All you need is love
XXIII
Fantasmas
Decir que los primeros meses en Hogwarts fueron un ‘sueño’ sería decir poco. Al principio estar con Harry, explorar el castillo, hacer enojar a los alumnos de mi Casa, confundir a los profesores, escapar de las marionetas del viejo… fue genial. En serio, el ver a mi hermano tan emocionado al enseñarme los secretos del colegio que sólo él sabe, el adentrarnos hacia el bosque, hablar con todos los fantasmas de Hogwarts y formar una alianza para que no nos delataran con el viejo ni que delataran mi otra identidad, el que ‘aprendiera’ más conmigo que con los profesores de mis materias favoritas, pociones y astronomía, los vuelos nocturnos… eso sí era parte de un sueño.
Y luego el sueño se hizo extraño, iniciaba a transformase en un ‘mal sueño’.
De alguna manera Harry llegó a pensar que mis compañeros de Casa me molestaban, admito que no era al mejor amigo de todos los Slytherin por varios motivos: primero, aunque por llevar el nombre ‘Black’ no podía ignorarse el otro que se le unía ‘Potter’; segundo, el que no pasara tiempo con ellos para ‘socializar’ y dedicara todo mi tiempo libre con Harry; tercero, mis respuestas no tan amigables cuando intentaban obtener ‘respuestas’, los comentarios sarcásticos, y los momentos en que dejo fluir esa fachada con la que se me otorgó el título Black; y más razones. Supongo que Harry llegó a ‘presenciar’ alguno de esos ‘enfrentamientos’ que rara vez ocurrían en los pasillos, el caso es que de un día para otro mi hermano me pidió poner distancia entre nosotros.
Mientras que esa distancia trajo la harmonía en mi Casa que Harry tanto quería, como la aceptación de todos los Slytherin tanto por mi ‘estatus heredado’ como por mi personalidad aristocrática e incluso hice algunos amigos, mi tiempo con él descendió bastante, tan solo nos veíamos por las noches… pensé que todo estaba bien, pensé que mi hermano estaba bien, pensé que los títeres habían dejado de intentar persuadirlo a ‘regresar’ con ellos al lado más obscuro que de luz y luego me di cuenta que era lo contrario. Vlad me hizo saber que Harry estaba teniendo algunos problemas, su humor estaba por los suelos, los títeres lo seguían y le susurraban palabras, su salud estaba deteriorando.
Algo sucedía, algo que no lograba ver a simple vista.
Un día lo seguí, no hice planes con ningún Slytherin usando tontas excusas que no recordaba haber inventado desde Casper High, me dediqué a seguirlo todo el día, invisible, en mi forma fantasmal. No usé réplicas para tener la suficiente energía al vigilarlo y más si como Phantom que lo haría. No me gustó lo que vi, había algo raro a su alrededor, la miseria estaba sobre él tratando de engullirlo por completo… no fue sino hasta la clase de Defensa Contra las Artes Obscuras que comprendí lo que sucedía, el extraño comportamiento del profesor, sus expresiones familiares y ese casi imperceptible timbre de vos alterada, con la única intención de meter idear erróneas en quienes lo escuchaban, con la intención de hacerlos sentir infelices. Era ‘ella’.
Espectra.
Esperé a que el salón se vaciara, esperé a que todos salieran para enfrentarla, todos salieron menos mi hermano… Espectra estaba por drenarlo, y fue cuando intervine. Estaba sorprendida de verme, dijo que en la Zona Fantasma me creían fuera de ambas dimensiones, la mortal y la fantasmal, o quizá completamente destruido; luego de la sorpresa dijo que alguien le había propuesto entrar al colegio y destruir a un alumno, al hermano de Harry Potter, a cambio de alimentarse de la miseria de los otros alumnos pero que no pudo resistir al mismo Harry, su angustia, sus dudas, su sufrimiento, sus pesadillas… dijo que estaba dispuesta a terminar con Harry y luego buscar a su hermano.
¿Cómo es que no se había dado cuenta que yo era el hermano de Harry? No es como si hubiera tantos alumnos ‘transferidos’ como lo fui yo, no es como si Espectra no me hubiera visto en mi forma humana y tampoco es como si Espectra no reconociera mi nombre ni mi ‘apellido’ Fenton. Y yo que creí que Espectra era un poco más lista que los demás fantasmas a los que me enfrenté. Se lo hice saber y como todo buen villano, villana en su caso, me contó lo sucedido, dijo que tenía poco tiempo de haber aceptado la propuesta, dijo que al ser ‘mago’ a quien debía ‘poseer’ el proceso le llevó más tiempo y que al haber sentido lo que mi hermano sentía en ese momento decidió alimentarse de él y solamente de él.
El tan solo imaginarme que casi me arrebataba a mi hermano ya no me pude contener y ataqué. Un par de rayos fantasmales, varios puñetazos, patadas, piruetas complicadas, más rayos y el ataque que me dio la victoria: la descarga fantasmagórica. El haber estado tan cerca de ella me permitió realizar el ataque con relativa facilidad… no diré que derrotarla fue exactamente fácil, yo también recibí alguno golpes pero me quedé satisfecho que pese al tiempo transcurrido aun puedo luchar contra los fantasmas de mi pasado, literalmente.
Sin un termo Fenton estuve pensando en cómo ‘hacerme cargo’ de Espectra… hasta que apareció Vlad Plasmius, traía consigo un termo semejante al que mis padres inventaron, pero con el borde violeta. Atrapó al fantasma derrotado y me dedicó una extraña sonrisa, no faltaron algunos de sus conocidos comentarios sobre mi lentitud para darme cuenta de la presencia de un fantasma que estaba atormentando a mi hermano. Hablamos otro poco y llegamos a la conclusión que el viejo encontró la manera de comunicarse con mis antiguos enemigos, tuvimos claro que veríamos más fantasmas en el colegio y acordamos informar a Tom y a Harry.
Volvimos a nuestra forma humana para… digo, volví a mi forma humana y Vlad regresó a su forma minina; el hechizo que Tom de aplicó sólo se deshace al transformase en Plasmius, una vez intenté revertir el hechizo pero me fue imposible, al planteárselo a Tom dijo que sólo él lo podría retirar… mientras, usaríamos su gatuna forma para mantenernos en contacto, Vlad sería sus ojos y oídos en Hogwarts además de ser el encargado de llevarle reportes seguidos, yo creo que sigue molesto con Vlad por ‘arruinarle’ la oportunidad de hablar con Harry. Como decía, deshicimos nuestra transformación fantasmal, él iría a reportar a Tom y yo despertaría a mi hermano, y le contaría lo recién descubierto.
Hablé con Harry, le conté todo y quedamos que le diría lo que sé de los fantasmas que probablemente aparecerían, arreglamos las cosas entre nosotros, no volveríamos a distanciarnos y también le contaría sobre Dalv-Vlad.
Con el paso de los días, lo que estaba teniendo tintes de convertirse en pesadilla volvió a ser un sueño. Hubo un cambio de profesor en Defensa Contra las Artes Obscuras, el profesor que fue poseído por Espectra fue internado en el Hospital San Mungo por lapsos de memoria, cansancio extremo y rastros de lucha… estaba tan asustado que decidió no regresar al colegio. Mientras se hacían los trámites y mi hermano y yo volvíamos a ser tan unidos como en el principio, le fui hablando de mis enemigos-conocidos-fantasmas que podrían llegar a Hogwarts.
--Entonces… ‘Technus’ no podría venir por el hecho que en Hogwarts no funciona la tecnología, ‘Skulker’ podría no venir por la misma razón pero no estás cien por ciento seguro debido a su adaptabilidad como cazador. –decía Harry en uno de los paseos nocturno en los que le empecé a contar de cada fantasma al que enfrenté.
--Exacto.
--‘La señora del almuerzo’, ‘el fantasma de las cajas’ y ‘Young Blood’ son molestos pero no peligrosos, –asentí en silencio para que siguiera –‘el caballero del terror’ y ‘Pariah Dark’ están sellados en algún lugar de la Zona Fantasma, ‘el Escritor Fantasma’, ‘Jonny 13’, ‘Sombra’ y su novia ‘Kitty’ podrían no tener interés, –volví a asentir – ‘Ember’ y ‘Desirée’ están en la misma categoría que ‘Espectra’, ‘Walker’ es potencialmente más peligroso pero no trabaja para nadie más que él mismo, y además tienes aliados: ‘Wulf’, ‘la princesa Dorathea’, ‘Frozbite’, ‘Clockwork’, ‘Daniela’ y ‘Plasmius’. ¿Estoy bien?
--Muy bien, –de hecho estaba sorprendido, mi hermano aprende rápido –ellos son con quienes más he interactuado, hay más pero no creo verlos. En cuanto a Wulf y Daniela pueden estar en cualquier lugar, dimensión en el caso de Wulf, y no sé si volveré a verlos. –dije con una sonrisa al recordarlos –la princesa Dora y Frozbite están más concentrados en sus reinos y vendrán a ayudarme sólo si les pido su ayuda personalmente o se presente un peligro mayor… Plasmius está con nosotros y Clockwork… bueno, él puede estar en cualquier lado. –dije pensando en la última vez que hablé con Clockwork.
Sin darme cuenta, habíamos llegado a la torre de astronomía… era curioso que la mayoría de nuestros paseos terminara en este lugar. La torre más alta, a mi parecer, la que está más cerca de los astros que tanto me gustan. Estuvimos en silencio por unos minutos, sumergido en mis memorias, memorias buenas donde Wulf, Danni y Clockwork aparecen… al igual que Sam, Tucker y Jazz.
--Danny, exactamente ¿Quién es Clockwork? –preguntó Harry con algo de reticencia.
Su voz me sacó de esos pensamientos que estaban tornándose peligroso, tistes y solitarios. Solté un suspiro antes de contestarle a mi hermano.
--Es el amo del tiempo, él lo ve todo: pasado, presente y futuro. Y aunque le preguntes, y no importa lo mucho que insistas, no te da una respuesta clara a menos que esté de humor para contestar. –dije recordando cuando ocurrió lo del Velo –además, fue con él con estuve estos dos años que desaparecí de la faz de la tierra. Clockwork estuvo conmigo cuando más destrozado me sentí, me escuchó cuando estuve preparado para hablar, me escuchó a pesar que sabía cada palabra que saldría de mi boca… me dio consejos, me habló de mi ‘origen’ cuando estuve relativamente listo para escucharlo y, me habló de ti. Clockwork se convirtió en una especie de figura paterna.
--¿Te habló de mí? ¿Cómo? –preguntó Harry.
--El amo del tiempo, ¿Recuerdas? Seguramente lo que estamos hablando en este instante él ya lo vio más de una vez, él lo ve todo, no me sorprende si ya sabe la manera en que todo esto terminará, el viejo, Tom, tú y yo. –dije sin dudar.
--Y dices que no te dirá nada si le preguntas… –suspiró Harry.
Antes de seguir con nuestra conversación, Dalv apareció frente a nosotros, sonrió en su forma gatuna y me entregó una carta. Ante la curiosa mirada de Danny a ‘Dalv’, seguía sin asimilar lo del hechizo de Tom y que Vlad fuera un híbrido al igual que yo, me dispuse a leer la carta.
Al terminar de leerla me quedé de piedra, ¿En realidad lo que decía era cierto?... ¿A caso estaba loco?... Mi absoluto silencio llamó la atención de mi hermano, me quitó la carta y tuvo una reacción similar a la mía. Era una carta de Tom… me advertía que nos veríamos pronto.
La cita es mañana… en Hogwarts.
>>Continuará...