Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Kizuna por Uchihauchiha

[Reviews - 188]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Continuación!

En éste capítulo veremos cómo los ninjas protagonistas van descubriendo que la afinidad que sienten es imposible de ignorar. Espero que los disfruten, me encantó escribir éste capítulo.

Sin más que decir, los dejo con el capítulo número 4. 

Y de pronto, parece que el tiempo se detuvo, los ojos del rubio se clavaron en los oscuros de Sasuke, quien no pudo romper esa conexión de miradas. Y extrañamente, el corazón del azabache aumentó el ritmo, al punto que casi escuchaba el palpitar de su propio corazón. Todo era bastante inusual para ambos. La distancia era ridículamente escasa y en ese punto, los dos estaban respirando del mismo aire.

Naruto pudo percibir el aroma que desprendía el cuerpo de su amigo e inconscientemente suspiró, absorbiendo por sus fosas el olor del Uchiha. Y por inercia, sus ojos descendieron por el rostro del contrario llegando donde estaban los labios, donde pudo ver lo pequeños y sutilmente carnosos, teniendo un ligero tono rosa que captaba la atención del ninja rubio. Y Sasuke al notar como su amigo recorría su rostro, pudo sentir como cada musculo de su cuerpo se tensó… Aquella ley de atracción entre estos polos opuestos se hizo eminente por unos segundos y ninguno de los dos pudo evitarlo…

 El cosquilleo que recorría el cuerpo de Naruto cada vez era más fuerte, y de pronto, olvidó  todo por un segundo, entrando en un estado mental donde sólo podía sentir. Se impulsó hacia adelante, en un movimiento rápido, pero extremadamente corto, donde casi rozó los labios de Sasuke, sólo sintió la respiración de él sobre sus labios, y un escalofríos viajó por sus muslos, y una calidez inusual descendía por su pecho concentrándose junto en su entrepierna, fue justo cuando el móvil de Naruto sonó interrumpiendo absolutamente todo.

–*Carraspeo* ¿Di-Diga? – Intentó responder con naturalidad el rubio, enderezándose de un movimiento. Y Sasuke por su lado, se sentía descolocado y por primera vez en toda su vida, no pudo insultar a naruto por hacer cosas extrañas, pues ésta vez… Aunque no quisiera aceptarlo, en lo más profundo y casi oculto de su ser, le había gustado la situación, de alguna manera, le hizo sentir que estaba vivo, sentía sus mejillas arder y que su corazón aún latía… Era sin duda la situación más extraña que había vivido en su vida, sin embargo, prefirió hacer caso omiso, o eso creyó que haría... Pero cuando el rubio terminó de hablar por celular, habló… Interrumpiendo el dilema mental que tenía Sasuke, sintió que realmente no podía hacer pasar desapercibido lo que sucedió.

–Esto… Era Hinata, me preguntaba si me quedaría acá otra vez… Le dije que sí, el trabajo aún no acaba. – Dijo naruto, intentando parecer serio y calmado, pero aún sentía su corazón latir de forma acelerada. –Eh… ¿Qué era lo que tenía que ver, Sasuke? – Preguntó, reanudando su lógica.

–Esto. – Señaló el azabache, completamente serio. No debía demostrar nada de lo que ocurrió en su cuerpo ahora, se sentía extraño, así que permaneció más serio que de costumbre. Naruto se inclinó de nuevo, pero esta vez con más cuidado, observó lo que debía ver y regresó a su puesto otra vez. Ambos continuaron su trabajo, sin emitir palabra. Pasaron las horas, siendo las 4:00am…

– ¡AL FIN HE ACABADO-DATTEBAYO! – Gritó el rubio, estriándose en su asiento.

–Hmp. – Fue la respuesta del Uchiha, quien cerraba la laptop casi a la par con naruto.

–Joder… Ya va a ser las 4am y no he dormido nada… – Decía hundiendo su rostro entre sus brazos, apoyados en el escritorio.

–Bien, yo me largo. – Dijo Sasuke, levantándose de la silla.

–Es-Espera Teme… Si ya va a amanecer, esperemos que salga el sol y… *bostezo* Te vas a tu casa.

–No tengo nada que hacer acá, he terminado. –

–Hai, Hai… Dame un segundo e iré a asegurarme que todo está bien acá dentro y me voy contigo-dattebayo.  – Dijo el hokage, saliendo de la oficina. Volviendo a los 5min –Listo, podemos irn– Se quedó parado en la puerta de la oficina cuando notó que el azabache extrañamente se había quedado dormido, sentado. Tenía la cabeza recargada en el espaldar, ligeramente inclinada hacia atrás, con los brazos cruzados en el pecho y las piernas estiradas, una sobre otra.  –Éste bastardo me apresura tanto para que termine durmiéndose-dattebayo – Se quejaba en voz baja. – Tendré que despertarle. – Dijo, mientras caminaba a regañadientes, se sentía muy cansado, pues toda la noche la pasaron en vela. Se paró frente a su amigo, dispuesto a darle una buena zarandeada para despertarle, pero… Antes que pudiera hacerlo, su atención fue captada por la silueta que parecía ser tallada en mármol que yacía sobre el asiento. Allí estaba otra vez, viendo de manera rara a su amigo. Ladeo la cabeza, como queriendo espantar a aquellas extrañas reacciones. De pronto, su lado revoltoso y bromista se encendió, su intención era gritarle a Sasuke cerca del oído para asustarlo y así hacer que se molestara, le divertía ver a su amigo molesto.

Se agachó y justo cuando iba a gritarle en el oído, Sasuke se giró aún dormido, encarando al rubio, provocando que su nariz rozara con la ajena. Naruto abrió los ojos como plato, viendo la peligrosa cercanía que existía ahora entre ellos dos. –Qué cálida sensación… – Pensó el rubio, mientras observaba con atención el rostro del azabache. – Ya veo porque Sakura está loca por Sasuke… Es… Es como… como… ¿Qué estoy haciendo?... N-No lo sé, pero me gusta esta sensación de calidez que produce tenerlo tan cerca… Yo... ¡Woa! ¡¿Qué estoy pensando-dattebayo?! – Se regañó mentalmente, mientras se apartaba de su amigo de forma exagerada. Caminó de un lado a otro, como intentando calmar aquello tan extraño que recorría su pecho, ese hormigueo característico que no había sentido con su esposa y eso le hacía sentir aún más extraño… –Es sólo Sasuke-dattebayo... – Se dijo, intentando conseguir alguna manera de apaciguar aquello tan inusual que se desataba inevitablemente. –Mejor lo voy a llamar para irnos. Igual ya va a amanecer… – Pensó, así que sin nada de delicadeza, se aproximó un poco a Sasuke, lo tomó de ambos hombros y le zarandeó fuertemente.

– ¡Oooi Sasukeee! ¡Despierta-dattebayo!

– ¿Pero qué demon- ¡¿Qué demonios Naruto?! – Le gritó el azabache muy alterado. Mientras era sacado sin una pizca de delicadeza de su sueño.

–Es hora de irnos-dattebayo– Dijo naruto, aún algo tenso.

– ¡¿Y por eso tienes que despertarme así?! ¡Usuratonkachi! – Le dijo molesto, mientras lo quitaba del frente.

– Jajaja… No pude evitarlo, te veías tan inocente-dattebayo… – Se burló, mientras vio como las orbes negras de los ojos de Sasuke cambiaba a un tono muy rojo…

–Déjame en paz. – Habló amenazante, mientras activaba su Sharingan.

– ¿Eh? Matte Sasuke… No es para tanto-dattebayo. – Le dijo el rubio, dando dos pasos hacia atrás, preparado para defenderse de su temperamental amigo.

–Idiota. – Le insultó, levantándose y yéndose.

– ¡Temee! ¡Esperame-dattebayoo! – Le gritaba el rubio, mientras corría para alcanzarlo. – Jé, ni siquiera porque soy el hokage esto cambia-dattebayo – Se quejaba mentalmente naruto, aunque la verdad es que disfrutaba molestar a su amigo. Caminó a su lado, sin decir nada… Ya el sol estaba por salir, y los ninjas no habían dormido absolutamente nada. Se despidieron, o bueno… Naruto se despidió, Sasuke sólo se giró.

El rubio llegó a su casa finalmente.

–Tadaima. – Dijo, entrando.

– ¡Naruto-kun, bienvenido! – Le recibió su esposa, dándole un corto beso, al cual naruto correspondió por inercia. – ¿Haz terminado?

– ¿Eh? Sí… Sasuke me ayudó, no dormimos en toda la noche, estoy muerto-dattebayo… – Respondió, sentándose en el comedor, antes que nada necesitaba comer. Hinata se tensó al escuchar que pasó la noche con el Uchiha, ella de alguna manera siempre ha intuido que el amor que naruto siente por Sasuke no es precisamente fraternal, aunque no lo asegura, pero es lo que ha pensado toda la vida. –Ne, Hinata… ¿Los niños aún duermen? – Cuestionó de forma normal, sin saber la laguna mental que había en la cabeza de su esposa.

– ¿Eh?... Etto, sí aún duermen… – Respondió titubeante. El rubio la miró extraño, pero ya se había adaptado a que tartamudeara la mayoría del tiempo, aunque con los años ya era menos frecuente.

–Ohayo gozaimasu… – Saludaba Boruto junto a Himawari, sentándose a desayunar igual.

–Ohayo… – Respondió Naruto, recibiendo a la pequeña Himawari en sus brazos. – Que bueno que te hayas levantado temprano bolt, a Sasuke-teme no le gusta esperar.

–Hai… Oi, oto-chan… ¿Si ustedes son tan amigos por qué siempre se insultan? – Cuestionó curioso el pequeño Uzumaki.

–Esto… No lo sé, pero creo que es nuestra manera de demostrar que somos amigos-dattebayo– Decía naruto, mientras reía. –Nuestra amistad comenzó de manera inusual… Al principio nos odiábamos, Jé.

–Ya veo, ¿Pero cómo se hicieron tan amigos si se odiaban?

–Pues verás… Todo empezó originalmente en la academia, obviamente Sasuke me envidiaba por lo genial que yo era… Pero, él también era muy genial… Tenía a casi todas las chicas de la academia locas por él, por supuesto que yo también... – Contaba naruto, fingiendo una que otra cosilla… Boruto le escuchaba atento.

–Pero Sasuke-Sensei es más genial que tú oto-chan – Dijo el revoltoso pequeño.

– ¿Qué dices? Yo soy más guay. – Dijo, haciéndose el orgulloso. Pero ese no es el punto, te estoy contando sobre cómo comenzó nuestra amistad-dattebayo. – Hablaba emocionado el Uzumaki mayor, a pesar de no haber dormido nada, con el simple hecho de hablar sobre su historia junto al Uchiha, le daba energías. Hablaba explicando cada detalle de cómo fue que ese vínculo entre ellos fue naciendo poco a poco, hasta el punto de no poder vivir el uno sin el otro, pero por supuesto que el terco de Sasuke jamás aceptaría eso. Por su lado, Hinata observaba atenta a su esposo, oyéndole hablar sobre el Uchiha, notando como sus ojos tenían un brillo que no era usual. Aquello le abrumaba un poco, pero como siempre lo ha hecho, hizo caso omiso a su intuición.

– ¡Woaa! ¡Impresionante-dattebasa! ¿Quieres mucho a Sasuke-Sensei verdad? – Preguntó de forma inocente el pequeño rubio.

– ¿Eh? Eh… – Tartamudeo, pensando en qué clases de pregunta hacia su hijo, pero la verdad es que nunca lo había pensado… – ¿Qué si quiero a Sasuke?...

–Oto-chan ¿Qué ocurre-dattebasa? –Interrogó una vez más Boruto.

–Esto… Claro que quiero a Sasuke-Teme-dattebayo, es mi mejor amigo. – Le respondió sonriéndole, mientras le mostraba el pulgar hacia arriba.

– ¿Y Cómo se quieren los mejores amigo oto-chan? – Preguntó esta vez la inocente niña.

– ¡Así como quieres a tú onii-chan-dattebayo! Se quieren como hermanos. – Le respondió estrechando a la pequeña en sus brazos. Pero, la pregunta después de unos segundos caló su cabeza… – ¿Acaso los hermanos se observan mientras duermen? Esto está mal-dattebayo…– Se dijo mentalmente, recordando lo extraño que fue eso en su oficina. –Iré a darme una ducha, tengo que ir a la oficina de nuevo. – Se levantó el hokage dirigiéndose al baño.

–Boruto, iré a la tienda, Himawari ¿Quieres acompañarme?

– ¡Hai, Oka-san! – Dijo la pequeña mientras agarraba la mano de su mamá, saliendo así de la casa.

Boruto terminaba de desayunar, emocionado porque hoy continuaría su entrenamiento con su nuevo maestro, Uchiha Sasuke. Desayunó lo más pronto posible, mientras corrió hacia la puerta, y cuando la abrió se encontró con el azabache, con la intención de tocar.

–Ohayo. – Dijo el Uchiha.

– ¡Sasuke-sensei! – Expresó bolt con brillo en los ojos, admiraba a Sasuke y le gustaba estar con él.

–Boruto. – Saludo preciso. –Vengo para avisarte que el entrenamiento será pospuesto por unas horas o tal vez por algún tiempo, pero eso tendré que discutirlo antes con naruto, por otro lado, me topé con Konohamaru, quién está reunido con Sarada y el otro miembro. –

– ¿Posponer? ¡No es posible-dattebasa! Si comenzamos a entrenar ayer – Dijo, poniendo cara de desilusión.

–Tranquilo, Boruto… Tendremos mucho tiempo para entrenar. –Le dijo de manera cálida el Uchiha, colocando su mano en la cabeza del pequeño, quien le regresó una mirada llena de esperanza otra vez… Donde casi pudo ver reflejado a Naruto de pequeño.

– ¡Hai-dattebasa! Entonces iré a reunirme con mi equipo, nos veremos después Sasuke-Sensei… Por cierto, oto-chan está allá dentro, quiero saber pronto si podremos seguir entrenando… – Le expresó de manera sincera el pequeño bolt, mientras casi empujaba a Sasuke hacia dentro de la casa y entonces, cerró la puerta.

Sasuke le miró interrogante, estando aún frente a la puerta cerrada… –Éste niño… Es todo un caso. – Expresó, mientras se giraba.

–Boruto ¿Quién estaba ah– Habló entrecortadamente el séptimo hokage, mientras salía con la toalla puesta en la cintura, aun goteando agua… Encontrándose con su mejor amigo ahí, en medio de la sala, mirándole. – ¿Sa-Sasuke? Esto… No esperaba verte ahorita… – Dijo, apenado por la situación en que se encontraba.

El Uchiha por su lado se quedó solidificado, no esperaba ver a naruto semidesnudo y sin querer pudo ver lo cambiado que estaba naruto, los años le habían sentado de maravilla, estaba con el cabello húmedo, desordenado, su torso estaba completamente marcado, su pecho era más amplio y sus hombros más anchos, y ni hablar de su abdomen definido, por dónde aún se deslizaban una que otra partícula de agua. Subió casi con disimulo su mirada hacia el rostro de naruto y reaccionó.

– Eh… No tenía pienso de entrar… Es sólo que Boruto… – Intentó explicar el porqué estaba ahí, pero no tenía demasiado sentido. – Olvídalo, ya me iba. – Dijo Sasuke, ruborizado por la escena que acababa de presenciar. Mientras se volteaba para abrir la puerta.

El rubio pudo notar como su amigo lo observó, sintiendo sus mejillas arder y de nuevo ese cosquilleo se hacía presente en su cuerpo. – ¡No! Espera… – Habló naruto esta vez, mientras caminó rápido, antes que Sasuke abriera la puerta, tomándole del brazo. –No te vayas, yo… – Se quedó mudo, no supo por qué reaccionó así. Sólo no quería dejar ir a Sasuke, soltó rápidamente su brazo, manteniendo una distancia considerable.

– ¿Qué sucede? – Cuestionó la actitud de su amigo, girándose de nuevo para verle.

–Esto… Espérame unos segundos, debemos hablar el asunto de los exámenes chūnin hoy y… Todo eso-dattebayo – Respondió no muy seguro.

–Lo sé, pero eso lo haremos en la oficina. – Dijo tajante.

–Sí, pero iremos al mismo sitio, así que espérame aquí – Impuso su voluntad, casi sentando al Uchiha en uno de los sofás de su hogar. –mientras yo… – Hizo una pausa, viendo que su toalla amenazaba con deslizarse, entonces soltó a Sasuke mientras tomaba la toalla otra vez, sintiendo como todo su rostro se encendía al estilo Hinata. – Mientras yo me visto-dattebayo– Dijo terminando la frase de manera apresurada, mientras se giró y corrió hasta llegar a su habitación, donde cerró la puerta. – ¡Joder, Joder, Joder! ¿Quieres dejar de actuar de manera extraña cuando estás con el teme-dattebayo? – Decía con voz bajita, aquella situación lo estaba consumiendo y de alguna u otra manera buscaría respuestas de qué está sucediendo con él… 

Notas finales:

 ¿Qué tal?

¡¿QUEÉ TAL?!

¿Les parece que va a buen ritmo o no?

Quiero leer todas sus opiniones, son muy importantes <3

Mil gracias a los que leen y comentan, actualizaré pronto. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).