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Little Darling por Alc

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Notas del capitulo:

Aqui la continuacion, este es un tanto más de lo normal, usualmente los capitulos son cortos. Entonces a leer~

 


Maldición, dije que no tenía ropa para niños. ¿Por qué me estará pidiendo un cambio de ropa?


En la pequeña cocina pegada a la sala, Jiyong tomó una cerveza del refrigerador. Con su mano izquierda descansando sobre su cadera, se la bebió de un solo trago. Esta noche había terminado siendo una de las peores de su vida, atrapado con un niño extraño. Se supone que su trabajo es el de malversar almas humanas, sin embargo todo se le estaba regresando.


Cielos, si que tengo mala suerte, pensó mientras aplastaba la lata de cerveza.


—Ji, el cambio de ropa…


Un hombre se encontraba de pie frente a él, era tan alto aún mas alto que Jiyong y con muy buen físico. Su presencia era tal que con el solo hecho de acomodar su mojado cabello que caía sobre su frente hacia atrás lo hacía lucir extremadamente atractivo.


Fascinado por la apariencia del hombre, su corazón palpitó rápidamente y sus mejillas se enrojecieron en contra de su voluntad, Jiyong estúpidamente preguntó, —¿Y… quién eres tú?


—Soy Seung.


—Imposible.


—Es cierto. Esta es mi verdadera apariencia, no soy un niño, ¿sabes?


—¡Imposible!


—Aun cuando estuviera mintiendo, ¿de qué me serviría?— Seung hyun se encontraba de pie con una toalla de baño alrededor de su cintura mientras sonreía.


—Es que… es que eres…enorme— Viendo a Seung hyung al mismo nivel de sus ojos, Jiyong sintió como gotas de sudor frías aparecían por todo su cuerpo y dio un paso hacia atrás. Este tipo era un adulto y eso significaba que ¡podía casarse! Y ¡que impresionante cuerpo tenia! Tal vez era momento de recapacitar este asunto de convertirse en la Primera Esposa…


Enfrentándose a esta situación completamente inesperada, el pelirrojo se encontraba bastante nervioso de encarar al sucesor de los cielos. No se le había ocurrido que el pulso acelerado podía ser a causa del amor y amor a primera vista para terminar de arruinar todo.


—Ahora soy tan grande como tú. Oh, por cierto lo mismo va para la parte de allá abajo…— Seung hyun se removió la toalla exponiendo la parte baja de su cuerpo.


—¡Te creo! ¡No tienes que mostrármelo!


—Considerando todos los problemas por los que he pasado creí que lo más conveniente sería enseñártelo…


—Oh… yo aprecio tus intenciones ¡las intenciones!— Jiyong saltó mientras trataba de alcanzar unos bóxers y una playera de un pequeño closet, le dio la ropa a Seung.


—¿Qué hay con esa mala actitud? esta bien ¿no? algo así de bueno no tendrá problemas creando niños. No temas.


La finesa con la que Seung se movía, tenía a Jiyong viéndole completamente cautivado, sin embargo… las venas prácticamente saltaban de su frente. —¿Así que te volviste un adulto después de introducirte en la tina?


—Me sumerjo en una tina de agua caliente durante unos tres minutos, en cuanto relajo mi cuerpo y mi mente tomo esta apariencia. Es un atributo físico molesto que heredé de mi madre, sin embargo— dijo con una voz completamente calmada — solo puedo tomar esta apariencia durante las noches.


—Así que eres como un vaso de sopa instantánea, ¿no? Por la manera en que los fideos se preparan después de una buena remojada.


Justo cuando Jiyong estaba llegando a la desalentadora conclusión de que el espectacular Choi Seung hyun sería adulto únicamente durante las noches, el joven de la realeza gritó con impaciencia —No fue un baño largo, así que no permaneceré con esta apariencia durante mucho tiempo. Apresúrate y metete a la cama— Se sentó en la cama y movió la mano en un gesto que le indicaba al pelirrojo que debía meterse también.


—¿Quién crees que compartiría una cama con un niño que conoció hace unos minutos?


—Dijiste que te volverías mi esposa, ¿correcto? El dormir juntos es lo más natural.


—Te refieres a dormir, ¿literalmente hablando?


—Por supuesto que no. Jamás lo he hecho con un hermafrodita, eso me tiene todo excitado— Seung hyun le sonrió y extendió sus brazos como si estuviera llamándole con ellos.


Jiyong se sonrojó en respuesta. —¿Eres en realidad el heredero al trono del Cielo? ¿No se supone que los ángeles practican el abstencionismo y el auto-control?


—No seas tonto. Nadie que practica el auto-control se casaría con siete mujeres diferentes y produce varios niños. El Cielo no es tan diferente al Hades. Las familias compiten unas contra otras, alguien pone sus manos sobre otro, otro es llevado al altar con un cuchillo a sus espaldas. Se desenvuelve como en Romeo y Julieta y un baño de sangre es inevitable, supongo que esta clase de ángeles no es lo que te imaginas.


Seung hyun se dejó caer sobre la cama y comenzó a reírse.


—Me imagino lo típico, como todos los demás. A los humanos les gustan los libros y esa clase de cosas acerca de los ángeles. Los ángeles siempre son los chicos buenos—. Jiyong se sentó en la cama y dirigió su mirada hacia el atractivo Choi.


—El Cielo está más lleno de pasiones y deseos que el Hades y la Tierra juntos.


—¿Cómo es eso?


—Cinco de mis medio-hermanos fueron asesinados antes de que yo fuera nombrado príncipe heredero, probablemente fue mi madre la que lo hizo. Es una mujer con un carácter fuerte.


Los ojos de Jiyong se abrieron en sorpresa, jamás había escuchado esta clase de chismes antes, para empezar, nadie en el Hades creería esto. Todos en el hades, estaban conscientes de sus propios poderes, es por ello que ninguno se atrevería a desafiar al Rey o rebelarse en contra de sus edictos.


Debe ser suficiente el comer y vivir así como el estar luchando por las almas humanas. Ese era el lema del Hades, hasta la fecha tanto los aristócratas como la gente común seguían sus vidas bajo estas palabras. Era extraño ver que un demonio hablara de sueños de hacer esto o aquello como Jiyong lo hacía.


—Aun así, mi condición física siendo como es, diría que no soy el mejor candidato para ocupar el trono, la Primera Esposa y la Segunda Esposa, se han quejado al respecto— dijo Seung como si no fuera algo tan importante y mientras bostezaba agregó— incluso han enviado asesinos detrás de mí.


—¿Hablas acerca de sicarios?


—Sí, ángeles destructores. Me preocuparé cuando aparezcan, ahora estoy demasiado cansado.


Tomando la mano de Jiyong entre la suyas, cerró sus ojos.


¡Oye estafador! El pelirrojo sentía ganas de gritarle, desde cuando crees que es buena idea el hacerme tu esposa en momentos tan peligrosos como este, ¿eh?


¿Pero por qué debería tan siquiera preocuparse por Seung? No era nadie más que un aprovechado que vivía gratis en su casa causándole nada más que sufrimientos. Sin embargo, Jiyong no podía evitar el sentirse encantado por el rostro durmiente de Seung. El rostro de un ángel. Se supone que los demonios son los maestros del engaño, pensó deprimidamente y aquí se encontraba él, dejándose engañar por la cara de un ángel, dejó escapar un gran suspiro.


 


 


Medio dormido, Jiyong abrió un poco sus ojos solo para encontrar un bulto moviéndose alrededor de su pecho. —Oye….— se quejó —Eso da cosquillas— Rio y lanzó sus brazos para atrapar al pequeño bulto color negro. En realidad huele rico.


Seung lo abrazó de regreso y su aroma lleno los pulmones de Jiyong —Ah… demasiado apretado… ¿qué…?— los ojos de Jiyong se abrieron y vio hacia su pecho.


—Buenas— dijo Seung-niño, aferrándose a su torso.


—Pensé habértelo dicho… ¡no soporto a los niños! ¡Bájate de encima de mi…!


Con un pequeño grito, el indefenso Seung voló por el aire y cayó en el suelo.


—Me-me tomaste desprevenido— dijo Jiyong.


—Pero íbamos bien juntos mientras dormíamos. Si vas a ser así de frio conmigo, me veré forzado a aprovecharme de ti— Seung observó fijamente a Jiyong, su camiseta súper grande para su tamaño y pantaloncillos se le caían.


—¿Y quién exactamente se dejará que se aprovechen de él por un niño que no mide pero ni un metro cuarenta centímetros de alto?


—Puedo hacerlo durante la noche, de noche soy de la misma estatura que tú.


—Ah…— Recordando a Seung de “tamaño-adulto” de la noche anterior, Jiyong tragó y no dijo nada


—Debido a que estoy atrapado en este cuerpo durante el día, no podría hacerlo aunque quisiera. Así que tendré que esperar hasta que anochezca. Como sea, dame mi ropa.


Su tono ofensivo, parecía casi incompatible con su contraparte durmiente de rostro angelical. Jiyong  permaneció en la cama como un fideo sin vida. Genial. Ahora tenía que ser niñero de un pequeño infante. Por otro lado, si se rehusaba, terminaría recibiendo la furia del mismísimo Rey del Hades…


—Oye ¿estás sordo? No tengo nada que ponerme.


—¡Ponte lo que vestías anoche! ¿Por qué demonios tendría ropa de niño en mi closet?— Jiyong enterró la cabeza en la almohada y gruñó en frustración.


—Entonces vayamos a ese lugar donde venden cosas y compremos ropa, podemos comprar alguna que otra cosa mas que necesites.


—No iré a un lugar así. Estará lleno a reventar.


—Quiero ir. ¡Llévame!


Jiyong  trato de ignorarlo al principio, pero Seung hyun  hizo tal berrinche que al final terminó aceptando


 


*************


—Oh, te queda perfecto.


—¿Eres un modelo profesional?


—Su hermanito es tan adorable. Aquí, ¿por qué no te pruebas este traje? Te aseguro que te encantará.


En una tienda de ropa de moda para niños ubicada en una tienda por departamentos famosa de Seul, Seung era el centro de atención. No tenía sentido, para alguien como Jiyong a quien no le gustaban los niños, pero Seung había encantado a las vendedoras. De hecho no podían quitarle las manos de encima.


Para el pelirrojo, cualquier cosa que le quedara estaba bien, aun así una cantidad exagerada de trajes continuaban apilándose en el mostrador.


—Oye, oye, mírame hermano mayor.


—¿Ah?


Seung hyun estaba completamente bien vestido y al último grito de la moda. Aun así, tomaba cada oportunidad que tenia para llamarle “hermano mayor,” y colgarse de sus brazos o halar sus mangas. Como le dije ¡odio a los niños! Pero Jiyong no podía rechazarlo frente a todos, así que lo soportaba de la mejor manera posible.


—Luce genial en ti— dijo Jiyong, fingiendo.


—Entonces, ¿se llevará este también?— preguntó la vendedora desde la caja registradora, con una gran sonrisa en su rostro.


—Seguro, adelante— dijo Jiyong con voz débil, mientras pellizcaba una de las mejillas de Seung.


—¡Ay!— Seung sobó su mejilla izquierda, tomando asiento en una de las rejillas.


—Lo supuse. Escogiste un momento y lugar en el cual sabias que no podría vengarme de ti por estarte colgando de mí. Los niños son un verdadero dolor en el trasero. No soy una chica, ¡Te lo sigo diciendo!


Después de haberle insultado con cada palabra del diccionario, Jiyong le entregó a Seung un helado de cono.


—Hoy si que hace calor.


Seung vestía una camisa de manga larga de lino, unos pantaloncillos largos y zapatillas. Parecía todo un modelo infantil. Pero tan solo mirarlo sofocaba.


—El verano siempre es caluroso. Ah, mi helado se esta derritiendo…


La extraña combinación de un muy bien vestido chico con apariencia sobrenatural (era un ángel, así que obviamente su apariencia era sobrenatural) y un joven con un cabello de color extraño y vestido comúnmente con una camiseta corta,  bermudas y sandalias no fallaba en atrapar la atención de los transeúntes.


—Ji, dame tu pañuelo, mi helado se está derritiendo.


—¡Idiota! ¡Esas ropas son nuevas!— Jiyong sacó su pañuelo del bolsillo de sus jeans y se lo entregó a Seung, cuyas manos estaban cubiertas por un ya pegajoso helado. —¡Apresúrate y cómelo!


—Es extraño, jamás lo había probado.


—Puedo comprarte helado cuando quieras. Dios mío, devuélveme ya mi pañuelo.


Jiyong se sentó frente al pequeño pelinegro y le quitó el pañuelo, limpio con éste sus manos y rostro.


—Como lo pensé, solo la Primera Esposa es capaz de darle tanto amor a su esposo—. Luciendo bastante satisfecho, Seung le sonrió a Jiyong.


—Si se supone que seré la Primera Esposa, supongo que significa que habrá una Segunda Esposa y una Tercera Esposa y una Cuart…


—Estoy en contra de la poligamia, así que querida, tú serás mi Primera y Única esposa.


Seung habló en un tono de voz tan serio que Jiyong se detuvo y reconsideró su opinión acerca de él. A pesar de ser un niño, tiene una buena cabeza sobre sus hombros. Lo que se esperaría de un heredero al trono.


—Terminemos este día, hemos visto  Gangnam- gu. Es hora de regresar a casa— Jiyong arrugó su pañuelo y colocó en el bolsillo de sus pantalones.


—No quiero. Aun no hemos visto Teheranno.


—Mira, soy el superintendente de mi edificio, ¿de acuerdo? No puedo estar fuera del lugar todo el día.


—Había un poco de información en Información Celestial acerca de la Guía de Restaurantes Terrícolas…


—Lo lamento, pero ya hicimos todo lo que te dio la gana por un día.


—Entonces, esta noche, vayamos a Yongsan.


—¡Dame un maldito descanso!


Mientras se dirigía al metro, Jiyong tomó con un brazo a Seung y con el otro las bolsas de compras. Diablos ¡odio cuando los humanos se me quedan viendo! No se le ocurrió que el halar a Seung con su brazo era lo que en realidad estaba llamando la atención.


 


**************


 


El sol comenzó a ocultarse horas después.


Este sol humano está fuera de sincronización. Pensó Seung, viendo hacia el mundo de afuera. Tanto en el Cielo como en el Hades el sol se alzaba a la hora que se le ordenaba. “Lo que me recuerda, debería decirle a mi padre que he escogido a mi Primera Esposa.”


Se lanzó sobre el suelo de la habitación (la misma que había considerado ser más pequeña que su baño) y comenzó a pensar la forma en que podría contactarse con su padre. Probablemente la barrera no estaba bloqueando las comunicaciones, pero no había forma de predecir quien podría estar espiando la línea.


Se movió y cambió de posición varias veces. Se estaba preocupando solo. Jiyong había ido a repartir panfletos acerca de una reunión de la asociación vecinos.


Hablando de lo cual, Jiyong había sido acorralado por uno de sus arrendatarios cuando regresaron al edificio —Oye, pero que lindo niño que traes allí. ¿Es familiar tuyo? ¿Visitando por un tiempo?


—Ah…este… es mi hermanito. Se ha estado quedando con unos familiares, pero por ser niño y todo eso se sintió solo así que se vino a quedar conmigo por un tiempo.


—Oh, es cierto, mencionaste que habías perdido a tus padres, tan joven y aun así has pasado por tanto. Si hay algo que te moleste, no dudes en pedir mi ayuda.


—Sí, gracias por la oferta.


Estas conversaciones aparentemente sucedían entre Jiyong y sus arrendatarios todo el tiempo. Jiyong en realidad se había adaptado a la dimensión de los humanos. Aun así, ¿qué significa eso de hacerme su hermano menor? ¿A caso había algún error aquí acerca de quién era el esposo? Si continuaban tomándose todo a la ligera, Seung debería de tener unas palabras con el superior de Jiyong y hacer que lo degradaran.


El sol se ocultó unos momentos después y el momento en el que podía convertirse en un adulto finalmente había llegado. Seung hyun se rio consigo mismo.


—Ah, aquí se encuentra, señor Seung hyun.


Alguien se encontraba presionado en contra de la ventana riéndose con él. Y no era cualquiera, un hombre vestido con un traje con cabello dorado y un par de alas blancas pegadas a su espalda. Seung se quedó sin palabras. Únicamente observó al sonriente hombre, con una mirada de desagrado en su rostro. Pero en cuanto vio a los ojos de aquel hombre su expresión cambio a una más fría.


Los ojos del hombre eran del color de la sangre, la firma de un asesino. Un ángel de la destrucción. ¿Por qué no me invita a pasar mi señor?— Preguntó el ángel, abriendo la ventana e ingresando a la habitación.


—Si te pregunto, ¿me dirás quien te envió?


—¿Decírtelo? A mi todo me da igual así que te lo diré, Fui comisionado por la Segunda Esposa.


—Ah, ¿no se supone que deberias tener los labios sellados?


—Uno no suelta la sopa cuando está muerto, así que pensé que lo mejor sería que tuviéramos una charla.


Parecía ser como uno de los actores de un drama de crimen de clasificación B (para adolescentes y adultos), pero sabiendo que era trabajo de un ángel de la destrucción el hacer las cosas rápidamente y eficazmente, Seung únicamente asintió y habló con un toque de admiración en su voz. —Ya veo.


—Es más, incluso puedes escoger la forma en la que morirás. Es parte de una campaña promocional que estamos haciendo. Puedes ser apuñalado hasta que mueras, envenenado o incinerado. ¿Qué prefieres?— El ángel de la destrucción se sentó a cuclillas mientras observaba a Seung con una gran sonrisa.


Todos sonaban demasiado dolorosas. —Ninguna de las anteriores.


—Otra vez, solo piensas en ti mismo. Fui pagado por adelantado, ves.


—Soy un hombre casado, no puedo dejar a mi esposa viuda.


—Felicitaciones, te diré algo, ¿qué te parece si los asesino a los dos al mismo tiempo? Al dos por uno, diremos que es parte de nuestra campaña de promoción especial.


Preguntándose qué diablos era su “campaña de promoción especial” Seung sacudió su cabeza.


—Bueno, esto sí que lo arruina todo.


Si el hecho de que Seung lo rechazaba iba a causar tal preocupación, debió haberlo golpeado antes y luego hacer las preguntas. El ángel de la destrucción definitivamente no era el foco más brillante del montón.


En ese momento, Jiyong regresó a casa, desconociendo completamente la escena tan extraña en la que ingresaba, donde un asesinato se iba a dar lugar. —Ya vine— Dijo —El administrador del edificio vecino me regaló unos wafles. Eso es lo que me gusta acerca de los humanos, siempre te regalan cosas sin una razón en particular…—  Se detuvo frente a lo que parecía ser un ángel de visita, sus ojos se abrieron —¿De qué buro vienes? Pensé que conocía a todos los ángeles de la oficina de Seul. ¿Vienes de lejos?


—¡Tú idiota! — Seung hyun le gritó. —¡Obsérvalo bien!


Aun sosteniendo la bolsa de wafles, Jiyong observó al ángel con los ojos de color sangre y las alas emergiendo de la parte trasera del saco de su traje. —¡No puede ser! Nunca antes había visto un ángel de la destrucción. ¡Y viste un traje!


—Estoy contento de haber causado tal impresión, y tú ¿a caso eres la hija del Conde Kagetsuyu?


—Oye, ¿a quién le estas llamando hija? Mi padre fue el que se tomó la libertad de escoger mi sexo en mi certificado de nacimiento. ¡Soy un hombre!— Al menos eso es en lo que trato de convertirme.


El ángel de la destrucción inclinó su cabeza al ver la furia de Jiyong. —Lo lamento.


—Él es mi esposa. Bastante interesante, ¿cierto?


—¿Qué demonios es tan interesante al respecto? Dijiste que si no aceptaba ser tu esposa sería degradado de puesto. ¡Me obligaste! ¡Tú eres más demoniaco que yo!


—Aun cuando lo tenga o no lo tenga, sigo siendo un ángel.


—Esa clase de arrogancia es exactamente lo que no puedo tolerar de ti.


—Te acostumbrarás. En cuanto vivamos en nuestra casa en el Cielo, te daré una vida llena de lujos como cualquier orquídea en un invernadero.


—¡No soy una chica así que no me trates como una estúpida flor!


—Quizás por ahora no luzcas como una, pero tienes una mujer dentro, ¿sabes? Podrías tener hijos en cuanto nos lo propongamos.


—¡No tendré nada!— Jiyong lanzó los wafles y tomó a Seung y lo lanzó como si fuera una muñeca de trapo.


—Este…


—¡¿!Qué demonios quieres?!— Jiyong volteó a ver al ángel de la destrucción, su cara llena de furia.


—Das bastante miedo, Ji-yong.


—Para ser un ángel del grupo de Asesinos del Cielo, ¿por qué rayos actúas como un estúpido?


—Po-porque los ángeles de la destrucción no pueden ir asesinando gente y mientras dan miedo y todo eso.


—El asesinar a las personas con una sonrisa, ¡da mucho más miedo!


El asustadizo ángel de la destrucción observaba mientras Jiyong recogía a Seung y lo lanzaba sobre la cama, practicándole una versión de la “rompe cuellos” sacada de la lucha profesional.


—Siempre me dijeron que era incorrecto asustar al objetivo antes de asesinarlo—. El ángel de la destrucción observaba a Jiyong casi llorando.


—¡¿Y a quién demonios has venido a matar?!


Frustrado por el comportamiento obstinado del perrojo, el ángel de la destrucción se dejó caer al suelo lleno de asombro. Seung tomó la oportunidad para ocultarse debajo de las sabanas.


—¿Ah? ¿A caso te estoy hablando en griego? ¡Oye, Seung!


—Te lo dije ayer, ¿lo recuerdas? Las cosas no son seguras a mi alrededor.


—¿A caso estás diciendo que este ángel de la destrucción ha venido a matarte?


—Así parece.


El ángel de la destrucción mientras observaba a Jiyong seguía acobardándose.


—Escucha, aquí nadie matará a nadie (los ángeles incluidos) ¡en mi apartamento! ¡Limpiar después será una pesadilla!


—Ese no es el verdadero problema, idiota— gruñó Seung. Se sentó cruzado de piernas sobre la cama, lucía un tanto adorable mientras lo hacía.


—Pero… me gustaría cumplir con mis obligaciones profesionales lo más pronto posible y al parecer tengo una gran cantidad de citas a las cuales ir…


—¡Te dije que lo olvidaras! Estos malditos ángeles son completamente irracionales. Yo hubiese cambiado mi carrera hace décadas.


Jiyong sin querer, tocó un nervio del ángel de la destrucción.


—Sé a lo que te refieres. Mis compañeros de clase se encuentran trabajando cómodamente en trabajo de escritorio mientras yo me encuentro haciendo trabajo de campo como el resto de novatos— el ángel de la destrucción explicó justo antes de romper en llanto.


Al contrario de los seres humanos, nadie en las dimensiones sobrenaturales “parecía de su edad.” Sin embargo, el estar haciendo la misma clase de trabajo a la par de compañeros los cuales eran siglos más joven que uno, era algo difícil de aceptar. Duro para el espíritu.


Jiyong podía simpatizar. —Lo comprendo. Esa es la manera de las cosas, tú eres solo un trabajador como yo. Hombre, es realmente duro, te comprendo a la perfección. Un fenómeno me dice que debo convertirme en su esposa, me amenaza que si no lo hago me bajaran de puesto. Me obliga a dormir con él…—


No era la misma cosa, en lo absoluto, pero la miseria ama la compañía y Jiyong sabia esos problemas mejor que nadie.


—Oiga usted,  Ángel de la Destrucción.


—Dígame, mi señor Seung.


—¿Cuánto te están pagando por este trabajo?— Seung preguntó, estirando sus piernas mientras se bajaba de la cama y parándose justo al lado del gracioso pero mocoso ángel.


—Bueno…este…— Tomó su Agenda Electrónica que se encontraba en uno de los bolsillos internos de su saco, presionó varias teclas y le mostró la pantalla a Seung.


—Ah, en ese caso, te contrataré por esta cantidad. — Seung extendió su dedo índice y presionó una tecla agregándole un cero al número, luego sonrió.


—Pero aun así…—


—Te recomendaré con mi papá para que recibas un ascenso. Así que escucha lo que tengo que decirte.


—Dime algo, ¿qué clase de dos caras eres Seung? No vayas por ahí sacando el nombre de tu papa cada vez que puedes para hacer que la gente haga lo que quieres. ¡Actúas como un abusador del colegio!


Ignorando las protestas de Jiyong, Seung esperó la respuesta del ángel de la destrucción.


—Lo entiendo. ¿Esto significa también que usted cubrirá las pólizas rotas del contrato?


—Ah— Seung encogió los hombros y le dio una pequeña sonrisa. —Pienso que nuestro trato, si todo sale bien, invalidará las penalizaciones del contrato anterior.


Tanto Jiyong como el ángel de la destrucción inclinaron sus cabezas hacia un lado llenos de duda.


—¿Y a quien es la persona que desea que elimine mi señor Seung?


—A todas. Desde la Primera Esposa hasta la Sexta. Mientras más pronto mejor. Eso seguramente cambiará los temas de conversación en el Cielo.


—Lo entiendo.


El ángel de la destrucción dio una reverencia a Seung y a Jiyong, partiendo por la misma ventana por la cual entró. Su rostro ya no tenía lágrimas ni nariz mocosa. Se retiró con un humor completamente renovado.


—¡Ese sí que estaba loco! Cambiando de tema, ¡Seung! Aun con un muy mal sentido del deber… ¿tus propias madres? ¿Qué clase de persona manda a asesinar a sus familiares?— Jiyong tomó a Seung por el cabello y comenzó a regañarlo enfurecidamente.


—Para empezar, soy un ángel, no una persona. Tal vez sea solo mi opinión, pero mi padre tiene un terrible gusto en mujeres. Todo lo que toma es que tengan un rostro bonito, esta situación volverá a suceder, así que lo mejor es atacar antes y deshacernos de todas de una sola vez, en cualquier caso, podrán reencarnar pronto, así que es solo una pequeña incomodidad para ellas, a pequeña escala les parecerá tolerable.


Seung liberó su cabello del puño de Jiyong y con un leve encogimiento de hombros regresó la mirada a la ya oscurecida ventana.


—¡Oye! ¡Te estoy hablando!— dijo, moviendo sus manos vacías como si no supiera qué hacer con ellas. Se sentó frente a Seung.


—Yo era de los que abusaban— dijo Seung.


—¿Tú eras quién?


—Lo que dijiste antes. Cuando yo estaba en la escuela, a mi era al que siempre molestaban—admitió Seung, casi susurrando y retirando su mirada.


Tanto en el Cielo como en el Hades, los niños, como aquellos de la dimensión de los humanos, tenían que recibir una educación primaria y secundaria. Aunque en el caso de las dimensiones sobrenaturales, su educación involucraba aprender el correcto uso de sus poderes, como ganarse la vida en el mundo humano, entender las leyes de Las Tres Dimensiones, cosas por el estilo.


No era exactamente la misma forma de tratar, que Seung describía, pero Jiyong no podía evitar recordar lo que a él le había ocurrido después de clases. Los chicos solían golpearlo detrás del gimnasio, vestirlo con ropas de chica, estupideces por el estilo.


—Considerando mis impedimentos físicos y mi cabello negro, aun cuando era hijo del Rey Celestial, nadie quería ser mi amigo. Bueno, de hecho no, las chicas eran distintas.


Un adorable niño durante el día y un joven atractivo por las noches… bueno, era algo obvio. Aunque fueran ángeles o demonios o humanos, a las chicas les encantaban las cosas lindas.


—En cuanto me gradúe y fui oficialmente reconocido como heredero al trono, todos a mi alrededor tuvieron un cambio de actitud de ciento ochenta grados y comenzaron a adularme.


Jiyong juntó sus cejas y escuchó el relato de Seung. El Cielo parecía ser más el Hades que el mismísimo Hades. Las dictaduras de sangre y clases sociales estaban bien establecidas, pero sus maestros siempre les dijeron que los humanos son a los únicos a los que deben estar atormentando, no los unos a los otros. Siempre manteniendo el balance entre los poderes de los ángeles y demonios, la forma en que abusaban a los humanos siempre tomaba la forma de la trampa de la zanahoria y la vara.


El Cielo se parecía mucho a la forma de gobierno de los humanos.


—Así que me enojé y comencé a dar el nombre de mi padre en todo lo que hacía.


—Justo lo que se espera de un niño consentido— dijo Jiyong mientras le daba al pequeño Seung un empujoncito.


—Ya deja de llamarme niño, ¿de acuerdo? Solo naciste unas cuantas décadas antes que yo y eso es todo.


—Aun así eso te hace más joven que yo. En el Hades, aun cuando un demonio nace unos segundos antes que tú, ya es considerado tú superior, y debes respetar eso.


Viéndolo desde esta nueva perspectiva, la forma en la que Jiyong se comportaba alrededor de Taeyang… quien era seis meses mayor que él… era bastante ruda. Pero esto probablemente se debía a que a Taeyang le agradaba demasiado y le permitía tal comportamiento. Ni hablar del tonto de Seungri.


—Es por eso que siempre intentas golpearme, ¿solo porque soy menor que tú?— Seung le vio con reproche y Jiyong suspiró profundamente.


—No, esa no es la razón…— Jiyong se detuvo, tragándose el resto de la oración con dificultad.


—Mis padres jamás me golpearon, ni siquiera cuando se enojaban conmigo. He tratado de permanecer calmado hasta ahora, pero en realidad me sorprendiste, ¿sabes? Nadie me ha golpeado así desde mis días en el colegio…


El rostro de Jiyong se deprimía cada vez más, si utilizara palabras humanas del género literario gótico lo describiría como “un atractivo hombre joven llevando sobre sus hombros un dolor interno muy profundo.”


—¿Estás diciendo que soy la primera persona que te ha golpeado? ¡Debes estar bromeando! Pero dijiste que te habían molestado en el colegio… Esto es lo que me gano por odiar a los niños. No tengo idea de como relacionarme con ellos, así que termino golpeándolos a pesar de no querer hacerlo. Diablos, esto sí que es raro— Jiyong se dijo a sí mismo, tratando de controlar un poco los sentimientos de culpa que surgían en su corazón.


—Idiota, el hecho de que soy mitad-niño, no afecta mis poderes en lo absoluto. Nadie se atrevería a ponerme una mano encima, en su lugar simplemente me ignoraban, escondían mis libros, colocaban tachuelas en mis zapatos y ranas disecadas en el casillero de mis zapatos…— sonrió, una expresión intimidante apareciendo en su rostro. —Ahora todos tienen trabajos terribles, trabajando hasta el cansancio.


—Serías un mejor demonio.


—Yo también lo pienso. Mi madre tiene sangre bastante fuerte, mi cabello es definitivamente negro.


La madre de Seung era la hija menor del Rey del Hades.


Jiyong asintió empáticamente. La parte de que la sangre de la madre era bastante fuerte había marcado bastante su vida. Bajo circunstancias normales, su cabello debería ser el negro.


—Sabes, siempre andas diciendo lo interesante que soy, ¿pero no crees que lo somos los dos?


—Supongo que sí. Bueno Primera Esposa, dicen que debes casarte con alguien similar a ti—. De repente la expresión de Seung cambio a una más alegre. Con una gran sonrisa en su rostro lanzó sus brazos alrededor de la cintura de Jiyong.


—¡Pero qué demonios…! Otra vez, actuando como un niño pequeño y meloso.


—¡Dame tres minutos y te abrazaré como un adulto en toda su gloria!— Habiendo dicho esto, Seung se levantó y se dirigió hacia el baño.


—¡Dame veinte años y me convertiré en un hombre en toda su gloria! ¡Viviendo la buena vida con una excelente carrera, un montón de reconocimientos colgados en la pared y una belleza por esposa proveniente de una familia adinerada!


—¿Qué pasará si no te conviertes en ese hombre en plena gloria al que te refieres? ¿Desde cuándo los demonios aspiran vivir la buena vida?— Seung lanzó una mirada sorprendida que se encontró con la mirada enfurecida de Jiyong.


La raíz de todo este asunto de “convertirse en un hombre” y la única persona que en verdad le creía era su madre, la súcubos. —Tu padre lo entenderá eventualmente, Jiyong, mientras tanto, trabaja duro, has al sexo masculino orgulloso y te convertirás en el heredero del Clan Kagetsuyu.


Jiyong había sido criado escuchando esas palabras. Aunque a veces su madre le decía que no importaba tanto. —Aun cuando seas una chica o un chico, cualquiera estará bien para mí. Mientras seas feliz. Me pregunto quién será tu alma gemela…— Murmuraba pensamientos tan románticos mientras veía como la luna se alzaba en el Hades.


Claro, como si el chico de cuerpo instantáneo llegara a ser mi alma gemela. Sin importar desde que perspectiva lo tomara, sin importar de que manera viera el problema, no necesitaba más confirmación de la que tenia ahora. ¡Sin lugar a dudas él era un hombre! La clase de hombre a la cual otros hombres aplaudían y los niños quería ser cuando crecieran.


Por alguna razón, ese pensamiento llegó a su mente aun cuando él era un hombre, ese sujeto lo llamaba su “esposa.”


—Tengo que creer que si te involucraste con un ángel como yo, estamos destinados a vivir una esplendida vida juntos, así que comencemos la diversión—. Sin comprender el corazón de Jiyong una sonrisa macabra apareció en los labios de Seung.


—Si eso es lo que significa ser un pervertido, entonces eso es lo que soy. Pero ¿a caso esto no se resume a que allá abajo hay uno o dos agujeros?


—¡No puedes dividir las cosas tan fácilmente! Oye, ¡no tomes tan a la ligera esta situación! ¡Estúpido idiota!


—Podemos debatir lo ofensivo de mis observaciones mas tarde. No te lo tomes tan en serio—, dijo, con todo el temperamento de un monarca, o al menos eso pensaba Jiyong.


—Bueno, debo salir a hacer mi trabajo, tú quédate en casa.


—¿Qué hay con respecto a la cena? ¿Cuándo podemos ir a ese lugar llamado Yongsan?


—Des acelérate. Regreso pronto. Debo ir a supervisar las cosas—, respondió, abriendo lentamente sus alas. No quería complicar más su vida con esta conversación. —Si alguno de los humanos tocan a la puerta, diles que tu hermano mayor fue de compras y no regresará hasta muy tarde, ¿de acuerdo?


Seung sintió, pero dentro de su corazón deseaba el poder decirles  “Mi esposa salió de compras y no regresará hasta tarde.”


Jiyong se ocultó en el campo de fuerza que lo hacía invisible a los ojos humanos y extendió sus alas. Las largas alas de murciélago se sacudieron un poco.


Son realmente bellas, pensó Seung, brillan tanto.


—El aire acondicionado está funcionando, así que cierra la ventana después de mi partida—, dijo Jiyong, abriendo completamente la ventana y lanzándose hacia el oscuro cielo nocturno.


Él piensa que lo quiero para ser mi esposa simplemente porque es alguien “interesante.” Pero eso no era el caso, además Seung estaba completamente en contra de la poligamia. Realmente no tenía intención de andar de flor en flor.


Seung cerró la ventana firmemente, sus hombros se dejaron caer un poco, había restringido el decir todos sus deseos de que le fuera bien.


 


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Coincidentemente, Seung en versión adulta, quien se dirigía a Yongsan mas tarde esa noche, fue la charla de todo el lugar. Las personas hoy en día, tanto los coreanos como los extranjeros, registraban únicamente lo que podían comprender visualmente.


Como moscas a la miel, las chicas de todas las clases se alinearon alrededor de Seung, mientras este consumía bebidas de los clubs, cada una aferrándose a él y susurrándole proposiciones indecorosas al oído e incluso había unos cuantos hombres gay entre el grupo.


Jiyong acompañó a Seung fiestero con una expresión aburrida en su rostro todo el tiempo. A pesar de sus palabras de querer convertir al pelirrojo en su esposa, no tenia dificultad alguna de dejar que las chicas se le acercaran y comportarse extremadamente amistoso con ellas.


Todo esto se resumía a una cosa, Jiyong estaba celoso.

Notas finales:

Me pregunto si seré la única quien se enternece cuando Ji golpea a Seung (?) 

A que si adivinan quien es ese angel destructor ¿cierto? 

Por otra parte, creo que Seung podría gobernar mejor que su padre, tiene una mente mas madura, ironicamente. 

 20 años y sabremos si Ji decide ser un honorable hombre o una lujuriosa mujer xDD

 

 


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