-Zoro
Las luces estallaron en cuanto abrí mis ojos, mi cuerpo aún se sentía pesado y no entendí el motivo por el que me sentía así, parpadeé un par de veces tratando de aliviar el malestar que desataron las luces en cuanto abrí los ojos, una pequeña mano tocaba mi frente.
-No debes moverte demasiado Zoro, tienes fiebre y el clima afuera no hará que mejores. – La voz de Chopper era tranquila, suspire pesadamente resignándome al sermón del reno. – Le pediré a Sanji que cocine algo para ti, quizás algo de caldo o estofado, te ayudara a recuperarte más fácil.- La realidad golpeo mi cara, Sanji había estado más tiempo en el agua y el que tenía fiebre era yo, algo definitivamente estaba mal conmigo, no solo sentía que el cocinero era… era… ¡Oh! Dios, creía que era sexy, me arroje al agua en medio de la tormenta para salvarlo y no solo eso, sino que me dio fiebre y él estaba condenadamente bien, fantástico ahora solo faltaba que él viniera a hacerme mimitos.
Chopper había salido de la habitación y solo unos minutos después me estaba quedando dormido, la fiebre sí que había logrado extraer hasta la última gota de energía, nadar tanto tiempo en el agua helada no ayudaba a reponer energías, cuando volví a abrir los ojos el cocinero de mierda se encontraba dejando un poco de sopa cerca de la cama en donde estaba, intente ponerme de pie pero de inmediato comenzó a gritarme.
-Estúpida alga, quédate acostado y descansa, casi mueres por mojarte con un poco de agua. – Su sonrisa burlona no hizo más que hacerme enojar, la sangre me hervía, solo quería borrar esa estúpida sonrisa de su cara.
-Bueno, al menos no fui tan torpe como para dejar que una ola me tragara y me arrastrara fuera del barco ¿verdad?- Hable lo más fuerte que mi garganta permitió, la fiebre no me ayudaba a encarar al estúpido rubio.
-Lo dice el que se lanzó inmediatamente a mi rescate como si yo fuera una damisela en apuros, pude salir yo solo del apuro, no pedí en ningún momento tú ayuda.
Ese fue mi punto de quiebre, me levante de la cama y salí de la habitación, debí haberlo supuesto, me lance a salvarlo como idiota y él no puede ni siquiera soltar un simple gracias, pero esto debe quedar como una nota mental, no sucumbas al pánico cuando se trate del cocinero al fin, le importa una mierda que le hayas salvado.
Escuche a Sanji llamándome pero no tenía intenciones de voltear, subiría a entrenar un poco, eso siempre lograba calmarme aún sentía que la fiebre me acompañaba a donde fuera pero ya no era como el inicio, Chopper estaría molesto pero eso no me molesta en este momento, de pronto sentí un fuerte agarre en mi brazo, claro, primero me dice un montón de mierda y después me viene a buscar.
-Tienes fiebre, deja de ser un cabeza hueca y vuelve a recostarte.- Se notaba un tono diferente en su voz, quizás… preocupación, no, no lo creo, debe ser esta fiebre la que me hace pensar tonteras.
-¿Por qué debo hacer una mierda de lo que digas?- Solo quería olvidarme de él, pero su mano aún me sujetaba con fuerza, su calor traspasaba la ropa, mierda, hacía calor en esa zona.
-Porque eres un jodido enfermo, cabeza vacía y debes descansar y seguramente tu cerebro de musculo te dice que vayas a entrenar. – Fue molesto que me pudiera leer de esa manera, pero no iba a permitir que simplemente me mandara, tire fuerte de mi brazo y me deshice del contacto, mi piel extraño su calor, pero hice a un lado esos extraños sentimientos para encarar a ese tonto.
-No soy un jodido enfermo, solo tengo un poco de fiebre que se pasara en cuanto pueda estar en paz y solo, sin un intoxicante cocinero siguiéndome a todos lados. – No lo note pero estaba gritando, me sorprendió un poco mi tono, pero el cocinero actuó con indiferencia, prendió un cigarrillo y dio una calada.
-Bien, haz lo que quieras. – Se dirigió a la cocina y yo seguí mi camino, ahora realmente necesitaba despejar mi mente, mi pecho dolía seriamente y no tenía idea porque.
Mi fiebre desapareció a la mañana siguiente, el cocinero no se dignó a hablarme en un par de días prácticamente me servía la comida sin mirarme si quiera, ¿Por qué estaba tan enojado? No había hecho nada para molestarlo, con esto en mente decidí que no sería el que se disculpara, de verdad que no había hecho nada, estaba casi seguro, Luffy llego por la espalda y se colgó de mi cuello.
-¡Oi! Estás pesado Luffy quítate. – Trataba de quitarlo de encima de mí pero era imposible.
-Tengo hambre ~ no lo puedo evitar, Sanji prepara algo de carne por favor.
El cocinero ni siquiera volteo respondió con un simple, “ok”, sentí que el enojo se apoderaba de mis cabales, este tipo era imposible, Luffy no tenía ánimos de quitarse así que simplemente lo deje colgando de mi cuello, cuando le dieran la carne seguramente se quitaría. Pero no siempre pasa como debería, Sanji deposito un plato lleno de carne asada delante de nosotros y Luffy perezosamente se sentó en piernas para no buscar un lugar. El gesto no me incomodaba después de todo solo era la flojera del capitán, pero Sanji tiro un par de platos y se le quemo un poco la comida, no eran errores usuales en él, pero lo deje pasar, en cuanto se terminó la carne Luffy agradeció la comida y se retiró, me quede en un incómodo silencio con el rubio.
-¿Se puede saber porque demonios estas tan molesto? – Gruñí más para mí mismo que para él.
-¿Él si puede mimarte y yo no?- Hablo casi en susurro pero pude escucharlo, un nudo se creó en mi garganta ¿Qué demonios pasaba?, sin embargo el rubio siguió hablando.
-No aceptas que yo me preocupe después de que me salvaste, pero dejas que el capitán se siente en tus piernas, ¿Qué? ¿Estás enamorado de él?- De inmediato lo entendí, el simplemente quería hacerme enojar, no estaba de humor para su mierda.
-Piensa lo que quieras, me da igual. –Salí de la cocina con un mal sabor de boca, él lograba destrozar mi corazón sin motivo que yo pudiera entender.