Entonces el rubio se giró para ver a Sasuke, quien rápidamente miró hacia el frente, simulando que no le interesaba lo que hablaba Naruto.
–Teme… ¿Alguna vez te sentiste así? – Cuestionó de forma inocente al Uchiha.
– ¿Eh? – Lo tomó desprevenido, a parte no acostumbraba demasiado tener charlas con los demás sobre sus sentimientos y esas cosas.
–Así… Como sí no estuvieras completo… – Decía naruto, mirando el perfil de Sasuke.
El Uchiha escuchaba atentamente al rubio, y por supuesto que sabía sobre qué hablaba éste. Se quedó mirando hacia el frente, sintiendo como la mirada de naruto estaba puesta sobre él. “Así… Como sí no estuvieras completo…” Se repetía en su mente la frase, y que a raíz de ella recordó cómo fue su vida cuando conoció a naruto… Aquello según el azabache no tenía lógica, pero en lo único que pudo pensar al escuchar esas palabras fue en su vida junto a naruto…. Recordó que al principio lo detestaba, le parecía una completa pérdida de tiempo, luego notó como poco a poco éste se comenzaba a ganar su atención, con sus bromas pesadas y actitudes revoltosas, fijándose minuciosamente que todo aquello que hacía el rubio era por la única razón que quería ser tomado en cuenta.
Volvió a recordar su soledad y tristeza, pero que entonces vio que alguien más también estaba sólo… Sintiéndose identificado. De pronto, llegó a su mente los primeros días en la academia ninja y de pronto un recuerdo flasheado interrumpió la secuencia de su película.
Flashback
Estaba El rubio sobre una mesa mirándole directo a los ojos, trasmitiéndose mutuamente “odio puro”, sintiendo como los rayos de ira salían disparados de su mirada. Y de pronto… El rubio estaba con su rostro pegado al suyo, sintiendo unos labios ajenos puesto sobre los suyos, ¡Eran los de naruto! Y se percató que estaban unidos por un tosco y accidentado beso.
Fin del Flashback
– ¿Q-Qué?... – Pensó Sasuke mientras sentía como sus mejillas se matizaban sutilmente de rosa, por aquel repentino recuerdo; Ladeo la cabeza intentando alejar esa clase de pensamiento, agradeciendo a la ligera oscuridad que no dejara ver su rubor en su piel. Naruto le miraba atento a la vez que se preguntaba que pasaba por la cabeza del azabache.
Intentó reincorporarse, continuó su película, dónde recordó que después, por cosas del destino, terminaron en el mismo equipo… y fue cuando supo que era tener un vínculo completamente ajeno a su familia. Donde todo el tiempo estaban peleando y discutiendo por cualquier tontería, pero que indirectamente ambos ayudaban al crecimiento del otro, compitiendo en todo momento, mejorando sus técnicas y rendimiento. Así fue creciendo aquel lazo, cada día era más notorio, después de tanto tiempo de soledad y vivir sin ningún tipo de afecto, sintiendo como poco a poco sus sentimientos eran apagados, conoció a naruto y le dio un nuevo sentido a su vida, suavizando de nuevo su corazón, por medio de aquel vínculo.
Después Itachi regresó a la aldea y lo hizo volver a sus ideales de venganza, yéndose así de la aldea, siendo ese el primer intento de romper los lazos de “amistad” que existían entre ellos. Transcurrió el tiempo, y estando lejos de konoha, mientras entrenaba día y noche junto a orochimaru, supo que naruto continuaba con su búsqueda insaciable.
Huyo de él y de aquellos hilos que los mantenían unidos, siendo inútil completamente, porque en repetidas ocasiones se toparon. Y cada vez que tenía frente al rubio, sentía como en su corazón aún quedaba algo de sensibilidad y que sólo podía percibirlo cuando se encontraba con naruto. Recordó que eso lo odiaba, y entrenaba duro para destruir esa debilidad, y no pudo esbozar una sonrisa, entonces naruto lo miró interrogante. Por esa razón intentó muchas veces asesinarlo, pero que en realidad jamás pudo. Recordó también la conversación que tuvo con naruto luego de la última batalla en el valle del fin y supo que naruto sabía lo que había en su corazón. Pero que no se lo volvería a repetir.
– ¡Temee! ¡Me exaspera tu silencio-ttebayo! – Le gritó naruto, desesperado, parándose frente a él. No comprendía como su amigo podía estar tanto tiempo callado.
– ¿Y tú siempre tienes que estar gritando? ¡Joder! – Le dijo con un tono de molestia el azabache, lo sacó de manera brusca de sus recuerdos. Le hartaba lo gritón y revoltoso que era su amigo.
–Es que siento como si estuviera hablando solo y es como si tú estuvieras teniendo un monólogo dentro de tu cabeza... –Le respondió el rubio en voz baja, un tanto frustrado, haciendo que el Uchiha sonriera, naruto se había dado cuenta que realmente estaba teniendo una especie de monólogo.
–Usuratonkachi. – Le dijo, girando el rostro, desviando su mirada. Naruto volvió a pararse a lado de su amigo, sentándose en el barandal. Quedándose ambos mirando hacia el frente.
–Sasuke… – Comenzó a hablar naruto, aún con su vista puesta al frente, su llamado fue como intentando contarle a Sasuke lo que le estaba pasando, necesitaba conseguir respuestas, y no sabía cómo ni dónde buscarlas. Pero, su matrimonio se estaba viniendo abajo y sus ánimos estaban bajo cero.
– ¿Uh? – Se giró a ver a su amigo, quien le habló con un tono apacible.
– Quería preguntarte si… – Nuevamente hizo una pausa – ¿Si alguna vez sentiste que no hiciste lo correcto? – Sasuke lo miró dudoso, sabía que algo le estaba sucediendo a su amigo. Pero no le preguntaría, así que solo se limitó a responder, con la única intención de ayudarle. – O… que más bien sí hiciste lo correcto, pero… Que por alguna razón no te sientes del todo bien con ello. – El Uchiha hizo una mueca de sorpresa, pues tal parecía que naruto estuviera leyendo sus pensamientos.
–Sí – Respondió preciso, mientras el rubio se giró a verlo expectante, donde cruzaron miradas. – A veces es necesario sacrificar unas cosas para obtener otras, sin embargo, cuando dejamos a un lado lo que en realidad queremos por hacer lo necesario, sentimos como si se quedara un vacío en nuestra vida. Que sólo aquello que dejamos ir podrá llenarlo. – Respondió sincero Sasuke, olvidándose por un momento de su orgullo. Después de todo su amigo le necesitaba. –Pero de eso se trata… Madurar… Y es entonces cuando dejas de hacer lo que quieres para hacer lo que debes. – Concluyó el Uchiha, rompiendo la conexión que por medio de sus miradas tenían.
Naruto se sorprendió por la respuesta tan cruda pero acertada. Era justo lo que le pasaba.
–Y entonces… ¿Qué haces cuando ese vacío comienza a hacerse cada vez más notorio? – Cuestionó una vez más el rubio, de manera inocente.
–Pues… Eso no puedo responderlo, eso pasa a ser una decisión personal, dobe. – Le dijo el Uchiha un poco abrumado por tantas preguntas juntas.
–Ya veo… – Dijo con voz de resignación.
–Pero vamos, no tienes por qué poner esa cara, dobe. Tienes todo lo necesario para ser feliz. – Intentó animarle Sasuke, pues lo que naruto transmitía era eso, felicidad y dicha en todo momento.
–Jé… Casi todo. Pues, aún siento que me falta algo más, no cualquier cosa, algo que no sé qué es, pero... – Dijo cabizbajo.
–La felicidad es relativa, idiota. – Le dijo sin mucha credibilidad, interrumpiéndolo. Pues el Uchiha sentía exactamente lo mismo.
– ¡Deja de hablar con esas palabras extrañas Idiota! – Expresó el rubio.
–Eres un… Usuratonkachi. – Le dijo burla.
– Sonaste como Shino… Que dice cosas que realmente yo no comprendo-ttebayo – Decía naruto mientras se rascaba una mejilla, haciendo un mohín con sus labios, viéndose tierno y con un aire de inocencia, que pudo ser percibido por su amigo, pues el claro de la luna daba directamente hacia ellos, por ello pudo ver claramente el rostro del rubio.
– ¡Jajaj! Eres un idiota naruto, sigo preguntándome cómo es que llegaste a ser hokage si aún hay palabras que no entiendes. – Se burló sasuke, mientras reía por lo que había dicho su amigo, sólo naruto le hacía reír de esa manera.
Naruto quedó solidificado cuando vio que Sasuke estaba riendo de esa manera, no era algo que pudiera ver todos los días. Y sin poder evitarlo, comenzó a reír también.
–Jajaja, ¡Sasuke-Teme! No cualquiera tiene mis poderes-dattebayo. – Le respondió entre risas.
–Idiota. – Le dijo incorporándose. – No recuerdo cuando fue la última vez que sonreí de esa forma. – Expresó Sasuke, sincero.
– ¿Eh? – Le extrañó un poco, se supone que Sasuke estaba feliz de tener de nuevo una familia. Y que cuando la gente está feliz suele sonreír. Aunque hizo un poco de memoria y supo que no mentía, además Sasuke no era precisamente como las demás personas. “Como puede ocultar su sonrisa… Si es…” Pensó el rubio, sobresaltándose por la clase de cosas que le llegaban a la mente. –Es porque eres un amargado-ttebayo – Le dijo intentado parecer serio.
– ¡Cállate Usuratonkachi! – Le dijo empujándolo suavemente hacia atrás. Pero a causa de los tragos, Naruto perdió el equilibrio y se fue hacia atrás, cayéndose, no sin antes agarrarse del Uchiha quien intentó evitar que naruto se desplomara, pero no se sostuvo, pues su amigo lo haló y ambos cayeron al agua.
–Mal-dición *Toser* – Intentaba articular el Uchiha mientras tosía sin parar, saliendo a la superficie del agua.
– ¡JAJAJAJAJJAAJAJJAJAJAJAJAJAJ! *Toser, toser* JAJAJAJJA Temee todo es tu culpa-dattebayo– Reía sin parar el rubio, mientras se agarraba de Sasuke para evitar hundirse otra vez.
Sasuke lo miró al principio serio, pero luego vio cómo su amigo se descojonaba de la risa, como si nada le importara, de esas risas contagiosas que naruto solía tener… Apretó sus labios intentando aguantar la risa, quería seguir pareciendo serio. Naruto se calló, y miró al Uchiha… notando como estaba evitando reír. Intentó evitar que saliera una risa descontrolada de su garganta.
–Jrrg… – Salió un extraño sonido de su boca de naruto, avisando que la risa estaba por venir. El Uchiha lo miró extrañado y apretó más los labios para no reír. Y entonces, el rubio tuvo una brillante idea, fue cuando se abalanzó sobre Sasuke y le comenzó a hacer cosquillas por doquier.
– ¿Pero qu… JAJAJAJAJAJAJA mal-di… ¿Q-Qué crees que hac- JAJAJAJAJAJAJA ¡PARA YA IDIO- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA – Reía sin parar el Uchiha, luchando por no hundirse en el agua, mientras sentía como su osado amigo le hacía cosquillas. Ni siquiera él sabía que tenía cosquillas. Entonces el rubio paró, dejando al Uchiha.
–JAJAJAJAJAJAJJA – Reía ambos sin cesar.
– Jajaja tienes cosquillas teme – Reía, burlándose de su amigo
– ¡Cállate! Le gritó sonrojado. Dejando de reír… Se sentía extrañamente feliz y pleno, estando ahí, a media noche dentro de un agua helada, junto a naruto. Nadie nunca le había hecho cosquillas, ni siquiera su hermano cuando eran niños. Y Luego que creció mucho menos… Era primera vez que alguien tenía la osadía de hacer algo como eso. Si alguien más lo hubiese hecho, estaba seguro que ahora ya no viviría para contarlo, pero con naruto… Extrañamente fue diferente.
– ¿Sabes? – Habló naruto, con ese tono apacible pero serio, otra vez… Sasuke lo miró, atento. – No sé por qué… Pero, ahora… siento que *suspiro*… De alguna manera el vacío se fue… – Expresó el rubio de manera espontánea, nuevamente las palabras habían salido sin ser medidas.
El Uchiha esta vez no supo que responder. No esperaba que nuevamente la espontaneidad del rubio protagonizara el momento. Pero, de alguna manera se sentía igual. Hace mucho tiempo no sentía tanta felicidad acumulada en su pecho, reflejándola con risas sinceras y pequeños insultos. Involuntariamente giró su rostro hacia la derecha, encontrándose con los azules ojos del rubio, mirándolo atento. Se quedó inmóvil, mientras sus miradas se conectaban una vez más por ese vínculo intangible que siempre se hacía presente entre ellos.
–Creo que… Debemos volver. – Interrumpió Sasuke, volviendo a la realidad.
– ¿Eh?... S-sí… Tienes razón. – Respondió naruto, algo confundido, pero con la sensación de que ya no había un vacío dentro de él. Pero que tenía la certeza que no era Hinata quien lo estaba llenando. –Regresemos… –
Ambos salieron del agua, y caminaron hasta sus hogares, completamente mojados, despidiéndose, sin muchas ganas de regresar a su realidad, pero que ninguno de los dos lo aceptaría.
–Matta ne. – Se despidió naruto. Sasuke sólo levantó la mano, y cada uno tomó su camino.
Naruto llegó a su hogar, cerrando la puerta, quedándose recostado pensando… Cerró los ojos y volvió a recordar el sonido de la risa del Uchiha. Y la sensación de llenura dentro de su corazón.
–Naruto-kun… ¿Qué te ha sucedido? – La femenina voz de su esposa lo sacó de sus pensamientos. –He estado preocupada por ti – Le dijo Hinata, mientras lo abrazaba.
Mientras, nuevamente la sensación de vacío lo invadía otra vez…