Itachi y Naruto seguían con su recorrido hasta el parque donde el rubio se encontraría con Sasuke. Naruto estaba contando muy animado como había sido su día en el restaurante cuando se percató que su cuñado no dicho nada y únicamente se había limitado a pronunciar monosílabos, cosa rara en Itachi.
- Luego Kiba me dijo que me llevaría a un lugar donde se llegan a cabo orgias – comento el rubio para ver si le ponían atención.
- que bien Naru – dijo el ojinegro sin ser consciente de lo que estaban hablando haciendo enojar al blondo.
- ¡¿Me estas escuchando?! – grito tan fuerte el rubio llamando la atención de las pocas personas que pasaban por el lugar y haciendo que el moreno saliera de sus pensamientos y volteara a ver al doncel.
- ¿Decías algo Naru-chan? – preguntó el azabache ignorando el aura asesina que empezaba a producir el kitsune.
- Ah – suelta un suspiro de resignación – olvídalo dattebayo, mejor dime porque andas tan distraído
- perdón – sin borrar la gran sonrisa que trae desde hace un rato – es que no puedo dejar de pensar en el doncel que conocí hoy.
- vaya, debe de ser alguien especial para traer así al gran conquistador Itachi – con una sonrisa pícara.
- si realmente es alguien único
- y ¿Cómo se llama?
- no lo sé – borrando su sonrisa
- ¿eh? ¿Cómo está eso?
- lo que pasa es que no me lo dijo y cuando quise insistir salió corriendo.
- lo siento dattebayo
- no te preocupes, ya lo encontrare – con una pequeña sonrisa – sabes que cuando un Uchiha quiere algo no para hasta conseguirlo.
- ustedes y su mendigo orgullo Uchiha, pero lo bueno es que no piensas rendirte – con una gran sonrisa y el pulgar levantado – es más, cuéntame que paso y tal vez pueda ayudarte.
Será en otra ocasión - moreno se paró de repente por lo que el rubio lo vio confundido – ya llegamos al parque - señalando hacia atrás del rubio.
- Es cierto – se rasca la nuca- jaja no me había dado cuenta. Pero prometes que después me explicaras mejor.
- claro, bueno te dejo, suerte con mi ototo – y sin más se fue despidiéndose con un simple gesto de mano.
Cuando el rubio perdió de vista a su cuñado, se adentró al parque y se sentó en la misma banca de siempre a esperar a su novio. No paso mucho tiempo cuando lo vio acercarse, sin más se levantó y corrió hacia su amado quien lo recibió con los brazos abiertos, para luego darse un profundo beso que duro hasta que el aire se hizo necesario.
- Hola dobe - saludo el azabache sin soltar a su rubio
- Hola teme – respondió con una de sus resplandecientes sonrisas que volvían loco al moreno.
- ¿Listo para tu sorpresa de aniversario?
- Si, llevo todo el día esperando dattebayo
- Entonces vamos – deshizo el abrazo para comenzar a caminar agarrando la mano del doncel.
El azabache llevo al blondo hasta su auto que se encontraba estacionado cerca, le abrió la puerta del copiloto y luego él ingreso para comenzar un recorrido. Paso más de una hora en la que ambos se sumergieron en un silencio que estaba lejos de ser incomodo, de repente el moreno estaciono el auto sorprendiendo a Naruto
- ¿Qué pasa teme?
- Nada, es solo que necesito que sea sorpresa – saco una venda con la que cubrió los ojos del doncel - en un momento regreso y no hagas trampa.
Después de eso el rubio solo escucho como se abría la puerta del lado de Sasuke y se volvía a cerrar. Espero cerca de diez minutos hasta que escucho como abrían la puerta de su lado.
- Sígueme – el azabache le ayudo a bajarse del auto y lo guio – feliz aniversario – le retiraron la venda.
El rubio quedo maravillado ante la imagen, se encontraban en un inmenso campo, con una gran variedad de flores, que era iluminado por la luz de la luna, un poco más lejos se podían apreciar grandes árboles dando la idea de que se trataba de un bosque. Frente a ellos se encontraba lista una mesa para dos con una botella de champagne en una cubeta con hielos, unas velas para ayudar a iluminar y su comida favorita (después del ramen)
- ¿Te gusta mi amor?
- Es maravilloso
- Ven – lo tomo de la mano y lo llevo a la mesa. La cena transcurrió entre risas y frases de amor que se decían a cada oportunidad que tenían.
Cuando terminaron de comer el azabache se levantó de su lugar y le tendió la mano al doncel quien gustoso la acepto y lo condujo hasta donde se encontraban los árboles. El rubio se sorprendió al ver que tras los árboles se encontraba un lago en donde estaban flotando varias lámparas iluminando todo el lugar.
- Naruto – el mencionado volteo a ver al ojinegro y noto como tenía un pequeño sonrojo – si prepare todo esto es porque quería decirte que eres la persona más importante en mi vida, jamás creí que pudiera conocer a un ser tan maravilloso como tú, eres la luz de mi vida, día a día, con cada sonrisa, con cada abrazo, con cada momento que pasamos juntos me enamoro más de ti, me haces sentir cosas que ni siquiera puedo describir y ahora me es imposible imaginar una vida sin ti
- Sasuke… - pronuncio con un enorme sonrojo y los ojos humedecidos, pero no pudo decir nada más al ver cómo el Uchiha se arrodillaba y sacaba una caja de terciopelo.
- Así que, Naruto Uzumaki – tomando la mano izquierda del doncel - ¿te casarías conmigo? – abriendo la caja y mostrando un anillo de oro blanco con un diamante azul y en la parte interna grabado con la frase “siempre juntos S & N”
- Si, si quiero – pronuncio para dejar escapar sus lágrimas ocasionadas por la inmensa felicidad que albergaba en el momento que el moreno le coloco el anillo en su dedo anular – te amo.
- Te amo – se levantó para poder besar a su amado hasta que el vital oxigeno no les permitió más – te amo – repitió para volver a cazar los labios del ojiazul y recostarlo en el pasto donde se demostraron lo mucho que se amaban con la luna como testigo.
Era un nuevo día, el sol todavía no había salido, un hombre de ojos negros, anteojos y cabello blanco sujetado en una cola de caballo, que tenía entre sus manos un sobre entraba a una gran oficina donde se encontraba un hombre de cabello negro que le llega a la cintura, piel pálida con ojos ámbar con cortes en sus pupilas y marcas purpuras alrededor de sus ojos haciéndole parecer a una serpiente.
- buenos días Orochimaru-sama - hace una pequeña reverencia.
- Hola Kabuto, cuéntame bien la situación
- Como le comente por teléfono en el último viaje realizado a Konoha para ver lo de la futura alianza con Uchiha Corp. mientras recorría las calles de la ciudad choque con un doncel que reconocí como Naruto, como me lo ordeno lo seguí y no me cabe duda de que es él, es más, aquí traigo evidencia - sacando del sobre unas fotografías que le entrega a su jefe.
- Y dime que averiguaste sobre él - mientras observaba las fotos donde aparece el rubio doncel.
- Por lo que descubrí trabaja como chef principal en el restaurante Byakugan que le pertenece a una joven llamada Hinata Hyuga.
- ¿quién es este varón con el que se encuentra? - mostrando las fotos donde Itachi abraza y agarra de la mano a Naruto.
- él es Uchiha Itachi, vicepresidente de Uchiha Corp.
- ¿cómo es que se conocen?
- como se conocieron lo desconozco señor, pero parecen ser que son muy cercanos de hecho mientras lo espiaban escuche una conversación muy interesante
Flashback
Naruto se encontraba cerca de la salida de la cocina colocándose su chaqueta para salir cuando un doncel moreno de cabello castaño con dos triángulos rojos uno en cada mejilla se acerca al rubio.
- ¿ya te vas Naru?
- si Kiba, ya es tarde y tengo que verme con el teme.
- aun no entiendo cómo puedes llevar tanto de novio con ese Uchiha.
- bueno, que te puedo decir – levantando los hombros restándole importancia al asunto - me hace feliz-ttebayo.
-Más le vale que así siga sino me las pagará.
- Ya Kiba, a veces son demasiados sobreprotectores conmigo. Bueno, será mejor que me vaya - dándole un abrazo de despedida al castaño.
Antes de que Naruto saliera, Kabuto corrió a esconderse para que no lo descubrieran, poco después llegó Itachi.
Fin flashback
- Así que mi pequeño anda de novio con él.
- es lo que parece, pero no lo podemos asegurar, hay que recordar que el matrimonio Uchiha tiene dos hijos.
- Eso es cierto, por el momento será mejor mantenerlos a ambos vigilados – Orochimaru se calla un momento levándose una mano a la barbilla en pose pensativa – dime, ¿el joven Itachi estuvo presente en la última reunión con la compañía de su familia?
- No señor
- Entonces no ha conocido a mi protegido – con una pequeña sonrisa – en ese caso creo que le asignare la misión de mantenerlo vigilado, llama a su casa y avisa que iré a hacerle una visita.
- Hai – con eso el peliblanco se retiró de la oficina de su jefe para hacer la llamada.
Cuando Orochimaru se quedó solo tomo el teléfono y marco.
- moshi-moshi ¿Quién habla? – le contestaron del otro lado
- No me digas que ya te has olvidado de mí – con un tono de burla
- Orochimaru-sama, por supuesto que no.
- Debo decirte que me tienes muy decepcionado, y yo que creía que nunca fallabas una misión, pero parece ser que no es cierto
- ¿de qué habla?
- Hablo de Naruto- kun – al parecer no está muerto y acabamos de encontrarlo.
- eso es imposible, debe de haber un error – mostrando es su voz algo de preocupación.
- No, no hay ninguna equivocación, así que espero que lo soluciones.
- ¿Qué quiere que haga señor?
- por el momento solo te mandara la información recabada para que lo vigiles y me mantengas informado, ya después te daré nuevas indicaciones
- Como ordene señor
- Y esta vez no quiere equivocaciones, de lo contrario lo pagaras caro – amenazo para inmediatamente cortar la llamada.
Una sirvienta de edad avanzada se encontraba frente a una gran puerta de roble, toco la puerta pero nadie le abrió, toco otra vez y al no recibir respuesta entro.
- Joven amo despierte por favor – pedía mientras recorría las cortinas dejando pasar la luz que ya para esa hora ya era bastante debido a que ya tenía un rato que había salido el sol.
- Hmm – apenas y pronuncio el mencionado sin siquiera moverse. La sirvienta entonces se acercó al cuerpo y con delicadeza destapo a la persona.
- Joven amo debe despertar, su abuela ya está en el comedor esperando por usted. – se aleja para buscar en el armario para que el joven se vista.
- Ok, ahorita bajo – poniéndose sus pantuflas para dirigirse al baño.
- Por cierto - deteniéndose antes de salir - Llamo su padrino, dijo que vendría a verlo en la tarde.
- Ah – suspirando – ya que, gracias por avisarme, si eso es todo puedes retirarte.
- con permiso joven Naruto – haciendo una reverencia y saliendo de la habitación.