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Kizuna por Uchihauchiha

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Notas del capitulo:

Mis queridos lectores de Kizuna, muchas gracias por seguir fielmente la historia, son mi inspiración.

Me disculpo por no responder todos sus comentarios, mi tiempo es extremadamente reducido, sin embargo, leo cada uno de ellos, es una lastima que este sitio web no sea un responsive design para revisarlo a través de mi smartphone como wattpad, quienes deseen seguirme allí: @Uchihauchiha-

Pero prometo responder en cuanto me sea posible.

¡Saludos y un abrazo!

Hinata... Era quien más sabía y también quien más lloraba, pues su miedo más grande ahora estaba frente a sus ojos, su sospecha era ahora rebelada como una cruel verdad, que calaba en lo más profundo de su pecho, pues desde que tiene uso de razón, siempre estuvo enamorada de naruto, sin embargo, algo sabía... Y es que Naruto no le amaba a ella, no como esposa, sino como madre de sus hijos y parte de la población de konoha, eso siempre lo supo y jamás lo dudó...

Y aunque Naruto le haya jurado amor ante el altar, ella, muy en el fondo estaba consiente que no era precisamente el mismo amor que su corazón le juraba a él. Sus ojos blancos miraron hacia el cielo, su rostro estaba mojado, mientras sus lágrimas se entremezclaron con el agua dulce de la lluvia, suspiró... En su corazón había un hueco, que difícilmente iba a llenar, una herida que tomaría años en sanar, pero sobretodo estaba la convicción de que no fue por ella que Naruto no pudo ser feliz, pues siempre hizo hasta lo imposible por complacer a su amado, le dio dos hijos preciosos, no sentía arrepentimiento, por su puesto que no, sólo sentía la tristeza de que más tarde que temprano la verdad se hizo presente, aflorando por dondequiera, sin poder evitarlo...
- Naruto-kun... - Susurró para ella misma, pues sabía que hasta hoy la farsa que construyó por años acababa finalmente, el día más temido por sus fantasmas ocultos en los lugares más inhóspitos de su ser, había llegado... Quizá de alguna forma la hacía libre... Pues la verdad siempre nos libera, es algo que siempre supo. Su corazón se desmoronaba.
-Hinata... - La voz de su ex-sensei rompió aquella atmósfera, pues ella también vio la escena dramática y llena de amor bajo la lluvia. Los ojos de la Hyuga se posaron en los de su ex-sensei, y sin pensarlo se lanzó encima de Kurenai, quien no dudó en recibirla entre sus brazos.

Ella, buscó la manera de alejarse, pues sabía que en cualquier momento los dos ninjas enamorados iban a percibir su chakra, si es que ya no lo habían sentido, ella no quería que vieran a su ex-alumna así, se la llevó lejos, moviéndose a una velocidad considerable, a través de los techos mojados de Konoha.

Finalmente pudieron llegar al hogar de Kurenai, dónde ambas se pudieron cambiar, quitándose las prendas mojadas. Hinata no hablaba, sólo permanecía callada, sentada en la cama de su ex-maestra, quien amablemente le trajo una taza con té, humeante, silenciosamente se sentó a su lado, ambas miraban a la nada, Kurenai sabía muy bien lo que se sentía perder a quien amaba, sin embargo, el dolor de Hinata era diferente, ella se deslizó en la cama, entonces se acomodó de lado.

- Puedes estar tranquila, Boruto y Himawari están a salvo, dormirán en casa de Shikamaru junto a sus compañeros, ellos ignoran lo sucedido. -Dijo Kurenai, aligerando sus penas, Hinata sólo suspiró, y cerró sus ojos sucumbiendo al mundo de los sueños

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POV Naruto

¿Qué piensas hacer Sasuke?

Fue el pensamiento que tuve, mientras abría mis ojos... ¿Qué había pasado? Me senté en la cama de golpe, sintiendo un fuerte mareo, todo me daba vueltas. Me tomé la cabeza como acto reflejo, cuando miré a mi alrededor, vi que ya no estaba en casa de Shikamaru, ni siquiera sabía donde estaba.
- ¿Qué rayos...? - Musité viendo a mi alrededor.

- Ah... Hasta que despiertas. - Era él... Quien entraba con un mono de dormir, pues se veía muy suave, sin camisa, mostrando su torso desnudo en su totalidad, entrando al cuarto, mientras con una toalla secaba su cabello mojado.

- ¿Qué sucedió...? - Cuestioné perdido, no sabía donde estaba. Lo ultimo que recordaba era estar fuera de la casa de Shikamaru, discutiendo con Sasuke.

- Te desmayaste. - Afirmó, sentándose a mi lado.

- ¿Cómo...? ¿Dónde estoy-tteba? - Pregunté, viéndole atentamente, realmente aún no reconocía mi ubicación.

- Estamos en mi antiguo hogar, esta era mi habitación cuando era pequeño. - Respondió Sasuke, observando también el lugar.

- Ya veo... - Dije, notando que ya no estaba mojado, pero si estaba desnudo.
- ¡Woa! ¿Por qué estoy desnudo-dattebayo? - Grité exaltado, dándome cuenta de mi situación actual.

- Estabas mojado, no sé con exactitud por qué te desmayaste, sin embargo, sé que hiperventilaste, te traje con rapidez hacía acá, te desvestí y metí al baño, duchándote con agua tibia, allí despertaste, me miraste y te dormiste, me tranquilicé cuando te vi respirando con normalidad, entonces fue cuando te sequé y acosté en mi cama, cubriéndote bien, para que recuperaras el calor corporal. Tus mejillas tienen su color natural, es decir, ya estás bien. -Me respondió Sasuke, mirándome atento, me sonrojé tanto con el hecho de todo lo que había hecho él.

- Y-Ya veo... - Dije quedito, fue cuando recordé todo lo que habíamos dicho cuando aún estábamos bajo la lluvia, giré mi rostro y lo vi ahí, sentado, tan tranquilo... No me imagino mi vida sin él, no otra vez, me negaba a la posibilidad de perderle, temía a su ausencia.

- Eres la luz de mi oscuridad. - Susurró Sasuke, aún sin mirarme, no supe muy bien como definir lo que aquellas palabras me hicieron sentir, esas palabras tan simples y a la vez tan llenas de sentimiento.

- No hay luz sin oscuridad. - Fue mi respuesta, mientras ahora nuestras miradas se encontraban. Nuestros ojos hablaban por si sólo, era más fuerte que yo aquella conexión, me acerqué a él, mientras él se quedaba estático.

- Necesito sentir que... Sasuke... Yo... Necesito saber que no te irás de mi vida jamás, no sé vivir sin ti, tú... ¡Necesito sentir que eres tan mío como yo lo soy de ti! - Fueron las palabras titubeantes que salieron mientras miraba hacia abajo, un nudo se formó en mi garganta de nuevo, odiaba esa sensación de querer llorar.

Sasuke estaba más pensativo que de costumbre... Pues su mirada se perdió en el infinito, entonces sentí como tomó mi mano entre las suyas y la besó. Por mi cuerpo viajó una fuerte descarga eléctrica, él era quien me hacía sentir así... El único dueño de mis deseos y sentimientos. Justo en ese instante, se movió un poco, empujó mi cuerpo ligeramente hacia la cama, haciendo que quedara completamente acostado, mientras él se colocaba sin nada de brusquedad sobre mi, sus ojos buscaron los míos, llenándome de seguridad, de... Llenándome de tantas cosas que jamás sabré describir con palabras todas aquellas sensaciones que me regalaba su mirada aunado con su cercanía, definitivamente se debe estar enamorado para poder saber que se siente, y que aún así miles de esas sensaciones jamás podrás comprender.

El cuerpo de Sasuke presionaba suavemente el mío, la sábana aún cubría mi desnudez, la piel de su torso rozaba el mío, sintiéndose tan bien que podría pasar el resto de mi vida así, su rostro se encontraba a pocos centímetros de distancia del mío, su aliento era absorbido con deleite por mis fosas nasales, siempre olía tan bien. 

- Te haré sentir cosas que ni siquiera sabías que existían, Naruto... -
Fueron las palabras que él susurró en mi oído, su voz era tan sensual que podría pasar toda una vida escuchándole hablar. Un escalofrío se hizo presente, mientras sus labios capturaban el lóbulo de mi oreja, erizando mi piel, y a su vez mi respiración se aceleró un poco, su lengua de manera atrevida recorrió el mismo lugar.

- Mnh... - Musité, mientras mordía mis labios, intentando callar lo que al parecer era un gemido. Su cabello rozaba mi rostro, fue cuando una de sus manos tomó las mías y las colocó sobre mi cabeza, con tanta sutiliza, tal como si sintiera que con cualquier movimiento se podrían quebrar, se colocó casi a mi lado, pero una de sus piernas permanecía en medio de las mías, mientras su entrepierna presionaba mi muslo izquierdo, sus manos viajaron por mis labios, recorriendo mi pecho, pasando por mi abdomen y llegando justo al comienzo de aquella sábana blanca que aún cubría mi desnudez.

Mi espalda se arqueó de forma involuntaria y mis ojos se cerraron de inmediato, sintiendo ahora como las manos de Sasuke tocaban mi torso, acercándose de esa manera a esa área, mordí mi labio, y cuando abrí mis ojos, sus labios ya habían hecho prisioneros los míos.
Nos besamos... Vaya que nos besamos, tal cual como si no fuese a existir un mañana, nos besamos como si nuestras vidas dependieran de ello, nuestros labios se reclamaban, los añoraba, sentía que hace mucho no lo besaba... No así, no con esta sensación de entrega total.

Sus besos me hacían sentir que él era mío, que me pertenecía en su totalidad, cada respiro y suspiro eran por y para mi, su corazón latía tan fuerte como el mío, y nuestras respiraciones eran dificultosas a estas alturas, su mano liberó las mías, sin dudarlo las deslicé por su espalda, llegando justo a sus glúteos, dónde un suspiro proveniente de su pecho no se hizo esperar, me excitaba verlo, me excitaba oler sus feromonas, me excitaba en simple hecho de que suspirara...

Él me excitaba en su totalidad, mi entrepierna dio un fuerte respingo, la erección no podía disimularse, pues la sábana se elevaba descaradamente, formando una especie de carpa justo donde quedaba mi miembro. Y sin mencionar que en mi muslo sentía como su propia erección crecía sin parar, endureciéndose y poniéndome como roca a mi... Sus labios bajaron hacia mi cuello desnudo, dónde besaron y mordisquearon sutilmente, regalándome miles de descargas placenteras que iban a dar justo en mi entrepierna... Entonces su mano derecha terminó su recorrido, finalmente sumergiéndose bajo las sábanas, tomando mi erección palpitante

- Aghh... - Solté un evidente gemido, mientras percibía como su mano rodeaba mi miembro, presionándole sutilmente, y que a su vez continuaba aquellos besos acompañados de gentiles mordiscos, me estaba enloqueciendo, mi miembro palpitaba y a estas alturas ya estaba comenzando a lubricar. Sus dedos ahora presionaban mi glande, dándome un placer tan intenso que era desesperante, me retorcí bajo su cuerpo, mientras mis manos apretaban su espalda, sus manos eran expertas y diestras, sabía muy bien como enloquecerme, comenzó a subir y a bajar a lo largo de mi erección, ayudado con la lubricación natural, que ahora era bastante.
Sus labios bajaron por mi cuello, llegando a mi pecho, deteniéndose justo en mis pectorales...

Y con su lengua experta lamió y succionó cada uno de mis puntos rosas, excitandome tanto que mi entrepierna comenzaba a doler un poco, estaba endurecida en su totalidad, me estaba enloqueciendo realmente, su mano derecha aún sosteniendo mi dura erección llevaba un ritmo lento, realmente torturador, pero con el simple hecho de saber que era Sasuke quien me estaba tocando era alucinante. Sentía su entrepierna dura presionar mi muslo y quería tocarla, me producía una ansiedad intensa, Su mano continuaba con aquel sube y baja, llevándome al límite del éxtasis, se sentía tan bien...

-Aghh Sasuke... - Gemí, sintiendo ahora como su pulgar se movía en círculos en mi hinchado glande, haciéndome estremecer.

- Quiero sentir tus labios Sasuke... - Dije, con un hilo de voz. El sólo subió la mirada y me sonrió, se levantó y vi como su erección ahora había dejado una marca de humedad muy vistosa, me sonrojé, Sasuke siempre se ve tan masculino. Me acerqué un poco a él e intenté quitarle el mono, pero antes de que pudiese, me detuvo, deslizó la prenda por sus piernas, cayendo al suelo, liberando su hombría, siempre que lo veía de esa manera era toda una novedad para mi, no terminaba de acostumbrarme al hecho de que Sasuke Perfección Uchiha estuviese desnudo sólo para mi, su cuerpo no tenía errores, hasta su ombligo era perfecto.

Lo miré con detalle, emocionado a más no poder. Observé como se acostaba en la cama, indicándome que me colocara sobre él. Le hice caso, sin embargo, me obligó a colocarme al revés, de manera que mi entrepierna quedara a la altura de su rostro, es decir "69".

- Oye... ¿Por qué yo debo estar a...Aghhhh- Me calló abruptamente, mientras metía todo mi miembro dentro de su boca, siempre estaba tan cálida, su garganta lo presionaba, haciéndome arquear la espalda, provocando que elevara mis glúteos, sus manos blancas los tomaron, apretándolos con suavidad, excitandome mucho más, mi rostro estaba girado, quería ver ese espectáculo, pero decidí por ver al frente, encontrándome con su erección necesitada de atenciones, se veía exquisita, esa punta con ese tono rosa era apetecible a niveles inimaginables, me incliné un poco, y metí sólo el glande, mientras la reacción de él no se hizo esperar.

-Ngh... - Gimió por lo bajo, enloqueciendo mis sentidos, mis caderas se movían suavemente sobre él, mientras su boca me succionaba sin parar, aquello era demencial, sentía mi rostro arder, sé que estaba muy rojo, la respiración de Sasuke estaba acelerada, me excitaba escucharle así, quería oír más. Metí toda su hombría dentro de mi boca. - ¡Aghh...! - Gimió fuertemente, aún con mi miembro dentro de su boca, sentí sus manos aferrarse a mis glúteos, sus caderas se alzaron, buscando más profundidad dentro de mi boca, lo saqué un poco, sino me ahogaría.

Comencé a subir y bajar a lo largo del mismo, mientras el embestía mi boca, de pronto sentí como un dedo se colaba en mi entrada y una succión más fuerte en mi glande se hizo presente, obligándome a soltar su miembro y arqueandome nuevamente.

- Argh... - Gruñí, a estas alturas mi entrada ya había dilatado bastante, entre tanta excitación era imposible no hacerlo, él continuó con aquel oral de campeonato, mientras yo movía mis caderas sobre él, embistiendo sutilmente su boca, mientras dos dedos más se colaban, mordí un poco aquel pedazo de carne que atravesaba mi boca, controlando la poca molestia que en poco instantes desaparecería. Los movimientos de nuestras caderas ahora eran frenéticos y rápidos, estábamos al borde del éxtasis, de pronto él se detuvo.

Me cargó con mucha facilidad se levantó y me dio un beso en la frente. Yo lo miré descolocado, entonces me acostó sutilmente boca arriba en la cama, elevó ambas piernas y las colocó sobre sus hombros. Lo miré con un poco de temor, sin embargo, ambos lo deseábamos, necesitábamos sentirnos uno sólo.

Se posicionó, entonces con una mano sostuvo mis caderas y con la otra ubicó su entrepierna en mi entrada, apenas pude sentir la humedad de su glande, lo caliente y palpitante que estaba, mordí mi labio inferior, mientras mis ojos veían los suyos directamente, sintiendo como nuestro vinculo eterno se hacía presente ahora conectado a través de nuestras miradas. Una vez que su miembro estaba ubicado, presionó con algo de fuerza.

- Aghhhh... Sa-Sasuke... - Gemí entrecortadamente, era tan doloroso y placentero, cerré mis ojos, mientras sentía como él iba entrando dentro de mi, abriéndose paso con tanta suavidad que casi no sentía dolor, era placentero sentir como ahora me llenaba, atravesándome con su erección, Sasuke se aferraba a mis caderas con fuerzas, lo miré y vi que sus ojos me miraban insistentes, detallando cada una de mis reacciones. Mi entrada se contraía de forma involuntaria.

- Ngh... Naruto... Agh... Me aprietas... Eres tan... Estrecho... - Me dijo entre gemidos, me excitaba como loco verlo en ese estado, su pecho estaba rojo y se dejaba ver una marcada vena por su pectoral izquierdo, que pasaba hasta el brazo. Apretaba fuertemente mis caderas, encajando por fin todo su miembro.

-Sasu...Sasuke... Aghhh... - Gemía sin parar, sus labios se veían rojos también, y su cabello estaba hacia atrás, sin embargo, caían unos cuantos mechones, dándole una apariencia similar a la que tenía cuando adolescente, pero ahora era mucho más varonil y atractivo. A estas alturas necesitaba sentir como se movía dentro de mi.

- Me aprietas tanto... No puedo esperar, agh... Más Naruto... -Susurró moviéndose, estrellando su pelvis en mis glúteos. Subió sus manos y tomó ambos tobillos, que reposaban en sus hombros, movió sus caderas una vez más, de adelante hacía atrás, mientras metía el dedo pulgar de mi pie derecho en su boca, enloqueciéndome, las descarga de placer viajó desde mis pies hasta mi entrepierna, provocando que un respingo se hiciera presente.

- Aghhhhh... - Gemí sonoramente, viendo lo atrevido que se veía haciendo eso, su miembro entraba y salía de mi con suavidad, su grosor me llenaba totalmente, causándome un placer tan intenso que sentía mi vista nublada. Nuestros ojos aún permanecían conectados, él en un acto impropio de su personalidad, le dio un tierno beso a mi otro pie, de una forma tan tierna que me sorprendió, le amaba, le amaba con locura...

-Sasuke... T-Te amo... - Susurré con un hilo de voz, él sonrió como toda respuesta, una de sus manos viajaron hasta mi entrepierna, tomándola con firmeza, entonces aumentó el ritmo de sus embestidas, entrando y saliendo de mi, y que a su vez subía y bajaba su mano en mi erección, llevándome a mis limites, sus caderas se estrellaban en mis glúteos.
- Aghh, se siente tan bien joder...

-Aquella sensación era increíble, su humedad se sentía exquisita dentro de mi, y sus manos moviendose frenéticamente en mi miembro era demencial.

- Sa-Sasuke voy a... - Dije entre gemidos, mientras él de un movimiento alzó sus caderas y tocó mi punto G, haciéndome colapsar. Mi cuerpo se retorció y mis caderas se movieron inquietas, regalándole placer de igual forma a él.

- ¿Es ahí, no? - Susurró Sasuke, con una sonrisa ladina. Yo sólo voltee los ojos, gimiendo como loco, no podía articular palabra, su mano se movió con más rapidez y sus embestidas eran más rápidas, el chasquido de nuestras pieles eran excitantes, mi mente estaba nublada, sólo pensaba en que no podía vivir sin Sasuke, sin su cuerpo, sin sus manos recorrer mi ser, sin éste placer que me hace sentir cada vez que me hace el amor de esta forma, éste placer que recorría cada parte de mi cuerpo, concentrándose en mi entrepierna, la cual estaba siendo estimulada por la mano de Sasuke, no podía más, el placer me había llevado al límite de lo conocido, mis manos apretaban las sábanas sin parar, me retorcía, entonces una estocada me hizo estallar en un orgasmo, mientras sentía como él también se derramaba dentro de mi, apretando mis caderas, como queriéndose fundir a mi cuerpo. Cayó sobre mi, sudado, me miró a los ojos y besó mis labios. Estaba agotado, mi cuerpo no daba para más, sólo respondí su beso y le abracé con fuerza, mientras sentía como irremediablemente me dormía no sin antes susurrar un "Te amo Sasuke", y apenas pude escuchar a lo lejos como el susurró:

- Jamás dejaré de amarte, Naruto. - Entonces, finalmente acabé durmiéndome.

Fin, POV Naruto

 

El uchiha se levantó de la cama, luego de darle un sutil beso en la frente del rubio que dormía cómodamente en la cama. Él se aseó, una vez limpio, observó por la ventana, viendo como había parado de llover, entonces recordó aquella sensación... El chakra de aquella mujer tan cerca de ellos.

- Hyuga... Sólo espero que no des problemas a Naruto. -

Fue el pensamiento de Sasuke, mientras se giraba y acostaba a lado del rubio.

 


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