Capítulo 12
Seungri hizo todo lo que estuvo en sus manos por ayudar a su Hyung. No pudo parar el avión en el que iba Ji Yong, pero pudo conseguirle pasar en el siguiente que salía 30 minutos después sin siquiera tener un boleto de avión. Seung Hyun le agradeció inmensamente prometiendo que a su regreso le contaría con detalle qué es lo que había ocurrido como para tener que correr tras el ''esposo fugitivo'', como le llamó el menor.
El chico de ojeras bajó corriendo las escaleras luego de salir de la torre de control, llegando hasta los padres y la abuela de Seung Hyun, quienes miraban cómo el avión donde iba su hijo despegaba deseándole toda la suerte del mundo.
—¡Señora Choi! —El menor se acercó y les saludó afectuosamente —¿Qué ha pasado? ¿Por qué Hyung no se está casando ahora?
—Es una gran historia —aseguró la madre del azabache —. Por ahora quiero que la abuela se haga una revisión en el hospital.
—¡Nada de eso! —Protestó ella con el ceño fruncido —¡Estoy en perfectas condiciones!
—Por favor, mamá. Hazte una revisión preventiva —insistió su hijo mirándole serio. Ella solo refunfuñó en respuesta. —Aprovechemos que estamos aquí.
—Seungri, ¿debes seguir trabajando?
—Voy saliendo de mi turno. De hecho, pensaba en llegar a la fiesta del matrimonio, pero supongo que sin novios, no hay.
—De hecho —dijo la mujer —, estoy preocupada por ello. Hemos dejado nuestra casa en medio de este caos y todos los invitados en ella. Young Bae va a ir de regreso, ¿por qué no le echas una mano con los invitados? Sería bueno que se sirvieran de todas maneras, no queremos desperdiciar comida en la basura... y así aprovechan de cuidar de nuestra casa. No tardaremos demasiado, ¿puedo pedirte el favor?
—Sabe que soy como de la familia. —Seungri sonrió orgulloso. Había crecido junto a Seung Hyun, pasaba más tiempo en su casa que la suya propia. —Puedo ir. Si hay comida, ¡ahí estaré!
—Gracias, cariño —ella sonrió —. Ahora, abuela, por favor vamos por el chequeo.
—¿Ustedes no me oyen? ¡Estoy perfecto!
—¡Mamá, no discutas!
La abuelita se fue a regañadientes con su hijo y su nuera camino al hospital para una revisión. El pelinegro se echó a reír viéndoles irse.
Volteó relajadamente mientras metía las manos a sus bolsillos. Elevó su mirada suspirando, había tenido un turno de locos en el trabajo. Al subir su mirada se percató de la presencia de Young Bae afuera del helicóptero. Sus miradas se cruzaron un momento y entonces el menor sonrió grandemente mostrando su perfecta dentadura. El moreno sacó la mano de su bolsillo y le saludó animadamente, sin dudar en caminar con más rapidez a su encuentro.
—¡Bae Hyung!
—Hey, Ri. —Le saludó en un abrazo que duró un poco más de un minuto. —¿Cómo has estado?
—Bien, mucho trabajo solamente. ¿Y tú?
—Pues, como te habrás enterado, estaba en operación ''novio fugitivo''.
—Eso veo. ¡No puedo creerlo! ¡Una locura! —Seungri se echó a reír estruendosamente. Al moreno siempre le había encantado la forma en que el menor se reía, como si lo que dijera fuera lo más divertido que había oído jamás. —¿Ya ves? ¡Por eso dije que no había que casarse!
Young Bae dejó de reír cuando recordó que en la fiesta de bienvenida a Seung Hyun, el mayor había comentado que Seungri había querido casarse. Frunció un poco el ceño.
¿Seungri casándose? Jamás lo habría imaginado. Él siempre se mostró un poco relajado con el tema, sabía que debía tener novias, eso era obvio, Seungri siempre fue bueno con las mujeres, pero no pensaba que quisiera formalizar.
—¿Pasa algo, Hyung?
—Ah... nada. —Lo miró y le sonrió. —¿Vas a la casa?
—La madre de Hyung me dijo que fuera a la suya un rato, ya sabes, para calmar a los invitados, darles comida y luego echarlos sin que se roben nada de la casa.
El moreno rio ante esas palabras y asintió en modo de respuesta. Lo observó y le extendió la mano. El pelinegro le miró fijamente y luego miró su mano.
—¿Subes?
El mayor le miró fijamente haciéndole sentir nervioso un momento. Luego le sonrió y asintió mientras tomaba su mano para darse impulso y subir al helicóptero.
—Claro que sí.
La vuelta a la casa fue tranquila. Seungri puso música muy fuerte y cantaba como si la vida dependiera de ello. Siempre decía que volar era la mejor sensación y se le notaba en su expresión cuando estaba en los aviones, los helicópteros o cualquier cosa que pudiera llevarlo entre las nubes.
El moreno no podía negar que se divertía con él. Sabía de él hace muchos años ya que era el mejor amigo de su primo, y desde que lo conoció, él le llamaba Hyung. Siempre le había parecido tan tierno y atractivo. Sabía también que existía una química, estaba casi seguro de ello. Podía sentir a veces cómo el menor le seguía con la mirada e incluso se sorprendía a sí mismo mirándole fijamente hasta que él se daba cuenta. Sólo se reían cuando ambos lo notaban, como si supieran qué es lo que estaban haciendo, mas no querían comentarlo. Por eso se había sorprendido cuando su primo dijo que el pelinegro habría querido casarse hace un tiempo.
Aterrizó tranquilamente en pequeño muelle y entonces se bajó. Volvió a extenderle la mano al menor y este volvió a sonreírle con gusto. Caminaron tranquilamente y le indicaron a los meseros que sirvieran todo lo que los invitados quisieran comer.
Dieron las correspondientes disculpas por el incidente y aseguraron que pronto habría una nueva fecha, o al menos eso esperaban. Seungri conversó un rato con algunas personas y luego puso algo de música. Durante su adolescencia se había dedicado a trabajar en un bar de DJ, así que más o menos se manejaba en el tema. El moreno habló con algunos familiares, con tíos, tías, algunos primos y les explicó la situación, y aseguró que todo era un malentendido y pronto se solucionaría con la reconciliación de Seung Hyun con Ji Yong. Esperaba que fuera así como lo explicó, realmente su primo parecía desesperado por recuperarlo, así que deseaba que pudiera arreglarse todo.
Young Bae vio algunas personas bebiendo y otras conversando, otras ya se comenzaban a ir. Suspiró y sonrió, se sentó en una de las mesas y miró el mar de fondo. Siempre le había parecido una vista preciosa desde la casa de su primo.
—¿Te invito un trago?
Elevó su mirada. Seungri le extendió un vaso de Jack Daniel's. Él le miró y le aceptó el vaso mientras lo miraba fijamente. El menor sonrió complacido y se sentó a su lado mientras se llevaba el vaso a sus labios, acto que fue seguido con detenimiento por el moreno.
—Hyung, casi no te veo... deja de trabajar tanto. —El pelinegro no quitó la vista de él mientras le empujaba débilmente el hombro.
—¿Eso quiere decir que quieres verme seguido?
Young Bae le miró de reojo y Seungri sonrió de medio lado mientras observó al horizonte. Se cruzó de piernas y, mientras lo hacía, acarició parte de la pierna del moreno. Claro que con algo de intención en el acto, haciendo que el mayor le mirase fijamente.
—Puede ser —asintió mientras el moreno llevaba un trago a su boca —. Me gusta cuando vienes.
—Ah, ¿sí? —Alzó las cejas. El menor asintió sincero sin dejar de mirarle. —Entonces creo que vendré cada día libre.
Seungri sonrió complacido, se sentía como un adolescente.
—Por cierto, Ri... —Este elevó su mirada al moreno. —¿Cómo es eso de que querías casarte?
Quiso ser directo y preguntar. Le encantaba la forma en que disimuladamente había una especie de coqueteo entre ellos, pero aun así no quería quedarse con la duda respecto aquel tema. Y es que le carcomía la duda, no podía lidiar mucho tiempo con esas cosas.
—Ah... —Seungri bajó su mirada y luego soltó una risilla. —Mi papá quiso casarme... y por un momento estuve dispuesto a ceder. Existieron tres motivos. El primero, la chica era agradable y bonita. El segundo, la persona a la que quería no la veía hace muchísimo... parecía que yo no le gustaba... —le lanzó una mirada intensa y luego se rio. —Y por último, mi papá me echaría si no lo hacía.
—¿Por qué?
Seungri sonrió grandemente y se acercó un poco más al moreno hasta el punto de ponerlo nervioso. Casi rozó su nariz con la de él. Young Bae tragó saliva, el menor sonrió y luego le miró.
—Porque un día descubrió que soy gay. —Sonrió mirándole fijamente y luego se separó de él. —No me digas que no te habías dado cuenta, Hyung. No era tan difícil de saber tampoco. Es como si no lo notaran de Ji Yong Hyung.
Young Bae le dio la razón asintiendo. Siempre tuvo una ligera sospecha, ya que el menor siempre estaba con un coqueteo sutilmente hacia él, pero nunca pensó escucharlo tan claramente viniendo de su parte. También creía que quizás sólo eran malentendidos de su propia mente; Ahora veía que, al parecer, no.
—¿Y qué hiciste?
—¿No es obvio? —Le miró divertido. —Me fui de casa. Ya se le pasará y aceptará las cosas.
—¿A dónde te fuiste?
—¿Quieres saberlo? —Dejó el vaso con el líquido sobre la mesa y apoyó su mentón en su mano, mirándole, como si estuviera admirando todo su rostro. Se giró hacia él y dejó que sus rodillas chocaran bajo la mesa. —Si te digo, ¿vas a ir a hacerme una visita de cortesía, Hyung?
El menor bajó su mirada y llevó otro trago a su boca. Luego dejó el vaso en la mesa y jugó con sus manos.
—Siempre y cuando me des la dirección. —El moreno sonrió de medio lado. Apoyó su brazo en la mesa mientras le miró sonriente.
—Con mis ahorros he comprado un departamento. Es bonito y queda cerca del trabajo.
—Eso es genial, Ri. —Sonrió.
—Ahora que sabes... —Seungri deslizó su mano de forma lenta en la mesa y acarició la mano del mayor muy levemente, casi como si fuera un toque casual. —Vas a ir algún día, ¿no?
—Si tú quieres que vaya...
El moreno le miró fijamente y sintió los dedos del menor tocar los suyos, a los que reaccionó por inercia y los tomó contra su mano muy suavemente. El menor sonrió y entrelazó su mano a la del moreno, quien con su pulgar acarició el dorso de la mano de Seung Hyun de manera lenta y suave.
—Claro que quiero, Hyung.
Young Bae tomó un poco de champaña mientras veía a Seung Ri jugar con unos niños, seguramente vecinos. Seung Hyun había llamado hace poco para avisarle que ya había encontrado a Ji Yong y que todo estaba bien, así que estaban más calmados ahora.
Seungri se sentía feliz. Después de aquel matrimonio que su padre había arreglado, pero fallido al fin y al cabo, había estado un tiempo algo perdido, no sabía qué hacer ni dónde ir. Cuando Seung Hyun le había encontrado aquel trabajo en el aeropuerto, que hasta el día de hoy mantenía, se sentía algo en deuda con él. Ahora lo mínimo que podía hacer era apoyarle y tratar de que la gente no se fuera tan decepcionada.
Miró hacia un lado y se encontró con la mirada de Young Bae.
—¿Quieres jugar, Hyung? —preguntó con picardía.
—Oh, no, gracias.
—¿Qué? ¿Acaso eres demasiado maduro para jugar con estos Hot Wheels?
El moreno sonrió de lado, conocía ese tono en su voz.
—¿Me estás retando?
—No, ¡qué va! ¿Cómo podría desafiarlo a usted, señor adulto?
El mayor negó con la cabeza mientras seguía sonriendo. Seung Ri podría volverlo loco algún día, lo tenía muy claro.
—Pásame ese auto, niño con cara de panda —dijo al menor, éste solo rio —. Te ganaré.
—Bien Ji Yong, es momento de irse. —Anunció Yang Hyun Suk entrando a la oficina del menor, pero su asombro salió a la luz cuando encontró todas las cosas en su lugar, nada había sido movido de la oficina. Frunció el ceño e hizo un gesto con la boca —¿Pero qué-
—Has llegado. —Se anunció Ji Yong llegando con un café en la mano. —Me casaré, así que no tendré que volver a mi país. Puedes irte si quieres, tengo trabajo que hacer.
Hyun Suk quedó paralizado. ¿Que iba a qué?
—Repítelo.
—¿Estás sordo?
—¿Me estás tomando el pelo? Tenemos que irnos en media hora, hombre. Estás deportado, por si no lo sabías. —Dijo con fuerza mientras encaraba al menor, el cual yacía sentado cómodamente sobre su escritorio como si no pasara nada.
Ji Yong le miró y sonrió sin ánimo tratando de mantener su postura serena. No iba a dejar que nadie le arruinara ese día.
—Mire, señor Yang, le he dicho q-
—¡Ji! —Interrumpió Seung Hyun entrando a la oficina, paró en seco cuando vio a Hyun Suk —¿Qué tal, señor?
El mayor de los tres suspiró agotado.
—Y tú, ¿qué haces aquí? ¿No estabas con tu familia en Jeju?
—Sí, es que tomé un vuelo para alcanzar a Ji. Ya sabe, lo amo, entonces le propuse matrimonio y nos vamos a casar —dijo orgulloso, luego miró a su novio. —¿No le habías contado?
—Sí, ya le dije, Seung, pero no me cree.
Yang dejó caer su portafolio lleno de papeles al suelo.
—Parecen locos. ¿Esto es en serio? ¿Ya no será un matrimonio falso?
—No.
—Absolutamente no —respondió el pelinegro.
El mayor entrecerró los ojos. No estaba muy convencido de la noticia, ¡no habían pasado ni 24 horas de que Ji Yong se había confesado! Pero ahora sería más estricto, aquella situación ya le aborrecía.
—Bien, pasaré en unos días más sorpresivamente a hacerles unas cuantas preguntas. Les aseguro que si hay una sola respuesta distinta a la que contestó su pareja, una, y entonces no les daré ninguna oportunidad, sino que los meteré directamente a la cárcel, ¿entendido?
Ji Yong y Seung Hyun se miraron directamente a los ojos y luego sonrieron.
—Entendido.
—¿Cuándo van a regresar? —Preguntó el padre de Seung Hyun desde la línea telefónica —Tu abuela y tu madre están muy preocupadas.
—Papá, ya las llamé y les dije que estoy bien. De hecho, arreglé las cosas con Ji Yong y él está aquí conmigo.
—Sí, pero sabes cómo son ellas. ¿Te esperamos en unos cuantos días?
—Supongo. El encargado de nuestro caso dijo que iba a venir en cualquier momento para hacernos preguntas, así que me vine por un par de semanas con Ji Yong.
—Está bien. Nos vemos entonces. Adiós, Seung.
—Adiós, papá.
Ji Yong hacía ejercicio en su máquina de correr mientras leía unos cuantos papeles. Seung Hyun le miró encantado después de guardar su celular en el bolsillo de su jean. Ji sólo traía unos short que dejaban ver sus tatuajes perfectamente, y una camiseta manga corta. Se había dado cuenta que se vestía informal a la hora de hacer ejercicios, pero no se veía para nada mal, todo lo contrario.
—Vaya, vaya. Así que no siempre usa Chanel el gran Kwon Ji Yong.
El menor rodó los ojos sonriente.
—¿No que lo sabías todo de mí? —Se burló. —Todo esto es de Adidas, para que lo sepas. Esa tienda no es para nada barata.
Seung Hyun sonrió y le quitó las hojas que había dejado de leer. Las estudió un poco quedando asombrado.
—¿Es mi-
—Sí.
—Pero...
—Eres espectacular, Seung Hyun. Yo no quería soltarte porque has sido un secretario muy responsable, pero te mereces algo más que ser asistente.
—No puedo creerlo...
El mayor se sentó en el sillón con la hoja con su cambio de puesto en la oficina. Ahora iba a ser editor, un paso más a su sueño, y todo gracias a Ji Yong.
—Cariño —le llamó el menor dejando la máquina de lado.
Seung Hyun se puso de pie y le abrazó, Ji Yong sin embargo no le correspondió alejando un poco su cuerpo. Seung le abrazó más fuerte aún.
—Seungie, cariño, estoy todo sudado.
—No me importa, nada de ti me da asco. Estoy tan feliz por los nuestro, por mi ascenso ahora. En serio, no puedo ser más feliz.
—Me alegra oír eso de ti.
El mayor se separó muy poco del menor y le besó los labios con suavidad.
Ji Yong nunca pensó en que en realidad podía estar con alguien para el resto de su vida. Él siempre había sido solitario y bastante individual, no soñaba con hijos como la mayoría de las personas y no se hubiera visto comprometido en varios años más, pero Seung Hyun se interpuso en su camino, y efectivamente, estaba dispuesto a hacer una vida junto a él, porque como jamás lo imaginó, sentía amor puro hacia Seung Hyun, y se sentía él completamente amado también.