Aquel tan animado pitcher, él que solía gritar con todas sus fuerzas últimamente parecía un poco decaído, no era fácil de notar. Pero había una persona capaz de percatarse de esto, alguien que de forma discreta tenía sus ojos puestos en él.
Sawamura actuaba relativamente igual que siempre, tan solo se encontraba un tanto distraído. Su senpai no podía quedarse de brazos cruzados así que le propuso verse en la noche en la sala de prácticas para “atrapar sus lanzamientos”, aunque sus motivos eran más profundos.
El menor encantado aceptó. Al llegar la hora ambos se encontraron, “¡Gracias por dejarme entrenar contigo Chris-senpai!”, corrió emocionado hacia la canasta de pelotas.
“...Espera Sawamura, antes de practicar quisiera hablar contigo” dijo sentándose en una de las bancas que se encontraban allí “ven y siéntate, hay que aprovechar ahora que estamos solos”.
Al pitcher ese comportamiento le pareció inusual en su admirado senpai, de pronto su estómago empezó a dolerle, estaba nervioso, no tenía idea de que iba a suceder. Sin rechistar obedeció y se sentó. “¿Qué sucede?, ¿He hecho algo mal?, ¿¡Me vas a regañar!?” preguntó preocupado.
El mayor se quedó fijamente sumido en los ojos dorados del más bajo, como si estuviera escaneándolo. Esto ponía aún más nervioso al pitcher, quién tomó una postura tensa, “¿Q-qué p-pasa Chris-senpai?... ¿h-hice algo tan m-malo?” preguntó tragando saliva, cada segundo que pasaba era más incómodo.
“¿Quieres salir conmigo?”, la pregunta le tomó desprevenido. Pensó en todo tipo de cosas, pero nunca en eso.
“...¿P-pero qué dices?, creo que me tengo que ir… no puedo entender bien lo que está pasando…perdona” respondió el confundido kohai, su rostro estaba enrojecido, deseaba alejarse corriendo. Pero antes de que esto fuera posible su mano fue sujetada.
“No huyas, hablo en serio. Te he notado diferente, no sé con certeza a que se deba…tiene que ver con Miyuki ¿cierto?” dijo el mayor con su usual rostro serio. …l ya sabía que a Sawamura le gustaba el cátcher, fue por esa misma razón que a pesar de todo le confesó sus sentimientos. Debía alejar del dolor a la persona que tanto quería.
“¡Pero!.... a mí…emm, no puedo salir contigo Chris-senpai” respondió con aflicción “…me gusta otra persona” estas palabras fueron difíciles de pronunciar, admiraba con todo su corazón al más alto, pero sabía la diferencia entre el amor y la admiración. Si salía con él sería sólo por capricho y no tenía las intenciones de herir a su senpai.
“Eso ya lo sé” respondió Chris, el pitcher levantó la mirada un poco pasmado. “¿Miyuki, cierto?” preguntó suspirando “Bien sabes que él está con Watanabe desde hace un tiempo, son una pareja ideal, no parece que exista algo que los pueda separar. Pero aun así tú sigues queriéndolo y eso sólo te va a hacer daño…yo…sólo quiero ver esa sonrisa de antes, me gustaría ayudarte a olvidar lo que te atormenta”.
“¡No puedo hacer eso! Eso también sería malo para ti… en serio, ¿crees que vas a estar bien conmigo, incluso cuando yo no siento lo mismo?” preguntó aferrándose de la camisa del contrario intentando contener las lágrimas. Le alegraba saber que había alguien que lo quería tanto como él quería a Miyuki y a la misma vez maldecía a su corazón por equivocarse de persona.
“No hay problema, podemos probar…y si realmente no te llegas a enamorar de mí, estaré de acuerdo con que terminemos, después de todo soy yo el que te está proponiendo esto” añadió el mayor con una sonrisa dibujada en su rostro.
Su corazón y pensamientos estaban hechos un desorden, así que sin más aceptó.
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Un nuevo día había iniciado, a partir de hoy Sawamura se esforzaría por cambiar muchas cosas. “…Ahora que me pongo a pensar bien, ¿qué rayos debo hacer? Chris-senpai y yo estamos saliendo, pero no tengo idea de que tengo que hacer…Creo que sería bueno comenzar con un mensaje de buenos días” pensó mientras buscaba su celular, cuando se percató que Kuramochi lo tenía (como de costumbre).
“¡¡WAH!! ¿¡Q-QU… HACES!?” gritó cayendo de la cama, “¡Dámelo!”. El peliverde lo miró con una expresión difícil de descifrar “¡Toma! …y no grites desde temprano” dijo saliendo de la habitación.
“¿Qué diablos le pasa?... parecía molesto”, miró a su celular y tenía un mensaje de Chris, no había nada raro escrito, tan solo era un –Buenos días, esfuérzate hoy también-, ahora el pobre pitcher estaba más confundido. Decidió no tomarle mucha importancia, en un rato se le iba a pasar.
El resto del día transcurría de forma normal, Nabe y Miyuki no habían tenido tiempo para estar juntos, para suerte del pitcher.
“Bien ahora vayan a hacer práctica de bateo, menos los pitchers. Ustedes vendrán conmigo” ordenó el nuevo capitán de Seidou. Se dirigieron a la zona de lanzamientos, primero lanzó Kawakami, luego Furuya; estuvieron así un rato.
“Ustedes pueden ir a batear, y tú, Sawamura, quiero ver como te va con el nuevo lanzamiento que has estado practicando, sería bueno perfeccionarlo antes del torneo” propuso el de gafas.
“No puede ser…intento alejarme de este tipo y justo al día siguiente me tengo que quedar solo con él… me gusta estar así… pero a la vez duele un poco, porque sé que no me va a decir algo como –Sawamura, la verdad es que ahora te quiero a ti- … diablos” pensaba tras su serio rostro.
“¿Qué pasa? Hoy estás tenso y menos escandaloso, deberías de actuar así más seguido” añadió el cátcher, vaya que era bueno para decir cosas indebidas. “Sé que te sientes más cómodo haciendo este lanzamiento con Chris-senpai, pero el día del partido yo seré quién atrapará”.
El pitcher se estaba empezando lentamente a irritar, preferiría permanecer castigado corriendo, eso sería más fácil que tener que soportar esos sentimientos que querían explotarle el corazón.
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“¡Nabe, aquí hay un asiento!” señalaba el de gafas alegremente. “Hola Miyuki, qué día tan ocupado pensé que no podríamos hablar” respondió sonriendo el más bajo.
“Hoy podemos salir a caminar un rato, ¿te parece?” sugería el cátcher. “Claro, ya extrañaba caminar contigo en la noche”.
El pitcher no podía parar de observar la escena melosa, “¡Mierda! Apenas ayer empecé a salir con Chris-senpai, pero hoy nisiquiera nos hemos visto y tampoco hemos hablado más por textos… sé que está en tercero y que pasa ocupado con la preparación para los exámenes de la universidad, pero él usualmente va a los entrenamientos a tomar notas y a hacer correcciones… aunque ya para eso está Watanabe-senpai...¡argh!” su cabeza estaba en conflicto de pensamientos.
Hablando del rey de Roma justo en ese instante Chris entró al comedor, buscó a Sawamura y cuando lo encontró se sentó junto a él. “Perdona, hoy estuve muy ocupado. Mañana salgo temprano ¿quisieras hacer algo?”.
El pitcher estaba muy nervioso, jamás había tenido novia, así que no sabía como debía de actuar. Su rostro estaba más enrojecido que nunca “emm…no sé… lo que tú quieras está bien p-para mí”.
El mayor le miró gracioso, estaba complacido de ver la reacción que causaba en él. “Tengo unas entradas para ir a ver el partido de los Yomiuri Giants” añadió.
“¡¡WOAH!! ¿¡¡En serio!!? ¡Vamos!” respondió desbordante de felicidad, en ese instante logró olvidar sus nervios y aquel dolor que insistía en perforar su pecho.
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“¿Te diste cuenta?, al parecer Sawamura y Chris-senpai van a ir ver un partido de los Yomiuri Giants” dijo el peliverde.
“¡Qué suerte! Moriría por ver un partido de ellos en vivo, nunca he podido ir y eso que soy de Tokio” respondió el de gafas “Me hubiera gustado ir, pero ya gasté el dinero que me quedaba”.
“¡No seas tan idiota Miyuki!, ellos van a ir juntos, será como una cita. Tal vez ellos estén saliendo” dijo cabreado, puesto que el cátcher no había logrado comprender su indirecta.
“¿Saliendo, dices? Haha no lo creo, Chris-senpai es muy serio como para poder salir con un tipo tan escandaloso, inquieto e inmaduro como Sawamura. ¿Estás alucinado o algo por el estilo?” dijo burlón el pelicafé.
“…Ustedes dos me vuelven loco, no puedo creer lo imbéciles que son. Sólo quería que supieras eso, tú sabrás que hacer con lo que te dije, me voy a dormir” se despidió extenuado el peliverde.
“Haha… pero qué cosas dice, ¿Saliendo?...¿Será cierto?...” se cuestionaba el confundido de Miyuki.
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