Primer paso
Se entonaba el viernes por la tarde y Fred esperaba en la puerta de la escuela. Daba vistasos hacia dentro para ver si aparecía, pero temía salir de su lugar y que se marche sin él. Ya iban quince minutos perdidos ¿quizá lo olvidó? ¿quizá ya se fué? ¿quizá se arrepintió de la propuesta de salida y lo está evitando?. No, imposible, Charlie no parecía el tipo de persona que deja esperando a alguien. Por lo menos, tendría de decencia de venir y decirle que simplemente no quería salir con él. Ante esa idea, Fred meditó un rato y esperó lo peor.
Charlie apareció de la nada y tomó del brazo a Fred, quien no se había dado cuenta de su presencia, así que dio un sobresalto.
-Vamos, rapido.- Dijo Charlie sin soltar a Fred.
-¿Charlie? ¿por que tardaste tanto? ¿donde estabas? ¿por que vas tan a prisa?.-
Charlie no respondió ni la mitad de sus preguntas. Nada mas se limitó a decir "perderemos el autobús", y Fred sabía que si Charlie no hubiera llegado tan tarde, no estarían tan retrasados ahora.
Charlie seguía tironeandolo del brazo mientras avanzaba. Esto era molesto. De pronto Fred empezó a cansarse de correr. Se preguntaba como Charlie podía tener tanta resistencia. Si, al parecer estaba en muy buena forma. Fred empezó a ir mas lento, tratando de respirar, pero su compañeno no dejaba de avanzar a gran velocidad, asi que su brazo empezó a deslizarse. La mano de Charlie paso del brazo al codo, al antebraso, y desde ahí bajó a la muñeca. Charlie al ver que estaba a punto de perderle, oprimió con mas fuerza, pero a esas alturas, había bajado tanto, como para que quedaran ambos tomados de la mano.
Fred se sonrojó.
Al llegar a la parada, Fred acarició disimuladamente, la mano aun sujeta de Charlie con su pulgar, antes que la alejara de él.
...
Dentro del autobús, Fred estaba fascinado. Nunca había ido tan lejos de su casa. Miraba atento a las ventanas y disfrutaba de la sensación en su estomago, que era una mezcla entre emoción y un profundo temor. Era por lo menos una hora de viaje, la cual había amortiguado entre conversacion y conversacion con Charlie, el chico de ojos aguamarina. Cada instante era, simplemente maravilloso.
Charlie le tocó el hombro para decirle que ya habian llegado. Le ayudó a bajar tomandolo del codo, ya que Fred, tan menudo e infantil, tal vez, le cause un poco de ternura.
...
Fred se sentía tan cercano nuevamente, y feliz ¿por que no le trataba así en la escuela?, ¿es que a caso le avergonzaba que lo vieran sus compañeros hablando con alguien con tan mala fama como Fred?, Eso simplemente, ya no importaba, Charlie estaba ahí, y punto. Fred ya sentía tanta confianza al hablarle. Tal vez ahora, en verdad, se habían vuelto buenos amigos. Todo era tan cálido.
Empezaron a caminar, y en poco tiempo se toparon contra la entrada a un verde y amplio parque, todo recubierto por arboles, y en el centro, un lago artificial, que demostraba una inmensa belleza. Los ojos de Fred brillaron ante aquel espectáculo.
-Yo... pensé que eras nuevo, ¿como conoces este lugar?.- Dijo Fred.
-Salgo mucho, me invitaron unas chicas.-
Fred hizo una introspectiva. ¿Como era posible que hubiera vivido toda su vida en la misma ciudad y un recien llegado la conozca mas que él? Pues claro, tal vez... estaba viviendo muy suavemente, sin salidas, ni emociones, puesto nunca le habían interesado cosas así, pero ahora que ve a Charlie... le parece una idea un tanto mas interesante.
-Eh, Fred...- Dijo charlie, tomando una bocanada de air efresco.
-¿Si?.-
-¡Una carrera hasta esa colina!- Dijo Charlie energéticamente, empezando a correr, sin dejarle siquiera responder.
Fred no tuvo otra opcion mas que seguirle, pero lo hizo con gusto. En verdad se estaba divirtiendo.
Charlie subió hasta la cima de la colína sin derramar una gota se sudor, y esperó a Fred, quien solo quería respirar.
-Jaja, eres un lento.- Dijo en tono altanero y burlezco.
-Y tu un mujeriego.- Dijo Fred defendiendose con una sonrisa.
-Y tu un bajito.-
-Y tu... emm...- Fred se quedó sin mas que decir. Sin palabras en la boca. Todo el resto de lo que tenía Charlie le agradaba, o no podía se usado como insulto. Sus ojos aguamarina, su cabello negro y liso, su sonrisa perfecta, sus brazos fuertes, su alta estatura y galanterías. Si se trataba de Charlie, todos serian alagos.
-¿Se ha quedado sin balas mi señor?.- Dijo Charlie con voz ironica de falsa elegancia, y una sonrisa de picardía en el rostro.
-Tu ganas, jaja.- Dijo Fred llevando su mano a la cabeza y aceptando su derrota.
Empezaron a caminar. Fred estaba tan atento en lo que hacía Charlie, que no vió el desnivel junto la colina, y cayó. Rodó camino abajo, lastimandose.
-¡Fred!, ¿estas bien?...-
Fred en su caída, fue herido de un costado por unas rocas afiladas. Su camisa se rasgó, y empezó a sangrar. Que tonto se sentía al demostrar tal torpeza frente a Charlie. Este corrió a su lado y se arrodilló junto a él.
-¡Que descuidado!, estas sangrando.-
Se aproximó para ver la herída a su costado. Puso su mano y Fred gimió de dolor y se alejó.
-¿Que haces, idiota? ¡eso duele!.- Fred se sentó con dificultad frente a Charlie, y este sacó una botella de agua sin gas de su mochila.
-Si no lavas la herida, se infectara, perece profunda.- Se acercó para desabotonarle la camisa, pero llegó a los tres botones, cuando Fred se asustó y golpeó su mano.
-Fred, no seas llorón, ahora quitate la camisa para sanarte.-
Ese "quitate la camisa" le retumbó en la cabeza. Empezó a ponerse nervioso e inquieto. Estaba atemorizado. Empezó a moverse hacia atras aguantando el dolor de la herida, pero Charlie le tomó del hombro y lo inmovilozó. Se subió a él y se acercó cada vez mas. Fred ya estaba en panico. Charlie, finalmente se enfadó; le afirmo ambas manos, se acercó a él... y le besó.
Fred, en un instante se calló. Temblaba como una hoja. Le miró directamente a los ojos, y estos se clavaron en él. Los ojos de Charlie eras frios y rígidos como dos puertas de acero. Fred estaba increíblemente sonrojado y perdido.
-Debía callarte de alguna forma. Eres gay, asi que no debe importar ¿no?.- Dijo indiferentemente.
-Tu... me... besaste...- Dijo Fred tapandose la boca.
-Calma, solo fue un beso, solo mas de lo mismo, no es como si hubiera sido el primero.-
-Mi... primer beso...-
-No me digas que... ¿en serio fue el primero?.- Dijo demostrando impresión y tal vez arrepentimiento.- Perdon... yo, no lo sabia... perdon si era algo importante para ti.-
-Queria guardarlo... para cuando tuviese mi primera pareja...-
-Perdon... yo en verdad... yo solo... emm... ¿puedo?.- Dijo Charlie con voz ronca, señalando la herida. Fred asintió sin hacer ningún movimiento.
Se hizo un escalofrio al sentir las manos de Charlie desabotonandole la camisa, y despues el caer del agua helada.
-Al llegar a tu casa deberías bendarte.- Le abrochó de nuevo la camisa y le miró con dulzura.
-Esta bien, gracias.-
-Lamento lo del beso.-
-Ya no importa ¿Ok?.- Dijo Fred con comprención, tratando de que Charlie ya no se sintiera tan culpable por robar su primer beso. Ya que, hablando sinceramente, lo disfrutó mas que nada en el mundo.
-Oye... ¿te gusta como beso?.- Dijo Charlie en forma de broma, mirando hacia otro lado.
-Solo trata de no enamorarte de mi, jaja.- Dijo devolviendole la broma.
-Me esforzaré en ello...- Dijo enfocando su vista al cielo, con la misma melancolía que la última vez.
...
-Fred, será mejor que pases por mi casa primero, si tus padres ven tu camisa rasgada y sucia, podríamos tener problemas. Pasa a cambiarte.-
-Esta bien, gracias.-
Charlie abrió la puerta de su casa, y dejó cortésmente que Fred entrara primero. Esa era una amplia sala de estar, con los muebles comodamente ubicados, donde facilmente cabía la mesa de comedor. Entraron y fueron a la puerta del fondo, la cual sería la habitació de Charlie. Dentro había una cama de plaza y media, un gran armario, un espejo y en un rincón se hayaban gran cantidad de instrumentos musicales; entre ellos una bateria, un bajo, un organo electrico y la guitarra roja que anteriormente ya había visto.
-Ten, ponte esto.- Le entregó a Fred una camisa de él. Mientras Fred empezaba a desabrochar la suya. Pero al probarsela, se fijó que era algunas tallas mas grande.
-Gracias, con esto bastará.- Dijo con una sonrisa.
...
El dia fue pesado, y dio mucho de que pesar. Fred había disfrutado del beso, su primer beso. Tal vez, realmente, no había mejor persona con quien compartir ese momento, que no fuera Charlie. En realidad, no se arrepentia de nada. Fred miraba el techo mientras estaba recostado en su cama. Meditaba y ordenaba el desastre en su cabeza. El dia había sido largo y agotador. Ya no quedaba mas que dormir y esperar que Charlie haya disfrutado en silencio, ese tan dulce beso.