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La Propuesta por YinYang

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Notas del capitulo:

¡Holaaaaaaaa!

 

Por lo visto, les ha encantado la idea y varios comenzarán a seguirla. Muchas gracias, en serio. La adaptación se nos ocurrió cuando juntas estábamos viendo la película, y pues nos reíamos a cada rato imaginándonos las escenas, comentando: ''Ji sería igual de diva.'' ''¿Te imaginas una adaptación al GTOP?'' Y pues, aquí nos tienen. ♥

Como dijimos, si no han visto la película, mejor no la vean hasta terminar el fic, así no saben las cosas que pasarán, aunque obviamente cambiemos de situaciones en algunas partes. Pero por supuesto, es completa desición de ustedes. ^^

¡Disfruten del primer capítulo!

Capítulo 1

 

 

—¿Q-quiénes van a casarse? —Preguntó Seung.

 

—Tú y yo —respondió Ji Yong entre dientes, haciéndole entender que debía seguirle el juego. —Tú y yo nos casaremos.

 

Seung miraba al jefe mayor, quien tenía sus ojos puestos en ambos; y como si estuviera pensando en otra cosa, contestó.

 

—S… sí. Nos vamos a casar.

 

Kang se echó hacia el respaldo de la silla con el ceño fruncido de manera sospechosa. Ladeó un poco la cabeza y entonces se hizo ánimos a explorar.

 

—¿No es tu secretario?

 

—Asistente —aclaró Seung Hyun.

 

—Ejecutivo… Asistente, secretario. Son sólo títulos —rió Ji —Pero yo no soy el primero en caer por su secretario, ¿Eh, Kang? Ya sabes, tú con…

 

Daesung se enderezó un poco, aclarándose la garganta.

 

—Sí, sí. Ya entendí. —Interrumpió.

 

—Y bueno, lo cierto es que… Seung Hyun y yo somos dos personas que no debían enamorarse. —Seung casi completamente en las nubes, negaba con la cabeza —Pero sucedió.

 

—No… —susurró muy bajo el azabache.

 

Seung Hyun todavía no cabía en lo que estaban inventando, o en lo que Ji Yong inventaba. Y no sabía cómo demonios debía de estar frente a aquello. Estaba en shock, y tanto así que sólo balbuceaba pequeñas palabras.

 

—Eh, sí. Ya sabe… Todas esas largas noches en la oficina y también las ferias de libros, sí y…

 

—Claro. —Murmuró Seung, ido completamente. Su rostro reflejaba sufrimiento y sus ojos miraban hacia arriba intentando encontrarle alguna razón a la irónica y poco sensata idea de su jefe. El pelinegro volteó su cabeza y miró a Ji Yong, quien seguía explicando mientras también le devolvía la mirada.

 

—Y pues pasó. —La Diva asintió con la cabeza, seguido por Seung.

 

—Sí, pasó —Seung ya ni siquiera sabía lo que estaba diciendo, sólo asentía.

 

Los dos se sonrieron tratando de disimular lo mayor posible frente al jefe.

 

—Traté de evitarlo… Tratamos de evitarlo, pero no se puede evitar un amor como el nuestro.

 

Ji Yong pasó un brazo por los hombros de Seung y acercó un poco su rostro al contrario, estuvieron a punto de tocar sus labios pero Ji volvió a su lugar de antes algo incómodo, desprendiendo la muestra de afecto casi de inmediato. Por lo menos había hecho el intento de parecer cariñoso y enamorado.

 

—Sí, ahm… ¿Estás de acuerdo con esto? —Preguntó Ji Yong a su jefe. —¿Estás feliz? Porque… bueno, nosotros somos felices. Muy felices juntos.

 

Seung Hyun tenía su boca literalmente abierta. Habían pasado alrededor de 10 minutos y no podía creer que en menos de 5 ya había contraído matrimonio. ¿Qué estaba pasando? ¡¿Qué le pasaba al loco de su jefe?! ¿Cómo se le ocurría algo así tan de repente? Y lo más importante. ¿En qué lío lo estaba metiendo? Había procurado guardar su vida sentimental para que no interfiriera en el trabajo y ahora estaba ahí, comprometido con su jefe por cosas del destino.

 

Esto no estaba bien, claro que no lo estaba. Más tarde tenía derecho a saber todo, exigiría una buena explicación.

 

—Ji Yong —le llamó Kang.

 

—¿Sí?

 

—Es hermoso todo esto. Sabes que no soy homofóbico y mientras haya amor, no hay problema para mí. Pero que sea legal, ¿sí? —dijo apuntando su propio dedo anular, refiriéndose al anillo, por supuesto.

 

—Oh, legal. Claro. —rió. —Bueno, entonces significa que tendremos que presentarnos en la oficina de inmigración para solucionar este pequeño detalle, ¿sí?

 

Daesung asintió mientras entrelazaba sus propios dedos sobre el escritorio.

 

—Muy bien, señor. Lo haremos en seguida. Muchas gracias. —Hizo una leve reverencia.

 

—Señor… —Se despidió Seung.

 

—Adiós.

 

Ambos salieron de la oficina en completo silencio, uno notoriamente más tenso que el otro, mientras la mayoría de las miradas se apoderaron de la ahora pareja.

 

Ji Yong no prestaba atención a nadie, siguió caminando hacia su oficina como si estuviera en una verdadera alfombra roja. Seung elevó la vista y veía a la mitad de sus compañeros asintiendo con la cabeza, como si lo felicitaran por hacer algo bueno, y a los otros negando. ¿Por qué sentía que él era el único que no sabía absolutamente nada? Él era el único que no terminaba de comprender cómo rayos terminó en el camino hacia el altar. Vio a Ji Yong entrar en la oficina y sin pensarlo un segundo le siguió.

 

Cerró la puerta de la oficina y aún muy confundido se quedó de pie frente al escritorio mientras el otro como si nada comenzaba a revisar unos papeles. Seung lo miraba fijamente, Ji se veía demasiado despreocupado. Él simplemente hojeaba los papeles y daba vistos en ellos mientras Seung Hyun, completamente absorto, le observaba con toda la frescura del mundo.

 

Ji Yong tomó un lápiz mientras suspiraba, como cansado. Sintió la penetrante mirada de Seung y le miró.

 

—¿Qué? ¿Qué ocurre? —Se cruzó de piernas para mirarle.

 

—No entiendo qué está pasando.

 

—Tranquilo, te beneficiará.

 

—¿Sí? Explícate. —Seung Hyun claramente pensaba en todo, menos que le beneficiaría. Cualquier cosa relacionada con Ji Yong no le beneficiaría para nada.

 

—Convertirían a Minho en tu jefe.

 

—Y es obvio que por eso debemos casarnos…

 

Seung Hyun asintió mientras negaba al mismo tiempo y sonreía. ¡Claro que una cosa no tenía que ver con la otra!

 

—¿Y cuál es el problema? —Ji Yong dejó el lápiz y alzó una ceja mientras se cruzaba de brazos y se apoyaba en el respaldo de su silla. —¿Te estabas reservando para alguien especial?

 

—Quiero creer eso. Además, es ilegal.

 

Ji Yong bufó. Seung Hyun había pensado que quizás algún día tendría una buena mujer, una buena casa y una vida tranquila sin reocupaciones. Pero resultaba ser que ahora estaba comprometido contra su voluntad con la última persona en el mundo al que quería ver. Le veía días y noches en el trabajo, soñaba con que le gritaba y cuando veía su nombre en su teléfono celular daba saltos del susto, ¿y todavía le preguntaba cuál era el problema?

 

—Ji Yong.

 

—¿Sí?

 

—No voy a casarme contigo.

 

—Claro que lo harás.

 

Seung Hyun rodó los ojos y revolvió su cabello exasperado. No podía ser posible que él realmente fuera así. Tenía esperanzas que en el fondo de su corazón fuera una persona buena, pero no. Debió suponerlo.

 

—Déjame explicarte. —Se acomodó un poco sobre su asiento. —Tu hermoso sueño de tocar la vida de millones de personas con tu libro se irá. —Ladeó el rostro. Seung Hyun se congeló al instante. —Minho te despedirá en cuanto pueda, te lo garantizo. Así que quedarás en la calle, sin un empleo y todos los momentos que pasamos juntos; los cafés, las citas canceladas, las compras de cigarros a altas horas de la noche serán para nada. Por ende, tu sueño de ser editor se tendrá que esfumar. Pero eso se puede arreglar. Nos casamos civilizadamente y tras el plazo obligatorio, haremos un divorcio rápido y podremos separarnos, hasta entonces te guste o no tenemos que ser cómplices, ¿entendido? —Sonó el teléfono del escritorio de Seung —Ve a atender el teléfono. —Dijo mientras movía su mano izquierda y con la otra volvía a tomar lo papeles, concentrándose únicamente en eso.

 

Seung no estaba muy seguro de haber escuchado todo lo que Ji Yong le había dicho. Sentía las palabras dando vueltas en su cabeza y todavía no podía ordenarlas de tal manera que todo quedara claro.

 

Su sueño de siempre fue ser editor, sacrificó noches enteras en la que podía haber recuperado horas de sueño por trabajos los cuales se suponía que más adelante lo llevarían a tal puesto, pero ahora su odioso jefe le decía que prácticamente debía despedirse de todo aquello en vano si no seguía su farsa. ¿Cómo esperaba que se lo tomara todo a la ligera?

 


 

Y ahí estaba, caminando detrás de Ji Yong hasta la oficina de inmigración para contarles que pronto se casarían, ¡yupi!

 

Ji Yong entró primero al lugar con su bolso en el antebrazo, una carpeta y su iPhone en mano. Se encontró con mucha gente que claramente esperaría nunca volver a ver, le fastidiaban las filas, y al parecer todo el mundo había elegido precisamente aquel día para ir a la oficina. Apegó un poco más las cosas a su cuerpo por si alguien se lo intentaban robar, a vista de él, todos ahí eran pobres y seguramente querían su cartera Chanel. Caminaron un poco más, y con Seung tras él, se toparon con una fila tremenda para poder ser atendidos. Pero como era de esperarse, a Kwon Ji Yong nadie lo hacía esperar, por supuesto que no.

 

—Ven acá. —Le ordenó a Seung.

 

—Ji Yong…

 

—Shh, que vengas.

 

—No lo hagas —susurró el más alto.

 

—¡Siguiente! —Pidió el hombre que atendía como un caracol. Su voz era floja, como si estuviera aburrido de la vida.

 

Antes de que la persona en la fila pasara para ser atendida, Ji Yong pasó casi desfilando por el frente de los demás y le sonrió algo arrogante al hombre.

 

—¿Me da un segundo? Sólo quiero preguntar esto —pidió a la mujer quien le miró algo irritada. Ji Yong la ignoró y miró al sujeto que atendía.

 

Seung susurró un «lo siento». Y es que no podía hacer más que disculparse, Ji Yong siempre hacía lo que quería con quien fuera y en cualquier lugar, no había remedio, y nadie, aunque fuera el presidente, podía contra él, eso estaba asumido.

 

—Quiero solicitar esta Visa para esposo —dijo medio sonriente.

 

Le pasó su importante carpeta al hombre, el cual lo miraba sin ninguna emoción. Este alzó un poco sus cejas suspirando, abrió la carpeta y la revisó.

 

—Señor… ¿Kwon?

 

—Sí —afirmó orgulloso.

 

El hombre cerró la carpeta.

 

—Vengan, acompáñenme.

 

Ji Yong miró triunfante a Seung. Por algo era Kwon Ji Yong, estaba acostumbrado a ser el primero en todo, a él nunca le hacían esperar. Seung solo le miró y comenzaron a caminar.

 

El trabajador los dejó en una oficina donde iba a llegar el encargado de su caso. Seung se sentó en una de las sillas frente al escritorio mientras Ji Yong se mantenía de pie tecleando algo en su celular. Aún no soltaba su preciado bolso Chanel.

 

—Tengo un mal presentimiento de esto. —Susurró el azabache.

 

Justo en ese momento apareció un hombre tras la puerta de vidrio. Ji se corrió un poco para que pasara. El lugar era más estrecho de lo que se veía.

 

—Hola, hola —entró muy animado.

 

—Hola…

 

—¿Cómo están? Soy Yang Hyun Suk —se presentó, luego miró al pelinegro —Tú debes ser Seung Hyun, —volteó —y tú debes ser Ji Yong.

 

—Sí.

 

—Disculpen la espera, es un día de locos.

 

—Ah, por supuesto. Entendemos perfectamente. Y no sabe lo mucho que le agradecemos que nos concediera una cita ahora. —Expresó Ji Yong.

 

—Está bien —tomó la carpeta, leyó y sacó ciertas conclusiones. Algún que otro rumor le había llegado sobre aquella pareja. —Les tengo una pregunta. ¿Están cometiendo fraude para evitar que lo deporten y así conservar su puesto como editor en jefe en su empresa?

 

Ambos cómplices callaron por un segundo, e inesperadamente Seung Hyun habló primero.

 

—No, eso es ridículo.

 

—Claro, ¿en dónde escuchó eso?

 

—Nos llamó hace poco un hombre llamado…

 

—Ah, será ¿Lee Minho?

 

—Lee Minho, sí.

 

—Minho, pobre hombre. Yo lo lamento, Minho sólo es un amargado ex empleado. Me disculpo por él. Sé que usted está increíblemente ocupado con una sala llena de… —Miró hacia afuera —jardineros y repartidores que atender. —Seung cerró sus ojos algo apenado al oírlo. Ji Yong no sabía expresarse con tacto, eso estaba claro. —Si nos diera una siguiente cita, lo dejaríamos y nos iríamos. —Ji Yong sonrió mientras seguía sosteniendo su bolso y el celular en un intento de ponerse de pie.

 

Hyun Suk medio sonrió.

 

—Señor Kwon, tome asiento. —Suspiró. —Bien, les explicaré el proceso que se va a desarrollar. —Se acomodó apoyando sus codos en el escritorio y añadió: —Paso uno: Haré una entrevista programada. Los separaré y les preguntaré todo lo que una pareja debe saber del otro. Paso dos: Indago más. Registros telefónicos, hablo con sus vecinos, entrevisto a sus colegas, etcétera. Si las respuestas no coinciden, usted —dijo apuntando a Ji —será deportado indefinidamente, y tú —ahora se dirigía al asistente —, habrás cometido un delito con una multa millonaria y una condena de cinco años en una prisión federal.

 

Justo en ese momento iban pasando unos policías mientras se llevaban a un sujeto. Seung los miró y tragó grueso. ¿Qué iba a hacer si los pillaban? Él no quería ir a la cárcel, por supuesto que no, menos por culpa de su jefe, al cual sentía que quería ahorcar cada segundo que pasaba. Se estaba arrepintiendo de haber aceptado. Miró a Ji Yong y como siempre, ¡no se veía ni nervioso! Dudaba seriamente si ese hombre tenía sentimientos.

 

—¿Algo que decir, Seung Hyun? —Preguntó Yang.

 

Seung Hyun no decía nada. Simplemente negó con la cabeza de manera muy lenta, como si no estuviera muy seguro.

 

—¿No?

 

Luego lo pensó un poco y comenzó a asentir. Su cerebro era un caos, por un lado estaba su increíble sueño de ser editor y por el otro su libertad. ¡No era fácil, joder!

 

—¿Sí? —Preguntó Hyun Suk. Ji Yong miró al pelinegro y bufó mientras negaba con la cabeza.

 

—L-lo cierto es… —Se aclaró la garganta y prosiguió. —Señor Yang, lo cierto es que Ji Yong y yo… somos dos personas que no debían enamorarse. Pero así fue.

 

Seung Hyun recordó las palabras de Ji y las repitió. Había tenido intenciones de decir la verdad, pero terminó por decir esto último. Ji Yong asintió con la cabeza mientras con su rostro demostraba emoción por lo escuchado de Seung. Hizo su mejor actuación para casi llorar de la emoción por las hermosas palabras que había dicho su ahora ‘’novio’’.

 

—No le dijimos a nadie del trabajo debido a mi gran ascenso programado. —Ji Yong dejó de fingir que casi lloraba y le miró casi con urgencia.

 

—¿Ascenso? —Preguntó el hombre mayor.

 

—¿Tú? —Ji Yong le miró sin entender.

 

—Sí. Nos pareció que hubiera sido sumamente inapropiado si me hubieran ascendido a editor mientras estábamos… ya sabe. —Seung Hyun movió su mano dando a entender que salían a escondidas. Ji Yong le miraba sin creer lo que escuchaba mientras asentía lentamente, no tenía otra opción que hacerlo si es que quería salir de esa bola de nieve que cada vez crecía sin detención.

 

Ji Yong entrecerró los ojos hacia el mayor y asintió con una media sonrisa. Así que lo estaba chantajeando de manera indirecta. Yang se rascó la nuca y luego les miró entre risas.

 

—¿Ya les dijeron a sus padres de su amor secreto?

 

—Oh, verá, mis padres ya murieron —Ji Yong intervino con rapidez —. Y no tengo hermanos.

 

—Ya no están… —Seung Hyun asintió hacia el hombre, secundando la única verdad hasta esos momentos. Sentía que ese era un tema incómodo.

 

—¿Y los suyos? ¿Murieron también? —Yang se dirigió a Seung Hyun.

 

—No, ellos están vivos —Ji Yong rápidamente contestó.

 

—Vivos.

 

—Bien vivos —aseguró el menor —. Les íbamos a decir este fin de semana. La abuelita de Seung cumple noventa años y la familia se iba a reunir. —Ji Yong sonrió grandemente al decir otra verdad sin titubear

 

Seung Hyun se giró hasta el menor y le miró aún más confundido. Ji Yong era más inteligente de lo que pensó, y no es que alguna vez dudara de su coeficiente intelectual, pero es que mezclar a la perfección el cumpleaños de su abuela con la noticia de su noviazgo había sido de alguna manera increíble.

 

—Le queríamos dar esta sorpresa.

 

—¿Y dónde le darán la sorpresa?

 

—Pues, en la casa de los padres de Seung Hyun. —Dijo sin aires de inseguridad.

 

—¿Dónde es eso?

 

—Ahm… Yo ya hablé mucho, ¿no? —Miró la Seung Hyun, y es que no tenía idea de qué lugar era —¡Anda, dile dónde está!

 

Ambos se rieron como si estuvieran hablando de algo muy cómico.

 

—En la Isla Jeju.

 

—Sí, Jej- —Ji Yong abrió mucho sus ojos y le miró impresionado —En Jeju… —Intentó sonreír. Siempre pensó que sus padres vivirían en Seúl o quizás un poco más cerca, pero no podía darse el lujo de ir hasta Jeju y perder los días de trabajo.

 

—¿Irán a Jeju este fin de semana?

 

—Sí, y quizás nos quedemos unos días más —Seung Hyun asintió. Ji Yong intentaba contra todas sus fuerzas no querer golpearlo, pero sonrió y miró a Yang.

 

—Sí, sí. Iremos a la Isla Jeju, ahí es donde… de ahí viene mi pequeño Seung Hyun. —Acarició su hombro varias veces, Seung Hyun miró su mano y quiso quitarla, pero Ji Yong la movió por sí solo. Sin duda ese había sido uno de los momentos más incómodos que habían vivido.

 

—Ya veo cómo se van a comportar —Yang tomó sus papeles y los ordenó. —Los veré dentro de tres semanas, a las once de la mañana y más vale que sus respuestas coincidan en todo.

 

—Un gusto —Seung Hyun se puso de pie y recibió la nota de Yang. Ji Yong sintió su celular y contestó inmediatamente.

 

 

No podía creerlo.

 

Seung Hyun no podía creer que de verdad estuviera haciendo eso. Se había vuelto loco, no había otra explicación para aquello. Salió del lugar con cara fúnebre. Ji Yong estaba tranquilo por la vida, sólo se preocupaba de hablar por su celular, como si nada estuviera sucediendo, mientras él iba derecho a su infierno personal. Ji Yong colgó y caminó por la calle a su lado.

 

—Okay, entonces esto es lo que va a pasar: Iremos hasta allá, fingiremos que somos novios, anunciaremos que nos comprometimos —Seung Hyun caminaba mientras miraba el horizonte, se creía perdido a estas alturas —, usaremos mis boletos para el avión, ya sabes, primera clase. La turista me da alergia, así que primera clase, sino, no vamos. Oh, y por favor confirma la comida vegana. La última vez se la dieron a otra persona y me obligaron a comer una ensalada apestosa y que traía mucho colesterol y… —Ji Yong le miró, el otro ni siquiera le ponía atención, caminaba como si de un robot se tratase. —Hey, ¿por qué no tomas nota?

 

—¿No estabas en ese cuarto? —Seung Hyun preguntó perdiendo la paciencia.

 

—¿Qué? —Ji Yong le miró y luego sonrió. —¡Oh, lo que dijiste de tu ascenso! Genial, se lo tragó entero. Eres un genio.

 

—Lo dije en serio. —Ji Yong inmediatamente dejó el celular y le miró con seriedad. Seung se cruzó de brazos. —Me puede costar una millonada y cinco años de cárcel si nos descubren. Eso lo cambia todo.

 

Ji Yong se rio burlesco.

 

—¿Qué te ascienda a editor? No, imposible.

 

—Entonces renuncio. Adiós, Ji Yong.

 

Seung Hyun se giró dándole la espalda para comenzar a caminar. Ji Yong vio que no se detenía, así que golpeó el piso con su pie izquierdo.

 

—¡Está bien! Está bien. Te voy a ascender a editor —el castaño levantó sus hombros y suspiró —. Si haces esos días en Jeju y la entrevista te asciendo a editor, ¿contento?

 

—Pero me asciendes de inmediato, no en dos años más.

 

—De acuerdo.

 

—Y publicas mi manuscrito.

 

—Diez mil copias, primera-

 

—Veinte mil copias, primera tira. Y le diremos a mi familia lo del compromiso cuándo y cómo yo quiera. —Ji Yong apretó sus dientes. No esperó que Seung Hyun fuera a presionar tanto. —Y ahora, pídemelo cómo se debe.

 

—¿Qué te pida qué? —Ji Yong comenzaba a perder la paciencia, Seung estaba pidiendo muchas cosas.

 

—Pídeme bien que me case contigo, Ji Yong.

 

Ji Yong frunció el ceño, miró hacia todos lados y luego le miró con confusión.

 

—¿Qué quieres decir? No entiendo.

 

—Ya me oíste. Arrodíllate.

 

Ji Yong le iba a gritar en su cara, pero se abstuvo. Comenzó a mirar a sus lados, la gente caminaba por la calle en tranquilidad. Se preguntaba cuántas personas se le quedarían viendo si él hiciera lo que le pedía. Miró a Seung Hyun, este estaba con las manos en los bolsillos esperándole atentamente, no daría su brazo a torcer. Ji Yong sonrió sarcásticamente.

 

—Bien —extendió su mano. Seung Hyun la tomó con delicadeza. Ji Yong procuró no soltar su iPhone y que su bolso de marca no cayera. Se agachó muy despacio y puso sus rodillas en el suelo rogando porque sus pantalones no se mancharan. Se acomodó como pudo y miró a Seung Hyun. Las personas comenzaron a mirarlo raro, él solo los ignoró.

 

—¿Así está bien? —Ji Yong preguntó a Seung.

 

—Me gusta, sí —Seung Hyun metió las manos a sus bolsillos, mirándole hacia abajo.

 

—Bien, ¿te quieres casar conmigo? —Ji Yong dijo mientras tecleaba en su celular.

 

—N-O —Ji Yong rodó los ojos exasperado. —Dilo en serio.

 

Ji Yong dejó su celular de lado y miró hacia el piso. Seung Hyun era más difícil de lo que había pensado. Miró a su alrededor, algunas personas le observaban curiosos. Nunca en su vida pensó que él hiciera algo así, y menos ahora. Si llegara a casarse, deberían proponérselo a él, ¡no él al otro! Ji Yong mordió su labio inferior con fuerza mientras fruncía el ceño. Tenía que hacerlo… Inspiró aire lentamente y relajó las facciones de su cara mientras suspiraba. Se puso un poco serio y miró a Seung Hyun, de la manera más dulce que alguna vez había mirado a alguien en su vida. Los ojos de Seung Hyun se toparon con los suyos, le tomó la mirada fijamente y le sonrió de manera sincera.

 

—¿Choi Seung Hyun?

 

Seung Hyun se preguntó de dónde había sacado aquella expresión tan tierna en su rostro. Lo había puesto nervioso incluso.

 

—¿Sí, Kwon Ji Yong?

 

—Por favor, ¿te casarías conmigo?

Notas finales:

¿Y? ¿Qué tal? ¿Se imaginan a Ji arrodillado, con su traje super caro y con toda la divosidad pidiéndole matrimonio a Seung? JAJAJAJA ¡Yo pagaría por verlo! 

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Hoy en Korea, fue el 9no aniversario de BIGBANG como familia y artistas. En Twitter se vieron muchas VIPs apoyándolos y dándoles fuerzas, agradeciéndoles por darnos tan preciosa música y con ellas transmitirnos verdaderos sentimientos en cada melodía.

Así pasen los años, BIGBANG seguirá brillando junto a VIP. Son tantos momentos que hemos pasado junto a ellos, que es imposible que esta relación en algún momento se rompa. Ellos nos han hecho ver que no quieren separarse por nada del mundo, y que estos 9 años son sólo unos pocos de la vida entera que pasarán junto a nosotras.

¡BIGBANG IS VIP! ♥


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