-Amor…despierta…hoy es el día…-anunciaba a su pareja tiernamente Greed mientras le regalaba pequeños besos que empezaron en la mejilla y se fueron expandiendo por su cuello y su desnuda espalda con un poco de lujuria, como amaba el cuerpo de Once, su suave y alba piel eran una de las características para que este fuese la persona más importante en su vida adora.
-Greed, para…jeje…me haces cosquillas- se quejaba el pequeño entre risitas mientras restregaba tiernamente su rostro para después recibir en sus corales labios los de su novio los cuales le ofrecieron un tierno beso de buenos días que fue correspondido al instante –Aun sigo algo cansado para ser sincero-admitió con un poco de pena mientras trataba de ponerse de pie recibiendo un sorpresivo tropiezo a causa del punzante dolor de sus caderas que hasta el momento se había pasado desapercibido ,provocando que a Greed se le escapara una leve sonrisa para después ayudarlo -¡¿Que es tan divertido?!-preguntó el pasivo un poco enojado mientras tomaba la mano que el millonario le ofrecía delicadamente.
-Lo siento, realmente me pasé un poco anoche- se excusaba apenado mientras abrazaba a su pequeño malvavisco.
-Me siento algo nervioso mi corazón no para de latir.
-¿Por mí?
-No ,hablo por lo de la asistir a secundaria, sabes que esas emociones quedan cortas para expresar todo lo que siento por…-hizo una pausa para después cubrir su sonrojado rostro mientras analizaba sus últimas palabras –O-olvídalo.
-No no, por favor dilo…
Greed se veía tan lindo pidiendo de esa forma que no es como si cualquiera se pudiese resistir a esa mirada llena de esperanza y un brillo indescriptible mientras enlazaba sus dedos con los de su par y por lo mismo Once trató de hacer un poco de esfuerzo, en cualquier situación siempre le había costado un poco el expresar sus sentimientos sumando que fueran con palabras tan acorde.
-Que mi corazón lata de la forma en que lo hace ahora por este evento no se pude comparar con lo contento que me siento cuando siento que te veo despertar a mi lado todas las mañanas o al ver lo feliz que te sientes cuando amarro tu corbata o cosas como esas ,tu sabes, ahora tengo que…-en el frio corazón del avaro solo palabras como esas podían tener influencia en el si lo decía el noble muchacho por lo que no pudo evitar tomarlo entre sus brazos mientras despeinaba tiernamente sus cabellos.
-Realmente eso fue muy lindo mi pequeño malvavisco.
-G-Greed…espera…si seguimos de esta forma…
-Está bien, lo entiendo, aun te queda algo de tiempo antes de ir al colegio.
El humilde chico tan solo asintió con una sonrisa llena de alegría para posteriormente ponerse con un aire de entusiasmo el uniforme que desde ahora en adelante lo clasificaría como un estudiante, no sin antes terminar usando una ropa interior cualquiera que no fueran aquellas pantis rosas que le recordaran los eventos pasados sin mencionar que después de todo eran algo incomodas.
Por su parte nuestro avaro protagonista no podía quitar su vista de su pequeño mientras pervertidos pensamientos recorrían su mente, el ver la tierna forma en que se ponía su uniforme…no…más que eso, esos boxers color blanco que hacían ver tan bien su trasero, debía admitir que le gustaba la anterior que solía usar, las que tenían unos corazoncitos en su textura y solía ponerse con más frecuencia ;pero este cambio de hecho no le iba tan mal, verlo con pinta de un estudiante le dio paso a una fantasía mas que se añadía a su larga lista de las formas en que le gustaría hacerle el amor y arrancarle su nombre en gemidos, o mejor aún ,que Once le pidiera que le sacase el uniforme ya que él se encontraba demasiado cansado por la escuela como para hacerlo; sin duda alguna cabe destacar que este tipo de pensamientos ya sería algo normal de esperar por parte de una persona tan enferma como él.
-¡Greed, ¿Me escuchaste?!
-Si…si, no hay problema déjalo en mis manos-aseguraba con toda confianza sin si quiera saber de qué hablaba su pequeño novio.
-Ah-suspiró mientras hacía propiamente el nudo de su corbata –Dejé suficiente comida para el almuerzo y el desayuno para por si acaso llegue a venir el Lorax, así que asegúrate de comer bien y guardar lo suficiente; llegaré un poco pasado de las tres mientras vuelvo a casa.
“No me importaría comerte a ti” se guardó para él mismo –Si claro, algo como eso no es tan difícil de llevar, no te preocupes por dejarme comida, puedo hacerlo yo; preocúpate de llevar suficiente para tu almuerzo.
-Bueno…siempre tengo algo de tiempo libre así que no tengo se me dificulta con hacerlo de vez en cuando además …-Once se vio interrumpido por su novio tiernamente mientras su novio se colocaba detrás de él para inmediatamente tomar sus manos y susurrarle al oído:
-Realmente te encuentras entretenido, tus manos tiemblan y tu corbata se encuentra mal elaborada- para después morder levemente su oreja; de vez en cuando era agradable el cambiar de papeles.
-Lo…lo siento- se disculpaba el humilde chico mientras trataba de pasar por alto su rubor.
-Asegúrate de tomar atención en clases, aunque para ser sincero yo me moriría de sueño.
-Voy a dar mi mejor esfuerzo, creo que es mejor irme de una vez, no quisiera tener un mal inicio- dijo el pequeño para ponerse de puntitas y besar dócilmente la mejilla de su pareja en forma de despedida -¡Nos vemos!- se despidió alegremente mientras salía de su habitación y bajaba por las escaleras al mismo tiempo que Greed hacía lo mismo.
“¿Y ahora qué?” se preguntó el millonario a él mismo mientras se quedaba perplejo al ver como su novio se iba sin más mientras tomaba su mochila ;solo eso bastó para que su mente se llenara de mil y un preocupaciones “Once es muy inocente…¿Y si alguien trata de abusar de lo mismo? Más importante que eso… ¿Y si se perdía? Bueno había salido algunas veces a comprar los ingredientes para la cena y eso debía ser suficiente ¡¿Pero si se entretiene y no llega de forma puntual?! ¡¿Y si olvidó algo en casa?! No… el mundo realmente era muy grotesco para él; bueno…a los dieciséis podía cuidarse solo pero…Tranquilo…todo va a estar bien, él sabrá cómo hacerlo”
Y así fue como de forma “camuflada” empezó a seguir a su pequeño en busca de defenderlo por cualquier cosa, no era un acosador, claro que no, sólo quería vigilarlo de cerca por si algo malo le pasaba, sentía la necesidad de proteger esa ternura más que nada en el mundo, esa ternura acompañada con la tierna sonrisa que le ofrecía cada mañana. Pero al parecer se había hecho muchas ideas muy poco claras ya que Once al parecer seguía el camino de forma correcta .Greed simplemente no se pudo resistir ante la escena de su pequeño malvavisco el cual acariciaba un lindo cachorrito en su travesía ¡Era realmente tierno! Y lo fue mucho más aun cuando de forma despistada tropezaba tratando de subir unas escaleras para después mirar a su alrededor y darse cuenta de que nadie estuviese mirando ¡Maldición, este chico suda ternura! Oh por lo menos así fue hasta que se dio cuenta de cómo una mujer rubia al percatarse de Once corrió a entrelazarlo entre sus brazos ¡¿Qué demonios!? Greed un poco confundido no pudo evitar el acercarse un poco más para escuchar el dialogo que se formaba entre ambos mientras el abrazo de la intrusa se intensificaba y parecería que no soltaría a su pareja jamás.
-¡Oncieeee, hace mucho que no te veía!
¿Oncie? Solo él lo podía llamarlo de esa forma.
-Si pero, mamá, me cuesta respirar, no es para tanto.
¿Mamá?
-Awn lo siento, debo admitir que me encuentro algo exaltada, desde que te fuiste de casa eh tratado de comunicarme contigo para decirte que te dejaras de estupideces y vinieras a los brazos de mami-admitía la señora con una mueca llena de ternura mientras soltaba a su pequeño.
-Qué bueno que me lo aclares ahora porque tu ausencia que ha afectado –respondía Once mientras encogía los hombros.
-Descuida ¿A dónde vas?
-Pues, no muy lejos, voy a ya sabes…escuela…-murmulló un poco más bajo –Pero antes de todo esto ¿Cómo así estás aquí?
-¿Escuela? Nunca pensé verte de esta forma estoy muy orgullosa de ti- admitía mientras reiteradamente tomaba a su pequeño entre brazos con una fuerza casi sobrehumana, o por lo menos así lo sentía Once.-Pues en cuanto a mí, eh venido a ver qué tal el lugar, Tneedville, incluso eh estado pensando en venir con tus hermanastros si para empezar supiera donde demonios se metieron esos dos; al igual que tu tía.
-Pues me gustaría mucho, de hecho vivo aquí y…
-¡Wow! Has hecho grandes avances Oncie ¿Vives solo?
-Pues no…con un…eh…
-¿Amigo?
-Si así se le puede llamar.
-Bueno Oncie, te dejo, tengo que buscar a todos aunque realmente siento que soy la única perdida aquí.
-¿Quieres que te ayude?
-No hay problema, sé cómo me las arreglaré pero antes de todo ¿Te has encontrado con Jojo?-preguntó con un tono de voz más serio ajeno al usual.
-¿Jojo? No, de hecho si quiera…un momento ¿Él se encuentra aquí?
-Pues, no le digas a nadie que te lo he dicho pero eh escuchado que hace poco ha dejado a huido de su familia y que hubo un gran alboroto por su búsqueda ya que sabes que su padre es el alcalde de Whoville pero-hizo una pequeña pausa para encontrarse con la mirada de su hijo la cual estaba llena de preocupación –Procura cuidarte ,recuerda todo lo que hizo ese enfermo niño; solo eso Once, cuídate-se despidió seriamente la mujer mientras acomodaba la corbata a Oncie y seguía su rumbo.
-¡Once!- el avaro salió de quien sabe dónde se encontraba acosando, digo “vigilando a su pareja para protegerlo” para ir corriendo a donde su pequeño.
-¡¿Greed?! ¿Por qué llevas puesta mi…?más que eso ¿Ha sucedido algo?
-P-pues no pero.
-¿Pero? Un momento ¿Me estabas siguiendo?-preguntó con un tono de sarcasmo y hasta en cierto punto algo molesto -¡Greed! Puedo cuidarme sólo, pero más que eso ¿Has escuchado lo de hace un momento?
-Yo…lo siento-se disculpaba el millonario mientras llevaba su mirada a otro lado.
-No hay porque, sé que solo te preocupabas por mí pero tengo que aprender a cuidarme solo.
-Solo sentí que debía de cuidarme y por cierto ¿Quién es Jojo?-preguntó Greed un poco preocupado ya que a juzgar por la reacción de su novio al momento de que su madre lo nombrara se puso un poco triste.
-A pues él…me resulta un poco incómodo hablar sobre eso.
-Bueno pues si no quieres…
-Está bien – Interrumpió el pequeño mientras bajaba un poco la mirada para reiteradamente dar un hondo suspiro, la historia de Jojo era un evento el cual había dado por superado y quizás hasta poco olvidado pero el destino lo había querido así el mismo tendrá sus razones –Fue un viejo amigo, de cuando tenía aproximadamente seis o siete años de edad – empezó con su relato un poco tranquilo y hasta cierto punto sonriendo, sabía más que nada que hubiera hecho lo que hubiera hecho ,su infancia junto a Jojo fue muy linda especialmente gracias a su presencia –Ya sabes, como los típicos amigos, travesuras y eso , solía escapar mucho de casa para venir a la mía, realmente lo entendía, a mí me hubiese gustado la cantidad de hermanas que él tuvo …quizás hasta hoy no lo entiendo pero el punto es que nuestra amistad llegó incluso a por así decirlo “mayores”- se procuró de remarcar la última palabra con un tono un poco más intenso -¿Sabes? Los niños a veces se confunden mucho y se podría decir que mis hermanos mayores eran un ejemplo de eso; solían golpearme mucho e incluso si es que estaba a su alcance hacían lo mismo que Jojo de cuando éramos niños y es algo que hasta hoy entiendo que no fue nada más que un error y…
-Oncie, eso es horrible, nunca me habías contado algo como eso.
-Tranquilo, como mencioné anteriormente no fue más que uno de los errores que cometemos cuando niños-hubo una pausa incomoda entre ambos mientras buscaban la forma en la cual continuar –Entonces ,una tarde en la que pasó “eso”…-continuó Oncie-traté de protegerlo como normalmente lo solía hacer, después de todo entre los dos yo era el mayor y tenía ansias de protegerlo pero él hizo algo que tal vez no calculó bien, al parecer él tomó de donde pudo unas tijeras y trató de hacer lo mismo que yo hacía siempre con él, protegerme ; y nada más ni nada menos que agrediendo a mis hermanos de una forma que si bien no fue muy seria mi madre se encargó de hacerla así; por más que le tratase de convencer que le podía pasar a cualquiera el no paraba de llorar y tan solo fue cuestión de tiempo para que nos alejáramos pero…
-Once…
-Solo era un niño, no sabía distinguir entre el bien y el mal y no creo que haya que discriminarlo por lo mismo, ya sabes.
Greed simplemente no pudo más para balancearse donde su pequeño y abrazarlo con ternura; era lo máximo que sentía que podía hacer por el momento, aunque sus verdaderas intenciones fusen preguntarle decirle “¿No crees que sería peligroso que salieses de casa con ese chico afuera?” con después de todo lo que habían pasado anteriormente.
-Bueno, creo que se me hace tarde…
-S-si…
-No tienes por qué preocuparte, como te lo dije anteriormente puedo…
-Está bien amor, no tienes por qué excusarte, confío en ti.
-Entonces…adiós.
Una nueva despedida que si quiera duró unos segundos se redujo a mucho menos que a eso para el joven empresario el cual hasta el momento se encontraba impactado ¿Por qué hasta el momento no le había contado algo tan serio como eso?
Once, al entrar en clases no pudo sentirse más nervioso y mucho menos al momento de su presentación en la cual no pudo evitar el sofocarse ante la presencia de tantas personas, empezando con su nombre y terminando con risas acompañado por sus compañeros para posteriormente ocupar un asiento que se ubicaba exactamente en medio del salón y mientras apenas tomaba asiento recibir un pedazo de papel arrugado que no tardó en abrir.
¿Me recuerdas? Acaso podría ser…
Sin duda alguna podía distinguir esa sonrisa que destacaba al dar un rápido vistazo a sus compañeros de clase, sonrisa a la cual no pudo evitar corresponder.