“Joder...vaya paliza...” Murmuró el pelirrojo mientras se relamía la comisura del labio, saboreando su propia sangre. “Tú, más te vale soltarnos imbécil.” Le decía al hombre que los tenía ahí, en realidad no tenían idea de quién era el sujeto, puesto que su rostro estaba cubierto.
“¿No escuchaste lo que te dijo?” Seunghyun gruñó entre dientes. “¿Quieres morir? ¡Voy a matarte si no nos liberas ahora mismo!” Le gritó al hombre quien soltó una carcajada, es decir, ¿quién tomaría en serio a dos idiotas en aquella situación? definitivamente iba a divertirse torturandolos.
Ambos chicos vieron al hombre mientras se acercaba con lo que parecía ser unos cables, entonces comenzaron a removerse aterrorizados al ver las chispas. Pronto sintieron como sus cuerpos se llenaban de electricidad, desde las plantas de sus pies hasta salir por sus extremidades superiores. El pelirrojo comenzó a toser, y restos de sangre salían de su boca, pero aún así ninguno de los dos cedía.
“¿Creen que son muy listos?” Una voz conocida para Ji Yong sonó el habitación, la cual provenía de un parlante, ambos sabían que estaban siendo observados, así que sonrieron de inmediato.
“Te hemos ganado ¿no es así?” Escupió Jiyong.
“Creo que ha quedado claro que somos más listos.” Dijo Seunghyun con total confianza. “¿O ya no te interesa saber dónde está el dinero?
“Enfríalos un poco pretty boy.”
***
“¿Estás seguro de que será aquí? Nos van a matar a ambos si te equivocas.” Decía un malhumorado Jiyong mientras dejaba una caja en suelo.
“¿Cuando me he equivocado, cariño?” Replicó el mayor entre risas.
“Sabes que odio que me llames así, ¿quieres que te mate yo primero?” El pelirrojo prácticamente gruñía en esos momentos, aún no comprendía como Seunghyun siempre sabía encargarse de todo, era como si estuviera un paso adelante de todo el mundo, inclusive de él, y aquello era algo que siempre le hizo rabiar, le hacía sentir como un inútil títere que solo seguía indicaciones.
El no odiaba a Seunghyun, eran amigos de la infancia después de todo, pero tampoco podía decir que lo amaba, era algo muy confuso para el, sobre todo desde que habían comenzado a follar juntos. Jiyong no podía evitar sentir cierta excitación cada vez que iba a jugar clandestinamente, mientras Seung le decía que hacer para seguidamente ganar una y otra vez, aquella misma excitación, mezclada con alcohol lo habían llevado a acostarse con el mayor.
***
Ambos habían sido lanzados a un congelador de conservas y de inmediato pudieron sentir la frialdad del lugar, pero aún así no le dieron importancia, después de todo ya habían sido golpeados y sufrido descargas eléctricas, pasar algo de frío no les afectaba demasiado, o al menos eso pensaban.
“Seung..hyun, no quiero... morir congelado.” Decía con dificultad un helado Jiyong, las horas habían pasado y el menor comenzaba a preocuparse de que por primera vez el mayor se hubiera equivocado con el plan.
“Tranquilo, solo...solo dame un cigarro.” Le contestaba con la misma dificultad. De seguir más tiempo ahí realmente se congelarían, la piel de ambos tenía ligeros tonos azules e incluso una pequeña escarcha comenzaba a formarse en sus cabellos debido a las constantes rafagas congelantes de la ventilación.
“Tsk..” El menor metió una de sus manos en el bolsillo de su pantalón para sacar la cajetilla de cigarros y el encendedor, que para su buena fortuna no le habían quitado. Tomó un par de cigarros y llevó uno con su mano temblorosa a la boca del mayor para después llevar el otro a la propia. “Esta mierda no funciona con tanto aire.” Maldecía mientras trataba de hacer que el encendedor prendiera. “Al fin.” Pensó cuando logró que una tenue llama se hiciera presente, acercó lentamente el encendedor al cigarro del mayor y lo encendió para después hacer lo mismo con el suyo.
El pelirrojo se apoyó sobre el hombro del mayor y mantuvo la pequeña flama en medio de ambos para tener una mínima fuente de calor, hasta que Seunghyun soltó una especie de queja por el frío, apagando así el fuego, recibiendo una mirada de molestia por parte del menor. “Lo que faltaba...” Dejaba su cuerpo sobre el mayor mientras este temblaba abrazando sus piernas.
Ambos podían ver sus propias manos temblar, entonces Seunghyun abrazó al menor, al ver que este comenzaba a perder la conciencia por el terrible frío, tal vez había pescado hipotermia, el mayor se sentía culpable de haberles metido en ese lío solo por su capricho.
***
Seunghyun había estado pensando desde hace unos meses que lo mejor era retirarse del negocio de la estafa lo más pronto posible, eran jóvenes aún y ya habían conseguido suficiente dinero, no necesitaban seguir con aquella vida. Aunque había algo que agobiaba al mayor, algo que le impedía retirarse. “Jiyong..” Murmuró.
“¿Sí?” El pelirrojo sonrió mientras le miraba.
“Hoy te has lucido..”
“Gracias.” El menor meditó un instante y continuó hablando. “¿Sabes? esto es muy divertido...” Murmuraba Jiyong recostado en la cama. “Pero deberíamos dejarlo pronto... ya sabes, es excitantemente peligroso, pero..”
Seunghyun vio la oportunidad y la tomó al instante, realmente estaba esperando por algo como aquello, era como si dios, el destino, karma o lo que fuera estuviera de su lado.
***
Entonces un ruido provocó que ambos voltearan. “Al fin.” Suspiró Seunghyun aliviado, ayudando a levantar al menor. “Vamos Ji..” La ventanilla del congelador se había abierto y un par de ojos miraron hacia ellos.
“¿Es hora?” Jiyong se levantó temblando, tomó la caja donde estaba sentado y caminó hacía la puerta para salir junto al mayor.
“Así es.” Le sonrió al pelirrojo mientras la puerta era abierta. “Gracias, Ms. Bbala” Le daba una palmadita a la mujer con la que el menor había jugando la ultima vez y tomaba su saco para ponerselo de inmediato. “No tenemos mucho tiempo Ji, date prisa.”
“Ya lo sé.” El menor imitaba los actos de Seunghyun, y tomaba el saco para ponerselo con prisa.
El plan estaba saliendo perfecto, como siempre, no había duda que Seunghyun nunca se equivocaba, no podía evitar tener un poco de envidia del mayor, aunque no estaba seguro si en verdad era envidia o una increible admiración. Aquello estaba en la mente del menor mientras se apresuraba a la habitación donde debía dejar el dinero. Jiyong estaba confundido, tal vez no debería seguir el plan, tal vez solo debería seguir su corazón.
***
El mayor había recibido una invitación para que G-Dragon jugara con Mr. Ggondae, quien era reconocido por ser el mejor jugador de Korea, Seung siempre era el que decidía con quién iba a jugar el menor y se encargaba de organizar todo, aunque el que tenía realmente la suerte y habilidad era el pelirrojo, Seunghyun sabía que aquel hombre tenía varios trucos, por lo que antes de que Jiyong fuese a jugar con él, tenía que hacer unos cuantos preparativos.
Cuando Jiyong fue a jugar fue la misma historia de siempre, había ganado. Pero Mr. Ggondae no era la clase de hombre que perdía, sabían que no les dejaría ir con su dinero, por eso se habían anticipado.
***
Jiyong movió un poco el cuadro que había en una de las habitaciones, dejando ver la caja fuerte escondida, el pelirrojo volteaba asegurándose de que no hubiera nadie mientras la abría, para después comenzar a guardar el dinero de la caja que tenían en el congelador. El menor podía sentir su corazón palpitar cada vez más rápido, como su sangre parecía hervir, era como si aún corrientes eléctricas pasaran a través de su cuerpo.
Se apresuró a salir de ahí y alcanzar al mayor en el elevador, quien estaba esperando desde hace un rato. “Vamos, vamos..” Sonreía el mayor mientras se tronaba los nudillos.
***
“Jiyong...haré esto contigo” Decía el mayor después de terminar de explicar lo que harían.
“¿De qué hablas? yo siempre hago esto solo.” El pelirrojo se veía claramente molestó al escuchar que Seunghyun planeaba acompañarle. Sentía como si le hubiera quitado su parte del trabajo.
“Sospecharan si solo vas tu... tienen que saber que los estamos estafando y que ellos nos tienen.” Le decía tratando de hacer entrar en razón al menor. Seunghyun ya estaba preparado para darle un discurso, sabía que Jiyong adoraba hacer su trabajo, pero en realidad no había sido tan difícil como pensó.
“Vale.. Pero yo jugaré solo ¿entendido? si tu quieres jugar consigue tu propia invitación”
Ambos se quedaron en silencio un momento, su relación se estaba volviendo realmente incomoda. ¿Qué eran? aquella pregunta divagaba en la mente de ambos, pero ninguno se animaba a romper el silencio, Jiyong se acomodó su ropa mientras se miraba al espejo.
“Jiyong..” Se animó finalmente a hablar el mayor. “¿Qué planeas hacer después?”
“¿Eh? pues.. iré a un bar... ¿quieres venir?” Preguntaba dandose la vuelta para mirar a Seunghyun.
“No, no.. me refiero a después del ultimo juego.”
“Oh.. no lo sé... tal vez hoy encuentre a una chica bonita y la haga mi esposa para ser felices como una familia.” Decía el menor mientras reía. “¿Suena muy cliché?”
“Sí.” Se rió también Seunghyun. “¿Es lo que quieres hacer de verdad? no te imagino con una vida tranquila.”
“Siempre he querido una familia hyung, y tu... tu has sido mi familia bastante tiempo, la mejor que he tenido... pero, si nos vamos a retirar.. no creo que tengamos que seguir siendo la familia del otro.”
“Me gusta que seas mi familia.” Soltó de repente el mayor.
“Hyung..” Jiyong sintió como su corazón se aceleró. “No me mal entiendas, también me gusta que seas mi familia, pero.. ahora podremos tener una en serio.. con esposa, e hijos.. ya sabes, lo normal.” Decía Jiyong sin mirar a Seunghyun realmente. “Ya no seremos estafadores, podemos tener tranquilidad.”
“Tu eres el que me está mal entiendo Jiyong.” La voz de Seunghyun se escuchaba ronca. “No quiero que dejes de ser mi familia... te amo Ji.”
Las mejillas del menor adquirieron un tono rosado al escuchar aquella confesión y es que cualquiera se sonrojaría por una declaración tan de improviso. “Seunghyun hyung... yo..” El pelirrojo no sabía que situación era aquella, era como estar en un plano paralelo al suyo. “Yo.. no se que decirte... es que..”
“Vete.” Dijo con un tono seco el mayor.
“Hyung pero...”Jiyong trataba de explicarle al mayor pero este no le dejaba terminar.
“Que te vayas, ve a divertirte que tenemos trabajo mañana.” El pelirrojo solo atinó a asentir y salir rápidamente de la habitación, con el corazón aún acelerado.
Seunghyun estaba en la misma situación, había hecho que el menor se fuera porque no podía escuchar la respuesta, no podía ni quería escuchar la negativa.
***
Seguir el plan, ese maldito plan que el mayor se había molestado en arreglar. Jiyong ya no podía más, no toleraba esa perfección por parte del hombre más alto. “Seunghyun hyung.” Decía Jiyong con voz firme.
“Ji.. no en este momento.. solo acabemos.”
“No hyung, no.”
***
“Después de que acabemos habrá dos autos afuera, serás libre de ir a formar a tu familia Ji.” Le decía el mayor por medio del auricular al pelirrojo.
“Seung.. no tienes que hacer esto así..” Jiyong no pudo terminar de hablar porque el mayor le interrumpió.
“¿Estás seguro de que entendiste el plan?” Preguntaba el mayor mientras Jiyong caminaba hacía la entrada.
“Claro que entendí hyung, joder, tranquilízate hemos hecho esto muchas veces, ahora cállate que voy a entrar.”
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“Voy a irme en el mismo auto que tú.” El elevador terminó su camino y las puertas se abrieron. “No voy a seguir tu estúpido plan.” Decía saliendo del ascensor. “No va a salir perfecto tu plan esta vez, hyung.” Sonreía viendo salir al mayor. “Ahora, vamos a por pretty boy.”
Seunghyun le sonrió de vuelta y asintió. “Vamos... ese idiota va a explotar como castigo.” Decía el mayor comenznando a andar. “Yo lo noqueo y tu lo sujetas a alguna esquina.”
***
“¿Deberíamos poner una bomba aquí también?” Decía el menor mientras acomodaba un par de cables para que no fuera visible.
“Hay que detonar todo el lugar, así no habrá pruebas que tuvimos algo que ver.” Le explicó Seunghyun. “La policía verá la caja con parte del dinero y entonces el resto será de nosotros sin tener que preocuparnos de nada.”
***
Ambos salieron caminando de aquel lugar, pasando por un largo pasillo, mientras el tiempo de los detonadores se terminaba, dando comienzo a una ola de explosiones detrás de ambos.
“Creo que mi familia contigo será más divertida hyung.” Sonrió subiendose al auto primero, y arrancando cuando el mayor ya estuvo arriba.