Mi cuerpo temblaba bajo las sábanas. Ya había pasado una semana y aun así no podía dejar de pensar que en cualquier momento, Kai atravesaría mi puerta por la noche y me pediría entregarle mi virginidad.
¿De dónde sacaba eso?
De ese asqueroso beso que me había dado, el cual no sólo había sido un leve rose. No. El maldito tenía que haber metido su caliente lengua hasta mi garganta y sus manos tomado mi trasero como si fueran pelotas en vez de carne. Carne, que en ningún momento de su puta vida quería que fuera de él.
Desde ese día, el me perseguía y me obligaba a hacerle el desayuno y lavarle la ropa. Disfrutaba gritarme o regañarme con descaro en la sala de prácticas o verme enojado cuando me obligaba a hablarle. A veces era para contestarle y otras tenía que comenzar la conversación yo mismo.
Todos se mostraban felices, Suho y Xiumin pensaban que habíamos hecho las paces después de años y que al fin nos daríamos la oportunidad de ser grandes amigos. Sí claro, como si me encantara hablar con un niño que me tenía amenazado con contarle todo a Chanyeol. Sin embargo, entre toda esa miseria las cosas en el grupo mejoraron.
Al ver que Kai y yo, de la nada nos “llevábamos bien”, todos recobraron fuerza para sonreír y hacer las cosas bien. Eso de alguna forma me hacía sopesar mí no-relación con Kai e incluso me impulsaba a aparentar con ganas de que todos lo creyeran. Si con eso, todos recuperaban esperanza, entonces al diablo mi orgullo, estaba dispuesto incluso a sonreír o carcajearme de cualquier estúpidez que el niño quisiera decir.
También había dado un resultado sorpresivo que me hacía sentir en el cielo. Chanyeol molesto. Chanyeol al ver que no era el único que ahora me robaba carcajadas, se alejó de Baekhyun y comenzaba a buscarme más. A veces me tomaba de la mano al caminar y lo más impactante, me besaba. Me besaba las mejillas, los ojos y la frente. A veces jugando, a veces con cariño y aunque sabía que no lo hacía con amor, era un manjar de sentimientos e ilusiones que se corrían por mi cuerpo y rostro, no podía evitarlo. Un beso de él era el cielo para mí.
Kai se había dado cuenta de ello y sin embargo, no había dicho nada. Podía ver en su rostro la rabia prenderse como fuego cada vez que Chanyeol me hacía reír o me rosaba la cara con sus manos gigantes pero suaves. Pero, yo no entendía, no comprendía porque tantos celos y porque tanta hambre de dominarme. De la nada saltaba a mi vida y me proclamaba como suyo, como si yo fuera un juguete apenas comprado o algún sumiso que debía acatar las órdenes de su amo.
***
Me desperté y me alarmé al ver mi rostro. Ojeras enormes adornaban mis ojos, hinchados como globos sobrellenados de aire que con tan sólo un pequeño rose explotarían. Debido a que mis comidas ahora se veían arruinadas por la presencia de Kai, mis mejillas habían perdido su forma redonda e incluso se veía un poco de hueso en vez de suave piel.
Grité al verme simplemente demacrado. Bajé más temprano de lo normal, debía comer bien quisiera o no porque odiaba verme como el día de hoy me veía. No me sentía bien al ser el único gordo del grupo pero aun así, prefería estar gordo que demacrado.
Hice unos huevos con tocino, una ensalada de frutas y una malteada de chocolate. Calorías, mi cuerpo necesitaba calorías.
-Buenos días- su voz se había estrellado contra mi cabello y sus manos se habían escurrido, hasta quedarse en mi estómago bajo pero lo suficiente alto como para no tocar cosas ajenas- ¿Qué me hiciste de desayunar hoy?- intenté zafarme de su agarre pero lo único que logré fue que me apretara aún más, haciéndome sentir incómodo- Kyungsoo, te siento más… delgado, ¿Estás haciendo alguna estúpida dieta?
-Suéltame Kai- dije golpeando con mis codos su caja torácica obligándolo a soltarme- y sí, estoy más delgado por eso tragaré hasta estar de nuevo gordo como una ballena.- Su risa se escuchó con ganas y se sobó el estómago al sentirse escaso de aire.
-¿Gordo?- dijo incrédulo- ¿Enserio dijiste GORDO?- lo ignoré mientras separaba su porción de la mía la cual era casi lo doble que lo que le había dejado. Tomó sus platos y su vaso de malteada y se sentó frente a mí- Kyungsoo, tú no estás gordo y jamás lo estuviste- sin mirarme siguió hablando mientras se llenaba la boca de comida- No eres delgado sin chiste que es diferente- se detuvo para partir uno de sus huevos y comérselo en silencio- Es más, tienes buen cuerpo, uno sexy- dijo mientras seguía comiendo sin parar y al sentir su boca repleta de comida, bebió de su malteada- y esto esta delicioso- de nuevo comenzó a llenarse la boca.
Me quedé perplejo. Él estaba frente a mí, sin playera mostrando un torso que hacía chillar a cualquier mujer mientras que yo tenía pequeñas lonjas. Sus brazos tenían forma de cheetos mientras que los míos sólo eran flácidos y blancos. Su piel era bronceada y sexy mientras que la mía blanca y sin chiste. Y él me había dicho SEXY. Me había alagado y casi me aplaudía por el sabor de mi comida.
-¿Me alagaste?- pregunté estupefacto. Él solamente se rascó los ojos, demostrando que no hace mucho se había levantado y probablemente se sentía aun somnoliento.
-He estado pensando- comenzó a hablar- Tal vez pueda recompensarte, ya sabes haces todo lo que te pido- entrecerré los ojos por su descaro, ¿Me estaba tratando como una mascota?- y CASI no rezongas- dijo apuntándome con su tenedor- Creo que te mereces una pequeña recompensa
-Kai, ¿Qué me puedes dar tú que yo no tenga?-sinceramente estaba disgustado, ¿recompensa? Ese niño estaba loco
-Baile-contestó sin rechistar y llenándose la boca con lo último que quedaba en su plato- Cuando te regaño en los ensayos no es sólo para fastidiarte- acercó su tenedor y comenzó a picar en mi comida, así que ahora los dos comíamos del mismo plato- Kyungsoo tienes un buen trasero y una cadera redondita- vi como sus ojos devoraban mi cuerpo, así que puse mi tenedor sobre su piel y lo pique con éste, ¿Cómo se atrevía a hacer y decir eso?- Pero cuando bailas pareces un tronco. O sea sí, las coreografías que no impliquen pasos sexys las haces bien pero las que no, das ganas de llorar. No es posible que yo, teniendo menos curvas que tú, me sepa mover mejor
-Kai, eres el bailarín principal-dije recordándole e ignorando las ya tres veces que alagaba mi cuerpo gordo.
-Como sea, puedo enseñarte… incluso puedo regalarte un poco de sensualidad, ya sabes, a mí me sobra- dijo mordiéndose su grueso labio inferior y guiñándome un ojo, presumiendo su cierta facilidad de demostrar sensualidad- También podría quitarte alguna de tus tareas, aunque aún no sé cuál- se tomó el sobrante de su malteada y sin volver a mirarme, se levantó de la silla. Al estar a punto de salir de la cocina, dijo:- Iré a bañarme, por si quieres acompañarme
Mi piel se erizó pero al escuchar su risa burlona me enojé. A ese niño le encantaban las bromas pesadas y no sentía ni un poco de pena cuando lo sorprendía mirarme con hambre.
Por eso todas las noches dormía ya tarde, tenía miedo de que entrara por mi puerta y aunque la cerrara con llave, que tocara obligándome a abrir. Después de todo, yo era prácticamente su esclavo y no podía negarme a nada o Chanyeol descubriría mi secreto.
***
Estábamos a punto de terminar de ensayar. Love me Right era una canción muy divertida pero de brinco en brinco y con tanto movimiento, era imposible no cansarse. Además Kai era un adicto al trabajo y nos seguí diciendo “una vez más”. Esta vez, se me había olvidado contar cuantas de sus “una vez más” llevábamos.
Sentí una mano tomar la mía y al voltearme me encontré con esa hermosa y grande sonrisa. Me dejé llevar a una de las esquinas del salón, alejándonos de todos incluso sin importarme que con el gran tamaño de Chanyeol, el movimiento era visto por todos.
-¿Qué sucede?-pregunté risueño mientras él me abrazaba por detrás, sin soltar el agarre de nuestras manos
-No, más bien, ¿Qué sucede con Jongin?- me tensé al escuchar aquello, ¿Chanyeol, MI Chanyeol, estaba celoso?- No me gusta tener que compartirte, ya no estás ahí a mi lado. Siempre se nos pega como chicle o si no, te devora como si fueras de su propiedad y yo no tuviera permiso para estar contigo
-Son alucinaciones- dije riendo y sintiendo algo explotar dentro de mí, Chanyeol estaba celoso, Chanyeol estaba celoso POR MI
-Lo digo en serio. Ahora él siempre está contigo, me siento olvidado. ¿Es que ya no me quieres?- su boca se unió a mi oreja y suavemente susurró:- Porque yo te quiero mucho Pororo- sentí arder mis mejillas. En ese momento me sentí un pavorreal listo para abrir sus alas y mostrar sus maravillosos y alegres colores. Chanyeol podía hacerme sentir así, aunque siempre durara poco- Mira cómo te mira- mis ojos buscaron y fácilmente encontraron a un Kai que nos veía irritado.
Con sus ojos fácilmente gritaba que fuera liberado de los brazos de Chanyeol y yo reí, sonreí con sorna porque aunque a él no le gustara, yo estaba perdidamente enamorado de Chanyeol
-¡Último ensayo!-gritó Kai tensando la mandíbula claramente enojado por mi mirada. Así que ensanché más la sonrisa y sin dejar de mirarlo, besé una de las manos de Chanyeol- ¡AHORA!- gritó aún más fuerte
Chanyeol me iba a soltar pero no se lo permití y caminé hacia el centro con él pegado a mi espalda y antes de comenzar el ensayo, me puse de puntitas para besar la frente de Yeol. ¿Kai pensaba que era mi dueño? Perfecto, yo le demostraría lo contrario.
El último de tantos últimos ensayos se hizo con un Chanyeol gracioso que por ratos bromeaba conmigo y comenzábamos a bailar como pulpo cada vez que se daba la oportunidad. Al final, todos estaban riéndose de nosotros pero no me importaba, quería que Kai se sintiera celoso. Yo no le pertenecía a él, mi alma y corazón eran de Chanyeol y sólo de Chanyeol. Tosió tan fuerte que todos lo escuchamos, sin más se puso al frente y me miró serio, declarándome la guerra.
-D.O creo que deberías quedarte a ensayar conmigo, te fallan unos pasos- su voz sonaba normal, estable e inocente. Como cualquier lobo escondido en la piel de una oveja- ¿Nos dejarías Suho?
-¿Y eso por qué?- Chanyeol me sorprendió con su voz un poco fuerte y molesta- ¿Por qué debes quedarte solo con él?- mis mejillas ardieron y me obligué a mirar el suelo al sentir la mirada de Baekhyun en mí, claramente esa reacción de su novio no le había gustado
-Yeollie, ¿De qué hablas?- dijo Suho tratando de calmar el ambiente- Se quedaran a ensayar, Jongin piensa que a Kyungsoo le falla un paso. Tan sólo está pidiendo permiso para ensayar más tiempo, ¿Qué tiene de malo? Yo creo que está bien… chicos vámonos
-Yo también me equivoco, ¿No debería quedarme también?- Kai en respuesta gruñó por lo bajo pero nadie lo escuchó ya que Baekhyun estalló en gritos recriminándole a su novio sus reacciones- Me quiero quedar Suho
-Tú, no te vas a quedar- no lo dijo, pero por cómo me veía sabía que se tragó un “Con él” y tomando el brazo de su novio, se lo llevó a rastras. Dejándome solo, con el lobo que poco a poco se quitaba la piel de oveja falsa Kai esperó unos cuantos minutos, pero al ver que nadie regresaría por esa puerta.
Sonrió de lado y me fulminó con la mirada más terrorífica que le había visto. -DO Kyungsoo, ¿Hace unos minutos me estabas retando?- sentí mi cuerpo temblar y tragando con fuerza negué- ¿En serio? porque yo creo que lo hiciste- comenzó a caminar hacia mí y lo único que pude hacer fue caminar hacia atrás.Kai me paralizaba porque él era capaz de todo. Él podía fácilmente pedirme sexo y yo tenía que aceptar o sino Chanyeol se enteraría de mi más grande secreto- Tú sabes que siempre te observo- sus pasos eran pequeños convirtiéndose en una tortura para mí- Sabes que soy como un cuervo y sin embargo no te importó ser tocado por él frente a mí- casi caí hacia atrás pero mi cabeza rebotó en la pared. Ya no había más por donde caminar, estaba a su merced- y tú me retaste, porque eso es lo que hiciste, ¿cierto? Apenas estuvo cerca de mí, sus manos tomaron con brusquedad mi cadera. Sus dedos apretaban sobre la tela, como si estuviera imaginándose como sería mi piel sin ella.
-Yo…- realmente no sabía que decir, él tenía razón. Chanyeol me hacía sentir genial y por eso me había atrevido a retarlo. Pero ahora sin ningún Chanyeol de por medio mi cuerpo tiritaba y mi garganta se sentía tan seca y rasposa que las palabras difícilmente salían- Lo… lo siento
-Demasiado tarde- se relamió los labios, haciéndome tragar saliva con fuerza- No quiero que vuelvas a hablar con él- el aire salió con fuerza por mi boca
-¡¿Qué?!- chillé. No, eso no, Chanyeol hace minutos me había pedido atención porque seguro extrañaba poder hablar conmigo sin Kai de por medio. Yo no podía alejarme aún más de él. No. Yo NO lo quería hacer- Por favor, no. Te lo suplico, te lo suplico Kai- mi cuerpo fue golpeado contra la pared haciéndome sentir dolor en mi cuello y espalda
-Mi nombre no es Kai, Kyungsoo. ¿Tanto te cuesta llamarme Jongin?- no entendía porque decía eso, ¿Qué importaba como lo llamaba?- Sabes que te deseo- siseó recorriendo mi cuerpo con la mirada
Sus manos subieron la tela de mi playera hasta el cuello y comenzaron a pellizcar mi piel. Sus ojos miraban sus manos y mi piel blanca con fascinación, pude escuchar un gruñido escurrirse por sus labios y entonces pasó algo que no me esperaba. Gemí, gemí tan fuerte que mis mejillas ardieron con fuerza. Me sentí mal, no podía ser que sus manos me hicieran gemir incluso si su roce era eléctrico y cálido. Él era Kai y yo no podía sentir deseo por él.
-No, no lo hagas. Por favor- rogué con la voz completamente afectada. Mi cerebro y corazón me gritaban que eso estaba mal pero mi cuerpo jamás tocado me hacía suspirar y hablar entre susurros necesitados.
-Entonces no vuelvas a hablar con él- sus labios estrellaron húmedos y sedosos besos por mi torso antes de que se concentrara en uno de mi pezones haciéndome chillar- Elige entre él y tu virginidad Kyungsoo, elige rápido antes de que te robe ambos.
Mi cuerpo tembló y yo apreté los labios para callar cualquier gemido. Sus labios eran tóxicos sobre mi cuerpo, mi pezón cada vez se endurecía aún más y yo cada vez me sentía más mierda. Amaba a Chanyeol, no podía estar disfrutando lo que Kai me hacía, era imposible. Tenía que encontrar una manera. No quería entregarle mi virginidad a alguien que no amaba y tampoco estaba dispuesto a alejarme de Chanyeol. Pero yo no sabía nada de Kai, no había algo malo con lo cual amenazarlo y tampoco algo bueno que me ayudara de alguna manera. Lo único que sabía era que era un niño con ganas de jugar al hombre dominante.
-Kai, estás equivocado en hacer esto- dije lentamente mientras sus manos tocaban mi espalda y bajaban hasta mi trasero- Estas confundido, ¿cierto? El KaiSoo no existe, ¿sabes? Lo que hacemos en los escenarios no es real, yo no te amo y tú no me amas- de repente sus manos golpearon la pared justo al lado de mi cabeza asustándome
-¿Crees que estoy confundido? ¿Esa es la única respuesta que le das a mis actos?- sonrió con sorna y exhaló sobre mis labios- Tú no sabes nada de mí Kyungsoo, absolutamente nada así que no me hables como si me conocieras
-¿Por qué me odias?- quería tiempo para pensar en cómo salir de esto, así que necesitaba seguir con la estúpida plática de “te odio y tú a mí”
-Y de nuevo hablas como si me conocieras- su mano derecha apretó mi mandíbula obligándome a verlo a los ojos- Métetelo en la cabeza, tú no sabes nada de mí. Cierto que no te soporto desde el día en que nos conocimos, cuando me miraste como si fuera poca cosa para ti y eso…
-¿Por cómo te miré?- lo miré estupefacto y entonces al mirar su rostro sin respuesta, reí con sorna hasta que lágrimas salieron por mis ojos- ¿Por eso me odias? ¿Por una simple mirada? Eres un niño Kai, ¿Es por eso que haces esto? ¿Sentirse superior a alguien que no es capaz de defenderse por sí solo, te hace sentir hombre?- vi como su puño subía en el aire y aparentando no tener miedo le mostré mi rostro, retándolo a que me golpeara pero no lo hizo. Sus manos me tomaron del cuello y me acercó peligrosamente a su rostro.
-No hables como si me conocieras desde hace tiempo Kyungsoo. Antes de que entrara a esta empresa, tú no me conocías y no sabías nada de mí. Tú no sabes lo que me costó llegar a donde estoy, así que cállate antes de que te rompa la cara sin piedad- tragó saliva y me miró con ojos cristalinos. Había tocado una fibra de la vida personal de Kai y eso no me enorgullecía porque a pesar de que él me torturaba con Chanyeol, él nunca se burló de mis demonios personales. Incluso me había elogiado cuando le dije que me sentía gordo. Me había dicho sexy a mí, a alguien que le faltaba autoestima- Y yo no te odio, eres irrelevante para mi Kyungsoo. No eres tan importante como para perder tiempo de mi vida odiándote. Tienes un buen cuerpo que me encantaría perforar con mi virilidad, sólo eso- se calló como si quisiera asegurarse eso a él mismo y no sólo a mí- Solamente eres un deseo carnal, un cuerpo en dónde descargar mi energía. Verdad o no, me había dado la respuesta.
-¿Y entonces por qué no lo haces durar?- dije tanteando el ambiente y pensando en mis siguientes palabras- Elijo a Chanyeol pero, ¿Por qué no disfrutar más lo que tanto quieres?- tragué con fuerza y entonces lo escupí:- Juguemos Jongin, te invito a jugar- su rostro era tranquilo pero sus manos viajaron de nuevo a mi cadera, demostrándome que había mordido el anzuelo- Hazlo durar, apenas pasaron dos semanas y ¿Ya tan pronto quieres mi piel?- mordí mis labios, no me quedaba el papel de chico sensual y me sentí soso al decir eso pero si podía hacer que mi tortura fuera menos y que mi virginidad se quedara más tiempo conmigo, jugaría al chico deseado- Hazlo lento, hoy puedes jugar conmigo cinco minutos. Cada vez que quieras jugar, se agregarán cinco más. Hasta que logres el premio mayor
-¿Tan idiota me crees, Kyungsoo?- sus carcajadas me taladraron y perforaron el corazón. Había gritado victoria muy pronto y el pez, no estaba pegado al anzuelo- ¿A caso crees que si tardamos más tiempo, podrás entregarle a Chanyeol tu virginidad? ¿Eso es lo que quieres lograr con esto? ¿Sueñas con que él deje el trasero de Baekhyun y venga corriendo a ti? Oh, ya veo. Mueres porque sus enormes manos jueguen con tu cuerpo y sea él, el primero en entrar en ti, ¿Cierto?- nada de eso era cierto y sin embargo, mi corazón estaba destrozado- ¿Te pusiste a pensar que podía jugar contigo y luego pedirte jugar otra vez y otra y otra y otra más hasta llegar a una hora? En una hora puedo entrar en ti y hacerte mío, ¿Sabes?- sentí como las lágrimas corrían por mis mejillas, Kai estaba destrozándome y no le importaba si me rompía- Pero perfecto, juguemos. Juguemos Kyungsoo y propongo una regla. No jugaremos dos veces el mismo día y ¿Sabes qué es lo mejor? Aunque me tarde un mes en llegar a la maldita hora, jamás, jamás podrás entregarle tu virginidad a Chanyeol
Lo empujé lejos de mí y escurrí mi cuerpo hasta llegar al suelo. Abracé mis piernas hasta juntarlas a mi pecho y lloré. Lloré tan fuerte y a gritos que sentí rasgar mi garganta.
Vi a Kai sentarse en el suelo y recargarse en el espejo. Él también lloraba, pero mientras yo lloraba con todas mis fuerzas y berreando tan fuerte como podía. Él se mordía los labios y temblaba mientras lloraba en silencio. Y por más surreal que fuera, me puse a pensar en el por qué.
Tal vez yo lo había roto también cuando me burlé de él, tratándolo como un niño. Tal vez él me había dicho eso porque quería hacerme sentir tan roto como él porque a Kai le gustaban los juegos, porque su juego favorito era hacer lo que le hacían y daba lo que recibía. Tal vez él quiso cambiarlo todo esta mañana porque el a diferencia de mí, no me odiaba en serio. Tal vez él se sentía mal al ver cómo era con todos mientras que a él lo ignoraba. Tal vez él odiaba que lo retaran y lo separaran como yo lo había hecho durante tantos años y aun así no me odiaba. Tal vez yo era el que se había equivocado y no me había dado cuenta. Tal vez él hacía todo esto para llamar mi atención, incluso si no se daba cuenta. Tal vez yo debería dar el primer paso para mejorar todo.
Increíble y sorpresivamente, eso hice. Me levante temblando y caminé hacia él. No se dio cuenta ya que mantenía los ojos cerrados.
Tenía miedo de equivocarme pero aun así me acerqué a él y lo abracé. Lo abracé y reconforte como siempre lo hacía con los demás y me sorprendió su respuesta.
-Perdón- dijo mientras sus brazos me apretaban con fuerza a su cuerpo.
Mi mente me gritó “Cuidado, Kyungsoo. Un cuervo te asecha” pero decidí ignorarlo porque aquel cuervo necesitaba atención tan desesperadamente como yo.