Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Unpredictable Love (KaiSoo) por gmel

[Reviews - 30]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicas, ya he resuelto los problemas que me impedían actualizar a tiempo así que espero ya no tardar mucho entre actualización y actualización. Gracias por sus comentarios y pues, a leer :D

Mis brazos abrazaron mi almohada tratando de volver a soñar. Mi cuerpo se sentía libre porque al fin, después de tantos años, me había librado de un peso. Jamás había pensado que podía ser tan fácil resolver el dilema de aquella piedra en mi camino. Piedra que había resultado un carbón, un carbón lo suficiente rico en carbono como para convertirse en diamante.

FLASH BACK

Los dos estábamos recostados en el suelo, con la cabeza recostada sobre el cristal gigante que abarcaba toda una pared del salón de prácticas.

Quería preguntarle porque lloraba hace un rato pero no sabía cómo. Yo no sabía nada respecto al chico, ¿Se enojaría si preguntaba? ¿Acaso me respondería? ¿O es que lo haría enojar tanto como para golpear mi cuerpo ahora contra el cristal?

-¿En qué piensas Hyung?- Me quedé estupefacto al escuchar esa palabra. “Hyung”, así que no contesté- ¿Esta bien decirte así?, “hyung” a todos les digo así menos a ti. Nunca hemos sido cercanos, así que no sé. Aunque ahora tampoco somos cercanos como para que te lo diga, así…

-No me digas así- dije interrumpiéndolo y haciendo que él me mirara con los ojos excesivamente abiertos haciéndome reír- No es necesario, puedes hablarme como siempre lo has hecho, no hay necesidad de los honoríficos. Siéntete confiado de hablarme libremente, aunque sí quiero respeto. Nada de decirme zorra de nuevo, eso dolió- volteé para mirarlo y ahora él era quien sonreía. Asintió al mismo tiempo que cerraba los ojos y entonces yo sonreí ampliamente, sabiendo que mis labios formarían un corazón si sonreía así.

-Quiero mis cinco minutos- dijo para después gatear y colocarse sobre mí dejándome impactado

-¿Cómo? Oye Jongin, con eso no se juega- su mirada no dejaba mis ojos y entonces comprendí que no estaba jugando- ¿En serio? ¿No se acababa si hacíamos las paces?

-No- dijo besando mi frente- Cambiará nuestra forma de llevarnos, trataré de no ponerme celoso y exigirte como mío cuando estés con Chanyeol pero eso no cambia nuestro acuerdo, no señor. Eso no cambiará, sino hasta que todo acabe. Ya sea que tú se lo digas a Chanyeol o que yo consiga mi hora- dijo sonriéndome con una extraña mezcla de dulzura y lujuria en su mirada

-Pero…

-Pero nada Kyungsoo, nuestro acuerdo no se anula hasta que llegue a su fin- su rostro volvió a bajar y mantuvo sus labios peligrosamente cerca a los míos- Quiero mis cinco minutos, deja de mirarme con miedo- dijo y justo en el momento en el que me iba a besar, alcé mi rostro haciendo que sus labios tocaran mi cuello- Uhmm mejor- rió juguetón, haciendo retumbar su risa en mi piel.

-¡Espera!- mi mano bajó hasta mi short y debido a que él estaba sobre mí, sonrió con hambre al darse cuenta de que mi mano estaba muy cerca de su “amigo”- No es lo que crees- dije ignorando su mirada. Busqué en la bolsa de mi short y al encontrar mi celular lo saqué. Busqué y entonces le mostré la pantalla que marcaba cinco minutos exactos- Sonará cuando todo deba acabar

-Ok, si los minutos van a ser exactos a tu petición, también quiero hacer una petición- mordí mis labios pensando en si era buena idea pero si me negaba, los cinco minutos podrían fácilmente ser 20 y Jongin diría que sólo fueron 5. Así que asentí- Quiero que juegues conmigo- lo miré confundido, sino jugaba con él ¿Entonces quién?- Me refiero a que me contestes, quiero que me beses en respuesta, que me toques si lo deseas, que gimas y no te reprimas. Quiero que estés presente y no tener que ser sólo yo el que termine devorando a un muerto- pensé en su petición y aunque no estaba de acuerdo, no dejaría que Jongin jugara con el tiempo. Así que de nuevo asentí- Bien- dijo sonriendo de lado y mirándome a la expectativa

Mi mano tembló, sin embargo y a pesar del miedo, toqué el botón.

Apenas lo hice Jongin buscó mis labios. Primero los lamió, su lengua humeda se posó sobre mi piel e hizo líneas a su antojo con la punta de su lengua. Sus manos se posaron sobre mi cadera y comenzó a apretarle mientras sus labios se unían a los míos. Gracias a su saliva previamente esparcida, el beso era suave y dulce, terriblemente dulce y lento. Poco a poco fue subiendo de intensidad, para entonces las manos de Jongin se habían escurrido debajo de mi short y jugaban con la piel de mi cadera haciéndome reír.

-Me haces cosquillas- dije suavemente, Joging me sonrió y volvió a unir nuestros labios en un beso ahora salvaje haciendo que las cosquillas se convirtieran en electricidad. Sus manos tomaron con fuerza mi cadera e hizo que nuestras intimidades se rozaran con tanta precisión y delicadeza que sentí como las dos comenzaban a crecer. Jongin rió al sentirme despierto y sin pedir permiso, introdujo su lengua en mi boca. Sus labios mordían y succionaban con fuerza los míos. Llevándome por el pasillo del placer. Nuestras caderas eran mecidas con más y más fuerzas y yo tenía ganas de ser liberado de mi ropa que de la nada comenzó a apretar tanto que dolía.

-Kyungsoo juega conmigo- susurró con voz grave en mí oído y entonces gemí, gemí tan fuerte que mi garganta dolió. Contestando a su petición tomé su rostro y hundí mi lengua en su boca.

Sus paredes eran húmedas, su lengua era húmeda, su paladar era húmedo, sus dientes me daban una sensación dura y a la vez era húmeda y lo que ahora se escurría fuera de mi intimidad también era húmedo. Todo era endemoniadamente húmedo y cálido. Ambos comenzamos a sudar y al escuchar como gemía saqué mi lengua de su boca y opté por su cuello. Lo lamí desde su clavícula hasta su oreja y entonces me acordé de lo que él había hecho en el concierto. Besé su oreja y lo escuché bufar tan roncamente que me sentí débil. Quería morderlo, quería morder toda su piel. Me acerqué para morder su oreja y en ese momento el celular sonó.

Me desplomé en el suelo y cerré los ojos. Maldita sea, quería más. “Esto no está bien” quise gritarme pero no podía, quería más. Jongin se acostó sin pena sobre mí y su frente calló justo al lado de mi oído.

-Quiero jugar más- al escuchar eso me reí, me reí fuerte. Yo quería lo mismo y sin embargo reía porque estaba tratando de huir del abismo de la lujuria y volver a la realidad. A una realidad donde yo amaba a Chanyeol y no podía estar disfrutando del calor que me daba otro- No te rías, lo digo en serio. Te traigo ganas- sus brazos recorrieron mi torso y se recorrió lo suficiente como para colocar su rostro en mi pecho. En el camino su rodilla tocó con muchas ganas mi intimidad y un gemido salió por mis labios- ¡Upss!- dijo como si realmente lo sintiera y sin más colocó su frente en mi pecho- No debí haberte escuchado, ahora me duele el pene y no puedo pensar en otra cosa más que en metértelo

-¡Jongin!- grité al tiempo que golpeaba su cabeza

FIN FLASHBACK

Sin poder dormir me levanté para ir al baño. Mi rostro seguía delgado pero al menos ya no había ojeras. Me miré detenidamente, no me veía tan mal con un poco de peso menos, tal vez en vez de preocuparme por engordar de nuevo. Debía seguir adelgazando.

Chanyeol alguna vez dijo que amaba la cintura delgada de Baekhyun. Yo no tenía cintura delgada, todo en mí era gordo. Unos labios gordos, una cintura gorda, una cadera gorda, unas piernas gordas, unos brazos gordos.

Suspiré y preferí huir del espejo para poder hacer el desayuno. Se supone que cuando no querías tu cuerpo, debías ponerte frente al espejo y decir lo que te gustaba de el. Pero yo siempre me veía y decía todo lo que no me gustaba. Yo, Do Kyungsoo odiaba mi cuerpo. Admiraba a Sehun, él tenía un cuerpo esbelto y perfecto mientras que yo era una ballena gorda, gorda, gorda.

Resoplé mientras hacía unos panes franceses y preparaba un café con leche. Sentí que alguien entró a la cocina pero no me volteé porque sabía que era Jongin y probablemente en unos segundos me abrazaría por detrás y me mostraría toda su hombría a punto de explotar al apretarla contra mi enorme y gordo trasero.

Ya había pasado otra semana, sin embargo no habíamos jugado de nuevo. Jongin siempre se aplastaba contra mí o “accidentalmente” mordía mi hombro, suspiraba en mi oreja en incluso una vez se había atrevido a tocarme en el salón de ensayos aunque gracias a Dios nadie vio su mano aplastar con fuerza mi intimidad para después salir corriendo y poner a reproducir la música.

Sentí un tomate cherry ser aventado a mi rostro, sacándome de mis pensamientos. Sentí su líquido y algunas semillas resbalarse sobre mis mejillas antes de caer el suelo y en un instante mi cuerpo hirvió en rabia. Y grité sin voltearme a verlo

-¡Jong…

-Chanyeol- me respondió una voz grave haciéndome girar sorprendido- Mi nombre es Chanyeol, no Jongin- dijo enojado dejándome mudo- ¿Tú y él son novios?- chillé ante esa pregunta, pero no pude ni abrir la boca antes de ser interrumpido- ¿Por eso ahora me ignoras?, mira sé que no debo reprocharte nada porque te hice lo mismo por Baekhyun pero duele que me ignores- abrí la boca pero no pude decirle nada y en cierta forma lo que dijo me enojó. Era cierto, yo le pasaba por alto todas las veces que me ignoraba por ir corriendo tras su novio infiel y ahora él venía celoso y dispuesto a hacerme sentir mal. No señor, eso no era justo- Respóndeme Kyungsoo

-No- dije sorprendiéndolo con mi tono enfadado, nunca durante tantos años me había molestado con él- Pero eso no te da el derecho de juzgarme. No te lo reprocho pero ¿Cuándo te pedí que me dieras atención, cuando estabas con Baekhyun? Yo nunca me puse celoso o al menos no te lo demostré y te dejé estar con él porque sabía que él te hacía feliz. Porque yo me haría a un lado por verte feliz- mi garganta ardió un poco anunciando que pronto las lágrimas se acumularían en mis párpados.

Sin poder soportar más tiempo viendo su cara descompuesta por cómo le había respondido. Me giré y quité el pan que comenzaba a quemarse y puse uno nuevo

-¿Eso quiere decir que él te hace feliz?- sollocé al escuchar aquello. Mi felicidad era Chanyeol, siempre lo había sido y después de tantos años no se había dado cuenta ni del más mínimo gramo de mi corazón. El cuál le pertenecía a él- contéstame Kyungsoo- dijo con una voz suave al darse cuenta que lloraba.

Siempre fueron así las cosas, el jamás se daba cuenta de mi dolor sino hasta romperme al grado de que no podía hacer nada más que llorar incluso frente a él

-No es mi obligación responderte- dije sellando el tema, nunca le había ocultado algo. Jamás le había guardado un secreto aparte de mi amor unilateral hacia él. Pero por eso que no quería seguir hablando. No podía, simplemente no podía decirle que lo amaba. Que mi vida circulaba por ver feliz a alguien que no me amaba y que incluso, ahora me preguntaba si amaba a alguien más.

-Estás preparando muchos panes-Sonreí con tristeza, ese era Chanyeol. Cuando no sabía qué hacer, cambiaba de tema tratando de mejorar las cosas y sin darse cuenta de que sólo huía de ellas y no mejoraba nada- ¿Me estás invitando a desayunar, acaso?- y otra vez, ignoré mis sentimientos y mi dolor con tal de hacerlo feliz

-¿Con miel o con frutas?- pregunté tratando de que mi voz no sonara rota

-Con miel, mucha miel, ya me conoces- asentí y mordí los labios para evitar sollozar.

Minutos después me encontraba en la mesa con un sonriente Chanyeol comiendo con ganas de arrasar con su comida en segundos.

-¿Te gustó?- dije con una sonrisa burlona a lo que él asintió sin poder contestarme con palabras.

-¿Por qué no comes?-dijo viendo mi plato intacto- ¿Esperas por alguien?-dijo socarronamente y me reí. Chanyeol siempre era así, cuando él hablaba todo brillaba y se mostraba feliz porque le tenía la capacidad de mejorar todos los ambientes.

Miré hacia el pasillo encontrándome con Jongin mirándonos con cara de dolor.

-¡Oh, Jongin!- una sonrisa se escurrió por mis labios y lo llamé a la mesa levantándome para preparar su porción- Los quieres con fruta y miel, ¿cierto?- él asintió con el rostro adormilado y se sentó en la silla al lado de la mía- ¿Te duele algo? Te vi hacer muecas hace rato- me senté a la mesa pero aún seguía sin tocar la comida- Si me dices qué te duele puedo buscar algo en el botiquín o puedo ir a la farmacia

-Kyungsoo come- dijo con la voz rasposa y casi en un susurro, sólo audible para mí. Pero si el se sentía mal, debía tomar medicamentos. Hice ademán para pararme pero él de un jalón me regreso a la silla- ¡Kyungsoo come!- gritó dejándome en blanco, ¿Por qué me estaba gritando? ¿Estaba enojado?- ¿Sigues con esas ideas tontas? ¿Acaso piensas matarte de hambre?- su mano bajó hasta posarse en mi muñeca y la apretó como si con esta quisiera hacer unas esposas, obligándome a mantenerme en la mesa hasta que acabe de desayunar

-¿Qué ideas tontas?- preguntó inocentemente Chanyeol viéndonos perplejo

-Nada-dije mirando a Jongin para que no dijera nada pero supe que no lo haría al verlo mirar mi comida y de nuevo a mí

-Kyungsoo cree que esta gordo-su voz era fría y sin sentimiento alguno- ¿No me harás caso? ¿O es que quieres que lo haga licuado y te lo meta con un embudo?- frunciendo el ceño tomé mi tenedor y comencé a cortar y picar comida con la misma mano ya que Jongin no me soltaba.

Una gran y profunda carcajada retumbó en la cocina, al mismo tiempo que sus manos apretaban su estómago. Chanyeol reía. Chanyeol reía con ganas. Se reía de mí.

-¿Gordo?, Oh Dios Kyungsoo, ¿De dónde sacas que estás gordo?- de un golpe se bebió su café y comenzó a recoger para llevar sus trastes al lavabo- Kyungsoo tú tienes de gordo lo que yo de moreno- la mano se Jongin se apretó en mi muñeca al no estar contento con lo que escuchó- Sin ofender Jongin- dijo demasiado tarde- Muchas gracias por el desayuno Kyungsoo, como siempre estaba delicioso. Iré a bañarme y arreglar mis cosas para el ensayo- y sin más salió de la cocina.

-¿Kyungsoo?- dijo Jongin captando mi atención, al no escuchar nada lo miré alzando las cejas y antes de preguntar, agregó:- Llora- apreté los ojos al no comprender el mensaje detrás de su simple palabra- Si te duele, llora. No tienes por qué callarlo- por mis mejillas comenzaron a caer las lágrimas como si esa frase hubiera afectado mi cerebro y ahora siguieran los mandatos de Jongin- Aquí estoy para hacerte sentir mejor- dijo soltando mi muñeca y poniéndose de rodillas en el suelo para después abrazarme con fuerza- Si quieres hablar, también te escucharé. Pero no te lo calles, no tienes por qué seguir callándotelo cuando yo estoy aquí contigo.

Sollocé en su hombro toda la mañana. No hablé, no estaba acostumbrado a eso. Jongdae me apoyaba pero con él normalmente hablaba por mensajes no en persona y cuando hablábamos en persona, yo escuchaba en vez de hablar. Jongin me había ofrecido una oportunidad que nadie me había dado, el habla. Hablar de lo mal que estaba porque así, me sanaría.

Al llegar a casa, corrí a tomar ropa limpia y toallas para ser el primero en tomar un baño. Sentía mi cuerpo entumido y pesado por un día tan ajetreado y lleno de emociones. Todo el día soporté la presencia de Chanyeol y la de Jongin. Uno seguía burlándose porque yo creía que era gordo y el otro lo golpeaba para que se callara, tratando desesperadamente de que yo no me sintiera mal.

Jongin era un enigma. Un libro escrito en braille, imposible de leer por muchos e incomprensible para casi todos. Una parte de mí, quería descubrir lo que había detrás de tantos puntos casi siempre negros y una base blanca. Porque tal parecía que Jongin era eso. Un chico inocente en la base pero tapado por heridas y marcas negativas.

Pero también, una parte de mí me advertía. Era como si me avisara que lo que encontraría pudiera no ser lo que buscaba. Podría ser algo malo e hiriente, algo alterno a lo que me esperara.

Pero, en esta vida ¿Qué resultaba ser como lo esperado? Por ejemplo, yo soñaba con ser cantante pero al entrenarme, descubrí que podría ser bueno actuando y que si yo quería, podía ser reconocido como un buen actor. Jongin podía ser así, ¿No? Él podía resultar ser una persona distinta a la que me esperaba pero eso no decía que eso fuera malo. Además, había decidido acercarme a él y el descubrir cómo era en realidad, era un resultado de eso. Un resultado inevitable y yo tenía que aceptarlo.

Sin pensar más en el tema, cerré el grifo y me cambié. Al llegar al cuarto me tiré a la cama y adormilado me acomodé entre las mantas.

***

No sabía cuánto tiempo había pasado pero el sonido de la puerta al abrirse y cerrarse, sonó incluso entre sueños. Se escucharon pasos presurosos y las mantas correrse cuando algo o mejor dicho, alguien gateó para acomodarse sobre mí. Sabía quién era, incluso sin abrir los ojos podía sentir su mirada bailar por mi rostro y mi cuerpo mientras una sonrisa ladina se posaba en sus labios. Sabía quién era él y sabía que quería. Y si quería aprender un nuevo lenguaje y reconocer sus formas y mensajes, debía contestar ante sus peticiones aún mudas.

Si quería conocer a Kim Jongin, debía ceder y jugar. Jugar con fuego.

-Quiero mis diez minutos- susurró y sin más, me arrojé a sus labios. Lo vi abrir los ojos exageradamente y aunque hubo un colapso al principio, sus manos no tardaron en apretar mi cadera- Sorprend…

-Cállate- dije apartándome un segundo para después meter mi lengua en su boca. Jongin bufó y sus manos se metieron entre mi short y bóxer tocando la piel de mi trasero con necesidad. Apretaba y clavaba sus uñas para después dibujar círculos e incluso dar unos suaves golpes que me hicieron reír. Al escucharme reír sin vergüenza, sus labios mordieron mis labios, estirándolos y mordisqueándolos como si de un pedazo de filete se tratara.

-¿Por qué tan caritativo?- bromeó. En respuesta me alejé de sus labios y mordí con fuerza su cuello haciendo que magia se deslizara por sus labios. Un sonido ronco y masculino pero a la vez sonoro y suave en forma de gemido retumbó en mis oídos e hico temblar mi cuerpo.

Jongin había ido a mí, vistiendo un simple y diminuto bóxer color gris. Dejando ver unas piernas fuertes y un torso bien trabajado. Todo un conjunto de piel bronceada y sedosa. Todo dispuesto a ser tocado por mis manos. Todo servido en bandeja de plata y yo no rechistaría ni tampoco me negaría a hacerlo. Para leer braille, debías tocar, ¿Cierto? Perfecto, pues yo tenía manos y labios.

Besé su cuello y marqué un sendero de besos descendiendo por su clavícula y bajando hasta su hombro. Succioné, lo hice tan fuerte y con tanto esmero que una marca rojo carmín se quedó sobre su piel, como si fuera un pequeño recordatorio. Él gruño y me empujó hasta volver a recostarme sobre la cama por completo.

Al verse expuesto a un repentino y hambriento yo. Sus manos salieron de su escondite y tomaron mi playera, juguetearon con la tela al tiempo que sus ojos y labios jugaban una guerra por descubrir cuál de los dos podían verse más sensuales y apetitosos. Después de desperdiciar unos segundos, descubrieron mi torso y se unieron a mi cuerpo tan rápido como un parpadeo

-Mi turno- sentenció mientras sus labios bajaban a mi torso. Su lengua marcó piel jamás probada y entonces sonrió con lujuria. Fría saliva fue exparcida a lo largo de mi caja torácica, entre mis pectorales y costillas apenas perceptibles para después ser recuperada por unos cálidos y gruesos labios que besaban y chupaban todo el terreno blanco que abarcaba mi piel. Sus labios descencideron y descendieron hasta llegar al resorte de mi short. Jongin sonrió pero justo en el momento que sus dedos se enroscaron a la tela, Playboy sonó debajo de las mantas de la cama- ¡No! Oh Diablos no, no, no, no- sus manos buscaron su celular y lo estrujó sobre las mantas hasta que el sonido era casi imperceptible- No escuché nada ¿Y tú?- una sonrisa con anhelo se dibujó, ondulando hacia arriba la comisura de sus labios rojos e hinchados

-Game over, Jongin- dije riendo y recibiendo pucheros en forma de súplicas de su parte- se acabaron los diez minutos Jongin

-¡Oh vamos!- negué y sus manos se juntaron como si de una plegaria se tratara- Hyung, ¿Por favor?

-¿Y crees que por decirme Hyung, diré que sí?- sus labios se alzaron y sus ojos imploraban. Pero yo tenía pánico. Cierto, lo había disfrutado, sus labios sobre mi piel se sentían terriblemente bien y me hacían anhelar aún más. Pero mi intimidad era algo más privado, algo que no estaba tan seguro de querer que alguien la explorara cuando yo jamás lo había hecho- Te propongo otra cosa en su lugar- sus ojos me interrogaron y yo sonreí. Jongin era un lenguaje extraño para mí, cierto. Pero también era una persona y a una persona la podías conocer con muchos otros métodos aparte del tacto- Platiquemos- su ceño se frunció y huyo de mí al levantarse y pararse frente a la cama- Juguemos a 50 preguntas- insistí

-Cincuenta es un número muy grande- se cruzó de brazos y sus ojos se clavaron al piso. Pero yo no estaba dispuesto a dejarlo ir sin saber al menos como se llamaba su madre.

-Bueno, ¿Qué te parecen diez?- su mirada seguía en el piso, sin mirarme- ¿nueve al menos?- se mordió el labio inferior mostrándome que lo estaba pensando, al menos había una posibilidad- Oh vamos, Jongin. ¡Mínimo ocho!- dije golpeando el colchón y llevando su mirada hasta la mía. Se sintieron minutos correr en lo que probablemente fueron segundos. Él sin dejar de mirarme hizo gestos como si se estuviera planteado la posibilidad de aceptar el juego. Probablemente se preguntaba porque le pedía jugar o tal vez tenía miedo de verse obligado a contestar preguntas que tal vez fueran muy personales.

-¿Por qué te gusta Chanyeol?-soltó de la nada, dejándome sin habla. Él había tocado mi interior sin pensárselo mínimo dos veces. Me había mandado un dardo en forma de pregunta y yo tenía miedo de romperme, pero lo aceptaría. Firmemente aceptaría el desafío.

-Porque fue el primero en aceptarme como era. Ya sabes mi autoestima esta por los suelos pero él hace que suba, tal vez no mucho pero mejora. Me hace sentir vivo y fuerte hasta cierto punto. Además tiene un corazón tan cálido y una personalidad tan transparente que te dan ganas de cuidarlo y arroparlo con miedo de que alguien pueda…- Jongin me sorprendió abalanzándose sobre mí. Estiró su mano y atrapó una lágrima a mitad de mi mejilla. Hipé al darme cuenta de que estaba llorando. Necesitaba controlarme, no podía llorar con la primera pregunta, así que carrapeé la garganta lo suficiente como para barrer las lágrimas de regreso a mi garganta- No quiero que lo lastimen

-Pero permites que te lastime a ti- su voz estaba sumergida en tristeza rasgando un poco la venda sobre mis ojos.

Él tenía razón, por más que amara a Chanyeol, él me hería.

-Es mi turno- dije tratando de sonreír y haciendo que Jongin hiciera una mueca- ¿Te gusta alguno de los chicos?- sonrió y quise golpear mi cara contra la pared, la pregunta había sido muy blanda

-Jamás- gateando se movió de mi regazo hasta sentarse a mi derecha y escurriendo su cuerpo lo suficiente como para recargar sólo sus hombros y cabeza sobre la cabecera de la cama. Con mi lado materno expuesto, coloqué una almohada debajo de su cabeza y tape su cuerpo con las mantas ya que el aire dentro de la recámara era frío- No son mi tipo. Quiero decir son agradables como amigos pero como pareja… simplemente no puedo ni pensar en ello- dijo entre risas- Además todos son un lío. Sehun no sabe si le dolió más la perdida de Luhan o la de Tao. Jongdae hace sufrir a Min Seok. Los otros dos son un golpe en el trasero- sonreí al escuchar que evitaba nombrar a Chanyeol y Baekhyun- Y Suho, bueno el pobre ya no sabe qué hacer con Lay

-¿De qué hablas? Los dos sólo estudian juntos-Kai rompió en carcajadas apenas terminé de hablar

-¿Es en serio, Kyungsoo?-lo miré perdido- Ay, Kyungsoo, no todo es ese gigante, ¿Sabes?-se mordió los labios al darse cuenta de que lo había nombrado pero no paró de hablar- Lay está llevando a Suho por el largo camino de la seducción y el chico ni siquiera es delicado. La última vez que hable de ellos con Junmyeon Hyung, dijo que Yixing lo había recibido en su recamara con sólo una toalla enrollada en su cadera y que ese día tuvo que irse y dejarle de tarea al bailarín pervertido casi toda la lección del día- abrí los ojos desmesuradamente, Lay se veía tan tierno e inocente, era imposible que él hiciera eso- Pero creo que Suho lo quiere, así que no creo que dure mucho tiempo más. Si escuchas fuertes gemidos por el pasillo cuando una noche quieras ir a la cocina por agua o si quieres darte un baño y escuchas a Lay gritar el nombre de Suho, no te sorprendas.

-¡Jongin!- grité golpeando su cabeza sin mucha fuerza. Era increíble como un niño menor que yo, hablara de sexo tan abiertamente- Hablando de caderas- tragué  saliva sin estar seguro de querer hacer aquella pregunta- ¿Tienes alguna extraña fi-fi-fijación…-mordí mis labios con pena

-Luces lindo cuando te sonrojas- su mano acarició mi mejilla prendiendo el interruptor que hacia enrojecer al máximo mis mejillas- Sí, muy lindo- sonrió mirándome a los ojos con ternura- Pero es mi turno de preguntar, contestaré tu pregunta después de que tu contestes la mía- pensó un momento, mordiéndose su pulgar izquierdo- ¿Te gusta alguna parte de mi cuerpo?

Listo, una pregunta, ningún filtro. Una pregunta sencillamente arrojada sobre mi débil cuerpo lleno de nervios. Un pobre cuerpo dañado por la vergüenza y la timidez.

-Oh, pues… yo…-tomé mi cabeza con mis manos y resoplé sin saber que contestar, estaba perdido, completa y sencillamente perdido. ¿Al menos existía algo así?- Pues, yo no soy una persona que se interesa en el físico, ¿Sabes?- su mirada se clavó en el poster de Call Me Baby frente a nosotros pegado especialmente porque en esa foto, Chanyeol se veía hermoso. Sus manos llenas de venas me hacían querer besarlas y sus ojos me estremecían cada vez que lo veía sonreír. Oh Diablos, yo era un pequeño mentiroso y tal vez Jongin lo sabía- Tienes un buen cuerpo, quiero decir eres uno de los principales visuales en el grupo- torció sus labios sin quitar la vista de aquel maldito poster

-Entonces, yo ni físicamente te atrai…

-¡Tus labios!- escupí mirando mis manos siendo estrujadas entre las mantas. Yo había propuesto el juego, así que debía contestar con la verdad- Son carnosos y suaves. Cuando…- tragué saliva y me sobé la cara tratando de tranquilizarme- Cuando me besas se sienten bien. Be-besas muy bien y tus manos, tus manos son grandes y masculinas. Aunque prefiero tus labios, son… son… deliciosos-dije en un susurro mientras deseaba no haber sido escuchado.

-Tu cadera me mata- soltó de la nada descolocándome un poco- Estoy contestando tu pregunta-probablemente me estaba mirando y por eso contestaba a mi muda pregunta- Son fuertes, quiero decir son… ¡Ahh!-un gritó de emoción y deseo se escuchó con claridad, rebotando en el aire y haciendo que de nuevo me sonrojara- En serio están buenas- lo golpeé sintiendo como mi garganta se apretaba, ¿Cómo podía decir cosas así?- Lo digo en serio Kyungsoo. Tus nalgas me dan ganas de morderlas y prepararte usando mi lengua- grité mordiendo mis labios, ¿Acaso no veía que mis mejillas estaban a punto de expulsar sangre caliente?- Pero prefiero tu cadera, mil veces. Esos huesos me aseguran que aunque me estrelle contra ti como si quisiera perforarte, no te romperé. Esa cadera fue diseñada para soportar a un animal como yo- su lengua barrió su labio inferior para después darle paso a una perfecta dentadura que se mostraba entre aquellos deliciosos labios- Pero bueno siguiente pregunta… Mis labios han hecho muchas cosas con tu piel, ¿Qué es lo que más te ha gustado?- ¡Ay tierra! Por favor trágame.

Ahora era mi turno para mirar al frente, estaba el poster pero mi cerebro no estaba como para buscarle formas a la imagen frente a mí. Internamente mi cuerpo estaba a punto de colapsar, las preguntas de Jongin eran imposibles a responder y sin embargo, debía responder. Sentí su mano acariciar mi oreja cuando acomodó mi cabello detrás de ésta y todo empeoró. Tantos roces y caricias hacían a mi cuerpo temblar y pedir más. Nada importaba más que pedir por más. Mi corazón podría estar ocupado por alguien imposible y mi mente podría gritar “EMERGENCIA” hasta cansarme y aun así mi cuerpo seguiría deseando más.

Como en este momento, este preciso momento en donde mis labios se unían a los de él pidiendo mordidas y choques de dientes. Porque era imposible no desearlo, imposible poner una barrera que me impidiera no querer más y más de aquellos carnosos y suaves labios. Aquellos que aunque no pertenecieran a mi persona amada, pertenecían a una persona importante. Alguien que se preocupaba por mí y me daba un espacio en su vida y aunque le costara, poco a poco se abría a mí. No había barreras entre Jongin y yo. Los dos teníamos algo, algo fuerte, tal vez ¿Una gran amistad? Porque Jongin eso era, un amigo. Incluso si lo deseaba, yo amaba a alguien más y Jongin sólo era mi amigo.

-Esto- contesté con los ojos cerrados para no mirarle- Cada vez que me besas. Eso es lo mejor

Me separé de sus labios y juntando nuestras frentes solté LA pregunta.

-Jongin dime, ¿Por qué ese día llorabas?- cerró los ojos recibiendo mi respiración sobre sus labios- Digo, estuvo mal burlarme de ti pero lo que no entiendo…- gruñó molesto y se separó para darme la espalda- Oye- mis manos tomaron su espalda y al no recibir respuesta alguna. Mis brazos lo abrazaron por detrás y mi cabeza se posó sobre su hombro izquierdo- Vamos, dime- lo alenté

-No es algo muy grave- dijo restándole importancia pero lo apreté aún más fuerte para insistir- No es como si fuera uno de mis demonios personales o algo así- increíblemente ronroneé. Ronroneé para él y el rio levemente- OK… bueno. Desde pequeño fui a clases de ballet y jazz, ya sabes me encanta bailar- quiso aligerar su voz en forma de broma pero no me lo creí, algo importante estaba detrás de esa falsa sonrisa- Muchas personas llegan a pensar muchas cosas, aunque bueno resulto ser cierto que me gustan los hombres- la sonrisa seguía en su rostro pero poco a poco se iba debilitando- En la escuela, los chicos me esperaban a la salida. Recibí muchos golpes y burlas poco sanas de su parte. Me obligaban a entrar al baño de chicas y ellas, bueno a veces las chicas no son dulces. ¿Sabes?- dijo volteándose y encarándome con un rostro rojo porque probablemente pensaba que para mí, él era patético- Una vez me tomaron una foto y fui la burla de todos, se burlaban del tamaño de mi… y decían que para no seguir con mi patético tamaño debía operarme y así, cambiarme el sexo- hipó y una lágrima corrió rápidamente- Pero tranquilo, ahora es enorme y sólo es tuyo- dijo palmeando mi hombro y sonriendo hasta que estalló.

Las lágrimas seguían corriendo por sus ojos eran la única señal de dolor. No había sollozos, no había ruidos ahogados, no había hipo, no había nada.

Me daba cuenta de su pesar. Sabía que frente a mí se hallaba un corazón cansado de las burlas y de que lo ignoraran. Me sentí culpable, me sentía terriblemente mal.

Había llegado a acostumbrarme a un chico vestido como bestia. Y la bestia era ególatra, frívola, carecía de humildad y humanidad. Pero todo era falso, porque dentro de tanto pelaje, se encontraba un chico dulce y frágil que no se dejaba descubrir por todos y que se obligaba a ignorar su dolor y pensar que lo que a él le dolía era una simple espiga, cosa de nada, algo idiota por lo cual no se debía prestar atención. Pero él estaba equivocado, porque esa espiga era enorme y tan pesada que me hacía temer por él.

Yo no quería ver a Jongin aplastado, no podía porque eso dolería. Dolería demasiado.

-Eres un chico fantástico- dije para después besar su frente provocando que él temblara. Lo vi cerrar los ojos por unos largos minutos hasta que de nuevo suprimió su dolor, al punto de ya no dejarme verlo.

-¿Por qué me abrazaste ese día? Yo fui… ese día… bueno, siempre… soy un asco de persona-terminó diciendo apoyándose sobre la cabecera. A Jongin le costaba hablar sobre sí mismo y debido a que lo había hecho se veía malhumorado. Apretaba sus uñas en sus brazos cruzados sobre su pecho y se había alejado lo suficiente como para que yo ya no pudiera tocarlo.

-No lo eres- sus ojos buscaron los míos y casi lo escuché decir “No me mientas”- Bueno, ese día no fuiste precisamente amable pero eso no quiere decir que seas un asco de persona- lo observé y al ver que su rostro seguía mostrando escepticismo- Antes no quería darme cuenta y te evitaba, pero eres un buen chico. Eres lindo y cuando quieres tierno. Eres cariñoso y te preocupas por mí y ese día me di cuenta de que… que tú… que querías mi atención- mordí mis labios y resoplé fuerte. No estaba seguro de eso último pero ya lo había dicho

-Uhmm- musitó sin más obligándome a verlo con los ojos abiertos como platos, ¿Eso era todo? ¿Aceptaba mi respuesta? Entonces, ¿También aceptaba lo que había dicho? ¿Él en serio quería mi atención?- ¿Siguiente pregunta?-dijo cortando cualquier esperanza de que respondiera mis preguntas no hechas. Quería que me respondiera pero probablemente, Jongin terminaría aún más enojado, así que no insistí.  

-¿Has tenido novio?-  me miró y después sonrió de lado con sorna

-¿Por qué? ¿Celoso?- hice muecas como diciendo “Bravo Jongin, muy gracioso”

-Te lo contaré como pregunta, así que llevas una menos- él asintió restándole importancia a mi reto- Bien… pues celoso no, sólo curioso- dije golpeando las sabanas en espera de su respuesta instándolo a responder rápidamente

-Sí, he tenido novio- espere, pero su respuesta no se hizo más larga- ¿Y tú? ¿Has tenido novio? Ya sabes antes de que el orejón llegara a tu vida

-Si contesto, ¿Contestarás mi pregunta anterior como se debe?-dije perdiendo una de mi preguntas

-Ok, pero en primera, acabas de perder una pregunta-dijo apuntándome burlón haciendo que golpeara su mano en forma de castigo- pero tú también debes contestar de buena forma la mía, ¿OK?

-Ese Ok lo contaré cómo una pregunta- Jongin rodó los ojos divertido- No, antes de Chanyeol nadie me había gustado. Incluso…-dude pero saqué aire resignado, estaba obligado a contestar- Yo pensaba ser heterosexual, eso es lo “normal”- mis dedos dibujaron comillas en el aire y Jongin me copió alegando que yo era tierno- Hasta que conocí a Chanyeol. Debido a que yo era joven, al principio pensé que era una locura y que tal vez las hormonas estaban jugando con mi pobre cuerpo y cabeza. Pero con el tiempo me di cuenta de que era real, sólo que llegó Baekhyun y antes de darme cuenta, mi oportunidad se había ido. Fin. Me había convertido en el cero a la izquierda.

-Tu saliste lastimado mientras yo fui el que lastimo, irónico-dijo mordiéndose las uñas y con la mirada enterrada en las sábanas- Sólo he tenido un novio y ese fue Lee Taemin…

-¿Qué?-cubrí mi boca demasiado tarde. La sorpresa jugó conmigo y mi última pregunta se había ido con una estúpida exclamación. Bravo, Do Kyungsoo. Simplemente fantástico

-Pues…-intentó seguir hablando pero las carcajadas lo obligaron a callar. Perfecto, lo que me faltaban: sus burlas. Estúpido Jongin dije por lo bajo y el rio aún más fuerte. Cuando vio que estaba a punto de estallar por la irritación se disculpó y se dispuso a continuar- Nos hicimos amigos porque los dos amamos bailar y él me entendía. También lo habían tratado mal aunque no tanto, él es un bailarín  moderno y fue aceptado de mejor manera ante la sociedad. Como sea, él me lo pidió, yo acepté. Pero no estaba enamorado y en realidad sólo lo veía como un amigo. Así que lastimé un poco su corazón y por eso Minho me odia. Minho es su novio desde hace años y tal parece que son felices y eso es bueno. Después de lo que le hice, se merece a un buen chico a su lado-una sutil pero franca sonrisa adornó su rostro. A continuación me miró con inseguridad- Kyungsoo… es mi última pregunta y en realidad, hay algo que quiero saber pero no sé si debo preguntar

-Sólo hazlo-lo animé.

Jongin me había dicho algo muy personal, no podía pedirle abrirse conmigo y yo no hacer lo mío.

-Te gusta Chanyeol pero, ¿Y qué sucede con Baekhyun?- tragué saliva con fuerza. Sus ojos se estrujaron con arrepentimiento al verme sin habla y con el rostro paralizado. Su pregunta resonó en mi cabeza insistente pero me había quedado mudo- Lo siento- dijo tomando mi rostro y deslizando sus pulgares para borrar lágrimas que no sentía. Porque en ese momento no sentía nada, sabía qué hacía mal al enamorarme de alguien que no era mío. También estaría mal robarme a alguien que no fuera nada más que mi amigo pero…

-Él no lo merece-mi voz era rasposa y casi inaudible- Sé que está mal no pensar en él pero, él no merece… a Chanyeol. Lo lastima, lo rompe y con mentiras le da alas nuevas que pronto serán rotas y desgarradas de peor forma que las anteriores.- lo vi observar mis manos bailar en el aire con nerviosas- Y entonces yo estoy ahí, tratando que con mi presencia y mis palabras quede arreglado y estable para seguir su camino sin él. Pero él se estanca otra vez y lo entiendo. Baekhyun es hermoso, tiene eso que yo no.- sus manos tomaron las mías y me regaló una sonrisa suave, tratando de reconfortarme- Su voz es mil veces mejor que la mía, sus ojos son claros y tiernos, sus manos perfectas, su rostro mil veces más atractivo que el mío y su cuerpo. Él no es gordo.- Jongin hizo una mueca, pero continué:- No esta malditamente gordo como yo. No esta feo y gordo como yo. Dime Jongin, ¿Quién dejaría a alguien tan perfecto como él por mí? ¿Quién lo haría?- me miró a los ojos y su quijada se apretó un poco, mostrándome que lo estaba pensando seriamente.

-Yo, yo lo haría- sus labios se unieron a mí pero lo aparte, no quería lástima.

Obligándome hizo que me recostara sobre la cama y se paró dejándome solo. Escuché remover algunas cosas en la recámara y minutos después, se acomodó sobre mí permitiéndome mirarlo a los ojos

-No quiero tu simpatía Jongin. ¿Tú me elegirías? ¿Elegirías a una miseria como yo? ¿Acaso estás loco? Jamás él podría ver algo bueno en mí- él dudo pero segundos después…

-Desnúdate Kyungsoo

 

Notas finales:

bueno chicas, hasta aquí por hoy. Gracias por sus reviews y espero me digan lo que piensan del capi, :D. hasta pronto!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).