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[JinKook] bajo las estrellas por Galleta sin nombre

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Notas del capitulo:

One Shot jin/kook <3 

Aprieto mis dedos contra la tierra húmeda y suspiro

¿Cómo podría romper el momento y decirle lo que siento? Sería un completo desperdicio de tiempo y energía… lo conocía hace tanto y tan bien. O quizás no lo conocía en absoluto.

No soy más que un idiota, sonreí. Alguien como él jamás me miraría de esa forma… jamás.soy solamente un buen amigo y nada más.

-¿en que piensas? – Dice con voz ronca, casi en un susurro-¿tienes frío?

-no, sólo pensaba que… esto es demasiado perfecto ¿has mirado el cielo? Da la impresión de que el metal se fundiese con las estrellas. A veces no sé qué parte de la estructura empieza antes y cual después. Es como un circulo infinito, pero metálico y cuadrado.

Se incorporo rápidamente apoyándose cobre sus codos. Me miraba fijamente

-me gusta que siempre veas lo que nadie puede ver…. ¿alguien más verá la belleza que esconde una simple estructura que conduce la luz? Aajjaj, eres tan gracioso

-Jin… no te burles.mira, ven aquí- dije empujándolo suavemente hacía mi- si te pones en esta posición y miras el cielo, verás lo que te digo.

Se acerco a mí  lentamente y me rodeo con los brazos mientras miraba el cielo. Mi corazón latía tan rápido que apenas podía sentir la suave música que salía de su celular que se encontraba apoyado en su pecho.

Estábamos en un punto de retorno en la carretera, en ese pequeño espacio en el que ponen el tendido eléctrico y bajo esto pasto y flores. Sé que no parece una buena idea estar allí y menos acostados tan cerca el uno del otro… menos en medio de una noche de invierno con una neblina que empezaba a entorpecer la vista y hacía que nuestros dientes castañeasen cada vez más fuerte. Pero era nuestro lugar… por alguna extraña razón siempre nos reuníamos de noche, en el mismo lugar, a veces no decíamos nada. Otras reíamos sin parar con mis historias o simplemente nos reíamos de la gente, sin embargo no sé porque hoy era diferente. Hoy sentí como si fuese nuestra despedida… no sé porque tenía mi corazón tan apretado y sentía que si no le decía lo que sentía… lo perdería para siempre y sólo pensar eso me aterraba.

Lo amaba desde la primera vez que vi su rostro triste, muchos de mis amigos le admiraban en secreto, incluso yo. Sin embargo, por alguna extraña razón logre conocerlo y hacerlo sonreír. Le contaba un montón de idioteces, como por ejemplo las extrañas conversaciones que escuchaba en el autobús de regreso a casa y me esforzaba por hacerlas más graciosas haciendo mímicas y cosas por el estilo.

Con el tiempo, nos hicimos más cercanos. A tal punto que ya no nos reuníamos con otra gente de por medio sino que nos citábamos en la noche y caminábamos por horas hasta encontrar un lugar donde recostarnos un momento. En algún momento, no sé cómo, empezamos lentamente a abrazarnos más, a hablar menos. Aunque no era incomodo, simplemente cada uno pensaba por su cuenta, con música de fondo y al menos yo, disfrutaba su compañía como nadie en el mundo.

Un par de veces me invitó a beber té en su hogar, estaba nervioso. La única iluminación de su habitación era entonces la luz de las velas que ponía en una pequeña mesita… le daba un ambiente romántico, sin embargo yo nunca quise tomarlo como algo diferente.

Pero cuando estábamos así de cerca, yo no sabía que hacer y simplemente guardaba silencio. Un silencio doloroso lleno de dudas y miedo a que me rechace… porque era un ser salido de otro mundo, un artista de corazón. Tocaba Violín como los ángeles, transportándome a otras dimensiones… su exquisito gusto de decoración, sus ojos penetrantes y enigmáticos. Amaba todo de él, sin embargo, no me atrevía a tenerlo.

-estas temblando-dijo suavemente-kookie, ¿quieres ir a casa?

-no… quiero estar aquí-dije abrazándolo suavemente. No quería dejarlo ir

-si te enfermas no podré verte mañana… necesito verte mañana-susurró en mi oído.

Abrí mis ojos con sorpresa y levanté mi rostro para mirarlo. Sus ojos estaban húmedos… sus labios… estaban rojos de frío y lo hacían ver aún más hermoso de lo que era .Mierda, ¡porqué mi corazón late así! .

Sin saber bien lo que hacía , tomé su rostro con mis manos y lo acaricie. Algo malo debe haber sucedido y para variar, no hablábamos. Pero el silencio empezó a incomodarme.

De pronto, sentí su boca cerca de la mía, entonces suavemente, casi pidiendo permiso deposito un casto beso en mis labios. Mi cara ardía, mis labios tenían fuego por su roce… no sé que expresión habré hecho ya que el se aparto rápidamente.

-perdón… yo… sé que tu no…-Jin apenas podía articular una palabra.

-yo… también quiero verte. Te necesito-dije sonrojado

Tomo mi rostro y me besó esta vez más intenso, a lo que mi cuerpo completo respondió rápidamente envolviéndonos cálidamente. Era perfecto, su beso era dulce y al mismo tiempo mostraba dolor y pasión, una mezcla de sentimientos que ya no sabía hasta que punto eran suyos y donde eran míos. Poco a poco , el beso fue subiendo de intensidad, nuestras bocas  se volvieron cada segundo más desesperadas y nos abrazábamos fuerte , como si nos estuviésemos sosteniendo el uno al otro al borde del precipicio, como si el fuese mi balsa , mi tabla de salvación y yo la suya.

-Nunca olvides esto-susurró en mi oído.

Un pequeño gemido salió de mi boca, lo cual lo hizo reír bajito.

Lentamente, empezó a acariciar mi trasero con una de sus manos, mientas con la otra me sostenía fuertemente. Yo no paraba de gemir contra su boca. Se puso sobre mí y me admiro con los ojos brillantes, llenos de amor.

-Jin , por favor-susurre

-¿no voy muy rápido? , además… estamos al aire libre, puede pasar un auto y vernos.

-te necesito

Bajó hasta mi boca y me dio un beso hambriento, desesperado mientras lentamente metía una de sus manos bajo mi camiseta para recorrer mi torso, jugando con uno de mis pezones ya erectos por el frío y la excitación que me producía estar con el hombre más perfecto del mundo, en un lugar solitario a la luz de la luna con las estrellas como primer y único testigo.

Me acariciaba suavemente, mientras rozaba nuestra entrepierna dando leves estocadas que sacaban pequeños gemidos de mi frágil cuerpo. Sin avisar, toco mi miembro con sus manos por encima del pantalón, lo cual hizo despertar mi erección. Me volvía loco que me siguiese rosando y besando sin tocar directamente. Moví inconscientemente mi erección ya despierta contra su mano, dándole la señal de que podía tocarme. Dudoso, abrió mi pantalón y bajo un poco mi bóxer para tocar mi miembro con su mano y empezar a masturbarme lentamente, pero firme.

Busque con la mano la suya, estaba realmente duro. Sonreí para mi mismo y empecé a darle pequeños toques suaves que aumentaron su ansiedad. Nuestra ansiedad.

Aparto mi mano de su miembro y bajo lentamente hasta mi miembro y suavemente, lo metió a su boca.con su boca sobre mi miembro empezó a jugar su lengua mientras subía y bajaba como si me estuviese masturbando. Era toda una delicia y yo no podía reprimir los gemidos que salían de mi boca.

-te haré el amor kookie, como siempre lo soñé-dijo para luego retomar su tarea.

Yo enterraba mis uñas, mis dedos entre el pasto y la tierra mojada mientras sentía como mi cuerpo se tensaba, anunciando la llegada de mi orgasmo. Al sentirlo , me soltó y me dedico una sonrisa mirándome desde cerca de mi miembro. una sonrisa traviesa y linda, podía ver como disfrutaba al igual que yo.

Luego bajó aún más sus pantalones y bóxers al igual que los mios  mientras me miraba fijamente a los ojos sin perderse ninguna de mis expresiones.

Tomo uno de sus dedos y me pidió que lo lamiese, lo cual hice como hipnotizado sin despegar mi vista de sus ojos. Buscó mi entrada y introdujo el primero. Sentí dolor y felicidad al mismo tiempo… sus movimientos eran lentos y suaves, a medida que me acostumbraba a esa incomodidad. Cuando ya podía deslizarse correctamente introdujo un segundo dedo el cual reanudo la molestia anterior, sin embargo mi cuerpo se acostumbro más rápido que con el anterior. Los gemidos salían de mi boca sin cesar y yo sentía como todo mi cuerpo hervía lentamente. Finalmente introdujo un tercer dedo el cual hizo salir una pequeña lagrima de dolor de mis ojos, entonces el con su otra mano acarició mi rostro

-tranquilo, no te haré daño. Si quieres puedo detenerme aún-dijo suavemente

Negué frenéticamente con mi cabeza, y él siguió moviendo sus dedos en mi interior. Estaba gimiendo sin control, mi cuerpo se sentía tenso, caliente y deseoso de más… necesitaba todo de Jin esta noche.

Lentamente sentí su miembro cerca de mi entrada y yo en un acto desesperado, me moví hacia él. Dolió y tuve que ahogar un gemido por el dolor intenso que recorrió todo mi cuerpo deseoso. Me miró frunciendo el seño y sin decir nada se acomodo un poco más profundo dentro de mí para detenerse luego hasta que me acostumbrase.

Con un pequeño movimiento le di a entender que ya estaba listo, y empezó a moverse lentamente dentro de mí, llenándome por completo.

-Eres tan estrecho kookie…-susurró en mi oído

Pequeños gemidos de placer brotaron tímidamente de mi boca, con lo que aceleró su ritmo hasta volverlo un constante vaivén no muy fuerte, no muy suave mientras se apretaba a mi cuerpo.Sentí todo mi cuerpo tensarse y sin hacerse esperar, llego mi orgasmo derramándose entre nuestros cuerpos . Jin apresuró su paso mientras yo sentía aún el cosquilleo de mi orgasmo, el alcanzó su clímax.

-te amo, jin-dije abrazándolo fuertemente

-no sabes lo feliz que me haces, kookie-dijo sellando mis labios con un tierno beso


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