Al día siguiente aquellas chicas simpáticas y alegres despedían a Sungjong y a Myungsoo; tenían la esperanza de volver a ver de nuevo al menor. Ambos chicos ya se encontraban dentro del automóvil del mayor.
-Realmente espero la invitación a su boda ¿eh?-Hyoyeon no quería dejar pasar ningún detalle.
-Te enviaremos la invitación-le castaño le sonrió-Es un hecho-
Y así empezaron a emprender su viaje de nuevo a Seúl; aquellos chicos iban tomados de las manos. Regresaban a casa con la idea que ni la eternidad del tiempo y ni la intervención de la distancia podía contra aquel amor lleno de pureza, ya no podían poder corromper aquel lazo que ahora estaban dispuestos a formar.
Myungsoo se había tomado tiempo para avisarle a su padre que ya iban de regreso a casa, el mayor alcanzo a escuchar algunos gritos de emoción por parte de su hermano menor. Habían tomado unas cuantas paradas para comer algo, tal parecía que querían seguir teniendo su momento a solas.
“Ahora cuando sienta querer abandonar algo, recordare tu sonrisa y tus ojos, para tener una razón para quedarme e intentarlo de nuevo” el menor se sentía un paso más en el cielo, al sentir la brillante mirada del pelinegro sobre la suya.
En unas cuantas horas más ya se encontraban entrando en el garaje de la mansión, sinceramente Sungjong se sentía un poco nervioso, pensaba que Dasom se encontraría molesta por su repentina acción; y como si la llamara por medio de su pensamiento; la fémina ya se encontraba en la entrada de la mansión. Cuando aquellos dos grandes amigos se volvieron a ver, la chica corrió de repente hacia el castaño. Como si hubiera pasado años sin verse, ambos se abrazaron con fuerza, pasaron pocos segundos y la fémina ya empezaba sollozar.
-¿Cómo pudiste irte, así, sin más?- chica aun se sentía un poco triste
-Perdóname-le acariciaba su sedoso cabello-Perdóname por no haberte dicho nada-
-Solo no te vuelvas a ir-la chica se separo un poco y le sonrió-Sabes que eres un hermano para mí-
Los chicos se adentraron mas a la mansión, Sungjong pudo notar a unos cuantos pasos, al Sr. Kim y a MoonSoo; el menor también corrió a abrazarlo en cuanto lo vio.
-Sabía que regresarías-
-Te extrañe-el castaño le sonrió- Perdón por hacerte preocupar-
El cariño entre aquellos chicos había crecido y la distancia había afectado en ambos. Aun lado de ellos, el Sr. Kim sonreía, se acerco a Sungjong, también le brindo un cálido abrazo, a pesar de no haber tenido antes un acercamiento personal con el chico, el abrazo fue confortable en ambos; al Sr. Kim le bastaba saber que él sería la persona con al cual su hijo quería estar. El mayor de los Kim se disculpo con los chicos por la ausencia de su esposa, tal parece que ella un necesitaba tiempo para poder mirar frente al menor.
Después de haber tenido una breve conversación sobre su estadía afuera, Sungjong se dirigió hacia la cocina, lugar donde los otros chicos lo estaban esperando, y así fue, Narae y Jiwon ya se encontraban abrazando muy fuerte al castaño.
-¡Deténganse! No lo dejan respirar-SoRa las regaño, y es que el menor empezaba a ponerse rojo, realmente lo estabas apretando muy fuerte, después fue la mujer quien lo abrazo, para ella, él se había convertido casi en un hijo
-Y ¿Ese anillo?-Dongwoo se acercaba al menor y lo tomo de la mano-¿Acaso te la pasaste jugando con niñas?-todos en la cocina rieron por el comentario
La charla se hizo muy amena, Sungjong les había contado a donde se había ido, también les conto sobre las dos señoritas que lo ayudaron durante su estadía en aquel lugar.
-¡¿Te atreviste a cambiarnos?!-Dasom hacia un puchero, fingió estar enojada, la verdad es que, estaba celosa, claro que si, era una amiga muy celosa.
-¡Claro que no! Ustedes son únicas-el menor trataba de calmarla
Rieron ante aquella situación; el chico no había omitido la parte de su trabajo como ayudante de cocina y algunas veces de mesero, les contó que en su primer día se le habían caído por accidente tres platos con comida, y es que tener varios platos en una bandeja era una tarea bastante difícil y por ultimo les conto el momento en que Myungsoo lo había encontrado, aunque claro omitió la parte en la que le había pedido matrimonio, le sonrojaba pensar en qué pensarían sobre su anillo de juguete.
Lo que ignoraba Sungjong, es que estaba siendo “victima” de un plan, los Kim lees habían pedido a los empleados entretener al castaño, mientras ellos, teniendo al frente a Myungsoo, le preparaban una sorpresa. Así que cuando el menor termino de contarles todo lo que le había pasado, prosiguieron ellos a contarles lo que había ocurrido en la mansión, eran cosas sin sentido, triviales y sin interés, pero esa la única manera de tener distraído al menor.
Pasó el tiempo, ya era de noche, cuando vieron a MoonSoo entrar en la cocina, sabían que era tiempo para la celebración.
-¿Qué está pasando?-el menor pregunto cuando le empezaban a vendar los ojos
-Es una sorpresa-
Lo dirigieron al jardín de la mansión, cuando lo dejaron en el centro de todos, le pidieron quitar aquel vendaje, cuando lo hizo no podía creer en lo que estaba viendo, todos se encontraban a su alrededor (se encontraban el Sr. Kim, MoonSoo, Woohyun y los empleados); a su alrededor las luces de colores adornaban el hermoso jardín, debajo de aquel impresionante cielo, un cielo rodeado de muchas estrellas, y justamente una brillaba más que las demás, tal vez su mamá.
Se encontraban tres mesas, en las cuales se podían apreciar los lugares exactos para las personas; en ese momento se escucharon unos pasos prevenientes atrás de ellos; el menor no podía creer verla ahí, no creía que ella fuera a aceptarlo tan rápido; la Sra. Kim se integraba a aquel medio circulo que formaban las demás personas, esta vez la mujer no reflejaba ninguna mirada maligna, aquella mujer aun recordaba lo que su hijo le había dicho momentos antes.
-¿Lo amas? ¿Él te hace feliz?-
-Lo amo y él es la persona que quiero a mi lado-
Cuando la Sra. Kim y Sungjong cruzaron miradas, la mujer le dedico una sonrisa leve, se podía notar que no había un grado de hipocresía en su acción.
“Pero… ¿Dónde está Myungsoo?”El castaño aun seguía cuestionando la ausencia de su amado. Como si lo hubiera llamado con la mente, de repente se apagaron las luces, pero dos quedaron alumbrando, alumbraban a dos personas, una de ellas se encontraba aun estático en su lugar y el otro, caminaba hacia al frente, vestía un traje de gala, se dibujaba en él una brillante sonrisa, en su mano traía consigo una cajita de terciopelo de color negro.
Cuando Myungsoo se acerco a Sungjong, se hico a sus pies y abrió la cajita la cual contenía un hermoso anillo, un anillo que marcaria el rumbo de su futuro juntos; nunca dejaron de mirarse.
-Sungjong-se sentía seguro de sus palabras-Ante estos invitados, quiero hacerte una pregunta-se aclaro la garganta- ¿Quieres casarte conmigo?-
“Me enseñaste a volar con los pies puesto sobre la tierra” el menor estaba infinitamente agradecido y enamorado.
-Si, Myungsoo-ambos sonreían- Acepto, casarme contigo-
El mayor no tardo nada y tomo la mano izquierda de su amado, reemplazo el curioso anillo de juguete por aquel hermoso diamante.
-Te amo-
-Te amo-
El jardín se invadió de aplausos, aquellos aplausos eran testigos de aquel amor que estaba más que confirmado, un amor que nadie podría separar.
La velada prosiguió, SoRa había preparado Samgyetang, un exquisito platillo, era el platillo favorito de Sungjong, según Dasom; la mayoría continuaba felicitando a la pareja, de un lado se encontraban Dasom, Narae y Jiwon sonrojando al menor, con sus comentarios “pervertidos”, acerca de su luna de miel
-Iremos de compras, necesitaras rompa interior muy cachonda…-
SoRa tuvo que tranquilizar a aquellas chicas, pero después de todo, consiguieron que el menor realmente tomara un color rojizo en su rostro.
Por otro lado, se encontraban los hermanos Kim y Woohyun
-Todo salió magnifico, hermano-
-Gracias, aunque también fue con la ayuda de ustedes-
-¿Tienes fecha para la boda?-Woohyun era quien hacia aquella pregunta
-Sera una semana después del viaje que hagamos a América-
-¿En 15 días?-Woohyun se sorprendió por la repentina decisión- Realmente uno se da cuenta de la urgencia que tienes por casarte-se burlo
-Hermano, es muy repentino-hablo MoonSoo-Los preparativos y demás no es tarea fácil-
-Nadie te va a ganar a Sungjong-Woohyun se seguía burlando-Le puedes pedir a las chicas que lo vigilen bien, o en todo caso, enciérralo-los tres rieron
-Sé que mi decisión es muy rápida-el pelinegro explicaba con calma-Pero mi madre se encargara de todo, la boda ya la tenía planeada, así que, no creo que haya ningún problema-
-En eso tienes razón-expreso el menor de los Kim-Solo que ahora a las invitaciones que tenia, tendrá que quitar el nombre se Suzy y reemplazarlo por el de Sungjong-el humor no se perdía en aquellos chicos.
Inesperadamente los señores Kim mandaron a llamar al futuro matrimonio. Myungsoo sostenía con delicadeza la mano de Sungjong, este, aun se encontraba sonrojado por los comentarios anteriores.
-Sungjong, pronto formaras parte de esta familia; serás tratado como un hijo más para mí-El Sr. Kim decía en un tono confiable-Les doy mis bendiciones para su matrimonio-
Ambos chicos agradecieron las bonitas palabras del mayor, inesperadamente el menor soltó una lágrima, Myungsoo se percato de ello y rápidamente la limpio de aquel rostro; los señores Kim podían sentir tanta dulzura ante aquella escena.
-Sungjong-ahora quien hablaba era la Sra. Kim-Myungsoo, con toda la sinceridad, ambos tienes mis bendiciones para su matrimonio-
Myungsoo camino cerca de su madre y le brindo un abrazo
-Gracias por entender-
-Si tu eres feliz, yo también lo soy- la mujer le sonreía, lo dejo de abrazar para que esta vez, se dirigiera al menor, y al él también lo abrazara-Cuida de mi hijo-
-Se lo prometo-Sungjong correspondía al abrazo, ambos brazos eran cálidos, le recordaba a su madre-Gracias-
La velada ya había terminado, Woohyun se había despedido de todos, los mismos empleados un poco después; la noche empezaba a ser un poco fría, así que los señores Kim tampoco tardaron en volver a la mansión, MoonSoo también se despido momentáneamente de la pareja y se dirigió adentro de su hogar.
Sungjong se encontraba observando aquella estrella en el cielo, la cual aun no dejaba de exaltar un brillo inminente, aun tampoco se escondía entre las nubes y la obscuridad, esa estrella también lo estaba observando.
-¿Qué miras?- Myungsoo se acerco al menor con una copa de vino en cada mano, le ofreció una al contrario
-Aquella estrella-dijo señalando al cielo-Me recordó a mi madre-
-Brilla muy bonito-ambos seguían observando al cielo-Brilla como un diamante-
-Tienes razón- el menor mostraba una sonrisa-Si tan solo ella estuviera aquí…-
-Ella está aquí-dijo el mayo digiriendo una de sus manos al corazón del menor-Tu mamá estaría orgullosa de ti-
-Te amo Myungsoo-Nadie podría quitar la sonrisa de la cara del menor-Te amo porque me conoces, has visto lo peor de mi, de mi inseguridad, sabes que soy un desastre y tal vez un poco torpe-dirigió su vista directamente al mayor-Pero aun así, no te has ido de mi lado-
-Y no lo hare-Myungsoo sostuvo su copa y la alzo-Quiero brindar por cada beso que nos hemos dado y lo que nos daremos, quiero brindar por cada momento en que te pienso y te anhelo, brindar por cada noche que he soñado contigo y brindar por las noches que compartiremos juntos-ambos sonreían, chocaron las copas, tomaron un sorbo y se acercaron para compartir un beso
Cada uno amaba del otro la manera en que caminaba, la manera en que se miraban, amabas sus labios rojos al momento de besarse, amaban sus manos, en fin, amaban estar juntos.
Sungjong le propuso al mayor pasar la noche con él en su pequeña casa de servicio, el mayor no se negó a la idea, pronto estarían compartiendo una sola cama en la habitación del pelinegro, así que, ¿Por qué no empezar desde antes?
Ambos se encontraban recostados en la cama, Myungsoo rodeaba el cuerpo del castaño con sus brazos, Sungjong pensaba que aquellos brazos eran su refugio para escapar de sus miedos.
-Lamento que tener que dejarte por una semana-
-No te preocupes-el menor le sonreía mientras le acariciaba una mejilla-Tienes que hacer tu deber con la empresa-
-¿Piensas que la fecha de la boda es muy rápida?-
-Para nada, cuando regreses, te aseguro que, más de la mitad de los preparativos estarán listos-
-Espero que mi madre y tu durante este tiempo, puedan unir una lazo familiar entre ustedes-
-Yo espero lo mismo-
Después de aquello, compartieron un beso y no tardaron en conciliar ambos el sueño.
*****
Habían pasado dos días y ahora ambos chicos se encontraban en el garaje, uno de ellos ya tenía la maleta dentro del automóvil
-Ten un viaje seguro, por favor-
-Te llamare en cuanto pueda-el mayor le brindo una abrazo-Te traeré un bonito recuerdo, de cada país que visite-
-Te amo-
-Yo te amo más-
Ambos realmente echarían de menos al contrario por una semana. Se besaron y Myungsoo se tuvo que dirigir hacia el automóvil.
Sungjong pudo observar como aquel automóvil se iba alejando de su campo de visión.
“Buen viaje”
Nada puede durar para siempre... o ¿sí?..
Pero de repente, empezó a sentir un pinchazo de la nada, en su pecho.
“¿Qué es esta sensación?”
¿Algo saldría mal?
“Dame tu mano y después ambos tendremos todo” Ilse Can