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All you need is love por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

Aquí el siguiente capítulo, desde el punto de vista de Danny.

 


 


All you need is love


X


Nuevo Nivel


 


 


 


No pude creerlo, es decir, Harry, Remus y Sirius se mudaron a la casa Black. Conocí más de ellos, como la forma de animago de Sirius y su desdén por la ducha, la afición de  Remus por el chocolate y su gusto por mirar las constelaciones en la noche, la destreza de Harry con la magia en Defensa Contra las Artes Obscuras y la mirada que pone cuando algo ha picado su curiosidad: sus ojos brillan y sus pupilas se dilatan en un segundo para volver a su forma habitual y esconder su interés, sesga su cabeza levemente hacia izquierda, muy poco que casi no se nota la leve inclinación, sus labios esconden una sonrisa traviesa… con saber estos detalles me sentí extraño, me sentí parte de ellos, les conté un poco sobre mi vida en Amity Park… les hablé de papá, mamá y mis amigos, incluso también del señor Lancer.


Claro que no les dije sobre mi otra mitad, aún no era el momento. Me divertí tanto con ellos, su compañía era algo a lo que me estaba acostumbrando demasiado rápido, el que Harry me ayudara en mis lecciones, como un hermano mayor que enseña a su hermanito a jugar su juego favorito para compartir la diversión al jugarlo, así me sentí. Todo iba bien, hasta que las cartas del colegio llegaron.


Básicamente fue, explosión-reproches-ira, todo esto en tan solo diez minutos luego de la entrega de las cartas. Me asignaron a un curso inferior al de Harry. Lo que me molestó fue que ‘separarme’ de mi hermano era lo que se buscaba, lo que ese viejo deseaba, era lógico que no quisiera que Harry fuera influenciado por alguien que no está bajo su control… y menos al lado de alguien que lo desafía… alguien como yo.


Fue Sev quien nos hizo ‘entrar’ en razón. Debo admitir que verlo ‘regañarnos’ fue demasiado divertido para mí, creo que alguien tendrá problemas para temer al ‘malvado’ profesor de pociones. Para tranquilizarnos salimos por las cosas correspondientes al Callejón Diagon y nos topamos con desagradables compañías, los amigos de Harry quienes luego nos condujeron hacia el viejo. Tenerlo tan cerca, con su máscara de benevolencia después de haber hecho un movimiento en su juego de ajedrez  me irritó de sobremanera, estuve a punto de convertirme en fantasma y patear su patética existencia hasta llegar al país en que crecí. En mi intento por controlarme y restringirme de hacer algo que pudiera provocar el desprecio de mi hermano… caí en una de sus redes. Acepté que los amigos de Harry entraran a la casa Black.


Y fue en ese preciso momento donde se arruinó la armonía que en esa casa había. Entre las constantes preguntas y escrutinio de los títeres del viejo me alejé de Harry, ya casi no hablábamos, a penas y nos veíamos. Sólo Remus seguía con sus clases en la práctica de magia, Sev seguía visitándome y asesorándome en pociones y, luego todo empeoró. De un momento a otro Sirius y Harry cayeron en las manipulaciones de los títeres, lo que nos llevó a una pelea, sí, otra vez. Nos dejamos de hablar y los evitaba cada día que pasaba.


Me sentí atrapado, perdido y muy frustrado. Necesitaba salir de ahí. Y así lo hice. Caminé por un momento, buscaba un lugar en donde me pudiera convertir fantasma y volar un par de horas, en mi búsqueda llegué a un parque.


Fue gracioso, jamás esperé encontrar a alguien de mi pasado, menos a quien logré ver frente a mí. Con un aire de concentración total estaba Dash Baxter trotando por el parque. Antes de reaccionar y alejarme, justo frente a mi cara, estaba Dash con una expresión de shock total. Casi parecía haber visto un fantasma, hmp, si tan solo supiera.


Intenté hacerme el tonto, fingir que no lo conocía y pasar de largo, pero me detuvo y terminamos hablando un rato. Me contó lo que sucedió luego de la… explosión, todos pensaron que yo también morí debido que nunca me encontraron, dijo que el alcalde de la ciudad no paró de buscarme, dijo que Vlad renunció a su cargo en la política y que sigue buscándome, sí claro.


Por razones inexplicables más que la melancolía por una parte de mi pasado, me vi sentado en una de las bancas del parque con Dash a mi lado, le conté parte de la verdad que sucedió luego del desastroso día: un amigo me ayudó, estuve ‘enfermo’ lo que me impidió mi desarrollo físico por lo que sigo luciendo de catorce años, y que me vi con la necesidad de mudarme lejos de lo que me recordaba a mi ‘antigua’ vida; creo que lo vi como un amigo. Así es, me vi hablando como lo hacen dos viejos amigos con el mayor brabucón de la escuela a la que asistía en Amity Park, el mismo brabucón que nunca me dejó en paz por ser el blanco preferido de sus constantes agresiones. Ni yo mismo lo creo. También le conté de lo que descubrí luego de haber llorado a mis seres queridos, lo de ser adoptado, le dije también el problema que ahora tenía con mi hermano, mi único familiar vivo.


Nunca creí que Dash fuera de las personas que saben escuchar. Incuso trató de darme algunos consejos y se encargó de hacerme sentir mejor, dijo que al ser todo nuevo era normal que mi hermano y yo tuviéramos nuestras diferencias, dijo que con el tiempo llegaremos a conocernos mejor y a entendernos y, que cuando menos lo espere, seremos la familia que debimos haber sido. No sé qué me asombró más, si el que lo que dijo tuviera sentido en ese momento o, que fuera el mismo Dash quien lo dijo. Se lo hice saber y fue entonces que empezó a actuar como lo recordaba y no como un estudiante de intercambio con beca deportiva como me dijo que ahora lo era y lo que justificaba su presencia en Londres.


Ya era hora de volver a casa, Dash y yo quedamos de vernos al próximo día y unirme a él a ejercitarme, digo, no porque no hallan constantes ataques fantasmas significa que debo descuidar mi condición… así me distraeré de las ‘molestias’ que están en la casa y a la vez hago de provecho. ¿Cierto?


Pasó otra semana en la que casi no hablaba con nadie en la casa Black, salvo Remus para algunas pocas lecciones y Sev con sus asesorías en pociones, luego salía para verme con Dash en el parque, hablábamos y hacíamos varios ejercicios y al descansar para ir a cualquier otro sitio a pasar el rato o nos quedábamos ahí mismo en el parque hasta que caía la noche. Hasta ese día.


Tras haber habado de mis frustraciones con Clockwork y que me dejara hablando solo después de un par de horas salí de la casa al ver a los ‘amigos’ de Harry. Caminé el par de cuadras que me separaban del parque aun pensando en la repentina desaparición de Clockwork que no me puse atención a lo que me rodeaba. Sólo llegué con Dash e iniciamos con el calentamiento.


Luego de hacer la rutina correspondiente nos sentamos en una banca, estábamos hablando sobre el poco tiempo que nos quedaba de vacaciones, cuando él me dijo que podríamos vernos los fines de semana y yo le conté de lo imposible que eso sería y, luego, sentí en sus palabras que había una plegaria escondida, incluso admitió que me extrañaría… y su voz, y la sinceridad con la que lo dijo, me dejaron impactado.


El tiempo hace grandes cambios, en ese momento estaba presenciando un ‘cambio’, jamás creería que Dash… cierto, ya me extrañaba tanta paz. Sentí un ligero flujo de magia en la cercanía, alguien estaba molesto, alguien cercano a mí. Recordando la sensación de ser observado desde hacer hora y media y el que no haya puesto atención a mi alrededor desde que salí de casa, concluí quién o quienes podrían ser. Disimulando ante Dash, busqué a mis ‘acosadores’, vi, por más extraño y repulsivo que se escuche, vi una oreja cerca de la banca en la que estaba sentado con Dash. Seguí el rastro de magia y el ‘cordón’ de la oreja… llegué a ellos.


Escondidos tras un pequeño árbol y un par de arbustos, se encontraban los títeres del viejo y mi hermano que trataba de matar con la mirada al títere pelirrojo, la otra títere castaña apenas pudo reaccionar cuando ya estaba frente a ellos con claro enfado. Harry me miró entre preocupado, apenado y en guardia cuando Dash se acercó también. Me despedí de Dash, con la autoridad de quien se ve invadido en su privacidad les pedí a Harry y sus amigos que me siguieran a la casa, me siguieron sin rechistar.


A penas llegamos, inició otra pelea. En verdad me estoy cansando de tantas disputas a causa de los títeres del viejo… era con ellos con quien me siento enfadado no con mi hermano. Sin embargo, en la discusión Harry también estaba del lado del que tanto me defendía y trataba como controlador, manipulador y controlador. Es más que evidente que Harry se molestó, volvió a sacar las dudas que jamás contestaría frente a los títeres que seguían en la casa. ¿Por qué tanta desconfianza? ¿Cómo saqué a Sirius del Velo? ¿Por qué no me agradan sus amigos? ¿Quién era el rubio del parque? ¿Cómo pude avanzar tanto en aprender lo que los años de ausencia en Hogwarts? ¿Por qué parezco más relajado con mi padrino que con mi mismo hermano? Que si extraño tanto mi casa ¿Por qué no vuelvo?  Que ¿Por qué esperé tanto tiempo para llegar hasta ellos? Que ¿Por qué no aprovecho que quien-no-debe-ser-nombrado no sabe de mi existencia y regreso a mi ‘hogar’?


Las últimas preguntas fueron hechas por los títeres. Hasta podría decir que Harry se vio afectado por esas mismas preguntas. No me quedé callado, nunca lo hago, y menos ahora.


--¿Por qué habría de contestar preguntas que no les incumbe? Lo que haga o deje de hacer en mi vida es mi problema y de nadie más, las razones de mi llegada son personales, hagan lo que hagan jamás tendrán una respuesta de mis labios, no una que les satisfaga. Métanse en sus asuntos y dejen de estar fastidiando. –dije con el tono de voz más frío que pude haber usado.


Contesté a las marionetas del viejo… y como dije antes, Harry estaba con ellos, creyó que mi respuesta también era para él. Así que se defendió. Defendió a sus amigos, al viejo y a quienes ‘se preocupan’ por su bienestar y el mío. Terminamos gritándonos nuevamente.


--No sabes por lo que he vivido… –dijo Harry.


Me contó a grandes rasgos de sus hazañas, de los problemas que enfrentó para salir adelante en cada ‘aventura’ en la que se veía envuelto cada año en el colegio de hechicería supuestamente más seguro en el mundo.


--¿Y de quién crees que es la culpa? –dije con una calma tan seca como el mismo desierto –¿Quién crees planeaba esas ‘aventuras’ que llamas? Tantas veces que estuviste a punto de morir, tantos problemas… ¿Quién en su sano juicio mete una creatura mágica de tres cabezas, una planta letal, pociones fatales y una roca que puede traer a la vida al mago obscuro en pleno colegio? ¿Quién permite que en un colegio lleno de estudiantes con rumores y ataques de una peligrosa ‘creatura’ siga abierto y además deja las instalaciones para que un estudiante sea quien resuelva el misterio y sin mencionar el peligro al que estuviste expuesto al pelear con semejante creatura? ¿Quién permite la entrada de Dementores, quién te deja son protección cuando un supuesto criminal estaba tras tus pasos y te pide que seas tú quien regrese en el tiempo y salve a tu padrino cuando pudo haberlo hecho él mismo? ¿Qué clase de persona no investiga bien a sus docentes como para saber si está bajo algún hechizo o ‘tomado prestado’ la identidad de uno de ellos? ¿Quién permitió que compitieras en un torneo que había sido cancelado por varios años por su alto riesgo de muerte?... y tantas cosas más… ¿En verdad piensas que todo por lo que has pasado es cosa del azar? –dije con la garganta seca.


Harry me miraba confundido. Parecía pensar en mucho y en nada a la vez.


--A quien tanto acusas, es la persona que más se preocupa por mí, cuida que nada me falta y es mi guía… –decía Harry, trataba de convencerme –Él me ha mostrado un maravilloso mundo fuera de la casa de mis tíos…


--¿Y quién crees que te puso ahí en primer lugar? –contrarresté.


--¡Tú no entiendes lo que se ser ‘El-Niño-Que-Vivió’! –gritó Harry para hacerme entender.


--Eso es mejor que estar casi muerto. –murmuré.


--No entiende la presión se ser el único que puede acabar con Voldemort. Tú no tienes esa carga. –volvía a decir mi hermano.


-- ¿Y si yo pudiera acabar con él? ¿Y yo lo derrotara y el peso que pusieron sobre tus hombros desapareciera? –decía pensando en hacerlo realidad.


--Eso no es posible. A penas y conoces la magia, enfrentarte a él sería una muerte segura. –decía Harry como analizando la situación.


--Ya lo veremos. –fue lo último que dije para adentrarme a mi despacho, transformarme en fantasma y dirigirme al Callejón Diagon para investigar el lugar en que el tal Vodemort esté escondido.


Era de hacer las cosas personalmente.


 


 


>>Continuará...


 

Notas finales:

Gracias por leer-


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