Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Kizuna por Uchihauchiha

[Reviews - 188]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola queridos y queridas lectores y lectoras<3!

¡Kizuna ha vuelto! 

En lo particular me ha gustado éste capítulo, creo que se le puede sacar el jugo a esta historia, aún tiene mucha tela que cortar. ¿Qué piensan ustedes? 

 

ATENCIÓN:


Finalmente escrbí la primera parte de la historia que les había comentado, ¡Espero la lean y me den su opinión! Por favor, será de gran valor. Se llama Prohibida Seducción, y ya está disponible para ustedes. 

Al salir de la oficina, se encontraba Shikamaru esperando al hokage.

– ¡Shikamaru! – Gritó el rubio, cuando vio a su amigo apoyado en la salida de la torre del hokage.

– ¿Uh? – Cuestionó casi monosílabo, lanzándole una mirada asesina a Sasuke, éste sólo arrugó el entrecejo y le ignoró por completo, yéndose del lugar.

– ¡Sasuke! ¿A dónde vas? – Cuestionó el rubio cuando notó que el Uchiha se alejaba de donde estaban.

– No es tu problema. – Dijo, sin más.

– ¡Éste idiota jamás va a cambiar-dattebayo! Acabamos de tener se… Eh, digo… Acabamos de… – Intentó reparar la frase, no obstante su cabeza no dio para tanto, Shikamaru se tomó la frente ladeándola.

– No sigas… Qué problemático. – Respondió Shikamaru, queriendo obviar la situación.

– Lo-Lo siento-ttebayo… – Dijo el rubio, rascándose la cabeza. Ambos caminaron y entraron de nuevo a la oficina, Naruto se sentó en su puesto detrás del escritorio y Shikamaru frente a él.

– ¿Qué piensas hacer Naruto? Hinata no se merece semejante… Cosa. – Dijo, moviendo exageradamente las manos.  

– Ya lo sé-dattebayo, sé que debo hablar con ella, pero no es tan sencillo Shikamaru. – Dijo Naruto, agarrándose la cabeza con ambas manos.

– Siempre supe que tarde o temprano esto sucedería… No estaba de acuerdo con que te casaras, sin embargo ¡Eres un cabeza dura Naruto! Siempre amaste a Sasuke, desde que recuerdo. – Le dijo Shikamaru, apoyándose en una mano.

– ¡Ahh! Deja de atormentarme Shikamaru ¡Ya lo sé! No es sencillo aceptar que eres un rarito al que le gustan los hombres-tteba. – Dijo el rubio, con deje de frustración, mientras se tapaba el rostro.

– Digamos que te gusta Sasuke… No los hombres en general. – Dijo Shikamaru, enderezándose en el sillón.

– ¿Y eso no me hace homosexual? – Cuestionó el rubio enderezándose igual.

– Pues… Creo que no, creo que te hace algo como Sasukexual. – Respondió el chico de cola alta, riéndose.

– ¿Sasukexual? ¡Idiota Shikamaru! No me estas ayudando-dattebayo… – Dijo apoyando su cabeza sobre el escritorio.

– Lo siento, es que desde que tengo memoria y te conozco, jamás te gustó nadie más, a excepción de Sakura, pero creo que ella te gustó porque también le gustaba Sasuke. – Decía el pelicastaño, rascándose una mejilla.

– ¿Eh? No lo había pensado… – Expresó el rubio, cruzando los brazos. – No sé como decirle a Hinata, sin embargo, ella no es mi principal preocupación, mi preocupación es la situación en la que estoy, ¡En konoha jamás aceptarán a un hokage que mantiene relaciones amorosas con otro hombre y menos si ese hombre es Uchiha, y mucho menos si es Sasuke Uchiha-dattebayo! – Dijo exasperado.

– Jé ¿Y dónde queda Hashirama y Madara? Ellos también… – Intentaba expresar Shikamaru con ademanes.

– ¿Eh? ¿El primero y Madara? – Preguntó el rubio, confundido.

– Sí… ¿O acaso no recuerdas la reacción de Madara cuando supo que Hashirama había llegado a la concentración de la cuarta guerra ninja? – Expresó el chico con un gesto neutro, como si fuese obvio.

– ¡No había pensado en eso Shikamaru! Eres un genio-dattebayo. – Dijo Naruto – Ahora entiendo porque Madara se negaba a luchar con los Hashirama clones, es extraño… Ellos son descendientes de Ashura e Indra, pero ellos eran hermanos, ¿Por qué ellos se enamoraron-tteba? – Cuestionó Naruto, vuelto un ocho.

– Eso ahora no importa Naruto, concéntrate en presente. – Dijo Shikamaru, masajeándose la cien.

– Cierto, cierto-tteba… ¡No sé qué hacer! – Expresó, pegando la frente en el escritorio.  

– ¿No podrías alejarte de Sasuke? Digo, sería lo más correcto Naruto. – Propuso como última opción.

– Sí podría… Por unas horas nada más. Porque cuando lo tenga cerca de nuevo, no podré resistirme Shikamaru, fueron demasiados años reprimiendo esto… No creo posible retenerlo más… – Respondió el de cabellos amarillos, cubriéndose la cabeza con ambas manos.

– ¿Por qué? ¿Acaso no es más importante el bienestar de konoha? – Dijo Shikamaru.

– ¿Qué? ¡Por supuesto que sí-tteba! Pero… Es que tú no sabes. – Expresó recostándose al sillón.

– ¿No sé qué? – Preguntó.

– No sabes qué es… Qué es tocar esa piel blanca y suave… O esos cabellos lisos, o percibir su aroma – Expresaba el rubio con la mirada perdida, mientras recordaba la desnudez del Uchiha. – No tendrás una idea jamás qué es tener a un Uchiha entre tus brazos completamente extasiado, viéndolo sudar o si quiera besar esos labios rosas que… *Suspiro* – Decía mordiéndose el labio inferior y apretando los papeles que estaban el escritorio, mientras Shikamaru lo miraba con un gesto retorcido.

– ¡Tampoco es como si quisiera saberlo Naruto! Ya entendí, ya entendí… – Se apresuró a decir, sonrojado, no quería seguir imaginándose a Sasuke en esa situación. – Sólo sé que debes hablar con Hinata. – Dijo, incorporándose.

Justo en ese momento, la puerta de la oficina sonó.

– ¿Esperamos a alguien? – Preguntó Naruto.

– Eh, no. – Respondió Shikamaru, volteando hacia la puerta.

–Uhm, que extraño… Adelante. – Dijo Naruto.

– Buenas. – Habló cierto pelirrojo, entrando a la oficina del hokage de konoha.

– ¡Gaara! – Gritó Naruto, levantándose de golpe del sillón.

– ¿Gaara? – Dijo Shikamaru, confundido.

– Parece que Temari no les avisó que vendría. – Dijo el Kazekage, acercándose.

– Jaja ¡Woah! No esperaba verte hoy – Respondió, aproximándose a Gaara, estrechándolo en un abrazo. – Vaya… Veo que no te has cambiado ese look extraño que te hiciste en la cabeza-tteba – Dijo, separándose un poco de su amigo.

–Jé, no insistas que no lo cambiaré. ¿Cómo has estado? – Preguntó, colocándole la mano sobre el hombro de Naruto.

– ¡Grandioso! ¿Por qué no me avisaste que vendrías? Hubiese preparado un buen recibimiento. – Respondió.

– Vine a visitar a mi sobrino y hermana, y por supuesto a Nanadaime hokage. – Expresó Gaara, con una amplia sonrisa.

– Vaya, Temari es una despistada, no me avisó. – Dijo Shikamaru, rascándose la nuca.

– Perdón, lo olvidé… Y también olvidé decirte que organicé una barbecue con los chicos. – Interrumpió Temari, entrando a la oficina, junto a Kankuro y Shikadai.

– ¡Tío Gaara! – Exclamó el pequeño doble de Shikamaru.

– Shikadai. – Saludó Gaara con dulzura.

– ¡Chicos! – Saludó Kankuro.

– ¡Kankuro, bienvenido! – Respondió Naruto.

– Pequeño detalle que olvidaste. – Dijo shikamaru, sonriendo. Siempre amó comer carne junto a sus amigos, siempre le recordaba las salidas junto a su equipo y Asuma.

– Nos veremos en casa cariño, llevaré a Gaara y Kankuro a que se instalen, estarán aquí por dos días, nos vemos. – Se despidió la chica, llevándose a Shikadai y Kankuro con ella.

– Oh, me quedaré acá con Naruto un rato, si no te molesta hermana. – Dijo Gaara.

– Vale, nos vemos en un rato Gaara. – Dijo, saliendo con los ya nombrados.

– Naruto, continuaremos la charla después, iré con Temari. – Habló Shikamaru, saliendo de igual manera.

Ambos kages se quedaron solos en la oficina, Gaara se sentó frente a Naruto sintiéndose un poco tenso.

– ¿Cómo has estado Gaara? – Preguntó Naruto, con naturalidad, feliz porque su gran amigo de la infancia estaba allí.

– Muy bien Naruto, ¿Cómo están las cosas acá en konoha? ¿Tus hijos y matrimonio? – Preguntó Gaara.

– Pues… Mis hijos bien, Himawari creciendo cada vez más y Bolt, inquieto como siempre, es sumamente inteligente, se parece mucho a Neji. – Pronunció con un deje de tristeza.

– Neji… Jé, como pasa el tiempo. – Dijo, mirando hacia el suelo.

– Extrañamos a Neji, le extrañamos mucho, hubiese sido un gran tío. – Comentó Naruto, con un nudo en la garganta.

– Lo sé… Fue duro ver perder tanto Naruto. – Ambos callaron por unos segundos. – ¿Y Hinata cómo está? – Indagó, curioso, intentado romper el triste silencio.

– Pues… Ella está bien… – Expresó, rascándose una mejilla.

– ¿Y ustedes? – Profundizó la pregunta.

– ¿Debemos hablar de ello? – Intentó evadir el tema.

– Es por el Uchiha ¿Verdad? – Preguntó, con un poco de celos.

– ¿Qué? – Dijo Naruto, abriendo los ojos como plato.

En ese momento se escuchó como alguien de nuevo tocó la puerta de la oficina del solicitado hokage, el cuál no esperó respuesta, sino que entró al instante. Gaara giró su rostro y se encontró con una filosa y penetrante mirada.

–Uchiha. – Pronunció, con un gesto neutro.

– Sabaku no Gaara. – Dijo, ceñudo. Miradas filosas iban y venían, volviéndose un ambiente pesado.

– ¡Itae! Sasuke ¿A dónde te habías ido? – Dijo de golpe, notando la extraña tensión que se estaba viviendo en ese lugar. Sasuke lo miró como si lo fuese a fulminar sólo con sus ojos oscuros tal como si Naruto estuviese haciendo algo malo. – ¡Sasuke! Te estoy hablando-tteba. – Repitió el rubio.

– ¡Oto-chan! – Expresó el pequeño rubio.

– ¿Bolt? ¿Qué sucede? – Preguntó Naruto, extrañado, viendo que estaba Sasuke junto a su hijo y Sarada.

– Tío Sasuke me ha estado enseñando algo que te he querido mostrar. – Dijo, con orgullo y elegancia.

– ¿Tío Sasuke…? – Pronunció bajito el rubio, confundido.

– Pero no he venido a eso, hemos venido a buscarte, Tío Sasuke, Sarada y yo iremos por dango. – Habló Boruto con ligera emoción.

– ¿Dango? Sasuke… Tú no comes dango. – Respondió el rubio. – Ahora estoy ocupado Bolt pero… –

– Sarada… Te lo dije, te dije que era mala idea. – Expresó el pequeño rubio, arrugando el entrecejo.

– Boruto… – Pronunció la pequeña.

– Boruto, ahora estoy ocupado, pero… – Intentó terminar la frase de nuevo Naruto.

– ¡Viejo estúpido! ¡Jamás tienes tiempo para nadie! ¡Ni siquiera para mí que soy tu hijo! – Le gritó, seguido de salir corriendo de la oficina.

– ¡Boruto! – Gritó Naruto, parándose de golpe. – Sólo quería decir que luego que terminara acá iría a tu lado a dónde tú desearas… – Pronunció para sí, Gaara permanecía inmutable, sorprendido por la problemática. Naruto pretendía ir tras el pequeño, pero Sasuke se atravesó.

– Déjale. – Dijo, preciso. – Quédate en tú reunión con… Gaara. – Dijo como si estuviese pronunciando las palabras más desagradables para sí. – Yo iré por él, Sarada espera aquí. – Naruto quedó paralizado en seco. Mientras Sasuke salió a toda velocidad de la oficina, tras el rastro de Bolt.

El Uchiha corrió por konoha, hasta que percibió que el chakra del pequeño venía de las rocas donde estaban los rostros de los hokages, sin pensarlo corrió hasta encontrarlo.

– ¿Qué quiere?  – Preguntó, de espaldas al Uchiha.

– ¿Por qué actúas así? – Cuestionó Sasuke.

– ¡Estoy harto de que ese viejo estúpido jamás tenga tiempo para mí o para mi familia! ¿Sabe lo difícil que es necesitar a tu padre y que no esté para usted? – Gritó a punto de llorar, girándose para encarar a Sasuke.

– Mis padres fueron asesinados cuando era muy pequeño. – Dijo, callando a Bolt.

– ¿Eh?... Pero mi padre es como si… – Intentó decir, mientras su voz se quebraba. – Mi padre jamás está para mí… – Dijo, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. – Si ser hokage implica abandonar todo por ese puesto ¡Entonces ser hokage es una mierda-dattebasa! – Gritó de nuevo.

– No digas cosas que no sabes Boruto, ser hokage no es una tarea fácil… Sin embargo, sé lo difícil que es necesitar a tu padre y que no esté para ti. – Habló Sasuke, con una voz suave, que le inspiraba confianza a Boruto, sentándose a su lado. – Cuando era pequeño, mi padre no me prestaba atención, siempre estaba ocupado, era el líder de la policía en konoha, a parte… Para él, mi hermano era el mejor y siempre dedicó toda su atención a él, yo me esforzaba todo el tiempo por tener un poco de su atención para mí, sin embargo, siempre fallaba… Sé lo duro que es, Boruto. Pero… – Sasuke calló por unos segundos y miró al cielo. – No sabes lo difícil que es perderlo para siempre y saber que jamás podrás luchar de nuevo por su atención. Valora lo que tienes, aunque no sea lo tú deseas. – Dijo el Uchiha, recordando los pocos momentos que pasó a lado de su padre y lo mucho que lo extrañaba.

Boruto lo miraba con los ojos llenos de lágrimas, atento. –Quiero que usted sea mi padre-dattebasa. – Expresó, mientras se aferraba al regazo del Uchiha, éste no supo que hacer, se quedó inmóvil, mirando el nido amarillo bajo su barbilla.

– Tu padre puede entenderte igual que yo, el creció sin familia… Quizá por ello no sabe muy bien cómo tratar a una Boruto… Debes tenerle paciencia, Naruto es un gran hombre y te ama sobre todas las cosas. – Dijo, colocando su mano sobre la pequeña espalda de Bolt, este alzó la mirada y se encontró con el rostro del azabache, el cual lo miró de cerca y detalló cada facción de su rostro. – Vaya, tus ojos son iguales a los de Naruto… – Dijo Sasuke, con la mirada atenta a los expresivos ojos azules.

El rubio se sonrojó mucho y se separó del Uchiha. – ¿Usted quiere mucho a mi papá, no? – Preguntó de pronto, mirando al vacío.

– ¿Eh? – La pregunta lo había pillado por sorpresa.

– Y se ve que lo conoce muy bien… – Pronunció, mientras meditaba y calló por unos segundos, Sasuke lo miró con un poco de susto en sus ojos.

– Es mi único amigo. – Respondió, serio, o al menos eso aparentó.

– Si usted fuese mujer, me gustaría que fuese mi madre-dattebasa. – Dijo Boruto, divertido.

– ¡¿Qué dices?! – Preguntó el Uchiha sorprendido.

– Jé, digo que sería mi madre perfecta, mi padre se ve que lo quiere mucho… Pasa más tiempo con usted que con mi madre, no me quejo de ella, es la mejor de todas, pero sé que si usted lo fuera, nuestra relación seria perfecta. – Sentenció el ocurrente Boruto, entre risas.

¿Madre…? ¿Ni siquiera padre…? – Pensó el Uchiha, con una gota detrás de su cabeza.

– ¿Por qué mi padre actúa de esa manera cuando está con usted? Digo, siempre habla de lo guay que usted es y de todo el tiempo que pasan juntos y todo lo que entrenaban cuando eran pequeños… A veces parece la relación que tenemos Sarada y yo, jé. – Dijo, aun riendo.

– Pues… Es porque… – Intentó pronunciar el Uchiha, pensando por qué le tocaba siempre la parte más difícil a él, dudó en qué responder…

 

 

Notas finales:

¿Qué les pareció<3? 

Espero sus opiniones del capítulo y de Prohibida Seducción.

Besitos y nos leemos muuuy pronto,

¡los quieroooo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).