Habían transcurrido ya 16 años, se podía observar a un joven ciervo parado sobre una gran y alta roca mientras vigilaba que todos los animales estuvieran seguros; desde que había perdido a su madre todos allí le brindaron todo su apoyo para pudiera superar esa enorme perdida, desde ese instante se prometió a si mismo que haría hasta lo imposible para proteger a todos.
Estaba vigilando cuando de repente siente que alguien se para sobre su cabeza, no le asusto en lo más mínimo, sabía perfectamente de quien se trataba.
-...me agradan estos días soleados y tranquilos...-comento una comadreja de pelaje color canela mientras se acomodaba mejor sobre la cabeza del ciervo.
-...a mí también me agradan los días así Itachi-niisan...-respondió Sasuke.
En eso sintió un ruido proveniente de unos arbustos que estaban cerca de él, tampoco se asusto con eso, ya que reconocía los olores de los animales que se escondían en ellos.
-...si están tratando de asustarme desde ya les digo que no les va a funcionar...asique ni lo intenten...Juugo...Yuki...-dijo el ciervo sin dejar de vigilar.
De los arbustos salió un joven oso de pelaje marrón anaranjado que traía en su lomo a un conejo blanco, ambos eran amigos de Sasuke; desde que este había perdido a su madre, ambos intentaban de todo para alegrarlo un poco, pero siempre eran las locuras del conejo las que lograban sacarle una sonrisa y una que otra risa al príncipe.
Minutos después apareció un lobo de pelaje color plata quien llevaba en su lomo a un mapache de pelaje gris, ambos se quedaron al lado del ciervo mientras veían como un águila de hermoso plumaje marrón se posaba en el lomo de este.
-...hola Sasu-chan como estas...-saludó el lobo.
-...deja de llamarme así Kakashi...-dijo con fastidio-...hola Gaara...hola Neji...-saludo el ciervo al mapache y al águila.
Todos ellos eran bastante unidos, ya que todos tenían una cosa en común, todos habían perdido a sus familias por culpa de unos humanos, al principio no se llevaban bien pero al conocer la historia de cada uno se volvieron muy unidos.
Déjenme contarles un poco la historia de cada uno: empecemos con Yuki, un año después de la pérdida de Mikoto la familia del conejito fue capturada, cuando trató de salvarlos vio con sumo horror como unos humanos le quitaban la piel y los ponían cerca de una fogata para luego devorarlos.
Continuamos con Juugo, el estaba pescando con sus padres cuando de pronto su madre lo empujo hasta unos arbustos y le ordeno no moverse, curioso asomo su cabeza y vio como sus padres trataban de liberarse del agarre de unos humanos, vio como metían a sus padre dentro de unas cosas extrañas (jaulas) para luego ver como se los llevaban, estaba por salir a ayudarlos cuando notó como su madre le indicaba que se fuera lejos, con lagrimas en los ojos comenzó a correr internándose en el bosque.
El siguiente es Itachi, días antes que Sasuke naciera su familia había sido asesinada por un grupo de humanos, el estuvo a punto de morir en manos de ese grupo pero, afortunadamente, el viejo búho Hiruzen pudo rescatarlo antes de que eso sucediera; estuvo muy deprimido más al conocer al ciervo este logro darle algo de alegría, y al enterarse lo sucedido con la madre de este decidió que cuidaría al ciervo como a un hermano.
Seguimos con Gaara, el estaba buscando algunas moras cuando vio a su madre acercándosele corriendo, sin decirle nada lo oculto en un tronco hueco que encontró, en cuanto asomo la cabeza observó como un humano mató a su madre, aterrado corrió en dirección de su madre, pero ese humano se interpuso en su camino y lo lanzó contra un árbol, ese humano estaba por matarlo cuando su padre se interpuso recibiendo el ataque protegiéndolo.
A continuación Neji, el nació en unas montañas cerca del bosque, un día estaba volando junto a sus padres cuando de pronto un ruido los alerto, al fijar su vista al suelo vio un grupo de humanos que les apuntaban con unas cosas muy extrañas; su padre les ordenó a su madre y a el que se dirigieran al bosque cercano, repentinamente volvió a escuchar ese ruido y pudo ver como su padre dejaba de volar y caía al suelo para después dejar de moverse; su madre le dijo que se fuera sin ella, al principio no quería hacer eso, pero el ver como a su madre le ocurría lo mismo que a su padre comenzó a volar desesperadamente en dirección al bosque.
Y finalmente Kakashi, estaba junto a su pareja y a sus hijos, le estaban enseñando a sus cachorros lo básico para la caza, sus pequeños estaban persiguiendo a unos pájaros cuando de pronto estos fueron capturados por un par de humanos, inmediatamente se abalanzó contra ellos para que soltaran a sus cachorros, más un tercer humano se lo impidió lanzándolo contra una roca, vio como su pareja luchaba por salvar a sus pequeños pero en ese instante pudo ver horrorizado como uno de esos humanos la mataba; reuniendo todas sus fuerzas atacó al grupo logrando clavar sus dientes en el brazo de uno de ellos, sin embargo este lo aventó fuertemente contra el suelo logrando que quedara inconsciente, al recobrar el conocimiento solo encontró a su pareja muerta y ningún rastro de esos humanos ni de sus cachorros...
Kakashi Neji Gaara Juugo y Yuki ayudaban a Sasuke en la tarea de vigilar que todo estuviera bien en el bosque, tener que vigilar a tantos animales era algo duro, fue entonces que, debido a las suplicas e insistencias de Yuki, comenzaron con su nueva labor.
Todo estaba en completa calma, hasta que el ciervo presintió que algo no era normal allí, sentía como si una extraña presencia se estuviera acercando al lugar en donde se encontraban; le dirigió la mirada a Neji y este inmediatamente alzo vuelo, el ya sabía lo que tenía que hacer, no por nada había pasado los últimos 13 años en ese bosque.
Y tal y como pensaba Sasuke algo se acercaba a donde ellos estaban, o más bien alguien, se trataba de un grupo de unos 7 humanos, sin perder tiempo el águila voló hasta donde se encontraba el príncipe para avisarle del cercano peligro.
-...Sasuke...esto es malo...un grupo de humanos se dirige hacia aquí...ya están muy cerca...
-...escuchen todos...un grupo de humanos se dirige en este momento hacia donde nos encontramos...tienen que volver al bosque...-dijo fuerte y calmado el ciervo.
Al escuchar eso todos comenzaron a tener miedo, pero al ver el semblante tranquilo de su líder se calmaron; comenzaron a dirigirse al bosque esperando que esos humanos no los encontraran.
-...escuchen bien chicos...quiero que lleven a todos al corazón del bosque...allí estarán a salvo...-demando el ciervo.
-...tu qué piensas hacer Sasuke...-pregunto una preocupada comadreja.
-...yo iré a distraerlos un poco hasta que todos estén seguros...
-...pe...pero Sasu...no puedes hacer eso...los humanos son muy peligrosos...te pueden matar...-dijo un muy angustiado conejo.
-...no te preocupes Yuki...estaré bien...-y sin decir nada más se fue.
Al llegar a la pradera le vino el recuerdo de el día en que había perdido a su madre, una pequeña opresión se apodero de su pecho, sacudió la cabeza para disipar esos recuerdos y poder concentrarse en lo que debía hacer.
A los pocos minutos el grupo de humanos apareció frente a él, notó como lo miraban fijamente, como examinándolo, para luego comenzar a murmurar entre ellos; siempre odió a los humanos, esos seres que mataban a cualquier animal que se les pusiera en frente, seres sin sentimientos que hacían lo que quisieran sin pensar en nadie más.
Unos de ellos se le acercaba lentamente, claramente ese grupo o querían capturarlo a él o querían apartarlo de su camino y entrar al bosque, sea lo que fuese que estuvieran pensando, no dejaría que siguieran avanzando.
Cuando unos de esos humanos estuvo lo suficientemente cerca de él lo embistió fuertemente logrando que este quedara tirado en el suelo, los otros al ver su reacción fueron contra él, mas todos terminaban igual; su cornamenta aun estaba en crecimiento, pero igual le servía para mantener alejados a esos seres que intentaban perturbar la paz de su hogar.
Repentinamente siente una opresión en su cuello, no se detuvo a ver de qué se trataba, simplemente comenzó a halar y saltar con todas sus fuerzas tratando de zafarse, mas eso solo logro que sintiera una opresión más grande que la anterior, en uno de sus forcejeos sintió como dos de los humanos lastimaban dos de sus patas, una delantera y otra trasera, para que ya no pudiera moverse tanto.
En eso pudo ver que sus amigos estaban a punto de salir de unos arbustos con claras intenciones de ayudarlo, no podía permitir que los humanos los vieran, su deber era proteger a todos los habitantes del bosque, y eso los incluía a ello; estaba por gritarles que se fueran cuando siente que algo se clavaba en su cuello, la vista comenzaba a nublársele, y los sonidos eran cada vez más lejanos.
-...no se atrevan a venir...váyanse ya...tienen que buscar un escondite...lárgensen...-les dijo a sus amigos con las pocas fuerzas que le quedaban.
Antes de caer inconsciente, el ciervo pudo ver como sus amigos se internaban nuevamente en el bosque, eso lo tranquilizo un poco, al menos todos los del bosque se encontraban a salvo.
Abrió los ojos pesadamente, la cabeza le daba vueltas, se sentía bastante mareado y su visión seguía nublada, en cuanto pudo ver con claridad se dio cuenta que estaba en un lugar sumamente extraño, esto lo alarmó bastante, sabía que se encontraba en el habitad de los humanos.
Intentó ponerse de pie pero un fuerte dolor se lo impidió, su pata izquierda delantera y su pata derecha trasera se encontraban lastimadas; en esas condiciones no podría moverse mientras estuviera en su forma de ciervo, entonces tuvo que hacer algo que realmente le desagradaba, tuvo que adoptar su forma humana.
Una vez transformado comenzó a buscar como poder escapar de allí, sin embargo el dolor ahora lo sentía mayor, cuando tomaba forma humana su cuerpo se volvía más débil y frágil, otra razón por la cual odiaba esa transformación.
Estaba mirando su alrededor cuando de pronto siente un ruido tras él, al voltearse a mirar se encontró con lo que menos quería encontrarse en ese momento, un humano; ese humano tenía el pelo de color como el sol, y sus ojos eran del color del rio, pero lo que llamó la atención de Sasuke fueron esas marcas en cada una de sus mejillas, al principio pensó que se trataría de alguien como él, pero al mirarlo detenidamente no parecía serlo, además que su olor era claramente el de un humano.
Ese ser se le quedaba viendo completamente quieto, con sus ojos y boca abiertos a más no poder, estaba claro que no esperaba entrárselo allí, seguramente lo que esperaba encontrarse era a un ciervo lastimado.
Al ver una posible ruta de escape el príncipe trato de huir, pero un fuerte dolor en su pierna se lo impidió, dicho dolor logro que cayera de rodillas al suelo; eso pareció despabilar a ese humano, el cual se le acercó rápidamente.
-...no te atrevas a tocarme... asqueroso humano...-le amenazó furioso al ver como este tenía esas intenciones.
-...pero de qué demonios estás hablando ttebayo...además hay que curarte esas heridas...
-...QUE NO ME TOQUES!!!...-le gritó tratando de golpearlo más el golpe fue detenido por una mano de ese humano.
En ese momento ese humano comenzó a caminar llevándoselo con él, trataba de soltarse del agarre más le era imposible, sus fuerzas eran mayores cuando estaba en su forma original, y el tener que estar como un humano asía que dichas fuerzas se redujeran a menos de la mitad.
Sentía miedo eso no iba a negarlo, tanto miedo que en todo momento sus orejitas se encontraban agachadas, lo cual impedía que ese humano las pudiera ver; fue obligado a sentarse en un objeto muy extraño para él, mientras que el otro agarraba unas cosas aun más extrañas, eso no le importo solamente pensaba en cómo podría regresar al bosque.
Fue sacado de sus pensamientos al sentir un fuerte ardor en su brazo herido, trató de levantarse e irse pero le fue imposible; el ardor que sentía era insoportable, sin embargo de repente sintió una suave brisa que lograba que dicho ardor disminuyera, al girar su vista se dio cuenta de que no se trataba de una brisa, que en realidad se trataba de ese humano, el cual estaba soplando su herida para mitigar su malestar.
No entendía lo que estaba pasando, se suponía que todos los humanos eran seres a los cuales no les interesaba nadie que no fueran ellos mismos, y que incluso llegaban a traicionarse entre ellos; sin embargo allí estaba uno de ellos, preocupándose por él y curando sus heridas, definitivamente ese humano o era diferente que el resto o solo trataba de engañarlo.
Una vez que acabo con su brazo vio que comenzaba a revisar su pierna, había algo en ese humano que no era normal, algo que hacía que sintiera que podía confiar en él, no sabía si era el brillo en sus ojos o la cálida sonrisa que le bridaba de vez en cuando, pero algo en su interior le decía que podía bajar las barrearas que había creado y confiar en ese ser.
Movió ligeramente su cabeza para disipar esos pensamientos, no tenía tiempo para pensar en cosas absurdas, su mayor prioridad era encontrar la forma de salir de allí y poder regresar al bosque, pero con ese humano cerca esa tarea se volvería muy difícil...