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El Deseo de Vivir por Sailor cosmos

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Al bajar de la noria fueron interceptados por Lussuria, Squalo, Xanxus, Fran y Bel, los cuales no tenían intenciones de dejarles ir a menos que les acompañaran a la siguiente parada…Un hermoso bar

 

—Por qué tenemos que acompañarlos, puedo hacerles el licor que les dé la gana—gruño Edward—Además, mañana tengo que…

 

—Oh~ el Blondie hizo aparición—justo en la entrada del bar estaba Byakuran, Tsuna sintió un tic en la ceja derecha

 

—Sí, nos vamos—declaro, sin embargo Xanxus no le permitió irse, aún era más fuerte –físicamente hablando, en cuanto a las llamas era otra historia-

 

—Entra Kusaga—ordeno y ambos tuvieron que entrar, uno empujado y el otro todo avergonzado por cierto peli blanco que le guiaba prácticamente

 

Apenas se ubicaron en una mesa una mujer de maquillaje algo exagerado y ropa reveladora les atendió, guiñándole el ojo a cada uno aunque claro, no fue como que le prestaran demasiada atención, solo pidieron y ella se fue

 

—Esto es muy incómodo—murmuro Edward, no estaba acostumbrado a  los bares, eso de estar en un sito que oliera a alcohol y la gente se insinúa no era lo suyo, además de eso su idea de sexo le impidió estar en ese tipo de lugares, pues solo lo hacía de ser necesario

 

—No me digas que nunca has estado en un bar—dijo Byakuran pasado un brazo sobre sus hombros, el cual fue cuidadosamente apartado por Tsuna

 

—Apenas tiene 18

 

—Ohhh~  Entonces que sea una celebración atrasada de cumpleaños—dijo aun sin captar – o sin querer demostrarlo- la idea ligeramente territorial de Tsuna

 

—Shishishi la princesa ya tiene edad para casarse—decía Bel con su típica sonrisa tétrica, sin embargo el comentario hizo que Edward se pusiera de todos los tonos de rojo

 

—Bel-sempai está incomodando a Edward -sempai—dijo Fran, Edward no sabía dónde meterse, al parecer era el principal blanco de fastidio de la noche

 

—Aquí están sus órdenes—dijo al mujer al dejar cada vaso en su lugar y retirarse, Edward había pedido el único que reconocía, Piña colada, mientras los demás habían pedido algo más fuerte

 

El ambiente se fue aligerando gracias a las discusiones cómicas entre Fran y Bel así como las preguntas fuera de lugar de Lussuria, también las esquivas de Squalo, que no quería una botella o copa clavada en su frente.

 

Sin embargo a Tsuna no le estaba gustando como iban las cosas, Byakuran era demasiado descarado, prácticamente se estaba manoseando a Edward, el cual o no se daba cuenta o se daba cuenta y no sabía cómo quitárselo de encima, aunque al realidad era que estaba tan acostumbrado a eso que no le pareció raro, pero al parecer a Tsuna no le parecía igual

 

—¿Quieres ir a bailar? —ofreció levantándose

 

—Ehh…claro—dijo levantándose también

 

No era un experto bailando, pero sabia como hacerlo y de forma seductora, de la misma forma que lo estaba haciendo Tsuna, yendo por pequeños roces entre ambos y risitas cómplices de lo que hacían. Cuando las cosas fueron subiendo de tono Edward reacciono y lo hizo detenerse

 

—Me quiero ir…—murmuro un tanto incomodo, Tsuna solo le miro un tanto confundido

 

—Está bien…hay que aprovechar que no nos ven—dijo tomándole la mano y llevándole a la salida

 

Se montaron en el lujoso auto en el que estuvieron todo el día, Xanxus se podía ir con Squalo y su escuadrón, así que a Tsuna no le preocupaba eso. Lo que le preocupaba era el cambio repentino de Edward

 

—¿Paso algo?

 

—No solo… Solo necesito dormir, al pase muy bien, pero…enserio necesito descansar,  lamento si eso te molesto

 

—No, para nada.

 

Al llegar Edward fue a paso rápido a su habitación, se encerró y luego entro al baño. No sabía porque de repente la urgencia de dormir, era extraño, si a veces huía del sueño por miedo a las pesadillas. Salió del baño, se secó y puso un pijama, en eso todo se puso medio borroso y de forma inconsciente fue al balcón de la habitación

 

—Uno, dos, tres, cuatro… Doce, Veinticuatro, Treinta y siete… Trecientos sesenta y cinco, setecientos treinta, Mil ciento quince…

 

Mientras decía todo esto Tsuna le veía desde su balcón, ya se sabía de memoria todo lo que decía, pero no comprendía su significado. Solo que la cifra seguía y seguía subiendo. Lo vio tararear la canción que reflejaba perfectamente su dolor y luego adentrar en la habitación

 

—Uno dos tres—murmuro—Empieza así pero sigue con Doce, veinticuatro y Treinta y seis al inicio, luego dijo treinta y siete— se puso a echar sumas, 12, 24, 36 eran números pares, y de hecho el 24 y el 36 si eran por sumar doce una o dos veces daban como resultado, luego estaba la cuestión de 365—trescientos sesenta y cinco… ¿cómo los días del año?

 

En eso se le predio el foco, reviso las últimas páginas de la libreta de Edward, donde el mismo escribió haber perdido por completa la cantidad de tiempo que llevaba separado de las personas a las que conocía. Ahora lo entendía, Uno, dos, tres  refería a los años; Doce, Veinticuatro y Treinta y seis hacía referencia  a los meses; Trescientos sesenta y cinco, Setecientos cincuenta y mil noventa y cinco  hacía referencia a los días, por eso cada noche sumaba uno mas

 

Quería decir que Edward no había perdido la cuenta, sino que lentamente su mente de forma inconsciente y para llevar registrado todo iba sumando cada día que pasaba, para luego sumar meses y por ultimo años. Todo el tiempo que había estado sin su familia, amigos y conocidos

 

—Por eso canta, está pidiendo auxilio

 

—0—0—0—

 

—¿Por qué Edward?

 

—¿Quién es?

 

—¿Por qué no pudiste? ¿Por qué Edward? ¿por qué?

 

—¿Ma…mama? —dijo tentativamente, frente a el apareció lo que fue el resultado de la transmutación humana, jalándole y hablándole

 

—¿Por qué no me hiciste bien? ¿Ya no me amas Edward?

 

—Su-suéltame. —aun no superaba el trauma, ese trauma de no haber podido hacerla bien, sin poder traerla de regreso

 

— ¿Por qué Edward?… ¿Por qué?

 

—HE DICHO QUE ME SUELTES—le pego una patada, en eso cayó al suelo, no tenía su Automail y estaba sangrando—Qu-que pasa…

 

—Nii-san…por qué no me salvaste—vio a su derecha, ahí estaba Alphonse, en su cuerpo real

 

—Al-Alphonse…

 

— ¿Por qué no me has sacado de la puerta? ¿Por qué no me has salvado? ¿Ya no me amas?

 

—Y-yo…yo…—se estaba desesperando, llenándose de pánico y miedo. Alphonse se iba desintegrando—¡¡Alphonse!!Chillo desesperado al verlo irse lentamente, sintió cierto peso sobre sí mismo, ahí estaba el resultado de la transmutación

 

—Edward…

 

—ALEJATE DE MI—grito alejándose, levantándose por momento, lo que le hizo chocar con alguien, alzo la vista y ahí estaba Tsuna, sonriéndole de forma cariñosa—Tsu-Tsunayo…

 

—Eres un asesino—Tsuna le había tomado el rostro ante la mirada atónita del rubio—Un maldito asesino… Mira todo lo que has hecho—Le hizo mirar a un costado, ahí estaban todos sus guardianes muertos, Reborn, Byakuran, Varia, Spanner Irie— Y así esperas seguir viviendo….Con esas manos tan asquerosas

 

—Y-yo….yo no…—había empezado a llorar, en eso miro sus manos, manchadas de sangre, incluso su Automail estaba transmutado y al cuchilla llena de sangre

 

—Por esto no tienes a quien amar, como podrías tener a alguien con esas manos tan manchadas de sangre, ¿eh? Edward Elric—le susurró al oído

 

—N-no los…mate…yo no…

 

—Claro que si fuiste tú, y no solo con eso estas satisfecho, con matar por segunda vez a tu madre, por no traer a tu hermano, matara toda mi familia… Sino también a mí

 

Edward bajo la vista, viendo el pecho de Tsuna que poco a poco se iba manchando de sangre. Vio a Tsuna caer muerto a un costado y empezó a gritar, desesperado y entrando en la locura como había pasado muchas veces

 

Aquel ojo enorme que aparecía en la puerta de la verdad hizo aparición, justo arriba de el

 

—Eelriic~ —contorreo

 

—N-no…yo no lo haría—se empezó a  jalar el cabello llenándose de sangre la cara y el cabello también

 

—Ed…

 

—No podría,,,

 

—Edwa…

 

—Ellos…ellos ya son como mi familia…

 

—¡¡EDWARD!!

 

Se levantó gritando aun, agarrándose la cabeza hasta que sintió un abrazo, alzo la vista nublada en lágrimas y vio a  Tsuna con una mueca de confusión y preocupación. Con desesperación se separó de él y le abrió la camisa, buscando cualquier herida

 

— ¿Edward? —pregunto viéndole. Edward le abrazo con fuerza

 

—Yo no lo haría…lo sabes. yo no podría hacerlo—gimoteaba, nunca le habida pegado tan fuerte un sueño

 

—¿Hacer qué?

 

—Y-yo…yo…—no podía decir nada coherente, debido al shock y el dolor

 

—Calmate…fue solo un sueño—dijo acariciándole la cabeza

 

—Yo no podría matarte…ni a nadie aquí…—balbuceo dejándose acariciar, se estaba calmando peo muy poco

 

—Edward mejor me explicas mañana cuando te calmes— dijo Tsuna acariciándole la cabeza. Edward se estaba calmando un poco mas

 

—Nos explicaras a todos—miraron a  la puerta, ahí estaba Reborn de brazos cruzados, con un pijama pero lo que resaltaba era su seriedad, atrás de él estaban Hayato, Yamamoto, Mukuro, Chrome, Ryohei y Lambo

 

—Reborn…

 

—Grita demasiado fuerte, era imposible no oírlo gritar—aclaro—Ahora, si tan mal es lo que te guardas es mejor que lo digas a que te saque yo a la fuerza, ¿entendiste niño?

 

Edward por lo general no se dejaría intimidar, pero estaba demasiado sensible, recordando la imagen de todas esas personas que estaban ahí…muertos, asesinados de forma despiadada

 

—Por qué…quieren saberlo…—pregunto entre gimoteos

 

—Por qué te estas volviendo de esta familia, y entre nosotros debemos saber todos los secretos—aclaro Gokudera con tono suave y algo cariñoso, muy diferente al de Reborn que había sido muy demandante, rasposo he intimidante

 

—…

 

Eso era cierto, a Alphonse no debía ocultarle nada pero no podía decirle a su hermano menor que se había acostado con varios grandes cargos del ejército y muchas otras personas por información, permisos entre otras muchas, simplemente seria como dejar toda su vida al aire para que sea juzgada y no era su idea de “confianza”

 

—Tranquilo, si quieres no…

 

—Tsunayoshi no lo defiendas, tendrá que hablar—dijo Reborn para luego irse a dormir. No era que estuviera molesto, sino que el daba un poco de rabia que el rubio no terminara de contar las cosas, aun cuando ya el sabia prácticamente todo lo que habían vivido, era injusto

 

—Reborn es tan…—suspiro Tsunayoshi caminando hasta la puerta

 

—Es-espera…

 

—¿Pasa algo?

 

—Puedo…puedo dormir contigo…es que…cuando esto pasa…siempre aparecía Alphonse y…no puedo estar…solo…—dijo entre cortado por la algo penosa situación, Tsuna parpadeo un par de veces y con una sonrisa amable le asintió. Edward camino a paso lento tras el castaño a  su habitación

 

Tsuna se acostó primero y luego Edward, que lo primero que hizo fue abrazarlo para empezar a llorar mojándole la espalda

 

—¿Que fue lo que soñaste? Gritabas y gritabas el nombre de todos

 

—Yo no podría matarlos… ¿Me crees verdad?

 

—Pues claro…

 

—…

 

No respondió a la pregunta, se quedó dormido casi al instante, con la respiración acompasada. Tsuna suspiro y se volteo, se quedó viendo a Edward un rato, parecía más relajado, eso era algo bueno, pero nos e imaginaba lo que pasaría mañana, si el rubio escondía tan celosamente su vida era por algo, además…sus amigos no sabían lo de la transmutación humana, lo de su hermano, su madre y la relación fallida

 

Y con el tiempo te pensaba aferrado a mis manos…—tarareo quitándole un mechón del rostro—Espero que mañana todo salga…bien…

 

—0—0—0—0—0—0—

 

—Estas seguro ¿no? Alphonse—pregunto Izumi viendo el enorme circulo de transmutación, era impresionante, ya comprendía por que había tardado tanto en hacerlo

 

—Al 100% no, pero si al 99—aseguro poniéndose dentro del gran círculo de tiza

 

—Con esto deberíamos ir al mundo donde esta acero no es ¿así?—dijo Roy también examinándolo, que ningún símbolo tuviera error

 

—Es la idea, pero nada asegura que lleguemos vivos, ese el 1%—gruño por lo bajo

 

—Estoy segura que si se podrá—dijo Winry para animarlo, con una enorme caja de herramientas y muchas otras cosas, si lo iban a  encontrar iba a tener que cambiar su Automail

 

—Muy bien, empecemos

 

Los tres alquimistas, Roy, Alphonse e Izumi unieron sus manos en un pequeño aplauso y luego las pusieron sobre el círculo de transmutación en el que estaban y este empezó a  iluminarse, para el terror y pánico de Havoc, Fury, Riza, Ling y Scar que no estaban del todo convencidos pero tenían que hacerlo

 

Debido a que era tan grande, a los Homúnculos no les costó para nada ponerse dentro sin que los otros se dieran cuenta. Y así la puerta se abrió, tragándolos por completo

 

Allá voy Hermano, estaremos juntos otra vez

 


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