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El Peso de la Corona por Lubay Nue

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Notas del fanfic:

Esta historia esta basa a los videos de Youtube de Mi Little Pony… técnicamente son algunas tramas de Luna y Celestia pero versión yaoi y con mas melodramas (VERSIÓN 100 % HUMANOS!) XD así que, me baso a todo eso para este fic, por supuesto también usando cosillas mías…  técnicamente esta historia está basada a Luna (me gusta más este personaje) pero en fin XD varias cosas son algo… raras XD no he visto Mi Little Pony, solo me estoy guiando a varios videos que circulan por youtube en base a ellas 2

 

-Lullaby for a Princess

-Children of the Night

-… (de este no me acuerdo, solo sé que es la pelea de hace mil años de ambas hermanas contra el rey sombra)

 

Y otros videos que no puedo recordar muy bien XP lol XD en fin, no pondré a quien pertenece Mi Little Pony porque esto es un universo alterno y aquí son “humanos” y habrán cosas diferentes XP

Notas del capitulo:

Solo es experimento… al final, si no pega lo vuelvo a quitar y cuando lo acabe lo vuelvo a subir pero esta vez completo, espero sea de su agrado por que este es de verdad un largo fic n///n que comienza con un lindo y kawaii Chan inocente *u* espero les guste

~*~*~*1º Arco. El Pecado de los astros: ¡Brillamos 2, No uno! *~*~*~

 

 

 

 

 

-¡Reacciona Ryuto!

 

-¡Cállate! ¡Me niego a escucharte!-  gritaba histérico sin intensiones de escuchar realmente las palabras del contrario, su odio era demasiado, su dolor lo había quebrado más de lo que nadie lo hubiera podido quebrar antes… ya todo había llegado a su final, ahora, solo la guerra, el sonar de las explosiones sonaban mientras ambos peleaban por recuperar aquello que habían perdido… aquello, que sabían, no regresaría nunca más…

 

Me niego a creer que todo tenga que acabar así…

 

 

 

 

 

-*-*-*Nacen los futuros Astros *-*-*-

 

 

 

 

 

 

Aun lo recuerdo, no sé cómo, no sé por qué… pero lo puedo recordar todo demasiado bien… el momento en que todo dio inicio, el momento en que nuestras vidas dieron el primer paso para el destino que nunca deseamos y el cual, se nos obligó a tomar…

 

Éramos apenas unos recién nacidos, nuestra alma, era pura y genuina, las estrellas nacieron con nosotros, nosotros dimos vida para que las tradiciones continuaran y con ellas, las torturas agónicas que aquello representaba, el dolor, la soledad, el saber de las traiciones sin poder hacer nada más que desviar la mirada como un vil cobarde con tal de mantener en “equilibrio” un mundo lleno de mentiras y crueldades…

 

Nacimos juntos, apenas medio minuto diferente en nuestro nacimiento y medio minuto de diferencia que se volvería una gigantesca distancia a nuestro futuro; nuestros cabellos fueron del color de la clara tierra, nuestras pieles, con un color ligero entre la crema y la canela, nuestros ojos, nos unieron y separaron a la vez aun mas, pues mientras que yo tenía el ojo izquierdo negro y el derecho plateado, mi pequeño hermano se mostraba diferente, su ojo derecho de color negro mientras el izquierdo era plateado

 

Cuando pequeños, cuando éramos recién nacidos y aun no conocíamos este mundo, el sabernos tan idénticos fue una bendición; al principio costó reconocer quien era quien y quien sería quien, fue aun mayor… nuestros padres, nuestra vida misma, no es normal, no es… aquello que como humanos, suele llamar normal sino… “fantástico” y para mi forma de ver… maldito…

 

Nacimos demasiado idénticos y se nos trato por igual, nunca se demostró favoritismo por alguno de los 2, nuestros padres, aunque trabajaban mucho, nunca nos descuidaron… los grandes reyes, gobernantes de algo más que los astros… conocidos por los humanos como “dioses” solo somos seres que vivimos lo que algunos conocen como bendición y nosotros conocemos mas como una terrible y cruel maldición

 

Ese día, fue apenas el principio, aquel día que, frente a todo el Reino Místico, fuimos presentados como los gemelos, prohibido para todo el mundo saber quién era quien, simplemente sabiendo nuestros nombres… mi hermano Hayate… y yo… Ryuto… los reyes han mostrado su felicidad y complacencia al saber que somos 2, era un deber que fuéramos 2 los hijos, sin importar si fuésemos hombres o mujeres, teníamos que ser 2… por que el reino se basa en 2 cosas…

 

El Sol y la Luna…

 

El reinado de esas 2 grandes personalidades, 2 personas que tiene el poder de elevar y ocultar tanto al sol como a la luna que rigen al mundo y todo en esta existencia… luz y oscuridad… nuestros padres lo saben demasiado bien, son, no solo conscientes, no solo sabios en el tema… eran… los reyes que regían a ambos grandes astros…

 

Mi padre, el rey Galaxia, era un hombre de cabellos dorados como el sol pero que se degradaban en colores azules mientras que, en estos mismos, pequeñas luces brillaban genuinamente a forma de estrellas, su cabello era ondulado y ligeramente largo hasta la mitad de su espalda sujetado con una coleta a la altura de sus hombros además de tener una piel tan blanca como la nieve y ojos lilas, mi madre, la reina Cosmos, una hermosa mujer de largos cabellos negros hasta debajo de su espalda con los mismos brillos en puntos que asemejaban a las estrellas y estos cortados en forma de cascada demostrando varias puntas en diversas direcciones y una ligera piel como la tierra, además de un hermosos mirar amatista… los más grandes dioses de entre todos los nacidos y por nacer, y nosotros… algún día tendríamos que llegar hasta donde ellos, sin temer, sin deber, sin decepcionar a nadie, simplemente… luchar por llegar a aquel lugar si es que teníamos la fuerza pero…

 

Pero no podía ser solo uno, debíamos de ser ambos o sino no, el sol debía siempre de sobresalir, la luna, debía de mantenerse en las sombras de un modo discreto… así se nos enseñó; para nosotros, volvernos los príncipes del sol y de la luna lo era todo, ambos soñábamos, imaginábamos como sería tener que hacerlo todos los días, que las personas admiraran nuestro trabajo, ser tan amados como lo eran nuestros padres y ser aun mas amados de lo que ya éramos los 2 ahora…

 

Más sin embargo, éramos jóvenes, no comprendíamos el mundo que nos rodeaba; el universo era más de lo que nosotros podríamos comprender y eso, era algo que nos costaría mucho poder entender pero que, bien o mal… entenderíamos a la fuerza…

 

Aun lo recuerdo demasiado bien, tan vivido, como si solo hubieran sido hace unas cuantas horas… será por la situación en la que ahora me encuentro luchando contra la persona que nació conmigo, que, a mi lado, afrontó demasiadas burlas pero que también… me dio la espalda de un modo brutal…

 

Aquella vez, aun éramos unos niños… no tendríamos más de unos cuantos milenios; ha, es verdad, ustedes los humanos viven solo una fracción de lo que nosotros estamos condenados a vivir; está bien, pido una disculpa por eso, nostros tendríamos la edad de 5 años en su aspecto humano cuando nos fue correspondido la ceremonia de designación de los poderes

 

Al ser yo el mayor, Hayate, mis padres… todo el mundo, incluso yo esperábamos que me convirtiera en el heredero del astro rey… que me volviera el príncipe del sol mientras que mi hermano, mas amante de la luna que yo, se volvería quien me acompañaría, nos haríamos compañía en las noches frías y los días nublados… así debía de ser… así, lo veían todos, así debía de ser pero…

 

Pero aquel día, no resulto nada como debía de ser, como se había estado esperando durante tantos milenios… fue… todo un caos… caos… que resulto en esto, en nuestro ahora…

 

*Pov Ryuto*

 

Habíamos esperado demasiado tiempo, estábamos preparados, habíamos entrenados para este día tan esperado para los 2, nos encontrábamos en la sala del trono donde nuestros padres nos observaban con una suave sonrisa de orgullo, ambos estamos nerviosos y nos tomábamos de la mano con fuerza, yo era el hermano mayor, yo debía de ser mas fuerte y más, muchísimo más valiente que mi pequeño hermano Hayate… todos contaban conmigo

 

La ceremonia había dado inicio, ambos habíamos tenido que dar unas gotas de nuestra sangre para demostrar que éramos de la familia real, sangres puras y sin cambios, originarios de los grandes dioses y los futuros descendientes de los astros

 

Un bailable, los grandes sabios del reino y nuestros padres, nadie más, no teníamos mas familia que nuestros padres y eso era extraño pero nunca le prestamos mucha atención, solo, nos centrábamos a este gran momento que ahora se presentaba frente nuestro, respiramos con nervios, nuestras manos ya sudaban por el fuerte agarre, nuestros dedos entrelazados, nuestros pulsos acelerados pero sincronizados como solo los gemelos podemos lograrlo sin problemas, nos veíamos sin darnos cuenta, nuestros corazones comunicados por aquella mano, por aquel lazo, solo resonaba con más fuerza dándonos fuerza a ambos para lo que vendría; finalmente, había llegado ya la hora, la ceremonia había acabado, las joyas que encerraban los poderes más grandes y vitales de la vida estaban ahora presentes frente nuestro en pequeñas almohadas

 

Una era una joya, en forma de huevo dorado con escarlata, brillaba de un modo sublime sin problemas y mostraba la runa en forma del gran sol, brillante, cálido y cegador, se encontraba tranquilamente reposando en una almohada de seda roja con bordados dorados en forma del mismo sol, por otra parte, a su lado, se encontraba la otra joya, un huevo blanco como la hermosa luna con rasgos entre negro y azul, brillando de igual modo sublime aunque un poco menos a comparación del sol además una serie de runas que formaban el ciclo de la luna en forma de cirulo, finalmente, acomodado cuidadosamente en una almohadilla azul pálido que hacia resaltar aun mas su hermoso brillo

 

Respire nerviosamente y sin más que temer me acerque decido al que debía de ser mi destino, a aquello que todos sabíamos seria no solo lo correcto, sino lo esperado… camine tranquilo y seguro hacia la joya del sol estirando lentamente mi mano en su dirección, todos estábamos callados mientras me movía de un extraño modo lento que no podía evitar, era… como si mi cuerpo pesara, como si mi mente se quisiera alejar y como si algo me impidiera acercarme a aquella joya; escuche algo, unas palabras nerviosas que salían de alguien en la gran habitación pero las escuché tan distantes, tan lejanas y también, tan borrosas que no pude entender el significado de aquello y… fue tarde…

 

Justo cuando mis dedos apenas y rosaron suavemente aquella joya, esta brillo con fuerza; un brillo majestuoso, dorado por lo que aun se podía alcanzar a ver pero… algo no iba bien… algo… se salió de control…

 

-¡Hermano!-  escuche a la distancia la voz de Hayate, ni siquiera me había dado tiempo de poder girar mi mirada hacia atrás cuando, ya siendo bastante tarde, me di cuenta que había sido lanzado lejos de todos y en especial, lejos de la joya del sol; me encontraba ahora tirado en el suelo mientras notaba que la joya del sol, se elevaba varios centímetros sobre su cojín brillando majestuosamente pero, aquellos brillos dorados se volvían un carmesí demasiado oscuro y peligroso que a todo el mundo asustó

 

Me sentía demasiado mareado, me sentía muy débil, además, escuchaba todo muy distante, como desde que me empecé a acercar a aquella joya, por desgracia, aun tirado en el suelo pude ver con demasiada claridad como aquella joya no solo se iluminaba de ese modo peligroso… también comenzaba a lanzar varios ataques y destellos que lastimaban a la gente alrededor… y luego… todo fue demasiado rápido…

 

-----------

 

Mientras Ryuto se encontraba tirado en el suelo, Hayate no había perdido el tiempo y en un acto reflejo por rescatar a su gemelo mayor corrió hacia ellos, plantando cara entre Ryuto y la joya que, el podía sentir, estaba más que enfadada por la cercanía de Ryuto; Hayate sin temor se había puesto en frente y le gritaba a la joya que se calmara mientras se veían directamente pues, aunque la joya no tuviera ni ojos ni boca, Hayate podía saber que tenia mente propia y, que le miraba con enfado

 

-¡por favor! ¡cálmese! ¡mi hermano no quería hacer daño a nadie!-  gritaba desesperado por encontrar algún modo de calmar la ira que nacía de aquel gran astro, por su parte, viendo por unos momentos hacia su espalda, notaba como su hermano mayor aun no podía ponerse en pie del todo y eso, le estaba preocupando mucho

 

Cuando volvió su mirada hacia la joya que, colérica se elevaba en medio de todo y de todos, noto muy tarde como esta también le atacó en su arrebato de odio lanzándolo lejos de su propio hermano y siendo ahora él, el centro del odio que, de un momento a otro había sentido y que, por unos momentos sentía demasiado claro y que aterraba… como si…

 

*como si el sol le tuviera rencor a la Luna*  cerro sus ojos con fuerza mientras agitaba su cabeza, aquellos pensamientos realmente no le gustaban y sentía miedo de ese odio que transmitía el sol, miro de nuevo a aquella joya que se iba acercando y fue su turno para sentirse demasiado débil, sin posibilidad de ponerse de pie de nuevo, solo quedándose en el suelo respirando con dificultad…

 

*¿Qué me hizo la joya? No… puedo… moverme*  piensa preocupado y asustado mientras observa a la joya acercarse de forma lenta hacia él con una ira hacia su persona y hacia alguien más que no podía comprender

 

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-¡Hayate!-  grite con la poca fuerza que tenia, asustado de ver cómo era ahora mi hermano el atacado por la joya colérica, asustado, me levante, aunque me sentía demasiado débil, el saber que mi hermano estaba en peligro me hizo levantarme de golpe

 

-¡corre Hayate!-  grite mientras me sentaba en el suelo notando como él estaba ahora igual que yo sin fuerzas, el me miro preocupado pero solo viendo a la joya, trato de moverse sin lograr mucho, fue entonces que… el miedo me invadió… no… no quería perder a mi hermano de ese modo… no quería… que todo acabara así…

 

Así que, en un arranque de locura, todo pasó demasiado rápido como para siquiera poder comprenderlo

 

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Lo que Ryuto no se había dado cuenta fue que sin demorar se había levantado de golpe, corriendo en dirección a la otra joya que, según tenían entendido, era la única que podía oponerse y controlar al sol, después de todo, les habían enseñado que, la luz controla la oscuridad y la oscuridad controla a la luz, así que…si el sol se salía de control, lo único que podía hacer era tomar el poder de la luna para volverlo a controlar…

 

Corrió sin ver, solo hacia la joya de la luna a la cual, sin temor, sin siquiera notarlo, la había tomado, aquella joya, que no se había puesto en contra, había resonado, dando una cálida luz que se armonizó con Ryuto y que, sin tiempo que perder comenzó a brindar de sus poderes para el contrario que, aun sin saber que era lo que realmente estaba haciendo, plantó cara a la joya del sol que, aun seguía brillando de ese modo peligroso para todos

 

-¡detente! ¡mi hermano Hayate no tiene la culpa de que yo te haya hecho enfadar! ¡te tienes que calmar dios sol!-  grito sin miedo y tratando de hacerse sonar enfadado mientras lo veía, la joya por su parte solo brillo aun mas carmesí mientras trataba de avanzar, pero, al ver que no amedrentaba al joven frente suyo le lanza una llamarada de fuego con la cual, esta mas que seguro le mataría

 

Y aun así, simplemente para antes de que cualquiera pudiera darse cuenta, Ryuto, protegiéndose con sus brazos, ha mostrado aquella joya de la luna que no suelta y que, le ha protegido desapareciendo aquella llamarada carmesí antes de tocar a Ryuto, todos miran asombrados el momento que ha pasado, nadie sabe qué decir, nadie puede intervenir… pues, de esta prueba, se mostrará quién controlará quien y quien será quien en su futuro…

 

Cae arrodillado respirando con dificultad mientras se apoya en sus rodillas, Hayate corre a verlo y luego nota como esta mas pálido que nunca además de que suda mucho, se miran entre ellos, no es necesario las palabras, basta con verse a la cara para saber que Ryuto quiere que escape antes de que algo malo le llegase a suceder, y sin embargo, Hayate ha mirado a la joya del sol molesto y ha corrido hacia el

 

-¡Hayate no!-  grita preocupado Ryuto corriendo detrás suyo mientras sujeta con más fuerza inconsciente la joya entre sus manos volviendo a levantarla frente a la joya del sol mientras que, Hayate ya ha llegado a su lado y logra sujetarla mientras la apega a su pecho… finalmente una nueva luz aparece, esta vez, brotando de ambas joyas…

 

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El resplandor nos cegó a todos antes de poder darnos cuenta, cuando por fin mis ojos pudieron volver a ver, Hayate y yo nos encontrábamos en el suelo, sujetándonos de nuestra mano, con la que siempre nos habíamos tomado desde que nacimos y con la que nos tomábamos siempre que estábamos en problemas…

 

Mis ojos que veían borroso, apenas y lograban ver la silueta de mi hermano menor… pero, cuando por fin mi cuerpo reaccionó y mi vista dejo de ser borrosa, me di cuenta de algo mas…

 

-¡Hayate!-  grite mientras me sentaba en el suelo viendo que el había cambiado por completo… lo cargue un poco para girarlo y entonces lo note mientras el abría sus ojos…

 

Sus cabellos como la tierra clara, cambiaron a rubio, tan rubio y brillante como el sol… su piel, se había vuelto ligeramente más oscura, más… acanelada, y cuando comenzó a reaccionar, aquellos hermosos y extraños ojos bicolor se volvieron a un color azul cielo, como aquel cielo tan claro y hermoso como una hermosa joya

 

-¿R-Ryuto?-  sonó suavemente su voz sacándome de mi propia ensoñación, al verlo asentí nervioso notando que los pequeños mechones que aun podía alcanzar a ver sobre mi vista también habían cambiado drásticamente… abrí mis ojos y pude verme reflejado en los ojos de mi gemelo ahora opuesto a mi…

 

Mi piel había aclarado un tanto más… mis cabellos, se volvieron blancos como la pura luna y aun entre los ojos de mi gemelo pude verlo… mis ojos negros y plateados cambiaron a un color azul celeste como el color de la noche… ahora… no había vuelta atrás… yo era la luna… y el… el sol?... no… esto no podía ser cierto…

 

No fue sino hasta que notamos que mis padres se levantaron de su lugar y nos vieron serios, fue nuestro padre, el rey Galaxia quien dio la última sentencia mientras levantaba su mano en señal de orden hacia todos en la habitación

 

-los poderes han elegido… Ryuto se volverá el hermano menor, el príncipe regente de la Luna y Hayate, será anunciado como el hermano mayor y regente del Sol; así debe de ser, ¿alguna objeción?-  pregunta imponente mientras nos mira a todos con seriedad, como si… hubiera decepción y no lo culpo, la habitación esta en silencio, nadie tiene ni la fuerza ni el poder para renegar ante su mandato pero…

 

-yo soy el mayor… ¿Por qué presentarán a Hayate como mi gemelo mayor padre?-  pregunto suavemente mientras le ayudo a ponerse en pie, el solo me mira serio, como si… fuera una decepción

 

-el mayor de ambos hermanos debe de ser el Sol, tú no puedes ser el mayor y gobernar a la Luna… Ryuto-  sentencia y yo bajo la mirada, su rostro me ha demostrado una fría mirada que me ha hecho un  terrible dolor en mi pecho, pero, por ahora creo que lo mejor es ver a mi hermano, me preocupa mucho Hayate, no quiero que le pase nada malo por mi culpa…

 

Notas finales:

Bueno --///-- este es apenas el inicio ya que, como ya había dicho, esta historia está basada (ojo O.Ó, solo está basada) en MLP y las hermanas Celestia y Luna, fuera de eso, no tiene ya nada más que ver, traté de hacerla diferente para que no se vea idéntico (además de que no la he visto esa serie en si, solo los videos que rondan por Youtube sobre sus canciones y animaciones XD)

 

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Que tengan un ben día

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