmediatamente, ya que más de una vez le toco ver como se le insinuaba a su novio.

- Hola Sakura - le saludo con una sonrisa falsa - cada día te ves más bonita

- Deja de hacerte el tonto y contesta

- ¿No es obvio? Vengo a ver a Mi novio-ttebayo - contesto haciendo énfasis en las   palabras mi novio, recibiendo una mirada que demostraba rencor.

- Deberías de hacerle un favor a Sasuke-kun y dejarlo, él se merece a una persona que este a su nivel y no un doncelucho que nadie quiere - ante lo dicho pudo ver como Naruto apretaba sus manos y cubría sus ojos con sus rubios flequillos - porque de lo contrario ¿porque nadie pregunto por ti cuando llegaste al hospital? - Si ella estaba completamente consciente de cómo fueron los días en que Naruto estuvo internado luego de que llegara por un accidente.

- Sakura... - pronuncio

- me pregunto qué clase de persona habrás sido en el pasado para que nadie se hubiera preocupado en ti – fingiendo pensar

- ¡Cállate! - Naruto no resistió más termino gritando a la pelirrosa - no me importa lo que digas, tú no tienes ningún derecho a juzgarme-ttebayo, puede que no sepa quién fui un el pasado, pero se quién soy ahora, soy Uzumaki Naruto y no te permito que me hables así- amenazo mostrando sus ojos azules que fácilmente reflejaban lo molesto que estaba.

- Como te atreves - levanto una mano con la clara intención de darle una cachetada al rubio, pero una mano la detuvo.

- Ni se te ocurra tocarlo - escucharon como hablaba molesto un azabache.

- Sasuke-kun yo solo - trato de defenderse pero el moreno ni siquiera la dejo terminar.

- Tu nada, escúchame bien - hablo par acerca más sus rostros para que ella lo viera directo a los ojos y supiera que no estaba mintiendo -  hasta el momento he sido paciente contigo porque no puedo negar que haces bien tu trabajo, pero esa paciencia tiene un límite y la próxima vez que te atrevas a hablarle así a mi prometido no dudare en echarte del hospital - Sakura no supo que decir, podía jurar que los ojos del moreno habían tomado un color rojo por el enfado y sabía que no mentía ya que para nadie era un secreto la influencia que tenía el Uchiha en el hospital. Pero entonces se percató en lo dicho por el ojinegro.

- ¿Tu prometido? - pregunto cuando por fin la soltarán y rogando en su interior que hubiera escuchado mal.

- Si mi prometido, se lo propuse hace unos días y el aceptó - contesto con una sonrisa de superioridad.

Ante esto la pelirrosa volvió a molestarse ya que desde que había conocido al moreno había hecho todo lo posible por ser la mujer perfecta, aquella que fuera digna de estar a su lado, y aunque jamás había recibido alguna prueba de ser correspondida, en el fondo no había perdido las esperanzas de que si se esforzaba lograría enamorar al Uchiha menor - tú no puedes, no puedes casarte con alguien como él - alzando la voz y señalando al rubio - él no te merece, tu deberías estar con alguien mejor.

- ¡Ya basta! - grito molesto el rubio que se había mantenido callado. Al instante noto como las personas se habían detenido curiosos por la escena que estaban montando  y estaban cuchicheando cosas sobre él, en sus ojos se notaba claramente el desprecio con el que lo miraban, incluso podía escuchar como algunos lo estaban criticando, no supo porque pero algo en la escena se le hizo familiar y sintió una punzada en el corazón llenándolo de un dolor que por un momento se le hizo conocido. No lo soporto y salió corriendo abriéndose espacio entre la gente.

- ¡Naruto! - grito Sasuke preocupado, no era normal que el rubio reaccionara de esa manera - ¿y ustedes que miran? – grito colérico, ante esto la multitud se comenzó a disipar, todos en el hospital estaban conscientes de que no era buena idea molestar al Uchiha menor - Sakura - habló cuando ya no estaba la multitud - lo que te dije hace poco es verdad, si vuelves a tratarlo de esa forma yo personalmente me encargaré de que te despidan. Todo esto sucedió mientras eran observados por una persona.

Salió corriendo con la intención de alcanzar a Naruto, pero antes de poder tomar el elevador escucho como lo llamaban.

- Uchiha-san - se trataba del director del hospital.

- Doctor Sarutobi - contesto con una pequeña reverencia.

- ¿Tiene un momento?

El moreno tenía ganas de decirle que no e ir tras su novio, pero sabía que con lo que había pasado hace unos instantes no estaba en la mejor de las posiciones para negarse - Por supuesto que si

- Entonces sígame - acto seguido comenzó a caminar siendo seguido de cerca por Sasuke.

 

 

 

Itachi estaba en su oficina, se suponía que debía de estar revisando unos contratos, pero la verdad es que no estaba poniendo atención a lo que estaba haciendo, por algún motivo no podía sacarse de la mente a ese rubio doncel que había conocido días atrás.

Flashback

Itachi, se encontraba caminando por las grandes calles de Konoha, se encontraba completamente aburrido, se supone que se iría a una reunión en otra ciudad, como representante de la empresa ya que su padre y los principales inversionistas de la compañía se reunirían con el líder de una importante compañía extranjera con la que harían una asociación que los ayudaría a expandir más las empresas, pero a última hora la reunión fue cancelada, pero ya no contó con el suficiente tiempo para llegar con su padre. Es por eso que ahora se encontraba sólo caminando, sus amigos estaban trabajando y su hermano debía de estar ocupado celebrando su aniversario con Naruto, así que en resumen no tenía a nadie a quien molestar.

Decidió entrar a un pequeño restaurante al que le gusta ir en sus tiempos libres, realmente no tenía gana de comer, sólo pediría una café, mataría algo de tiempo y luego regresaría a su departamento. Cuando entro se dirigió a la mesa de siempre, desde ahí pudo ver como en una mesa del fondo a lado de la ventana se encontraba ordenando un rubio doncel de ojos azules, aunque unos mechones tapaban parte de su rostro, tenía que admitir que por algún  motivo le había llamado la atención, pero prefirió olvidarlo y pidió su café. 

 

Acababa de pagar su café y se disponía a retirarse del establecimiento, pero antes no pudo evitar la curiosidad y volteo hacia donde estaba el doncel, se sorprendió al verlo discutir con un mesero, por lo que decidió acercarse a indagar.

- ¿Qué ocurre aquí? – pregunto, al instante tanto el doncel y el mesero voltearon a verlo.

- Es un asunto que a usted no le involucra- le contesto el mesero con un tono molesto.

- Está discutiendo con mi novio, así que creo que si me importa – francamente no sabía porque había dicho eso, pero lo hizo con un tono tan serio fue suficiente para que el mesero le creyera.

- En ese caso – hablo el mesero ya un poco más calmado – lo que pasa es que este doncel pidió una gran cantidad de comida y ahora dice que o tiene con qué pagar la cuenta y…

- No hay problema – hablo interrumpiendo al mesero – yo pago – y de su billetera saco una tarjeta de crédito que le entrego al mesero, quien inmediatamente la tomo para verificar que tuviera fondos. Cuando vio que el joven se marchó, volteo a ver al blondo a quien le dedico una pequeña, pero sincera sonrisa que hizo que el rubio se sonrojara levemente.

- Hola, me llamo Itachi – se presentó mientras se sentaba frente al doncel.

- Hola – contesto indiferente el rubio – Gracias por la ayuda – le dijo mientras volteaba hacia otro lado por lo que no pudo ver la cara que puso.

- No te preocupes, pero tampoco será gratis – le comento, haciendo que el rubio sólo lo mirara con sorpresa, para luego cambiar por enfado.

-¡¿Qué?! ¿Quién te crees? Lo siento, pero no tengo nada que darte.

- Entonces una cita – soltó de la nada, francamente no era de los que le encantara estar teniendo citas, pero tenía que admitir que ese doncel desprendía algo que lo había ver diferente.

- ¿Qué? Acaso no puedes conseguir que acepten salir contigo y tienes que recurrir al chantaje – se burló.

- No, no es eso- hablo sin cambiar su tono calmado – sí quisiera podría salir con cualquiera – y era verdad, ya que en muchas ocasiones, más de las que quisiera, las mujeres y donceles se le acercaban con la intención de conseguir una cita, pero él solía rechazar a prácticamente todos.

- ¿entonces? ¿Por qué quieres salir conmigo?- con los brazos cruzados y una ceja alzada.

- porque tú no pareces ser cualquiera – fue la simple respuesta que le dio al doncel junto con una pequeña sonrisa. - ¿por cierto como te ll…? - Iba a continuar hablando, cuando el camarero le interrumpió para entregarle la tarjeta de crédito – entonces ¿aceptas? – pregunto levantándose y extendiéndole la mano. Estuvo así un momento mientras el blondo se lo pensaba.

- De acuerdo – acepto la mano para salir juntos del restaurante - ¿y a dónde vamos?

- No lo sé – levantando los hombros restándole importancia – ya se me ocurrirá algo y ya no recibió ninguna respuesta.

 

Pasaron juntos todo el día, decidió llevarlo a conocer varios de los lugares turísticos más importantes, después que este le menciono que era extranjero y que estaba ahí por cuestiones de trabajo, aunque no le especifico de que tipo. Cuando comenzó a atardecer le comento que tenía que volver, así que este lo de regreso, de camino hacia el restaurante.

-      Me puedes dejar aquí – hablo mientras se detenía el rubio – desde aquí ya sé cómo llegar

-      No te preocupes, te acompaño

- No enserio, no quiero darte más molestias- hablo nervioso, ya que tenía que buscar una manera de alejarse del pelinegro.

- No es ninguna molestia –se dio cuenta que trataba de escapar y que de un momento a otro se había puesto nervioso, pero no entendía el motivo

- Sólo déjame ir, porfavor – le pidió con una preocupación más que evidente

-      De acuerdo – soltó sin ganas - pero antes quiero algo.

- ¿Qué..? – pero no lo dejo terminar ya que al instante lo callo con un beso, al principio el blondo se quedó quieto, para luego comenzar a corresponder, sintió como rodeaban su cuello y ante esto lo sujeto de la cintura. El beso comenzó a volverse más demandante pero inmediatamente el rubio lo empujo y comenzó sin mirar atrás.

Al principio se quedó quieto ante la sorpresa, pero reacciono con la clara intención de seguirlo, lamentablemente lo perdió de vista y no pudo seguirlo. Fue ahí cuando le llego a la mente, como una de agua fría, que no sabía nada acerca del rubio, ni siquiera le había preguntado su nombre. Genial, por primera vez en mucho tiempo le interesa alguien y se le escaba, y para el colmo no tenía ninguna pista para encontrarlo.

Fin flashback

Decidió dejar o que estaba haciendo, no se estaba concentrando y corría el riesgo de cometer algún error, lo mejor era salir para despejar su mente. Le aviso a su secretaria que saldría y se dirigió al mismo restaurante, tenía la leve esperanza de encontrar de nuevo al rubio.

 

 

Había corrido lo más rápido que sus piernas le permitieron, ni siquiera se molestó en observar las calles que recorría, cuando ya no pudo más levanto su cara dándose cuenta que inconscientemente había llegado a ese parque que tanto le gustaba en el que solía reunirse con su azabache. Con paso lento entro y se dirigió a la zona más apartada del parque, no quería que nadie le mirara de esa forma, odiaba que pensara que era débil. Cuando llego, miro a su alrededor asegurándose que nadie pudiera verlo, a pesar de la hora, el parque se encontraba casi vacío y las pocas personas presentes se encontraban lo suficientemente lejos. Se sentó en una banca y no resistiendo más dejo que las lágrimas que había estado reprimiendo escaparan mojando sus mejillas. Se sentía ridículo, no sabía bien que es lo que había pasado, no era la primera vez que lo molestaban diciéndole que no era digno del Uchiha, pero él nunca les había hecho caso, sabía que si se lo decían era únicamente producto de los celos, pero esta vez fue diferente, la forma en que toda esa gente lo había visto y hablaban mal de él sin importarles que estuviera presente fue lo que le afecto, por un momento sintió esa sensación familiar, como si por un momento los ojos que lo analizaran fueran otros completamente diferentes, llenos de odio a su persona, pero lo más raro de todo fue ese sentimiento de familiaridad, como si no fuera la primera vez que lo veían así.

¿Y si Sakura tuviera razón? Si él en el pasado hubiese sido una mala persona, en ese caso no sería raro que lo vieran de esa forma, además de que otra forma podría explicar el que nadie se preocupara en buscarlo, ya habían pasado dos años y medio desde que tuvo el incidente, y sin embargo hasta la fecha no había aparecido nadie que dijera conocerlo. Ante estos pensamientos lo único que consiguió fue que sus lágrimas se volvieran más abundantes.

Seguía tan metido en sus pensamientos que no se percató cuando alguien se sentó a su lado.

- ¿Te encuentras bien? – dio un pequeño brinco ante la sorpresa, inmediatamente se limpió sus lágrimas.

- Si… estoy bien – hablo poniendo una sonrisa falsa tratando de disimular su dolor.

- Pues a mí no me parece- en ese momento alzo su vista, que se había mantenido fija en el piso y vio que se trataba de un varón  de piel pálida, cabello rojo ladrillo, ojos de color turquesa claro con los párpados ennegrecidos y el kanji "amor" en el lado izquierdo de su frente - ¿Quieres hablar al respecto?

Cuando Naruto lo vio a los ojos ese sentimiento de familiaridad volvió a surgir, y pudo sentir como el joven que estaba a su lado le transmitía algo así como ¿confianza?, es posible, pero aparte de eso había algo, otra sensación completamente diferente pero que era incapaz de reconocer – La verdad no – hablo algo cortante - además es algo tonto – su intención no era la de ser grosero, pero tampoco podía estar contándole sus problemas a cualquier desconocido.

- No creo que sea algo tonto para que un doncel tan bello como tú este llorando – El comentario le saco al rubio un pequeño sonrojo, la cosa cada vez que estaba volviendo más rara, él no era alguien que se sonrojara tan fácilmente, a pesar de que ya en más de una ocasión recibía cumplidos por parte de otros varones, a él jamás le había agradado recibirlos de alguien que no fuera Sasuke, y que ahora de la nada reaccionara de esa forma con un completo desconocido no era algo normal.

- Yo… - trato de decir algo, pero se encontraba confundido por las sensaciones que lo invadían hasta que algo lo saco del trance en el que estaba.

- ¡Naruto! ¡Naruto! – escucho como Sasuke gritaba su nombre en un claro intento de encontrarlo.

- Sasuke… - susurro llamando la atención del pelirrojo.

- Creo que será mejor que me retire – se levantó de la banca y comenzó a caminar hacia la misma dirección de donde provenían los gritos – Nos vemos luego – dijo estando ya de espaldas al rubio y despidiéndose con un gesto de mano.

 

A pocos pasos se encontró frente a frente con el Uchiha, en el breve momento en el que cruzaron miradas, el moreno por algún motivo no pudo evitar fruncir el ceño como si presintiera que una amenaza se acercaba. Decidió no darle importancia y seguir avanzando hasta donde se encontraba su novio.

Por otra parte el pelirrojo volteo discretamente hacia atrás para ver al azabache acercarse a Naruto, “disfrútalo mientras puedas Uchiha, porque ahora que encontré de nuevo a Naruto no pienso dejarlo ir”  eran los pensamientos que tenía para seguir con su camino.

 

Cuando Sasuke llegó hasta donde el rubio, se colocó de rodillas frente al rubio - ¿qué paso? – pregunto mientras limpiaba con sus pulgares las últimas lágrimas que aún quedaban en su rostro.

- Perdón yo no quería causarte problemas – hablo ya más tranquilo sin perder de vista los ojos negros – enserio que debo ser una molestia

- Sabes que no eres una molestia – le decía con un tono de voz dulce que solo usaba con el rubio – ¿te encuentras bien? no es normal que reacciones así.

- Es que… - dudo en lo que iba a decir, no pensó buena idea comentarle el sentimiento que tuvo por las miradas que le eran dirigidas ya que ni siquiera él entendía bien que paso al respecto - ¿y si realmente hice algo malo en el pasado? Es que no encuentro ninguna otra explicación para que nadie se hubiera preocupado por mí – decidió solo decirle eso, al fin y al cabo eso también lo inquietaba y necesitaba sacar aunque sea un poco lo que le molestaba.

- Naruto – le dio un pequeño beso en la frente para seguir hablando - ¿Cuántas veces te lo he dicho?, puede que no te conociera antes de que llegaras al hospital, pero te conozco como eres ahora, eres alguien hiperactivo, exuberante, impulsivo, en ocasiones ingenuo y algo infantil, pero eres alguien con un corazón de oro, jamás te rindes, te preocupas por tus amigos, eres capaz de cambiar a cualquiera con una sola de tus sonrisas y eso es algo que siempre ha estado en ti y es algo que nunca cambiara no importa cuántas veces pierdas la memoria.

- Sasuke – otra vez sus lágrimas regresaron, pero estas ya no eran de dolor, sino de alegría, ya que se alegraba de haber encontrado a alguien como Sasuke, se lanzó hacia Sasuke para abrazarlo – te amo – susurro en su oído para luego esconder la cabeza en el pecho del moreno.

- Yo también te amo – mientras acariciaba los rubios cabellos. Una vez que Naruto se compuso, ambos se levantaron para dirigirse a su departamento ignorando lo que se aproximaba.

Notas finales:

Sasuke: ¡¿qué hace ese mapache con mi dobe?!

Yo: ¿te gusto? *finge inocencia* es la sorpresa

Sasuke: Me vengare *Se marcha*

Yo: que sorpresa *con sarcasmo* 

Para finalizar les explicare, la verdad no se mucho de cómo funcionan las cosas cuando una persona pierde la memoria, así que decidí leer un poco al respecto, y por lo que entendí de un articulo (no me acuerdo cual) cuando una persona pierde la memoria, su personalidad se mantiene en algo que ya tenemos “establecido”, no sé si les ha tocado ver o leer que cuando una persona pierde la memoria actúa de una forma y cuando la recupera actúa completamente diferente, bueno según el artículo, esto está mal, ya que se podría decir que ya tenemos “programada” nuestra personalidad y esta sólo se refuerza o se hace ligeramente menor según las circunstancias que vivimos (vean a Sasuke de ejemplo, vimos que desde que era un niño siempre ha sido serio, pero no tanto a como después de la matanza del clan, suponiendo que este hecho no hubiera pasado, al crecer él seguiría siendo igual, tal vez un poco menos, pero el cambio no sería muy grande). Tal vez por las experiencias vividas fingimos ser diferentes, pero ante este tipo de sucesos como la pérdida de memoria, al no recordar el motivo por el que fingíamos, la persona muestra su verdadera personalidad. Se los digo, porqué puede que sea importante más adelante. Les recuerdo, yo no sé del tema, esto es sólo lo que yo entendí, puede que este mal, pero de cualquier forma es uno de los hechos en los que me voy a basar.


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