Two: El numero cien.
- Kim KiBum, porfavor acercarse a la menor brevedad a la oficina del supervisor.-
¿Es que habia echo algo mal? Pensó, mientras se acercaba a paso lento a aquella sombría oficina. Tocó la puerta tres veces.
- Adelante- Entró con algo de temor, tragó saliva al ver al supervisor mirando y llenando algunos papeles- Toma asiento, Key.
Eso sonó casi como una orden así que tomo asiento rapidamente sin dejar de juguetear con sus manos.
- ¿Sabes porque estas aqui?- dijo levantando la vista de aquellos papeles. Key negó.- Bien, estas aqui porque hay otro transferido- suspiró, otra vez la rutina- El numero cien.- sonrió al escuchar eso. Al fin, habia llegado. El numero cien.
- ¿Entonces eso significa que puedo...?
- Si, eso significa que si haces tu trabajo, pasas y antes de que sonrias debo decirte que no sera facil.
- ¿Eh?
- Si, el no es el tipico caso de haz que se arrepienta y uno menos. El murió de la misma forma que tu- Esa felicidad se habia esfumado
- ¿Suicidio?
- Exacto- Key hizo una mueca- Ve el lado bueno alfin pasaras al otro lado si lo ayudas o claro la otra opcion.
- ¿Otra opcion?
- Si, solo paso una vez en todo el tiempo que llevo aqui. Si te llevas bien con el, puedes quedarte a su lado pero es tu decicion al final no creo que la escojas llevas una año diciendo que quieres pasar- volvió a asentir- Bien, el llegará mañana a las ocho haci que por hoy descansa. Mañana te quiero a esa hora aquí - Hizo una reverencia y salio. El realmente odiaba a la gente asi, odiaba que no aprecien la vida cuando el daría todo por volver a ella. Habia sido estupido haber echo lo que hizo pero ahi estaba pagandolo, haciendo de guía hasta llegar al numero cien. La mayoría de sus compañeros ya habian conseguido llegar a ese número pero por alguna razon no habian pasado se habian quedado ahí. Debía haber algun truco.
Se tiró a su cama, le esperaba un largo día.
***
Se levantó mas temprano de lo usual, se desperezo cuando giró la mirada se dió cuenta que habia una cama vacia al lado de la suya. El nuevo, pensó.
Salió de su habitacion rumbo a la de su compañero LeeJinKi o Onew, su nombre de ángel. Abrió la puerta y se dirijió al bulto encima de la cama tirandosele encima
- ¡Onew!- chilló
- Mierda Key, ¿no puedes despertarme de una manera más normal?
- No -le sonrió
- ¿Y bien?
- ¿Ah?
- ¿Que vas a contarme?
- Ah, nada- Onew enarcó una ceja- Bien, es que llegó un nuevo. El numero cien-
Onew abrió los ojos de par en par- Deberias estar feliz.
- Debería
- Asi es, ¿Pero porque traes esa cara?
- Porque tengo miedo, miedo a fallar.
- Eso es nuevo. Tu con miedo.
- No te burles
- Yo solo digo es que ¿Acaso hay algo imposible para el todopoderoso Key?
- No nada- rió- como sea ya casi son las ocho, hora de conocerlo- de levanto de la cama
- ¡Fighting!- escucho decir a Onew antes de salir rumbo a la oficina de Markev.
***
Toco la puerta
- Pasa, key- se sentia algo nervioso tuvo el impulso de salir corriendo pero sabia que igual lo encontrarian asibque se decidió por entrar, al hacerlo vió un cuerpo dandole la espalda se sento a su lado mirando a Markev.
- Bien, ya que llegaste. Presentate - suspiró, ahi iban otra vez.
- Hola soy KimKiBum, o mas concoido como Key mi nombre de ángel, estoy aqui a tu dispocicion y dispuesto a guiare.- le extendiô la mano aun mirando al suelo. Cuando el otro la apretó al fin se digno en mirarlo. No estaba mal era castaño ojos tambien marrones, por un momento se perdio en su mirada, notó
- Un gusto, soy KimJonghyun- murmuró.