Mmmnn…- le incomodidad se hizo presente, tal vez puedo ser ocasionada por la forma en la que está durmiendo, sentía mis brazos al igual me rostro algo entumido así que frote con una de mis manos en aquella zona donde está algo paralizada.
Me incorpore de aquella silla en la que me encontraba; estaba en mi escritorio y observe una gran torre de libros que se hallaban encima de este; había encontrado el causante de mi incomodidad dado que al parecer dormí encima de ellos, logre recordar que estaba estudiando para los exámenes finales y así poder graduarme.
Observe el reloj que se encontraba encima de una mesa de madera era las 5:10 am; mis ojos se volvían a cerrar una y otra vez me esforzaba para no volver a caer en un largo sueño, camine al baño con todas mis fuerzas ya que mis piernas no querían reaccionar.
Después de haber lavado la cara con algo de agua fría y quitarme el sueño me dirigí al sillón de mi apartamento y me senté de golpe, observe por unos minutos el techo.- ¡ahhh¡- deje escapar un suspiro de cansancio, era lógico toda la semana me desvele para estudiar y me acostaba a dormir en la madrugada, tenía que admitir que no era mi fuerte tal vez eso se le daba mejor a Kurapika pero tenía que hacerlo para poder aprobar todas las materias y poder graduarme de la escuela horvard.
Kurapika…-ya habían pasado tres años desde que se graduó junto con Kuro. Sentí un vacío en el pecho pero no fue por Kurapika sino por aquella época en la que….- ¡no pienses en eso!- me dije a mi mismo mientras sacudía la cabeza de un lado a otro.
Camine por todo el apartamento en busca de algo con que entretenerme y olvidar aquel recuerdo pero fue inútil.- ¡no puedo evitar pensar en él!- aquellas palabras las dije en un suspiro de tristeza, apoye mi cabeza en la pared y agarre mi pecho; sentía como mi corazón latía con impaciencia y mis mejillas se sonrojaron levemente.
Era un recuerdo doloroso no había duda sobre hecho pero no solo lo era para mí, él también lo sufría y creo que está más. Fue hace cuatro años cuando alluka…ah…ella…
Flash back
Hisoka conducía como el demonio esquivando aquellos autos que se ponían en su camino para poder llegar lo más rápido posible al hospital.
¡ACASO QUIERES MATARNOS!- la maestra estaba tensa y se apoyaba todo su cuerpo en el asiento con doble cinturón y con las uñas clavadas en el colchón del lugar.
Tienes alguna otra idea para llegar más rápido.- respondió el pelirojo sin apartar la vista del panorámico.
¡NOO!... ¡ES SOLO QUE APRECIO MI VIDA!- grito a la vez que pegaba más su cuerpo al asiento con los ojos bien abiertos.
tenemos que llegar rápido alluka está dejando de respirar.- dijo el moreno a la vez que sostenía la mano de la niña que se encontraba acostada con la cabeza apoyada en las piernas del albino que este solo mantenía la cabeza caris baja ocultando su rostro del moreno.
¡Ya lo sé tampoco puedo hacer que esta cosa vueles por los aires!- el pelirojo apretó con más fuerzas el acelerador.
¡CUIDADOOO!- grito la rubia al tener otro auto enfrente de ellos, aunque a Hisoka no le importo y lo esquivo con facilidad.
Hi...- este le pareció divertido al pelirojo y comenzó a conducir con más velocidad sin importar que la rubia le gritara para que se detuviera.
En unos cuantos minutos llegaron al hospital y sin pensarlo dos veces el albino alzo a su hermana entre sus brazos y la llevo a urgencias lo más rápido posible con la compañía de Gon.
Espéreme…hay mi cabeza…- biscuit trataba de incorporarse del asiento del auto pero le fue imposible aun siguió templando por causa de la tensión.
Creo que será mejor que esperes aquí… no queremos tener a otro enfermo ¿verdad?- dijo Hisoka con algo de burla.
No me subestimes…, ve con ellos yo después los alcanzo…- trataba de tranquilizarse, respiraba con paciencia para así quitarse los nervios.
Como quieras.- se dio la media vuelta y comenzó a seguir a los jóvenes que corrían desesperadamente.
Gon tomo la delantera para así encontrar por lo menos a un doctor o un enfermo o enfermera que les fuera de ayuda para que pudieran atender a la pequeña lo más rápido posible. Para su buena suerte logro ver a unos cuantos pasos a un grupo de enfermeros que platican y comían algunas frituras cerca de un consultorio.
¡POR FAVOR AYÚDEME!- grito con desesperación mientras corría lo más rápido posible, apenas escucharon eso los enfermeros se pusieron en marcha, el moreno les pidió que trajearan una camilla y que lo siguieran. Sin cuestionarlo obedecieron las órdenes del chico, uno fue por la camilla mientras que los otros dos comenzaron a seguirlo.
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Killua estaba desesperado, respiraba agitadamente e inhalaba poco a poco para recurar el aire perdido tras haber corrido con tanta prisa.- ¡demonios!...- Sus piernas temblaban al igual que sus brazos aun cargando a alluka, todo a causa de la ansiedad.
Estaba esperando la regresada del moreno que en un pulso de parte de este le ordeno que se quedara allí mientras él iba por ayuda. No era mucho de su agrado; le molestaba un poco pero no era el momento para ponerse de esa forma, ahora lo que realmente importaba es que alluka se pusiera mejor de algún u otro modo.
¡Qué demonios me está pasando!.....- sus fuerzas comenzaron a decaer de pronto, trato de resistir el peso de alluka pero su cuerpo lo traicionaba.- ¡maldición!- está a punto de colapsar pero alguien lo tomo rápidamente de los hombros.
¿Quieres que te de una mano?- el pelirojo sonría divertido aun sostenía al albino; killua tomo distancia para separar las manos del pelirojo de sus hombros.
Su respiración esta menos agitada pero su cuerpo aún se quedaba sin fuerzas. No quería reconocerlo pero temía que la pelinegra pudiera caerse y lastimarse más; a causa de su culpa.-mejor que sean dos…- respondió algo malhumorado, no confía mucho en él pero no tenía alternativa y le dio a la niña para que la cargara; sin embargo no aparto su mirada de Hisoka.
Puedes estar tranquilo no le hare ningún daño a tu pequeña hermanita…-dijo relajado, había notada la desconfía de killua por la forma en que lo miraba.
El albino iba a responder pero el moreno había regresado junto con los enfermeros que corrían a toda prisa.
La camilla había llegado y Hisoka coloco a la pequeña y fue entonces cuando los enfermeros comenzaron su trabajo, fue llevaba a la sala de urgencias en un abrir y cerrar de ojos donde fue atendida por los doctores.
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Gon y killua tuvieron que esperar en la sala de espera dado que no permitían que ellos entraran a dicho lugar. Mientras Hisoka se había retirado tras recibir una llamada telefónica repentinamente.
La atmosfera se tornó bastante incomodo en aquel lugar y el silencio se hizo presente, solo se oía el ¡tic tac! del reloj que se hallaba colgado en una pared que estaba enfrente de killua que este permanecía parado con la cabeza hacia abajo con ambos brazos cruzados mientras se respalda con la pared de tras suyo, por otra parte Gon tomo asiento en unos de los sillones; coloco sus manos en su frente a la vez que sus piernas temblaban por la preocupación.
Los minutos se volvieron eternos en aquel momento, la puerta de la sala de urgencias fue abierta finalmente y de hecha salía un doctor con unas gafas y ya de edad mayor; junto con una enfermera como acompañante, para luego quedar parados cerca de los jóvenes.
Disculpe…-dijo mientras sostenía una pequeña tabla que le había entregado la enfermera.- ¿ustedes son los familiares de la niña?- acomoda mejor sus anteojos para observar con mayor claridad al par.
¡SÍ!... ¿cómo está mi hermana doctor?- killua respondió inmediatamente y con un tono desesperante.
Tu hermana está bien pero a la vez está mal…- dijo con seriedad para luego dar un suspiro de preocupación.
¿Cómo?....- está confundido, que era exactamente a lo que se refería el doctor.- ¿DÓNDE ESTÁ ALLUKA? ¿QUÉ SUCEDIÓ CON ELLA?... – sus impulso le ganaron y perdió el control en ese preciso instante
¡Killua cálmate!...- Gon tomo por los hombros al albino para sacudirlo un poco y hacer que entrara en razón.-por favor killua!....deja que el doctor continúe ¿sí?
Lo siento… es...q...que…y…o…yo...- había sentido demasiadas emociones en una sola noche y su cabeza le daba vueltas por aquel asunto.
Yo estoy aquí y te apoyare en todo lo que pueda… es una promesa…- dijo con gentiliza y observaba al albino con ternura.
Gracias………… ya pueda continuar doctor; discúlpeme por mi comportamiento….- se sentía un poco avergonzado y algo molesto consigo mismo.
No te preocupes, como decía...-suspiro- tu hermana recibió una fuerte dosis de sedante, ocasionando su repentino desmayo en el hotel; pero eso no es todo.
Ambos jóvenes se aclararon la garganta al escuchar al último comentario que salieron de los labios del doctor, para luego este siguiera hablando.
La sobredosis que fue consumida por la paciente es demasiado peligrosa que pudo haberla matado pero no fue así, tal vez no la allá matado pero….
¿Pero qué?- dijo el albino con casi una voz temblorosa.
Tu hermana entro en estado vegetal, en pocas palabras está en coma.- la voz del doctor se tornó algo triste cuando pronuncio aquellas palabras dejando a un atónico killua con una mirada perdida y vacía.
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el cuarto estaba completamente vestido de blanco con una ventana a un costado con una cortina del mismo color que estaba amarada para dejar ver la oscura noche, la luz era algo baja pero se podía apreciar con claridad todo lo que había en el interior.
En medio se hallaba una cama y en cada lado había dos cajones que en uno de ellos había un jarrón con flores que recién se habían colocado y su olor se percibía por toda la habitación. En la cama estaba acostada la pequeña niña con una especie de tubos para así permitirle respirar, estaba completamente rígida sobre aquel colchón.
Una mano fue pasada delicadamente por sus cabellos negros hasta entrelazar algunos mechones entre aquellos dedos hasta dejar caer cada uno de ellos sobre el hombro de la pequeña.
¡Perdóname!...- pronuncio una voz que se cortaba poco a poco al pronunciar aquella palabra para luego ver como pequeñas gotas cristalinas bajan por sus mejillas.
Abrazo cuidadosamente el pequeño cuerpo ahora frágil y débil de su hermanita. Lo único que se oía era los sollozos del albino en aquel cuarto.
Gon espero afuera de la habitación, se apoyó a un costado de la puerta para permitirle la salida a killua, él estaba escuchando en ese momento; más que nadie pudo sentir el dolor y la tristeza del albino, no lo pudo pensó, tomo la decisión de acompañar a killua en aquella tristeza que estaba pasando y enseguida sus ojos dejaron salir aquellas lagrimas que se habían acomulado desde hace mucho.
Fin del flash back
Recuerdo que killua no me permitió verlo cara a cara esa noche, después que él salía de la habitación donde se encontraba alluka, la maestra biscuit había llegado, pero no está sola; unos hombres completamente vestidos de negro con lentes oscuros le hacían compañía.
Eran 6 o algo así; pero lo más me llamo la atención es que al final dos de ellos tenían agarrado por los hombros a Retz. Tuve algo de curiosidad e iba a preguntar pero la maestra me hizo una pequeña seña para evitar lo que había pensado.
Una chica de cabello cortó color castaño oscuro; vestida completamente de un traje color azul pavo con unos lentes oscuros hablo a killua, y un lado de ella estaba el mayordomo Gotoh.
Ambos nos dijeron que habían hallado a la culpable dado que Hisoka se tomó la molestia de mirar las cámaras de seguridad del hotel y hacer observar como Retz colocaba el pastel segundos antes de que alluka llegara.
En ese momento no reconocía a killua, su presencia había tornado peligrosa y oscura. Camino por el pasillo lentamente con la mirada fija; como si estuviera viendo a su presa antes de ser cazada. Para luego quedar frente a frente de Retz y acercar sus labios cerca de su oído; no sabía exactamente que le había dicho pero me quedo claro que no fueron buenas noticias para Retz; su rostro reflejaba terror y miedo más pude ver como sus labios trataban de no gritar y se los tapaba con una mano que temblaba levemente.
continuara...............