Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Deseo de Vivir por Sailor cosmos

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 La Libreta

 

Paso una semana en esa especie de rutina, cada noche Edward iba sumando números, aun cuando Tsuna no comprendía que estaba contando, también tarareaba la misma canción para luego poner una línea en la libreta he irse a dormir. Causando que el diera cierta curiosidad por la libreta

 

Se había decidido a tomarla sin que Edward se diera cuenta, cosa difícil considerando que la usaba a cada rato y la llevaba día y noche con él. Esto le estaba poniendo de mal humor, era notorio más que todo en las comidas

 

Sus guardianes se habían hecho muy amigos de Edward, sobre todo por la fascinación de verle usar alquimia y su forma de ser tan sencilla y sincera al responder preguntas, claro, guardándose su historia para sí mismo, aunque le daba la impresión de que Reborn quería saber mas

 

Al empezar la segunda semana Irie y Spanner por fin habían logrado hacer –o imitar- su Automail. Se dirigieron al taller, aunque claro, Ed estaba en una silla de ruedas y era acompañado por Reborn, Tsuna y Gokudera. Al llegar Spanner e Irie seguían viendo su obra

 

—Se parece bastante—dijo Ed al verlo, la única diferencia que se notara era que uno estaba gastado y algo oxidado

 

—Esperamos que funcione bien, es una réplica exacta—dijo Irie orgulloso de su logro

 

—A ver, dámela, si está bien, los nervios me dan a doler más que el infierno—fue el único comentario que hizo al tomar el Automail.

 

Lo acerco a lo que sería la base en su pierna y con un poco de ayuda lo conecto, saco un pequeño quejido de dolor, dolía igual que siempre, aunque había olvidado como se sentía de tanto tiempo. Se levantó y afinco su peso en el Automail frente la atenta mirada de los dos mecánicos, que estaban algo nerviosos

 

—Pues…funciona bien, ahora necesito a alguien con quien probar

 

—¿Probar?

 

—Bueno, acostumbrarme, es parte de mi cuerpo, así que necesito intentar…entrenar—explico, poniéndose la bota  para ver que tal

 

—Quizás Ryohei pueda ayudarte

 

—Él es Boxeo, ese es más el estilo de Amstrong—sintió un escalofrío al recordarlo—No hay alguien que sepa artes marciales

 

—Quizás Fon ande por aquí, pero antes, Dame Tsuna—le hizo una seña y Tsuna se acercó—Mientras no ve, quítale la libreta

 

Tsuna frunció un poco el ceño, él ya lo había pensado pero el que Reborn también estuviera pendiente de eso le preocupaba un poco. Reborn se fue con Edward y Tsuna fue a la habitación el rubio, había dejado la Liberata ahí o al menos eso era lo que pensaba, al no tenerla encima

 

Rebusco un poco entre las cosas que había acumulado Edward, en su mayoría libros y ropa que él le daba, también un montón de hojas con círculos y símbolos dibujados. No comprendía, intento hacer lo mismo que el pero no salió nada, ni un mísero rayito, quizás debía investigar algo el mismo.

 

Por fin encontró el dichoso cuadernito, estaba algo gastado, se notaba que lo usaba mucho. Lo abrió con cuidado viendo las primeras páginas

 

-35 litros de agua

-20 kilogramos de carbono

-4 litros de amoniaco

-1.5 kilogramos de cal viva

-800 gramos de fósforo

-250 gramos de sal

-100 gramos de salitre

-80 gramos de azufre

-7,5 gramos de flúor

-5 gramos de hierro

-3 gramos de silicio

Me sorprende que se utilicen materiales que sean tan barato en el mercado, se nota que no vale nada para dios. Solo tengo que terminar el circulo con Alphonse y mañana podremos hacerlo

 

—Esto…Fue hace…¿10 años? O… ¿allá es más antiguo? —Decía viendo la fecha, decía 1905 y suponía ese tiempo por la edad de Edward –que sorprendentemente para él, era 19- y la diferencia bestial de letra, en eso que había leído era más infantil a diferencia de ahora

 

Paso unas cuantas páginas más, habían algunas notas de una mujer llamada Izumi, algo sobre Winry y la abuela, cosas que realmente no le importaban, sin embargo llego a una página que eran puros garabatos y la tinta corrida por que le había caído agua al parecer

 

¿Por qué? ¿Por qué lo tuve que hacer? Ahora Alphonse no puede comer, no puede dormir… ¿Por qué lo tuve que convencer?... Tengo que devolvérselo, no puedo dejarlo así, es la única familia que me queda, tengo que buscar cómo hacer volver todo lo que perdimos

 

Hoy vino un militar, llamado Roy Mustang, no me importa si tengo que dar mi alma, pero Alphonse y yo volveremos a tener todo lo que perdimos, la respuesta es la Piedra Filosofal, si la encuentro todo se resolverá, Alphonse volverá a ser el de antes, tendré mi brazo y mi pierna de nuevo y Mama estará de nuevo con nosotros

 

— ¿No había dicho que no usaría la Piedra? —Murmuro leyendo—¿Y le paso a su madre? ¿Y a Alphonse?

 

Aprobé el examen, soy alquimista estatal, ahora poder investigar la piedra, quizás hasta como hacerla, ya han pasado varios años, Alphonse estando así…No come, no duerme, no siente, todo es culpa mía…

 

Maldito, maldito, maldito, maldito Coronel, maldito mujeriego, maldito mi cerebro que parece no entender la realidad, aun cuando esta me golpea de una manera tan horrible. Maldito Coronel…

 

—Que estás haciendo— del susto pego un brinco que el cuaderno se le cayó, miro a la puerta, Edward estaba ahí de brazos cruzados, viéndole de forma fría y estaba sudado, quizás si había entrenado

 

—Ehhhhh…

 

—Que estás haciendo, con MI libreta—volvió a  preguntar

 

—Creí que estabas probando tu pierna

 

—No me cambies de tema Tsuna. —Le corto— Por que estabas revisando eso

 

—Por qué quiero saber más de ti ¡¿está bien?! No nos cuentas nada sobre tu vida, además siempre la traes para arriba y para abajo igual que el reloj de plata con el dragón, ¿que son esas cosas?, ¿acaso ya no nos tenemos la confianza como para hablar?

 

—No tengo por qué contarte mi vida privada, cuando me vaya no creo volver, si abrir la puerta de por si cuesta, cuando este allá no planear volver a hacerlo

 

— ¿Y que pasa si yo no te permito irte? ¿Um? ¿Qué pasa así yo no quiero que te vayas?

 

—Pasare por sobre ti de ser necesario

 

—No puedes hacer alquimia sin ese brazo podría destruirlo y te quedarías aquí—dijo como si nada

 

—No lo harías—le corto—No te dejare, quiero volver con Alphonse, a mi mundo, lo necesito—decía con voz algo quebrada

 

—¿Y quién es Mustang?

 

—¡¿Cuánto leíste?!

 

—¿¿¡¡Quien es Mustang!!??

 

—FUE MI AMANTE ¡¿OK?! ERA MI AMANTE, PERO YO NO ERA NADA PARA EL ¡¿FELIZ?! QUIERO VOLVER TAMBIEN POR EL, LO EXTRAÑO, QUIERO…QUIERO…quiero…arreglar las cosas que no pude…—la voz se le había quebrado a medida que hablaba

 

—Edward—ahora se sentía culpable de forzarlo tanto

 

—Solo lárgate—dijo sin verlo, ocultando su rostro tras su flequillo, Tsuna salió de la habitación y Edward trasmuto la puerta para que a nadie se le ocurriera entrar y se tirarse en la cama—¿No dejarme ir? Por qué lo haría…

 

Se quedó pensando en mil cosas a la vez. Mientras tanto Tsuna había llegado a su despacho con un mal humor. Reborn le esperaba dentro para ver que salía o si había traído la libreta

 

—¿Y bien?

 

—Es como su diario—dijo sentándose en el mueble del despacho— Anota todo ahí, lo primero que lei eran unos…componentes para algo, que buscaba la piedra filosofal, quería devolverle algo a su hermano y traer de nuevo a su madre, maldecía a un tal Mustang—casi escupió el nombre y Reborn alzo una ceja

 

—¿Descubriste que era el?

 

—Su amante, me lo grito y todo—gruño cual perro, a Reborn le causaba un poco de gracia la situación, pero trataría de ayudar a  Tsuna con su nuevo amorcito

 

—¿Por qué no haces lo mismo que él dice? —Tsuna fijo su vista en Reborn — La ley del Intercambio Equivalente, cuéntale de tu vida y el té tendrá que contar de la suya

 

—Ahorita no creo que me abra la puerta

 

—Espera un tiempo, Dame-Tsuna—rio por lo bajo

 

Dejo que pasaran unos días, dándole distancia al rubio, el cual notaba el arrepentimiento en Tsuna, cosa que le pareció un poco tierna, además estaba progresando un poquito, ya comprendía al menos un 40% de la alquimia de ese mundo, que era casi la misma pero detalles complejos que se le sumaban

 

A la 4º noche Tsuna se armó de valor y toco la puerta de la habitación de Edward, el cual abrió después de unos minutos, el cabello suelto, un pantalón flojo color negro y una camisa blanca algo grande. Tsuna trago grueso

 

—Tenemos que hablar—dijo con firmeza, Edward lo medito un poco

 

 

—Esta…bien…—le dejo pasar, ahora tenía que pensar muy bien antes de hablar


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).