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All you need is love por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

He aquí la continuación. Seguimos narrando desde el punto de vista de Danny.

 


 


All you need is love


IV


El Velo


 


 


 


Después de una larga discusión en lo que la ayuda de mi padrino necesitaba, logré convencerlo. Le pedí que me contara lo que sucedió en el atrio del Velo en el Ministerio de Magia, me contó todo lo que sabía, me contó lo sucedido en ese lugar desde el escape de Harry y sus amigos del colegio hasta la llegada de Ministro y los Aurores a primera hora de la mañana, justo para atestiguar el ‘regreso’ del-que-todos-tienen-tanto-miedo-en-mencionar-su-nombre. Punto a favor de Harry.


Le volví a pedir que me contara, esta vez, enfocándose más en el incidente con Sirius Black. Lo que el Velo pudo hacer, el que haya absorbido a Sirius, me resultaba familiar. De acuerdo con los datos que Severus me brindó, llegué a la conclusión que ya sospechaba, el Velo puede ser una variación de un Portal Fantasma. Si tenía razón, cabe la posibilidad que pueda entrar en él, buscar a Sirius y traerlo de vuelta.


Le dije a Severus que necesitaba entrar en el Ministerio, al atrio del Velo para ser más específicos. Al cuestionarme, le contesté que es probable que conociera una manera de ‘rescatar’ a Black, y tras negarme a decírselo, dijo que no me ayudaría a meterme en problemas. Entonces le pedí que me hablara del Ministerio, su ubicación, las medidas de seguridad que tenían. Me dijo poco, su punto era que no intentara entrar por la falta de información. ¿Ya mencioné lo mucho que me agrada mi padrino?


Ya la anochecer él tuvo que retirarse, no hubo necesidad de pedirle discreción, creo que ambos sabemos cuándo hablar y cuándo no. Lo que sí creo es que el viejo lo presionará, si el viejo usa el mismo método que mi padrino intentó usar en mí no sé qué tan… resistente pueda ser. Sólo me queda confiar en él. También le recordé que él sí podía entrar a la casa, nadie más, le dije que viniera cuando fuera necesario.


Al retirarse mi padrino, llamé a Kreacher, le pregunté si podía aparecerme en el Ministerio de Magia y así lo hizo. Quiso acompañarme pero en su lugar le pedí que regresara a casa, preparara un cuarto de invitados, una ducha caliente, ropa limpia para alguien mayor y que prepara comida blanda. En realidad no sé si esto funcione, no sé si lo que le pedí a Kreacher fuera necesario para Sirius… solo esperaba no me descubrieran y que todo resultara bien.


Seguí las ‘instrucciones’ que Severus me contó los otros siguieron. Lo logré. Llegué al atrio del Velo, se veía antiguo, el arco de donde se escuchaban voces sí que asemejaba un Portal Fantasma, tal vez uno natural y antiguo. Me transformé en fantasma, con cuidado entré al Velo… todo estaba obscuro, hacía frío y tenía la sensación de no avanzar nada. Desesperado por tanta obscuridad usé el brillo de mis ecto-poderes para iluminar lo que me rodea… vi fantasmas, con miradas ausentes, como si olvidaran que ‘existen’, parecían el fantasma de fantasmas. En realidad no sé cómo describirlos, sólo estaban ahí flotando, rodeados de la nada, sintiendo nada.


Me dio escalofrío, estar como esos fantasmas sería algo que no quisiera estar. Me obligué a salir de mi transe, debía buscar a Sirius Black, entre más rápido lo encuentre más rápido saldré de este lugar. Recordé las voces que se escuchaban desde afuera, así que intenté algo.


--Estoy buscando a Sirius Black. –dije con una falsa confianza y autoritarismo que no tenía.


--Sirius Black… Sirius Black… Sirius Black… –repetían distintas voces, hacían un eco espectral que se expandía por todos lados.


Aumenté el brillo que me iluminaba. Los ecos cesaron. Sólo escuché una especie de murmullo. Lo seguí, seguí ese murmullo casi inaudible, hasta que llegué a la fuente. Era un hombre de pelo negro, llegaba casi a los hombros, piel blanquecina y ojos grises… su rostro perecía estar ausentándose como los fantasmas que están en este lugar.


--Yo fui Sirius Black… yo fui Sirius Black… yo soy Sirius Black… yo fui Sirius Black… yo soy, fui Sirius Black… –murmuraba como intentando recordar, como queriendo creerlo, trataba de aferrarse a esa idea o hecho, lo que pudiera sacarlo de aquí.


--Vamos Sirius, es hora que regreses. –dije suavemente.


--Yo fui Sirius Black… yo soy Sirius Black… Sirius… –seguía murmurando.


 --Vamos Sirius, te están esperando. –intentaba convencerlo de que se moviera.


--Sirius… me esperan… James, Lily… –llamaba a mis padres, pensaba que estaba muerto.


--Vamos Sirius, Harry sigue esperándote. –esperaba inyectarle un poco de razón.


--…Harry… Harry, mi ahijado… Harry me espera… –murmuraba ya sin el tono monótono que antes usaba.


--Vamos Sirius, vamos, ven conmigo. –insistí.


El cuerpo de Sirius perdió rigidez, sus ojos se cerraron pero ya podía moverse, ‘despertó’ del estado en el que estaba. Pasé su brazo sobre mis hombros, debía salir de ese lugar… pero cómo. Todo parecía lo mismo, todo estaba obscuro, por un momento creí que el pánico se apoderaría de mí. Respiré profundo, observé mi alrededor, escuché… más voces. Hacia un lugar, las voces aumentaban al igual que la sensación de ‘frío’, hacia el otro lado, las voces se hacían murmullos y el frío no parecía molestar.


Recordando la sensación de frío que sentí al entrar, decidí apostarlo todo a esa dirección.


Volé por lo que sentí fue mucho tiempo, cada vez sentía el peso de Sirius aumentar, sentí que alguien nos observaba, sentí que pronto perdería la consciencia. Sentí que el frío congelaba mis brazos, sentí que respirar se hacía más difícil. La duda me invadió, tal vez tomé el camino equivocado, tal vez era el otro lado donde se encontraba la salida. Esas dudas se hacían más y más persistentes… más y más cargadas de razón… estuve por darme la vuelta.


En un repentino ataque de valor, volé hacia al frente, justo la dirección que había elegido desde el principio y las dudas me impedían continuar, era la dirección correcta. Ese último impulso nos ´sacó’ del Velo. Justo al salir, caímos desplomados al suelo, estaba tan agotado que mi transformación de deshizo por sí sola, Sirius seguía inconsciente. Como pude, llamé a Kreacher, entre el castañeteo de dientes que no había notado, le pedí que nos llevara a casa y, que llamara a mi padrino.


Creo que perdí el conocimiento pues lo siguiente que recuerdo es despertar en mi cama, sentía el cuerpo pesado, un fuerte dolor de cabeza y un terrible frío que llegaba hasta lo más profundo de mí. Alguien se acercaba, era Severus, traía en sus manos un vaso al que le iba agregando pócimas y murmuraba palabras con cada una. Me tendió el vaso, lo bebí de golpe, tras unos minutos mis malestares fueron disminuyendo… entonces caí en cuenta de lo sucedido, tuve éxito, pero dónde estaba Sirius me preguntaba.


--Está en otro cuarto, su condición es bastante delicada, necesita que un Medimago se haga cargo de él. –me infirmó –puedo traer a quien lo atenderá, es una conocida… de la Orden.


--Llévalo con ellos, por favor, estará mejor rodeado de gente que conozca y le recuerden la dicha de estar vivo. –contesté medio dormido –Además, nadie a excepción de ti puede entrar a esta casa, no me gustaría que presionaran para que puedan verlo. Yo hice lo que tenía que hacer.


--Harán preguntas. –dijo dado a entender que lo cuestionarán a él por lo sucedido.


--No hay mucho que decir. –apenas y pude responder.


--Danny… –susurró.


--¿Sí?


--Hiciste un buen trabajo. –elogió.


--Alguien tenía que hacerlo. –fue lo último que dije para caer de nuevo en la inconsciencia.


Cuando volví a despertar, a quien vi fue a Clockwork, me miraba desde el pie de mi cama. Esperó a que todo rastro del sueño se fuera y le prestara mi total atención. Intenté pararme más me fue imposible.


--Aun estás débil. El Velo no es algo a tomarse a la ligera. Sin embargo, no esperaba menos de ti. –terminó de decir Clockwork con una pequeña sonrisa.


Se acercó y coloco una de sus manos en mi frente, tras unos segundos de su tacto desaparecieron todas las molestias que tenía, ahora sí podía enderezarme, me senté y lo miré expectante. Sin duda sabía de mis dudas, si tenía suerte, las contestaría.


--En efecto, El Velo es un antiguo Portal Natural, es tan antiguo como la separación de las dos dimensiones. A quienes viste ahí dentro, son fantasmas que fueron ‘olvidados’, y, que a su vez ‘olvidaron’ el propósito que los ataba a la tierra. Su ‘asunto pendiente’ y la razón por la que seguían existiendo… sus espíritus o almas, ya no tenían a un lugar al cual ir, no tenían motivo para seguir, así que se quedaron así, estacionarios, los susurros eran de almas que aún no se abandonaban a sí mismos, de los que aún tenían recuerdos, uno o dos, pero recuerdos al fin y al cabo, recuerdos a los que se aferran. –explicaba.


--Sirius, él no estaba muerto. –dije.


--No lo estaba, es como cuando tú y tus amigos entraban al Portal Fantasma, estaban vivos dentro de una Zona donde no había más que muerte. Ustedes podían guiarse, ‘ir’ y ‘venir’ por lo que veían, pronto se familiarizaron, en cambio, el lugar al que El Velo conduce es, como ya te dije, un lugar olvidado. Sirius no tenía más que obscuridad para guiarse, los lamentos que pudo escuchar, el frío que emanan los mismos fantasmas… es realmente una sorpresa que hayas conseguido ‘recordarle’ la vida. –decía, antes de formular  pregunta que me carcomía por hacer, él contestó –Si él no hubiera ‘recordado’, debido al tiempo y las condiciones en las que estaba, habría faltado poco para que muriese. El ‘estado’ de los que le rodeaban se impregnaba en él, así como se impregnó en ti, se necesita de mucho cuidado y dedicación para que Sirius se recupere. No te preocupes, está en buenas manos, muy buenas.


--En El Velo, al salir, dudé demasiado… casi me doy la vuelta. –dije al recordarlo.


--Es un ‘mecanismo’ que tiene para evitar que los fantasmas ‘salgan’. En parte por el mismo Arco del Velo, en parte por el mecanismo que el Ministerio de Magia tiene como defensa. Si no hubiera ‘defensa’ los fantasmas podrían salir y deslizarse por el mundo, arraigarse a algún lugar tal vez, y causar un efecto similar al de los Dementores. Por fortuna, hiciste caso a tus instintos, así es como pudiste salir y, a la vez, es la razón por la que Sirius no pudo salir anteriormente.


--Por el ‘mecanismo’. Sirius no era un fantasma, ¿Cómo le afectó? –seguí con mis dudas.


--Sirius seguía con las secuelas de haber estado encerrado tanto tiempo en Azkaban. –no dijo más.


--Clockwork… gracias por curarme. –dije a pesar de las otras dudas, no tentaría mi suerte, casi estaba seguro que pronto dejaría de contestar.


--Será nuestro secreto. –fue lo único que dijo.


Hablamos un poco más, sin cuestionar de nuevo el asunto del Velo, le hablé de mis avances en mis estudios, le hablé de mi gusto por la actitud de mi padrino, me recordaba a Sam, Jazz y a veces a mamá, esa actitud reacia, directa, brillante y a veces sarcástica. Le hablé de mi gusto por lo que aprendo, le hablé sobre la barita y de mis sospechas, me confirmó que fue él quien hizo el ‘pedido especial’, le gradecí. Le hablé sobre mis ansias de usar magia y de Kreacher.


Le hablé de todos esos temas y más, le conté todo a pesar de saber que probablemente él ya lo supiera, aun así, no me interrumpió. Me escuchó hasta que terminé de hablar, Clockwork se convirtió en alguien especial para mí, es el único al que me puedo aferrar después del accidente que cambió mi vida. Y lo que faltaba por vivir.


 


 


>>Continuará...


 

Notas finales:

Gracias por leer.


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