Esta vez el pelinegro no dijo nada y simplemente siguió mirando su hoja, esperando terminar todas las preguntas más necesarias, si así podía decirlo.
—¿Cosa que te gusta hacer en tus tiempos libres? — preguntó sin la mayor interés a lo que había dicho. De respuesta sólo recibió un risa entre dientes y al no escuchar una respuesta por parte del moreno, comenzó a escribir de manera rápida sobre el papel.
—Le gusta los puros y son dos por día — habló en voz alta, esperando que el moreno escuchara y así mismo, pasó a la siguiente pregunta.
—¿Puros y dos por día?, vaya, recién hablamos y es como si ya conocieras una parte de mi vida— comentó el moreno con esa sonrisa entre sus labios, SeHun soltó un pequeño suspiro y volteó su rostro para poder ver a JongIn quien a su vez se acomodaba en su asiento y cruzaba sus manos por detrás de su nuca, mientras observaba a la pizarra. — ¿Duermes desnudo?
El alto, sintió por un momento que sus mejillas se tornaban de color carmín, ¿en qué momento había ocurrido aquello?, carraspeo y frunció el ceño para poder concentrarse en lo que hacía— Esto no se trata de mí, estamos hablando de ti, así que por favor, ayúdame a terminar esto de una vez.
—Sehunnie, Sehunnie, veamos, quieres entrar a una Banda pero sabes que no estás listo para eso, segundo eres una persona sumamente que quiere controlar todo pero al no poder lograrlo te desesperas.
—No, eso no es cierto — mintió, aunque sabía que todo aquello que el moreno había dicho era cierto.
—Sé que no era una persona que duerma con la luz apagada y que sueles tener pesadillas, tu grupo favorito si no me equivoco es Deftones, ¿cierto? — Esta vez el pelinegro se quedó prácticamente con la boca abierta, ¿cómo es que el moreno sabía todo aquello?, a menos que él lo haya estada espiando o le haya preguntado a alguien — No, no es cierto — volvió a mentir.
—Vamos, SeHun, te gusta la Literatura y piensas postular a una de las mejores universidad pero sientes que no estás preparado tampoco para ingresar en ella. — Bien. SeHun ya comenzaba a asustarse por todo lo que el castaño comenzaba a decir sobre su vida privada, tan sólo pensaba que JongIn haya preguntado a Baekhyun, sí, esa era la única solución.
— ¿Tú como sabes todo eso, eh?
—Tu vida no es tan privada como crees.
Genial, lo sabía, eso era lo único que el tipo tenía que decir.
—Pero pude sacar tu grupo favorito por la manera que vistes. — Nuevamente esa estúpida sonrisa se posó entre sus labios.
—No te creo, entonces yo diría que chicos como tú tienden a escuchar a Disturbed o Likin Park — Dijo el pelinegro mientras paseaba el ápice de su lengua por su labio inferior.
Esta vez JongIn desvió su mirada hacia otro lado y se encogió de hombros sin darle mucha importancia al asunto, mientras movía su cabeza de un lado a otro.
—Quizás sí, quizás no.
El sonido de la campana hizo que SeHun abriera un poco sus orbes, ¿Acaso….acaso la clase ya había acabado?, miró a su hoja con sólo tres preguntas respondidas y le faltaba más de la mitad, no, no podía presentar ese tipo de trabajo, desaprobaría ese semestre y es que necesitaba los puntos. De un momento a otro notó a JongIn levantarse de su asiento y tomar sus cosas con total tranquilidad para después dirigirse hacia la puerta del salón.
—No, No…¡ JongIn, regresa!, maldición. — El pelinegro tomó sus cosas con rapidez y trató de seguir a su nuevo compañero, lo vio en ese momento, caminando de una forma relajada, con unos tejanos y una polo color negro la cual tenía estampando unas letras chinas a un lado.
—¡JongIn, joder… hazme caso! — en ese preciso momento, se detuvo y dándose la medio vuelta volvió a acercarse hasta donde se encontraba el blanquecino, tomó una de sus manos y con un lapicero negro, escribió unos números para así sonreírle y darse la vuelta otra vez. SeHun miró la palma de su mano y frunció el ceño, no, no pensaba llamarlo, le diría al entrenador que lo cambiara por otras personas.
—No pienso llamarte, no lo haré,¿¡Entendiste!?, ¡No lo haré! —Gritó en voz alta, captando la atención de sus demás compañeros del aula.
—No te preocupes, tengo cosas más importantes esta noche. —le quiñó un ojo y terminó por desaparecer entre la multitud de los demás alumnos que salían de diversas aulas.
Baekhyun se acercó hasta donde se encontraba su amigo y ladeo un poco su rostro mientras comía una barra de cereal y soltaba un silbido — Vaya, vaya, ¿ese es tu nuevo compañero de asiento,sehunnie?
—No, ya no lo será, le diré ahora a Donghae que ese tipo me da miedo y que tiene una enfermedad, no lo sé.
—Veremos si es que te hace caso, para esas cosas tienes que tener corona y lo sabes.
Un gruñido y un leve asentimiento fue lo que el menor hizo ante el entrenador, por sus adentros trataba de contralarse, no iba a malograr su reputación por un simple berrinche que estaba haciendo. Nuevamente asintió y con una pequeña sonrisa un tanto fingida se retiró del aula, Baekhyun lo esperaba afuera como siempre y al salir lo encontró con el móvil en la mano, lo cual ya no era nada de otro mundo, ya que ese aparato era como su vida.
— ¿Y?,¿Te libraste del tipo ese?
—Ni una maldita palabra de eso, Baekhyun.
—Uy, pero que ánimos, amigo, ya, cálmate, sólo es un simple trabajo no es que te vayas a quedar con él siempre, ¿no? — mencionó el rubio mientras caminaba con la vista en el móvil y se dirigía hacia las fuera de su universidad.
Los minutos pasaban y Baekhyun seguía manejando su Audi R8, al menos SeHun tenía su propio chofer para poder llevarlo a su departamento que quedaba en medio de la ciudad. Se mantuvo calmado, despejando su mente del “Chico de la sonrisa estúpida”, sí, así lo había llamado y miró su mano de reojo, sus ojos se cerraron y mordió con suavidad su labio inferior a la vez que volteaba a ver a su amigo — Baek… ¿Crees que si no presento el trabajo, repita el semestre? — El rubio ladeo un poco su rostro y movió sus labios de un lado a otro para así ir deteniéndose delante del edificio del menor — Por el momento no creo que repitas, además eres uno de los que tienen unas notas altas en la uni, pero esos puntos si valen mucho y créeme que Donghae no te dejará en paz. — El menor suspiró y simplemente movió su cabeza en forma de afirmación para así disponerse a salir del coche — Bueno, nos vemos mañana y ven a recogerme, mamá no vendrá hasta dos días después — Baekhyun se despidió del pelinegro y desapareció de su vida mientras que el alto se dirigía hacia la puerta de su departamento.
—Bien, por fin en casa, al menos aquí estaré tranquilo, ven aquí, Pequeño travieso — Acotó entre risas mientras tomaba entre sus manos a su nueva mascota, un pequeño Doverman, el cual se movía desesperado entre sus brazos, sus pasos se dirigieron hacia la puerta de la cocina y bajó con cuidado al pequeño cachorro hasta dejarlo sobre el suelo y tomar su plato para colocar en ellas sus croquetas junto con su pequeño plato de agua — Provecho, Hachi, ahora tengo que comer yo — por su parte sólo tomo dos rebanas de pan de molde junto con una jamonada, queso y un jugo de naranja, la idea de que la “Super dieta” de Baekhyun funcionara, era simplemente porque las ganas de comer mucho no era lo suyo.
Miraba una y otra vez ese número que estaba en su mano y las horas pasaban y su maldita hoja seguía en blanco, necesitaba esos puntos y los tendría cueste lo que cueste, por lo cual tomó las llaves de su departamento, un poco de dinero, anotó ese número en su móvil y lo tomó tres veces aire antes de que lo llamara.
—Diga.
—¿Dónde estás? — Preguntó el pelinegro mientras salía de su departamento.
—Pensé que nunca llamarías.
—Cambio de planes, a veces las cosas pueden salir mal.
—El Arcade de Bo. No es tu tipo de sitio a la cual suelas frecuentar.
—Entonces hagamos la entrevista por el teléfono, tengo justo una lista de preguntas que hay que… — al menos así no ya saldría, pero el sonido del que la llamada había finalizado hizo que alejara aquel aparato de su oreja y mirara la pantalla. Lo iba a golpear cuando lo vea, sí, eso era lo que iba hacer. Tomó el bolígrafo de la pequeña mesa y en su pequeña hoja que aún seguía sin terminar puso en la primera línea, “cretino” y en el siguiente reglón, “Fuma puros y morirá de cáncer al pulmón”, y esperaba que eso sucediera de una vez. Salió de su departamento para así tomar su coche, el cual no solía usar ya que su madre le tenía prohibido y al menos era un Audi color negro, no tan rápido como el que Baekhyun tenía pero podía trasladarlo a cualquier lado que quisiera. Una vez que estuvo en el coche, apretó con fuerza el volante del coche y cerró sus ojos, contando hasta 3, tenía dos opciones, bien era inventarse todo sobre JongIn o segundo era ir hacia donde se encontraba ese idiota. La segunda opción no era para nada tentadora , abrió sus orbes y rebusco entre los papeles que tenía al lado el mapa, no conocía mucho la ciudad y busco en ella, ese lugar hasta que lo localizo y salió por la cochera y dirigirse hacia su próximo destino.
Las calles se hacían más oscuras y esa parte de sitios no era a las que solía frecuentar siempre, dejó estacionado su coche en medio de dos edificios abandonados ya que al menos ahí nadie lo tocaría. Salió del vehículo y camino unas dos cuadras más hasta que localizó aquel local, ya que tenía en letras grandes “ EL ARCA DE BO, LOCO PAINTBALL Y LA SALA DE BILLAS DE OZZ”, pinturas obscenas aparecían en las paredes del local y respiró profundo para así acercarse hasta la puerta del ver un tipo con barba abundar casi todo su rostro.
Tuvo que pasar la pequeña fila que se había formado y hasta que por fin le era su turno.
—¿Crees que tienes la edad suficiente para ingresar a este lugar?
—No vengo a jugar, estoy buscando a una persona— Dijo el pelinegro mientras observaba el interior.
—Si quieres ingresar por delante de mí, debes pagar — Habló en un gruñido mientras sacaba la tabla de los precios y suspiró aliviado de haber llevado un poco de dinero y es que 15 dólares era lo que costaba para poder ingresar. No tenía efectivo, bueno no esa cantidad.
Miró una vez más al tipo de barba larga y miró a ambos lados mientras guardaba sus manos en los bolsillos de su polera azul.
—Sólo dame 5 minutos y si no salgo en cinco minutos te pago— acotó el pelinegro.
Bien, era ahora y nunca, corrió a los adentros del local , buscando a ese idiota, sólo podía ver a personas de edad un poco avanzada y uno que otros chicos con un cuerpo bien formado. Los pasos del tipo del mostrador se escuchaban detrás de él y SeHun volteo un poco su rostro y lo vio él, siguiéndolo, sus pasos se hicieron más rápidos y al no ver a JongIn en el salón principal, se dirigió hacia al salón del sótano ya que ahí podría encontrarlo.
“Hey, detente ahí, mocoso”; dijo el señor barbudo y casi gordo detrás de SeHun.
Si el pelinegro lo encontraba, de seguro lo iba a matar y esperaba que fuera pronto, bajó las escalera y pudo ver que sólo había mesas de Poker y de billar, el humo a tabaco nublaba su vista. JongIn se encontraba estirado sobre la mesa, haciendo un tiro un poco complicado.
—¡JongIn! —Gritó SeHun.
Justo en ese momento que el alto grito, el moreno lanzó hacia adelante su palo de billar clavándolo en el tapete. El castaño justo en ese momento alzó su mirada, encontrándose con el pelinegro ahí, SeHun aún no podía descifrar esa mirada que el moreno le daba, ¿acaso era de curiosidad o de asombro?
El tipo del mostrador posó en uno de los hombros del alto, seguido que recibió un pequeño golpe en su mano, se alejó de este mientras el barbudo intentaba llevárselo hacia la salida.
—Arriba.Ya.
En los labios del JongIn se formó una pequeña sonrisa de burla y eso hizo que SeHun sintiera ganas de darle una buena bofetada por idiota.
—Déjalo, viene conmigo.